SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
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El Hombre del SACD
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
El otro sello británico que asocio a un sonido de primera magnitud, junto a Chandos, es Hyperion.
HYPERION
http://www.hyperion-records.co.uk/
La compañía fue fundada por George Edward Perry en 1980. Hyperion se hizo famoso por grabar obras menos conocidas, en particular por el redescubrimiento de los conciertos para piano románticos que se habían caído de los repertorios. Son dignas de recordar sus grabaciones de la obra pianística de Franz Liszt, y los lieder de Schubert, Schumann y Mendelssohn. En general se distingue por su inventario intimista, en la mayoría de las ocasiones las formaciones son contenidas.
En 2004 la empresa se vio envuelta en una disputa legal que llega hasta hoy. Los costos judiciales por un caso de derechos de autor son actualmente una carga económica que compromete el futuro de Hyperion.
Os invito a compartir el resultado que han dado sus discos en mi equipo.
Audicionamos las danzas húngaras tal como las pergeñó Brahms, es decir, a piano y violín, en una delicada lectura de Hagai Shaham y Arnon Erez (CDA67663). Magnífica toma, donde el duelo de solistas se desenvuelve en una atmósfera mágica, con tonalidades suaves y cálidas. Un piano algo distante (como corresponde a un acompañamiento) pero con una pulsación más que correcta. La acústica de la sala es palpable, y la información del ambiente coloca al dúo en un escenario virtual realista, de gran inmediatez. Una delicia.
Cuento, también para comentar, con la integral de conciertos de piano de Rachmaninov en un álbum doble, que ha tenido magníficas críticas (SACDA67501/2, 2 SACD). Capta toda mi atención la peculiar colocación de los micrófonos, que aportan la sensación de que se nos emplaza en un lugar remoto en la sala de conciertos. También existe un cierto efecto de sonido envolvente en la capa estéreo, que amplía ligeramente la escena más allá de los altavoces. La dinámica, por otro lado, me resulta espectacular, con unos crescendos que ponen el vello de punta, lo que unido a la emotiva partitura hace que se acelere el pulso. Prefiero la capa SACD al contenido tradicional en Red Book, porque mejora significativamente los timbres y el colorido general de la orquesta.
Luz, claridad, transparencia, en un soberbio CD con música para fagot (CDA67288). Desde el primer minuto, me envuelven esas buenas sensaciones. El gran intimismo, típico de la marca, puede ser tomado aquí como modelo. La escucha, relajante, se me antoja celestial, y tal vez remataría la faena un poco más de aire en la zona aguda. La dinámica resulta natural, dejando fluir la música con plena expresividad. Una grabación superior en el aspecto técnico.
¿Es HYPERION un sello de carácter audiófilo? En esta ocasión sí puedo afirmar que lo es.
HYPERION
http://www.hyperion-records.co.uk/
La compañía fue fundada por George Edward Perry en 1980. Hyperion se hizo famoso por grabar obras menos conocidas, en particular por el redescubrimiento de los conciertos para piano románticos que se habían caído de los repertorios. Son dignas de recordar sus grabaciones de la obra pianística de Franz Liszt, y los lieder de Schubert, Schumann y Mendelssohn. En general se distingue por su inventario intimista, en la mayoría de las ocasiones las formaciones son contenidas.
En 2004 la empresa se vio envuelta en una disputa legal que llega hasta hoy. Los costos judiciales por un caso de derechos de autor son actualmente una carga económica que compromete el futuro de Hyperion.
Os invito a compartir el resultado que han dado sus discos en mi equipo.
Audicionamos las danzas húngaras tal como las pergeñó Brahms, es decir, a piano y violín, en una delicada lectura de Hagai Shaham y Arnon Erez (CDA67663). Magnífica toma, donde el duelo de solistas se desenvuelve en una atmósfera mágica, con tonalidades suaves y cálidas. Un piano algo distante (como corresponde a un acompañamiento) pero con una pulsación más que correcta. La acústica de la sala es palpable, y la información del ambiente coloca al dúo en un escenario virtual realista, de gran inmediatez. Una delicia.
Cuento, también para comentar, con la integral de conciertos de piano de Rachmaninov en un álbum doble, que ha tenido magníficas críticas (SACDA67501/2, 2 SACD). Capta toda mi atención la peculiar colocación de los micrófonos, que aportan la sensación de que se nos emplaza en un lugar remoto en la sala de conciertos. También existe un cierto efecto de sonido envolvente en la capa estéreo, que amplía ligeramente la escena más allá de los altavoces. La dinámica, por otro lado, me resulta espectacular, con unos crescendos que ponen el vello de punta, lo que unido a la emotiva partitura hace que se acelere el pulso. Prefiero la capa SACD al contenido tradicional en Red Book, porque mejora significativamente los timbres y el colorido general de la orquesta.
Luz, claridad, transparencia, en un soberbio CD con música para fagot (CDA67288). Desde el primer minuto, me envuelven esas buenas sensaciones. El gran intimismo, típico de la marca, puede ser tomado aquí como modelo. La escucha, relajante, se me antoja celestial, y tal vez remataría la faena un poco más de aire en la zona aguda. La dinámica resulta natural, dejando fluir la música con plena expresividad. Una grabación superior en el aspecto técnico.
¿Es HYPERION un sello de carácter audiófilo? En esta ocasión sí puedo afirmar que lo es.
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Fecha de inscripción : 24/06/2010
Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
LSO LIVE
http://lso.co.uk/page/801/LSO-Live
LSO Live nació hace poco, en 2001, como una etiqueta propia de la casa, la Orquesta Sinfónica de Londres. Graban para ella los mejores directores del mundo, como Sir Colin Davis, Bernard Haitink y Mstislav Rostropovich. LSO Live en la actualidad tiene un centenar de títulos en su catálogo. Las tomas se realizan aprovechando la energía propia y la atmósfera viva de las actuaciones en directo.
El sello graba en DSD puro, usando la más selecta ingeniería. Su política comercial es encomiable de cara al consumidor: los precios de los SACD rondan las 10 libras esterlinas, con una relación calidad/precio excelente. Si unimos el gran nivel de interpretación a una tecnología punta de producción, y todo ello sumado a un precio muy contenido, podemos entender que a LSO le queda mucha vida por delante.
La calidad a la que se alude es bien palpable en todos y cada uno de sus lanzamientos. Mi modesta opinión sobre estos discos creo que puede proyectar un pequeño rayo de luz sobre los que leen estos apuntes.
El siempre emocionante Requiem de Mozart está bien representado en el sello (LSO0627). Me encanta su sonido, en toda su gama: graves con garra, medios claros y limpios, agudos sedosos y aéreos. Todo en su justa medida, el equilibrio tonal está bien ajustado, los timbres son muy fieles. Nada que decir sobre la dinámica, perfectamente reproducida. Afirmar todo esto, de una grabación con esta densidad sonora, opino que no es corriente. En las partes de los solistas, las voces son radiantes, convincentes. Las cuatro cuerdas del coro son perfectamente emplazables, presentando un ángulo y una profundidad ideales.
Abordo la colección de sinfonías de Beethoven con Haitink a la batuta. Como he notado algunas diferencias entre los distintos discos, voy a realizar un análisis separado de los dos grupos que he detectado. El primero de ellos, con las sinfonías 2ª, 3ª, 6ª y 7ª, se ha grabado en noviembre de 2005, con el esquema multicanal tipo 5.0. El segundo grupo, con las sinfonías 1ª, 4ª, 5ª, 8ª y 9ª, se han recogido en abril de 2006, y en 5.1. El escenario ha sido el mismo (el Barbican de Londres), pero es evidente que se han usado diferentes equipos para las tomas.
En el SACD de la Sexta (LSO0582), me agrada encontrar un perfil muy cálido, sin asomo de la menor aspereza. El DSD funciona, y aquí es verdaderamente un azote para los defensores a ultranza del vinilo. Fantástica la recreación espacial, pero sin el habitual efecto de reverberación del que en ocasiones se abusa en otras muchas grabaciones de grandes masas orquestales. Digamos que la sala se distingue por una acustica peculiar, y esto se traduce en una imagen resultante sobria, sin artificios.
Algo diferente es el registro de la Quinta (LSO0590). La fuerza de la partitura debería ser una prueba de fuego en el análisis de este disco, y de hecho, tras unos minutos de escucha, el producto pasa con nota. De todos modos, advierto una leve dureza en el balance tímbrico (lo que suele denominarse "harsh"), que también se extiende a los pasajes más suaves. También la imagen espacial aparenta ser algo más estrecha, más turbia. Son apreciaciones muy inquisitivas que realizo sobre un producto que en general es de muy alto nivel, y que seguro pasarían inadvertidas para la mayoría de oyentes.
Excepcional es la grabación de "Romeo y Julieta" de Prokofiev (LSO0682, 2 SACD). Éste es un disco que ha ganado las más apasionadas críticas, y ha obtenido numerosas nominaciones por parte de las revistas especializadas, por lo que no debe faltar en la colección de cualquier aficionado, y para aquel que está en un periodo de aprendizaje creo que es una buena referencia para descubrir el gran carisma del director, Valery Gergiev. Se trata de un ballet, y la obra está impreganada en todo momento de un ritmo y de una pasión irresistibles. La interpretación pone los pelos de punta por su fuerza dinámica (en la parte de la muerte de Teobaldo) y por su carácter trágico, contrastando con la sublime belleza de los capítulos más líricos. Estamos ante una excelente grabación: el sonido es inmaculado, con una variedad de timbres sin fin. El rango dinámico es enorme, y esto también se aprecia de manera subjetiva a través de una articulación precisa y nítida.
¿Es LSO LIVE un sello de carácter audiófilo? El tradicional detallismo británico revelado en su modo de plasmar y percibir la música es aquí un buen ejemplo. Me entusiasma, porque es la música en su estado más puro.
http://lso.co.uk/page/801/LSO-Live
LSO Live nació hace poco, en 2001, como una etiqueta propia de la casa, la Orquesta Sinfónica de Londres. Graban para ella los mejores directores del mundo, como Sir Colin Davis, Bernard Haitink y Mstislav Rostropovich. LSO Live en la actualidad tiene un centenar de títulos en su catálogo. Las tomas se realizan aprovechando la energía propia y la atmósfera viva de las actuaciones en directo.
El sello graba en DSD puro, usando la más selecta ingeniería. Su política comercial es encomiable de cara al consumidor: los precios de los SACD rondan las 10 libras esterlinas, con una relación calidad/precio excelente. Si unimos el gran nivel de interpretación a una tecnología punta de producción, y todo ello sumado a un precio muy contenido, podemos entender que a LSO le queda mucha vida por delante.
La calidad a la que se alude es bien palpable en todos y cada uno de sus lanzamientos. Mi modesta opinión sobre estos discos creo que puede proyectar un pequeño rayo de luz sobre los que leen estos apuntes.
El siempre emocionante Requiem de Mozart está bien representado en el sello (LSO0627). Me encanta su sonido, en toda su gama: graves con garra, medios claros y limpios, agudos sedosos y aéreos. Todo en su justa medida, el equilibrio tonal está bien ajustado, los timbres son muy fieles. Nada que decir sobre la dinámica, perfectamente reproducida. Afirmar todo esto, de una grabación con esta densidad sonora, opino que no es corriente. En las partes de los solistas, las voces son radiantes, convincentes. Las cuatro cuerdas del coro son perfectamente emplazables, presentando un ángulo y una profundidad ideales.
Abordo la colección de sinfonías de Beethoven con Haitink a la batuta. Como he notado algunas diferencias entre los distintos discos, voy a realizar un análisis separado de los dos grupos que he detectado. El primero de ellos, con las sinfonías 2ª, 3ª, 6ª y 7ª, se ha grabado en noviembre de 2005, con el esquema multicanal tipo 5.0. El segundo grupo, con las sinfonías 1ª, 4ª, 5ª, 8ª y 9ª, se han recogido en abril de 2006, y en 5.1. El escenario ha sido el mismo (el Barbican de Londres), pero es evidente que se han usado diferentes equipos para las tomas.
En el SACD de la Sexta (LSO0582), me agrada encontrar un perfil muy cálido, sin asomo de la menor aspereza. El DSD funciona, y aquí es verdaderamente un azote para los defensores a ultranza del vinilo. Fantástica la recreación espacial, pero sin el habitual efecto de reverberación del que en ocasiones se abusa en otras muchas grabaciones de grandes masas orquestales. Digamos que la sala se distingue por una acustica peculiar, y esto se traduce en una imagen resultante sobria, sin artificios.
Algo diferente es el registro de la Quinta (LSO0590). La fuerza de la partitura debería ser una prueba de fuego en el análisis de este disco, y de hecho, tras unos minutos de escucha, el producto pasa con nota. De todos modos, advierto una leve dureza en el balance tímbrico (lo que suele denominarse "harsh"), que también se extiende a los pasajes más suaves. También la imagen espacial aparenta ser algo más estrecha, más turbia. Son apreciaciones muy inquisitivas que realizo sobre un producto que en general es de muy alto nivel, y que seguro pasarían inadvertidas para la mayoría de oyentes.
Excepcional es la grabación de "Romeo y Julieta" de Prokofiev (LSO0682, 2 SACD). Éste es un disco que ha ganado las más apasionadas críticas, y ha obtenido numerosas nominaciones por parte de las revistas especializadas, por lo que no debe faltar en la colección de cualquier aficionado, y para aquel que está en un periodo de aprendizaje creo que es una buena referencia para descubrir el gran carisma del director, Valery Gergiev. Se trata de un ballet, y la obra está impreganada en todo momento de un ritmo y de una pasión irresistibles. La interpretación pone los pelos de punta por su fuerza dinámica (en la parte de la muerte de Teobaldo) y por su carácter trágico, contrastando con la sublime belleza de los capítulos más líricos. Estamos ante una excelente grabación: el sonido es inmaculado, con una variedad de timbres sin fin. El rango dinámico es enorme, y esto también se aprecia de manera subjetiva a través de una articulación precisa y nítida.
¿Es LSO LIVE un sello de carácter audiófilo? El tradicional detallismo británico revelado en su modo de plasmar y percibir la música es aquí un buen ejemplo. Me entusiasma, porque es la música en su estado más puro.
Última edición por El Hombre del SACD el Vie 2 Ago 2013 - 20:22, editado 1 vez
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
FIDELIO
http://www.fidelioaudio.com/prod/index.php?lng=an
Fidelio es una empresa joven especializada en la grabación de música acústica con un enfoque minimalista, poniendo un gran cuidado en la calidad. No es muy conocida en nuestro país, pero gracias al milagro de internet ahora podemos asomarnos a una ventana para conocer sus productos.
Para alcanzar sus objetivos, Fidelio utiliza equipos poco corrientes. Se utilizan tubos en los diferentes amplificadores, magnetofones de reconocida calidad audiófila, y un número limitado de micrófonos para mantener una imagen estereofónica realista. Además, el equipo de producción está integrado por especialistas que tienen un curriculum de varios años de experiencia en la grabación y la reproducción de la música.
Fidelio trata de traer frescura y autenticidad a nuestros equipos. Eso es fácilmente constatable en todas sus grabaciones. El disco del Marc Vallé Trio, "Hamadryade", es un ejemplo (FACD010, SACD). Para esta grabación en particular se han usado micrófonos de tubos, hechos a medida, y un grabador analógico Nagra. En el SACD encontramos sólo una capa estéreo, sin alternativa multicanal. Casi sobra decir que la suave mezcla de guitarras acústicas y eléctricas supera a la media por su sonido, muy limpio y natural.
Para el seductor disco de Doreen Smith titulado "In The Still of the Night" (FACD006), se han utilizado sólo dos micrófonos, uno para recoger el sonido global de la sala y otro para la cantante. Los dos planos están sintetizados de una manera diferente: las guitarras aparecen en un plano retrasado, mientras que la voz de la solista se delinea claramente ante nosotros. Las guitarras, dos eléctricas y una acústica, son fáciles de seguir, a pesar de la acústica peculiar del local. Pero es la voz lo más destacable de la grabación, y posee una claridad y un calor que es poco corriente de encontrar en un CD.
El equipo utilizado para el siguiente disco, con el guitarrista de jazz Art Johnson y el contrabajista Frédéric Alarie en el álbum "Contact" (FACD 001), es otra joya de gran nivel. En el corazón del sistema encontramos un micrófono Rode de tubos. El dispositivo de grabación es un Tascam, y además entre los créditos encontramos nombres conocidos como los de Transparent, Apogee, Stax e YBA. La calidez general de las tomas revela la utilización de tubos. La espacialidad es sobresaliente, y la dinámica se desenvuelve con gran naturalidad.
¿Es FIDELIO un sello de carácter audiófilo? Realmente hay que conocer sus grabaciones para afirmarlo con certeza.
http://www.fidelioaudio.com/prod/index.php?lng=an
Fidelio es una empresa joven especializada en la grabación de música acústica con un enfoque minimalista, poniendo un gran cuidado en la calidad. No es muy conocida en nuestro país, pero gracias al milagro de internet ahora podemos asomarnos a una ventana para conocer sus productos.
Para alcanzar sus objetivos, Fidelio utiliza equipos poco corrientes. Se utilizan tubos en los diferentes amplificadores, magnetofones de reconocida calidad audiófila, y un número limitado de micrófonos para mantener una imagen estereofónica realista. Además, el equipo de producción está integrado por especialistas que tienen un curriculum de varios años de experiencia en la grabación y la reproducción de la música.
Fidelio trata de traer frescura y autenticidad a nuestros equipos. Eso es fácilmente constatable en todas sus grabaciones. El disco del Marc Vallé Trio, "Hamadryade", es un ejemplo (FACD010, SACD). Para esta grabación en particular se han usado micrófonos de tubos, hechos a medida, y un grabador analógico Nagra. En el SACD encontramos sólo una capa estéreo, sin alternativa multicanal. Casi sobra decir que la suave mezcla de guitarras acústicas y eléctricas supera a la media por su sonido, muy limpio y natural.
Para el seductor disco de Doreen Smith titulado "In The Still of the Night" (FACD006), se han utilizado sólo dos micrófonos, uno para recoger el sonido global de la sala y otro para la cantante. Los dos planos están sintetizados de una manera diferente: las guitarras aparecen en un plano retrasado, mientras que la voz de la solista se delinea claramente ante nosotros. Las guitarras, dos eléctricas y una acústica, son fáciles de seguir, a pesar de la acústica peculiar del local. Pero es la voz lo más destacable de la grabación, y posee una claridad y un calor que es poco corriente de encontrar en un CD.
El equipo utilizado para el siguiente disco, con el guitarrista de jazz Art Johnson y el contrabajista Frédéric Alarie en el álbum "Contact" (FACD 001), es otra joya de gran nivel. En el corazón del sistema encontramos un micrófono Rode de tubos. El dispositivo de grabación es un Tascam, y además entre los créditos encontramos nombres conocidos como los de Transparent, Apogee, Stax e YBA. La calidez general de las tomas revela la utilización de tubos. La espacialidad es sobresaliente, y la dinámica se desenvuelve con gran naturalidad.
¿Es FIDELIO un sello de carácter audiófilo? Realmente hay que conocer sus grabaciones para afirmarlo con certeza.
Última edición por El Hombre del SACD el Sáb 3 Ago 2013 - 14:47, editado 3 veces
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
Hamilton escribió:Sacdofilo, estoy escuchando bastantes SACD de una discográfica alemana que se llama Membran Music www.membran.net.
Me está gustando bastante , al estilo de Opus 3.
Curiosamente, siempre me ha parecido una marca de poca calidad. No soy el único en pensar así, fíjate en la lista de marcas de SACD no recomendados (hacia la mitad de la página, aparece en el último puesto):
http://sacdlives.blogspot.com/search?updated-min=2009-01-01T00:00:00-08:00&updated-max=2010-01-01T00:00:00-08:00&max-results=50
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
L’OISEAU-LYRE
http://www.deccaclassics.com/series/prod_series?ID=LOISE
L'Oiseau-Lyre es una casa francesa de larga tradición, especialmente dedicada a la música antigua y barroca, primero como editora musical desde 1932, y más tarde como sello discográfico desde 1948. La marca fue comprada por Decca en 1970, gracias a lo cual se han realizado una gran cantidad de reediciones del antiguo catálogo, aparte de algunas grabaciones nuevas ya bajo el logo de Decca. Es por eso que las referencias que voy a analizar a continuación es posible que no puedan encontrarse ya en el mercado por estar descatalogadas, o bien que aparezacn bajo otra referencia.
Bellísimo el trabajo realizado en "Il Pianto di Maria" (Decca 478 1466), un disco grabado con el apoyo de la Junta de Castilla y León en el Centro Miguel Delibes de Valladolid. Los peculiares matices de los instrumentos antiguos son plasmados aquí con exactitud, con gran definición, y los extremos de fuerza y suavidad son transmitidos con precisión, con nitidez. El equilibrio tímbrico es excelente, y es lo que más me atrae del disco. A veces creo escuchar hasta las indicaciones del director en el aire, el aliento de los músicos... En cuanto a la voz de la soprano (Fink), resulta de una consistencia y una articulación muy realistas, emocionante por la intimidad que sugiere en una tónica soto voce. En una grabación inédita de Conti, "El Martirio de San Lorenzo", Fink y el conjunto instrumental se unen para entretejer un aria conmovedora que cuenta con la poco habitual voz del chalumeau soprano, que añade una nota aún más tierna y triste. En resumen, una joya de trabajo, fácil de digerir por la corta duración de las piezas, y de gran intensidad emocional.
Los conciertos de Brandenburgo tienen tantas versiones en la actualidad, que una interpretación con instrumentos de época no deja de ser un incentivo para intentar un nuevo repaso a toda esta colección, y Christopher Hogwood nos tienta así con este disco (455 700-2). De hecho, esta grabación puede hacer que con instrumentos antiguos disfrutemos más de esta musica. La calidad general de la grabación es excelente. Muestra una suavidad maravillosa de las flautas y el clavecín. Los violines parecen representarse de un modo más torpe, pero el conjunto es armonioso. Lo recomiendo.
También Boccherini tiene su lugar en la discografía del sello, con tres de sus sinfonías (436 993-2). Liquidez, es lo que me sugiere una primera escucha. Tiene peso, materialidad, con una buena dosis de sutileza y de gran resolución. El equilibrio tonal es supremo, una delicia sonora que nos transporta a un mundo de luz y armonía. Esta grabación puede dar la clave para comprender que la calidad técnica de una grabación, en términos acústicos, puede ser tan importante como el nivel artístico e interpretativo. Las buenas sensaciones recibidas me hacen pensar, al final del disco, que quiero escuchar más de esto.
¿Es L’OISEAU-LYRE un sello de carácter audiófilo? Hasta el día de hoy, no he escuchado nada de la marca que no sea... celestial.
http://www.deccaclassics.com/series/prod_series?ID=LOISE
L'Oiseau-Lyre es una casa francesa de larga tradición, especialmente dedicada a la música antigua y barroca, primero como editora musical desde 1932, y más tarde como sello discográfico desde 1948. La marca fue comprada por Decca en 1970, gracias a lo cual se han realizado una gran cantidad de reediciones del antiguo catálogo, aparte de algunas grabaciones nuevas ya bajo el logo de Decca. Es por eso que las referencias que voy a analizar a continuación es posible que no puedan encontrarse ya en el mercado por estar descatalogadas, o bien que aparezacn bajo otra referencia.
Bellísimo el trabajo realizado en "Il Pianto di Maria" (Decca 478 1466), un disco grabado con el apoyo de la Junta de Castilla y León en el Centro Miguel Delibes de Valladolid. Los peculiares matices de los instrumentos antiguos son plasmados aquí con exactitud, con gran definición, y los extremos de fuerza y suavidad son transmitidos con precisión, con nitidez. El equilibrio tímbrico es excelente, y es lo que más me atrae del disco. A veces creo escuchar hasta las indicaciones del director en el aire, el aliento de los músicos... En cuanto a la voz de la soprano (Fink), resulta de una consistencia y una articulación muy realistas, emocionante por la intimidad que sugiere en una tónica soto voce. En una grabación inédita de Conti, "El Martirio de San Lorenzo", Fink y el conjunto instrumental se unen para entretejer un aria conmovedora que cuenta con la poco habitual voz del chalumeau soprano, que añade una nota aún más tierna y triste. En resumen, una joya de trabajo, fácil de digerir por la corta duración de las piezas, y de gran intensidad emocional.
Los conciertos de Brandenburgo tienen tantas versiones en la actualidad, que una interpretación con instrumentos de época no deja de ser un incentivo para intentar un nuevo repaso a toda esta colección, y Christopher Hogwood nos tienta así con este disco (455 700-2). De hecho, esta grabación puede hacer que con instrumentos antiguos disfrutemos más de esta musica. La calidad general de la grabación es excelente. Muestra una suavidad maravillosa de las flautas y el clavecín. Los violines parecen representarse de un modo más torpe, pero el conjunto es armonioso. Lo recomiendo.
También Boccherini tiene su lugar en la discografía del sello, con tres de sus sinfonías (436 993-2). Liquidez, es lo que me sugiere una primera escucha. Tiene peso, materialidad, con una buena dosis de sutileza y de gran resolución. El equilibrio tonal es supremo, una delicia sonora que nos transporta a un mundo de luz y armonía. Esta grabación puede dar la clave para comprender que la calidad técnica de una grabación, en términos acústicos, puede ser tan importante como el nivel artístico e interpretativo. Las buenas sensaciones recibidas me hacen pensar, al final del disco, que quiero escuchar más de esto.
¿Es L’OISEAU-LYRE un sello de carácter audiófilo? Hasta el día de hoy, no he escuchado nada de la marca que no sea... celestial.
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
Hamilton escribió:Macho me tienes machacado (y arruinado con este tema) me he comprado discos de Pentatone, Channel Classics, Bis.....de éste último hay un pack de SACD (5 ) en Amazon que está de camino a casa...
A disfrutar, que son dos días.
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
TELDEC
http://www.warnerclassics.com/series.htm#teldec
Teldec fue fundada en Alemania en 1950 como una cooperación entre Telefunken y Decca Records. El nombre es el resultado de tomar las primeras tres letras de ambos sellos: Telefunken y Decca. En su catálogo se hallan representadas interpretaciones clásicas de grandes artistas como Nikolaus Harnoncourt, José Carreras, Mstislav Rostropovich, Daniel Barenboim, y Ton Koopman. Bajo la etiqueta "Das Alte Werk", desde 1958, Teldec fue pionero en rescatar música antigua con instrumentos originales. Actualmente Teldec es propiedad del grupo Warner.
Teldec fue uno de los grandes productores alemanes de discos, y se lanzaron en su mayoría bajo el sello Telefunken o Decca, pero normalmente estos vinilos no contenían dato alguno para advertir que eran realizados por dicha firma. Los coleccionistas de discos conocen muchos ejemplos de sus lanzamientos de alta calidad.
Dos grandes empresas que apostaron por el formato DVD-Audio fueron EMI Classics y Teldec. En los discos del sello aparecía esta advertencia: "este disco se puede escuchar en resolución avanzada surround, resolución avanzada estéreo, y DVD-Video compatible con Dolby Digital y AC-3, y sólo se reproducirá en los lectores con el logotipo DVD". Esta incompatibilidad con los clásicos reproductores de CD posiblemente fuera un motivo de peso para desanimar en la compra por parte de los potenciales consumidores de música, circunstancia que el SACD pudo eludir en parte gracias a la introducción de los discos híbridos, perfectamente compatibles con los equipos tradicionales.
Comienzo el repaso de su discografía con el "Carmina Burana", grabado en 1992 por la London Philharmonic Orchestra con Zubin Mehta (Teldec 86597, DVD-Audio). Esta grabación fue realizada en el Snape Maltings Concert Hall, un lugar de una acústica perfecta para pequeñas formaciones, pero la gran cantata profana de Orff, con su coro y gran orquesta, sobrecarga la sala de forma evidente, presentando una reverberación excesiva que difumina los detalles. El efecto es de un sonido agradable, de gran efectismo, pero con poca definición, y solistas, coro y orquesta se configuran en un todo algo confuso y sin relieve.
Valioso el título "Johan Strauss in Berlin", con Harnoncourt a la batuta (Teldec 24489, DVD-Audio). Aquí se aprovecha todo el potencial sonoro que ofrece el formato DVD-Audio, y el sonido es excelente por su tímbrica, equilibrio tonal, definición, espacialidad y dinámica, pero sin brillar por nada especial. Un buen medio para paladear un completo repertorio, sin más vueltas. Sólo siento, a la luz de productos como éste, que el DVD-Audio no haya triunfado como se merecía.
Cuento también con una buena muestra de Dvorak, con su sinfonía número 9 a cargo de la Royal Concertgebouw Orchestra bajo la dirección de Nicholas Harnoncourt (Teldec 25254, DVD-Audio). Esta interpretación se registró en octubre de 1999. No me cabe duda de que su reproducción en alta definición es superior a su presentación en un CD normal, y la orquesta muestra una presencia más natural en nuestro salón, se abre aún más. La fuerza de los tonos bajos es bastante abrumadora, pero el resultado es agradable.
"Las Estaciones" de Vivaldi también las escuchamos con Harnoncourt, pero en un registro bastante más antiguo, de 1977 (Das Alte Werk 243 005-2). Se ha realizado una nueva remezcla para la edición en CD (ADD), pero aún así, me llaman la atención algunos defectos. Por ejemplo, el ruido de fondo es perfectamente audible en los pasajes suaves y a un nivel razonable. En cuanto a la calidad sonora en sí, no es nada excepcional, y el sonido de la cuerda es áspero y artificial, sobre todo en los momentos de mayor dinámica. Por lo que escucho, parece que el ingeniero de grabación haya recurrido al menor número posible de micrófonos, y aún así la imagen estereofónica es plana y confusa.
¿Es TELDEC un sello de carácter audiófilo? No hay duda de que existen muchos lanzamientos de la marca que son magníficos, pero aprecio una determinada irregularidad en la calidad que me aconseja ser prudente en mis conclusiones.
http://www.warnerclassics.com/series.htm#teldec
Teldec fue fundada en Alemania en 1950 como una cooperación entre Telefunken y Decca Records. El nombre es el resultado de tomar las primeras tres letras de ambos sellos: Telefunken y Decca. En su catálogo se hallan representadas interpretaciones clásicas de grandes artistas como Nikolaus Harnoncourt, José Carreras, Mstislav Rostropovich, Daniel Barenboim, y Ton Koopman. Bajo la etiqueta "Das Alte Werk", desde 1958, Teldec fue pionero en rescatar música antigua con instrumentos originales. Actualmente Teldec es propiedad del grupo Warner.
Teldec fue uno de los grandes productores alemanes de discos, y se lanzaron en su mayoría bajo el sello Telefunken o Decca, pero normalmente estos vinilos no contenían dato alguno para advertir que eran realizados por dicha firma. Los coleccionistas de discos conocen muchos ejemplos de sus lanzamientos de alta calidad.
Dos grandes empresas que apostaron por el formato DVD-Audio fueron EMI Classics y Teldec. En los discos del sello aparecía esta advertencia: "este disco se puede escuchar en resolución avanzada surround, resolución avanzada estéreo, y DVD-Video compatible con Dolby Digital y AC-3, y sólo se reproducirá en los lectores con el logotipo DVD". Esta incompatibilidad con los clásicos reproductores de CD posiblemente fuera un motivo de peso para desanimar en la compra por parte de los potenciales consumidores de música, circunstancia que el SACD pudo eludir en parte gracias a la introducción de los discos híbridos, perfectamente compatibles con los equipos tradicionales.
Comienzo el repaso de su discografía con el "Carmina Burana", grabado en 1992 por la London Philharmonic Orchestra con Zubin Mehta (Teldec 86597, DVD-Audio). Esta grabación fue realizada en el Snape Maltings Concert Hall, un lugar de una acústica perfecta para pequeñas formaciones, pero la gran cantata profana de Orff, con su coro y gran orquesta, sobrecarga la sala de forma evidente, presentando una reverberación excesiva que difumina los detalles. El efecto es de un sonido agradable, de gran efectismo, pero con poca definición, y solistas, coro y orquesta se configuran en un todo algo confuso y sin relieve.
Valioso el título "Johan Strauss in Berlin", con Harnoncourt a la batuta (Teldec 24489, DVD-Audio). Aquí se aprovecha todo el potencial sonoro que ofrece el formato DVD-Audio, y el sonido es excelente por su tímbrica, equilibrio tonal, definición, espacialidad y dinámica, pero sin brillar por nada especial. Un buen medio para paladear un completo repertorio, sin más vueltas. Sólo siento, a la luz de productos como éste, que el DVD-Audio no haya triunfado como se merecía.
Cuento también con una buena muestra de Dvorak, con su sinfonía número 9 a cargo de la Royal Concertgebouw Orchestra bajo la dirección de Nicholas Harnoncourt (Teldec 25254, DVD-Audio). Esta interpretación se registró en octubre de 1999. No me cabe duda de que su reproducción en alta definición es superior a su presentación en un CD normal, y la orquesta muestra una presencia más natural en nuestro salón, se abre aún más. La fuerza de los tonos bajos es bastante abrumadora, pero el resultado es agradable.
"Las Estaciones" de Vivaldi también las escuchamos con Harnoncourt, pero en un registro bastante más antiguo, de 1977 (Das Alte Werk 243 005-2). Se ha realizado una nueva remezcla para la edición en CD (ADD), pero aún así, me llaman la atención algunos defectos. Por ejemplo, el ruido de fondo es perfectamente audible en los pasajes suaves y a un nivel razonable. En cuanto a la calidad sonora en sí, no es nada excepcional, y el sonido de la cuerda es áspero y artificial, sobre todo en los momentos de mayor dinámica. Por lo que escucho, parece que el ingeniero de grabación haya recurrido al menor número posible de micrófonos, y aún así la imagen estereofónica es plana y confusa.
¿Es TELDEC un sello de carácter audiófilo? No hay duda de que existen muchos lanzamientos de la marca que son magníficos, pero aprecio una determinada irregularidad en la calidad que me aconseja ser prudente en mis conclusiones.
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
CAPRICCIO
http://www.naxos.com/labels/capriccio-cd.htm
El sello Capriccio fue fundado por la empresa Delta en 1982. Capriccio siempre tuvo por objetivo, sin pretender competir con las grandes marcas del sector, llenar los nichos que otros descuidaban, ofreciendo a los aficionados una alternativa más allá del repertorio de la música clásica convencional para permitir el disfrute de obras desconocidas, interpretadas por artistas nuevos.
Capriccio actualmente pertenece al grupo Naxos, junto a etiquetas conocidas como Delos, Ondine, Divox y Dorian.
Algunos comentarios sobre discos que engrosan mi colección.
La marca dedicó algunos volúmenes a la obra de Carl Philipp Emanuel Bach, posiblemente el más valioso compositor de la dinastía Bach que vivió en el periodo clásico, previo a Mozart, conocido como "Sturm und Drang". De esta edición, destaco el CD dedicado a sus conciertos para oboe (10 069). La gran cantidad de energía que transmiten contrabajos y violonchelos es fantástica, imprimiendo una sensación de ritmo irresistible. No quiero decir que sea el volumen del bajo lo que destaque, sino su consistencia, su materialidad. Realmente la calidez de la toma es excelente, muy analógica. También observo la neutralidad del tono del oboe, que en muchas grabaciones, debido a sus complejos armónicos, puede parecernos chillón o incisivo, como un simple pito, vox pupuli. Aquí, por contra, se dibuja pleno de armonía y de coherencia, bien enfocado y con enorme presencia, en un plano diferente al de la orquesta. La grabación contemplada de forma global es fuera de lo corriente por su agradable lectura.
Otro CD de esta edición es la primera parte de sus conciertos para flauta (10 104). Aquí también el sonido es excelente, exhibiéndose una banda pasante equilibrada, de una linealidad perfecta, sin discontinuidades, y con la definición suficiente para recrear el sonido real de una orquesta de cámara. El clave, en el bajo contínuo, es la referencia que utilizo para analizar el extremo agudo, y realmente sus transientes se modulan sin estridencias, con un fraseo relajado y cómodo de escuchar, determinante en una buena grabación digital. En resumen, otro producto sin defectos.
Marriner aparece representado en el sello con algunas oberturas de Dvorak (71 075, SACD). Estas obras son raramente interpretadas en concierto, y lo que realmente hace valioso este SACD es su espectacular calidad de la grabación. Quizás exista una ligera falta de graves, más notable en "The Water Goblin". Tras un "Carnaval" luminoso y fresco, llega un denso y muy atmosférico "Otelo", para mí punto culminante de este SACD, y que lo convierte en una referencia necesaria dentro de la discografía dedicada al genio checo.
¿Es CAPRICCIO un sello de carácter audiófilo? Como en el caso de otras marcas que se han presentado a lo largo de este hilo, Capriccio pone a nuestra disposición magníficos trabajos a todos los niveles, sin llegar tal vez al sonido "absoluto". Es criterio de cada uno determinar si esto corresponde a una verdadera filiosofía audiófila o no.
http://www.naxos.com/labels/capriccio-cd.htm
El sello Capriccio fue fundado por la empresa Delta en 1982. Capriccio siempre tuvo por objetivo, sin pretender competir con las grandes marcas del sector, llenar los nichos que otros descuidaban, ofreciendo a los aficionados una alternativa más allá del repertorio de la música clásica convencional para permitir el disfrute de obras desconocidas, interpretadas por artistas nuevos.
Capriccio actualmente pertenece al grupo Naxos, junto a etiquetas conocidas como Delos, Ondine, Divox y Dorian.
Algunos comentarios sobre discos que engrosan mi colección.
La marca dedicó algunos volúmenes a la obra de Carl Philipp Emanuel Bach, posiblemente el más valioso compositor de la dinastía Bach que vivió en el periodo clásico, previo a Mozart, conocido como "Sturm und Drang". De esta edición, destaco el CD dedicado a sus conciertos para oboe (10 069). La gran cantidad de energía que transmiten contrabajos y violonchelos es fantástica, imprimiendo una sensación de ritmo irresistible. No quiero decir que sea el volumen del bajo lo que destaque, sino su consistencia, su materialidad. Realmente la calidez de la toma es excelente, muy analógica. También observo la neutralidad del tono del oboe, que en muchas grabaciones, debido a sus complejos armónicos, puede parecernos chillón o incisivo, como un simple pito, vox pupuli. Aquí, por contra, se dibuja pleno de armonía y de coherencia, bien enfocado y con enorme presencia, en un plano diferente al de la orquesta. La grabación contemplada de forma global es fuera de lo corriente por su agradable lectura.
Otro CD de esta edición es la primera parte de sus conciertos para flauta (10 104). Aquí también el sonido es excelente, exhibiéndose una banda pasante equilibrada, de una linealidad perfecta, sin discontinuidades, y con la definición suficiente para recrear el sonido real de una orquesta de cámara. El clave, en el bajo contínuo, es la referencia que utilizo para analizar el extremo agudo, y realmente sus transientes se modulan sin estridencias, con un fraseo relajado y cómodo de escuchar, determinante en una buena grabación digital. En resumen, otro producto sin defectos.
Marriner aparece representado en el sello con algunas oberturas de Dvorak (71 075, SACD). Estas obras son raramente interpretadas en concierto, y lo que realmente hace valioso este SACD es su espectacular calidad de la grabación. Quizás exista una ligera falta de graves, más notable en "The Water Goblin". Tras un "Carnaval" luminoso y fresco, llega un denso y muy atmosférico "Otelo", para mí punto culminante de este SACD, y que lo convierte en una referencia necesaria dentro de la discografía dedicada al genio checo.
¿Es CAPRICCIO un sello de carácter audiófilo? Como en el caso de otras marcas que se han presentado a lo largo de este hilo, Capriccio pone a nuestra disposición magníficos trabajos a todos los niveles, sin llegar tal vez al sonido "absoluto". Es criterio de cada uno determinar si esto corresponde a una verdadera filiosofía audiófila o no.
Última edición por El Hombre del SACD el Sáb 23 Ene 2021 - 10:33, editado 1 vez
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
He encontrado una magnífica página que trata sobre la audición humana y la psicoacústica. Comparto el enlace aquí, y además os dejo un bonito diagrama que tiene mucho que ver con este hilo, y que puede aclarar algunos conceptos.
http://www.labc.usb.ve/paginas/EC4514/AUDIO/PSICOACUSTICA/Psicoacustica.html
http://www.labc.usb.ve/paginas/EC4514/AUDIO/PSICOACUSTICA/Psicoacustica.html
Última edición por SACDófilo el Dom 11 Mar 2012 - 0:32, editado 1 vez
El Hombre del SACD- Cantidad de envíos : 5204
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
Fantástico trabajo SACDófilo.Sigo uno de los hilos más gratos del foro.
Podría hacerte todas las alabanzas que otros compañeros ya te han hecho.Te las mereces.Imagino que muchos te lo agradecen,aunque no lo digan por no ser pesados pero yo no quiero pasar por aquí sin darte las gracias.
Saludos
Podría hacerte todas las alabanzas que otros compañeros ya te han hecho.Te las mereces.Imagino que muchos te lo agradecen,aunque no lo digan por no ser pesados pero yo no quiero pasar por aquí sin darte las gracias.
Saludos
Júpiter- Cantidad de envíos : 1089
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
Pues vuestro agradecimiento me anima a seguir hasta el final, porque quedan todavía algunos capítulos interesantes. Voy a continuación con un tema peliagudo: las viejas grabaciones remasterizadas, que son alabadas por una mayoría de los que apreciamos el mejor sonido. Aquí van a salir sellos como Mercury Living Presence, o RCA Living Stereo, que rivalizaron para apoderarse de un mercado ávido de la nueva música en dos dimensiones, y con sus primitivos sistemas de mezclas estereofónicas todavía nos siguen subyugando, casi 60 años más tarde. También voy a exponer algunas opiniones sobre etiquetas que se limitan a realizar remasterizaciones al máximo nivel, como Esoteric, MFSL, Silverline, y otras. La verdad es que hay mucha miga.
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
Hablaremos sobre todo esto.
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
ESOTERIC
http://esoteric.teac.com/esoteric_remasters/
Los aficionados a la buena música conocemos los soberbios componentes que Teac nos ofrecía hace algunos años, y que ahora, actualizados, aparecen bajo el nombre de Esoteric. Quien haya disfrutado de algunas de sus máquinas reel o de alguna platina de cassette de la marca me aplaudirán. Tengo grabado en mi recuerdo la imagen de un poderoso mecanismo de transporte, en uno de sus reproductores de CD, elaborados con una sola pieza de metal, y que sugería una solidez poco común. No es extraño que marcas tan reputadas como Wadia basaran su mecánica en estas maravillas técnicas que nos llegaban desde Japón. Actualmente, bajo el logo Esoteric, el aficionado tiene acceso a fabulosos reproductores digitales, fruto de la evolución de los famosos transportes VRDS.
Es curioso ver en los discos de Esoteric los logos de Deutsche Grammophon y Decca, ya que dichas empresas raramente permiten ceder sus catálogos para remasterizaciones de terceros. Esto da una idea de la confianza que inspira el quehacer de la antigua Teac.
Paso al bisturí para desentrañar, en la medida de lo posible, el verdadero nivel del producto. Sólo he podido degustar dos álbumes (¡gracias, Jorge!), pero la experiencia con ellos la considero suficiente para hacerme una idea aproximada.
Fastuoso el disco con la música de Falla y su "Sombrero de Tres Picos" (ESSD-90016, SACD). Éste es un disco que se vende a un precio elevado, unos 50€, pero que vale cada céntimo que se paga por él. Una actuación de este calibre, plasmada con una viveza sin igual y trasladada a SACD con un enorme esmero, simplemente no tiene precio. Cualquiera que tenga prejuicios sobre el sonido que se conseguía recoger en 1961 quedará pasmado al descubrir que por entonces ya se estaban haciendo grabaciones casi a la par que con DSD, ya en el siglo XXI. Sabemos de los excelentes resultados conseguidos en aquellos años bajo las etiquetas RCA Living Stereo y Mercury Living Presence, pero ante dichos productos de referencia, hoy, y teniendo en cuenta lo mucho que ha avanzado la ingeniería del sonido, uno no deja de percibir su carácter "vintage". Con Esoteric, en cambio, el siseo de la cinta original apenas se percibe, mientras que la imagen sonora y el rango dinámico resultan sensacionales. Como peculiaridad, el balance tonal de la toma se aproxima a un efecto "loudness" donde la zona media (1-3 kHz) se hubiese atenuado, dejando muy destacadas las notas más bajas de las cuerdas. La masterización a DSD nos devuelve el sabor analógico del master original, y ya he señalado que ese master es simplemente fantástico, de una calidad fuera de serie para una grabación tan antigua. A destacar sobre todo (si es que hay algo mejor dentro de una excelencia general) la agradable fluidez en la zona media y la riqueza tímbrica de los agudos.
La Cuarta de Brahms, en la lectura de Kleiber, es otra delicia que nos brinda Esoteric (ESSG-90018, SACD). Era de esperar el trabajo sobre otro master excelente, el primero en digital de este director. En esta ocasión, Esoteric vuelve a mejorar lo que parece ser inmejorable: remarcable la calidez, el carácter atercipelado de la cuerda, junto con unos poderosos armónicos en los metales. Todo esto, en conjunto, da la medida de la sonoridad característica de la Filarmónica de Viena, si bien es justo atribuir la calidad del producto a la fuente original. La enorme focalización, la sensación vívida de espacialidad, son virtudes claras de este registro, y el SACD refleja hasta el último detalle en la imagen sonora recreada. Esto es lo que recoge Esoteric en su web, en referencia a este disco: "Una potente interpretación, tan intensa como un infierno rugiente, registrada cuando Kleiber tenía 50 años de edad. ¡Pura magnificencia y esplendor! El instante cautiva al oyente, con una profundidad y un dinamismo de carácter viril. La ardiente pasión de la Orquesta Filarmónica de Viena y su sonoridad realmente consiguen excitar a uno. Los espesos metales, los remolinos en las cuerdas, y la poderosa percusión es lo que realmente se destaca con esta orquesta. Es difícil imaginar un desempeño que pueda superar esto."
¿Es ESOTERIC un sello de carácter audiófilo? Como conocedor y admirador de la vieja marca Teac, quiero pensar que sí. Aunque cualquiera puede volverse devoto tras conocer cualquier cosa de la casa...
http://esoteric.teac.com/esoteric_remasters/
Los aficionados a la buena música conocemos los soberbios componentes que Teac nos ofrecía hace algunos años, y que ahora, actualizados, aparecen bajo el nombre de Esoteric. Quien haya disfrutado de algunas de sus máquinas reel o de alguna platina de cassette de la marca me aplaudirán. Tengo grabado en mi recuerdo la imagen de un poderoso mecanismo de transporte, en uno de sus reproductores de CD, elaborados con una sola pieza de metal, y que sugería una solidez poco común. No es extraño que marcas tan reputadas como Wadia basaran su mecánica en estas maravillas técnicas que nos llegaban desde Japón. Actualmente, bajo el logo Esoteric, el aficionado tiene acceso a fabulosos reproductores digitales, fruto de la evolución de los famosos transportes VRDS.
Es curioso ver en los discos de Esoteric los logos de Deutsche Grammophon y Decca, ya que dichas empresas raramente permiten ceder sus catálogos para remasterizaciones de terceros. Esto da una idea de la confianza que inspira el quehacer de la antigua Teac.
Paso al bisturí para desentrañar, en la medida de lo posible, el verdadero nivel del producto. Sólo he podido degustar dos álbumes (¡gracias, Jorge!), pero la experiencia con ellos la considero suficiente para hacerme una idea aproximada.
Fastuoso el disco con la música de Falla y su "Sombrero de Tres Picos" (ESSD-90016, SACD). Éste es un disco que se vende a un precio elevado, unos 50€, pero que vale cada céntimo que se paga por él. Una actuación de este calibre, plasmada con una viveza sin igual y trasladada a SACD con un enorme esmero, simplemente no tiene precio. Cualquiera que tenga prejuicios sobre el sonido que se conseguía recoger en 1961 quedará pasmado al descubrir que por entonces ya se estaban haciendo grabaciones casi a la par que con DSD, ya en el siglo XXI. Sabemos de los excelentes resultados conseguidos en aquellos años bajo las etiquetas RCA Living Stereo y Mercury Living Presence, pero ante dichos productos de referencia, hoy, y teniendo en cuenta lo mucho que ha avanzado la ingeniería del sonido, uno no deja de percibir su carácter "vintage". Con Esoteric, en cambio, el siseo de la cinta original apenas se percibe, mientras que la imagen sonora y el rango dinámico resultan sensacionales. Como peculiaridad, el balance tonal de la toma se aproxima a un efecto "loudness" donde la zona media (1-3 kHz) se hubiese atenuado, dejando muy destacadas las notas más bajas de las cuerdas. La masterización a DSD nos devuelve el sabor analógico del master original, y ya he señalado que ese master es simplemente fantástico, de una calidad fuera de serie para una grabación tan antigua. A destacar sobre todo (si es que hay algo mejor dentro de una excelencia general) la agradable fluidez en la zona media y la riqueza tímbrica de los agudos.
La Cuarta de Brahms, en la lectura de Kleiber, es otra delicia que nos brinda Esoteric (ESSG-90018, SACD). Era de esperar el trabajo sobre otro master excelente, el primero en digital de este director. En esta ocasión, Esoteric vuelve a mejorar lo que parece ser inmejorable: remarcable la calidez, el carácter atercipelado de la cuerda, junto con unos poderosos armónicos en los metales. Todo esto, en conjunto, da la medida de la sonoridad característica de la Filarmónica de Viena, si bien es justo atribuir la calidad del producto a la fuente original. La enorme focalización, la sensación vívida de espacialidad, son virtudes claras de este registro, y el SACD refleja hasta el último detalle en la imagen sonora recreada. Esto es lo que recoge Esoteric en su web, en referencia a este disco: "Una potente interpretación, tan intensa como un infierno rugiente, registrada cuando Kleiber tenía 50 años de edad. ¡Pura magnificencia y esplendor! El instante cautiva al oyente, con una profundidad y un dinamismo de carácter viril. La ardiente pasión de la Orquesta Filarmónica de Viena y su sonoridad realmente consiguen excitar a uno. Los espesos metales, los remolinos en las cuerdas, y la poderosa percusión es lo que realmente se destaca con esta orquesta. Es difícil imaginar un desempeño que pueda superar esto."
¿Es ESOTERIC un sello de carácter audiófilo? Como conocedor y admirador de la vieja marca Teac, quiero pensar que sí. Aunque cualquiera puede volverse devoto tras conocer cualquier cosa de la casa...
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
ÜLtimamente he adquirido otros y te seguro que ninguno tiene desperdicio, las Sinfonías de Tchaikovsky por Mravinsky son de . Un saludo y me alegro que te hayan gustado.
Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
ANALOGUE PRODUCTIONS
http://www.analogueproductions.com/
Analogue Productions nació en 1991 como una etiqueta que se dedicaba a las reediciones, bajo los designios de Chad Kassem, que buscó dar a conocer sus discos favoritos pero en formatos de mayor calidad. Este sello ha reeditado más de 300 títulos, que incluyen clásica y folk, pop, rock, blues y jazz, y en su web se destacan especialmente a Blue Note, Verve y Prestige. Como peculiaridad de la marca, se presentan sus reediciones en vinilos a 45 RPM, que son percibidos por Kassem (y por la mayoría de audiófilos) como de mayor calidad que los LP de 33 revoluciones. También al formato SACD se le presta una atención muy especial.
Con el ilustrativo nombre de "The Power of the Orchestra" (CAPC 2659, SACD) se incluyen las dos obras más conocidas de Mussorgsky, "Una noche en el Monte Pelado" y "Cuadros de una exposición", con la Royal Philharmonic y René Leibowitz. Se trata de una grabación muy equilibrada, sobre todo teniendo en cuenta que tiene encima medio siglo. El colorido y las texturas son de una enorme riqueza, y los tonos más bajos sugieren poderío, tal como evoca el título del disco. Un problema que encuentro es, como en la mayoría de las cintas de época, una evidente saturación en los pasajes de mayor volumen, que vuelven muy homogéneos y pobres de tímbrica los momentos de mayor sonoridad. También he detectado leves dropouts, y algún que otro artefacto extraño de alta frecuencia que se modula en las cuerdas.
Del mismo año (1962) es el álbum "Jazz Impressions of Black Orpheus", del Vince Guaraldi Trio (CAPJ 8089, SACD). La grabación contiene algunos dropouts, y el soplido de la cinta maestra es perfectamente perceptible. A veces hay una ligera atenuación de las frecuencias altas, probablemente causada por el deterioro de la cinta, y en la segunda pista el piano sólo se escucha en el canal derecho durante unos segundos. A pesar de todo, el trabajo realizado por AP vuelve a traernos el master original a nuestro salón, y el disco es un ejemplo de gran equilibrio: los detalles de las escobillas y de los platillos son de enorme precisión, y el balance espacial sugiere espacio alrededor de los tres instrumentos. Me parece una magnífica transferencia a digital, exhuberante, de sonido claro y cálido, de una escucha relajante.
"Know What I Mean?" es otro disco de Cannonball Adderley que merece la pena escuchar (CAPJ 9433, SACD). La sonoridad es rica, de una espacialidad abierta, y con una buena separación de instrumentos. Aquí, el siseo de la cinta es también audible y vuelven a aparecer dropouts y algunos clicks parásitos, pero estos problemas son menores y no afectan a la calidad global del sonido, todo lo contrario, de alguna manera vuelve más viva la experiencia musical.
En el apartado dedicado a Blue Note ya hablé del álbum "Green Street", del guitarrista Grant Green (CBNJ 84071, SACD). Vuelvo a insistir en la excepcionalidad de la toma: sonido de enorme pureza, de una gran presencia en tonos medios. La guitarra de Green, en el canal izquierdo, es de un tono aterciopelado, muy agradable en la escucha. La reducida formación, sin artificios técnicos y en medio de un despliegue poco habitual de microinformación, permite una aproximación sensacional a los instrumentos. Como defecto principal, aprecio que el bajo queda algo eclipsado tras la batería, en un segundo plano.
Otro excelente producto es "Saxophone Colossus", de Sonny Rollins (CAPJ 7079, SACD). En esta grabación de Van Gelder encontramos su peculiar toque de calidez gracias al uso de sus micrófonos Neumann modificados y una maquinaria a válvulas de principio a fin. La grabación, de 1956, es monofónica, pero posee tal ambiancia que parece que estemos escuchando en tres dimensiones, el efecto es asombroso. En general, el tono es correcto, todo está en su sitio.
¿Es ANALOGUE PRODUCTIONS un sello de carácter audiófilo? Resulta contradictorio que haya analizado unas "producciones analógicas" a través de mi sistema digital, pero ¡qué sonido en digital!
http://www.analogueproductions.com/
Analogue Productions nació en 1991 como una etiqueta que se dedicaba a las reediciones, bajo los designios de Chad Kassem, que buscó dar a conocer sus discos favoritos pero en formatos de mayor calidad. Este sello ha reeditado más de 300 títulos, que incluyen clásica y folk, pop, rock, blues y jazz, y en su web se destacan especialmente a Blue Note, Verve y Prestige. Como peculiaridad de la marca, se presentan sus reediciones en vinilos a 45 RPM, que son percibidos por Kassem (y por la mayoría de audiófilos) como de mayor calidad que los LP de 33 revoluciones. También al formato SACD se le presta una atención muy especial.
Con el ilustrativo nombre de "The Power of the Orchestra" (CAPC 2659, SACD) se incluyen las dos obras más conocidas de Mussorgsky, "Una noche en el Monte Pelado" y "Cuadros de una exposición", con la Royal Philharmonic y René Leibowitz. Se trata de una grabación muy equilibrada, sobre todo teniendo en cuenta que tiene encima medio siglo. El colorido y las texturas son de una enorme riqueza, y los tonos más bajos sugieren poderío, tal como evoca el título del disco. Un problema que encuentro es, como en la mayoría de las cintas de época, una evidente saturación en los pasajes de mayor volumen, que vuelven muy homogéneos y pobres de tímbrica los momentos de mayor sonoridad. También he detectado leves dropouts, y algún que otro artefacto extraño de alta frecuencia que se modula en las cuerdas.
Del mismo año (1962) es el álbum "Jazz Impressions of Black Orpheus", del Vince Guaraldi Trio (CAPJ 8089, SACD). La grabación contiene algunos dropouts, y el soplido de la cinta maestra es perfectamente perceptible. A veces hay una ligera atenuación de las frecuencias altas, probablemente causada por el deterioro de la cinta, y en la segunda pista el piano sólo se escucha en el canal derecho durante unos segundos. A pesar de todo, el trabajo realizado por AP vuelve a traernos el master original a nuestro salón, y el disco es un ejemplo de gran equilibrio: los detalles de las escobillas y de los platillos son de enorme precisión, y el balance espacial sugiere espacio alrededor de los tres instrumentos. Me parece una magnífica transferencia a digital, exhuberante, de sonido claro y cálido, de una escucha relajante.
"Know What I Mean?" es otro disco de Cannonball Adderley que merece la pena escuchar (CAPJ 9433, SACD). La sonoridad es rica, de una espacialidad abierta, y con una buena separación de instrumentos. Aquí, el siseo de la cinta es también audible y vuelven a aparecer dropouts y algunos clicks parásitos, pero estos problemas son menores y no afectan a la calidad global del sonido, todo lo contrario, de alguna manera vuelve más viva la experiencia musical.
En el apartado dedicado a Blue Note ya hablé del álbum "Green Street", del guitarrista Grant Green (CBNJ 84071, SACD). Vuelvo a insistir en la excepcionalidad de la toma: sonido de enorme pureza, de una gran presencia en tonos medios. La guitarra de Green, en el canal izquierdo, es de un tono aterciopelado, muy agradable en la escucha. La reducida formación, sin artificios técnicos y en medio de un despliegue poco habitual de microinformación, permite una aproximación sensacional a los instrumentos. Como defecto principal, aprecio que el bajo queda algo eclipsado tras la batería, en un segundo plano.
Otro excelente producto es "Saxophone Colossus", de Sonny Rollins (CAPJ 7079, SACD). En esta grabación de Van Gelder encontramos su peculiar toque de calidez gracias al uso de sus micrófonos Neumann modificados y una maquinaria a válvulas de principio a fin. La grabación, de 1956, es monofónica, pero posee tal ambiancia que parece que estemos escuchando en tres dimensiones, el efecto es asombroso. En general, el tono es correcto, todo está en su sitio.
¿Es ANALOGUE PRODUCTIONS un sello de carácter audiófilo? Resulta contradictorio que haya analizado unas "producciones analógicas" a través de mi sistema digital, pero ¡qué sonido en digital!
Última edición por SACDófilo el Mar 20 Mar 2012 - 1:07, editado 1 vez
El Hombre del SACD- Cantidad de envíos : 5204
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
Uno hilo sensacional. Perdón por el off topic, pero tenía que decirlo.
Saludos
Saludos
Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
Lamento darte apoyo unicamente en empresas análogicas, pero es lo que tengo y no me gusta elucubrar sobre lo que pueda ser la transferencia a CD o SACD. Además, ya te encargas tú de esa parcela. Aunque no deja de ser interesante hacer una comparativa en el futuro.
Ratifico tus impresiones, extrapolándolas al vinilo; en especial en los discos de Grant Green y Sonny Rollings. Y confirmar que los ruidos a los que aludes y siseo de cinta están igualmente presentes en la reedición analógica.
La mejor señal sin duda alguna que respetan el master original , que es lo que debe hacer una casa que se dedica a este menester, dedicando sus esfuerzos a hacer una nueva transferencia lo más fiel posible, y lo consiguen.
Añadir que en el caso del "Saxofon Colossus" tengo una ejemplar original de la época en buen estado, he comparado con la copia que he adquirido posteriormente de Analogue y.... de las mejores reediciones que he oído, es casi el original. La diferencia más apreciable -siempre comparando- se traduce en que el original monofónico aún produce más sensación de directo, de sonido fresco.
Tengo bastantes ejemplares de esta casa americana y son todos magníficos, a recomendar sin reservas, tanto en clásica como en jazz.
Saludos y adelante como siempre.
Ratifico tus impresiones, extrapolándolas al vinilo; en especial en los discos de Grant Green y Sonny Rollings. Y confirmar que los ruidos a los que aludes y siseo de cinta están igualmente presentes en la reedición analógica.
La mejor señal sin duda alguna que respetan el master original , que es lo que debe hacer una casa que se dedica a este menester, dedicando sus esfuerzos a hacer una nueva transferencia lo más fiel posible, y lo consiguen.
Añadir que en el caso del "Saxofon Colossus" tengo una ejemplar original de la época en buen estado, he comparado con la copia que he adquirido posteriormente de Analogue y.... de las mejores reediciones que he oído, es casi el original. La diferencia más apreciable -siempre comparando- se traduce en que el original monofónico aún produce más sensación de directo, de sonido fresco.
Tengo bastantes ejemplares de esta casa americana y son todos magníficos, a recomendar sin reservas, tanto en clásica como en jazz.
Saludos y adelante como siempre.
likike- Cantidad de envíos : 544
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
likike escribió:
Añadir que en el caso del "Saxofon Colossus" tengo una ejemplar original de la época en buen estado...
¡Consérvalo! Son verdaderas reliquias que pueden adquirir un precio incalculable.
El Hombre del SACD- Cantidad de envíos : 5204
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
SILVERLINE CLASSICS
http://www.silverlinerecords.com/
Silverline fue el sello discográfico de 5.1 Entertainment Group, y fue la primera compañía en lanzar la música en el formato DVD, obteniendo varias nominaciones a los Grammy con los primeros títulos publicados bajo su etiqueta. Desde su lanzamiento inicial en el año 2000, Silverline ha publicado casi 200 álbumes. La marca siempre ha sido reconocida por su calidad y por ser líder en la tecnología del DVD de audio.
La compañía, al parecer, ya no existe como tal, posiblemente porque el formato al que se unió, el DVD-Audio, fracasó comercialmente. No obstante, todavía a día de hoy he conseguido encontrar discos a la venta en internet, del tipo DualDisc, un soporte que hace posible la integración en un solo disco de los formatos CD y DVD, lo que los hace legibles en cualquier reproductor digital.
Silverline Classics basó su catálogo en las de viejas compañías como Vanguard y Omega, dos empresas muy respetadas hace medio siglo. Mientras que Omega ya ha desaparecido, Vanguard sigue en su actividad comercial normal a día de hoy. Fundada por los hermanos Maynard y Seymour Solomon en 1950, el por entonces pequeño sello se hizo con un nombre respetado gracias a la publicación de las cantatas de Bach. En aquel entonces esto fue considerado un proyecto de alto riesgo, que al final resultó tener un éxito inesperado. La positiva evolución posterior permitió a la compañía el descubrimiento de artistas prometedores como Alfred Brendel, Friedrich Gulda, Emil Gilels, y David Oistrakh. Silverline Classics aprovechó esta enorme mina para engrosar su discografía, ya basándose en el nuevo formato DVD-Audio. Era inevitable que el rápido fluir de nuevas tecnologías algún día favoreciese al sonido doméstico, y ésta era una buena ocasión para adoptar el DVD-Audio como la mejor forma posible de distribución musical, en alta definición y con varios canales envolventes, que suponían un claro avance sobre el CD clásico.
Aunque la página web de Silverline ya no funciona, y la información sobre la casa es mínima en internet, he conseguido encontrar una antigua entrevista con su fundador, Jeff Dean. Naturalmente, está ya bastante superada, ya que habla de los inicios del formato DVD-Audio y sobre las esperanzas que se habían puesto en él.
Heavy Metal Resource: ¡Hola Jeff! Gracias por dedicarnos tu tiempo. Quería empezar por preguntarte sobre tu experiencia en el negocio.
Jeff Dean: Comencé mi carrera en el negocio de la música como un representante de A&M en Chicago, en 1987. Yo me incorporé a las filas del departamento de ventas de la compañía cuando me mudé a Los Ángeles, y más tarde llegué a ser vicepresidente de ventas y marketing. Salí de la empresa como resultado de la fusión entre Polygram y Universal en 1999. Por aquel entonces empecé a tomar contacto con 5.1 Entertainment Group, y a implicarme en los planes de la empresa para lanzar un nuevo sello especializado en el DVD-Audio. La compañía estaba buscando a alguien con mi experiencia en marketing para establecer el punto de apoyo de la nueva marca Silverline.
HMR: ¿Cuánto tiempo has estado en Silverline Records?
J.D. : El sello discográfico Silverline se presentó al público con el lanzamiento de nuestras primeras 17 compilaciones de música clásica en julio de 2000. La empresa matriz, 5.1 Entertainment Group, procedente de una empresa llamada Highway One Productions, se estableció a principios de los años 90 como especialista en la creación de Compact Disc mejorados en colaboración con los principales sellos discográficos. Así que se puede comprobar que las raíces de la empresa para el lanzamiento de discos con características adicionales son bastante profundas.
HMR: Con respecto al formato DVD-Audio, ¿cuál crees que será la clave de su éxito?
J.D. : Sin pretender parecer demasiado simplista, cada vez que alguien escucha una buena mezcla de sonido envolvente en un disco DVD-Audio se convierte en adepto. Han tenido que pasar dos décadas para que la industria discográfica fuera capaz de incorporar un nuevo formato al mercado y que era realmente mejor que cualquier cosa que estaba disponible anteriormente. Cuando digo "mejor", no me refiero sólo a su alta resolución de audio. La experiencia del sonido envolvente y las características avanzadas de estos discos son un valor añadido para el consumidor. Además, los discos se pueden reproducir en reproductores de DVD-Video, unidades de DVD-ROM o en consolas de juegos.
HMR: Con la aparición de un formato competidor como es el SACD, ¿qué crees que puede aportar cada uno?
J.D. : El problema de compatibilidad que acabo de mencionar no debe subestimarse. La capacidad para escuchar un DVD-Audio, con sonido envolvente, en un sistema de cine en casa, en un ordenador, en una consola de juegos, e incluso en nuestro coche, hace al DVD-Audio mucho más versátil. Me parece irónico que la Play Station 2 de Sony reproduzca un DVD con música, pero no sea capaz de reproducir un SACD, que es un formato desarrollado por Sony y Philips. Además, el formato SACD no ofrece la posibilidad de mostrar videos, fotos, notas, comentarios, etc.
HMR: ¿En qué momento se encuentra esta guerra del DVD-Audio contra el SACD?
J.D. : Sinceramente, no dispongo de cifras sobre las publicaciones en SACD, ya que no me ocupo de ese formato. Sólo sé que hay más fabricantes de hardware que fabrican máquinas para DVD-Audio que los que fabrican reproductores de SACD. Al menos aquí, en los EE.UU., hay más grandes compañías musicales que están apoyando al DVD-Audio que al SACD.
HMR: Con tantos títulos donde elegir, ¿cómo proceder en la elección de los álbumes para su remezcla?
J.D. : Cuando se puso en marcha Silverline creíamos que era necesario conseguir un amplio repertorio para que los interesados en el nuevo formato DVD-Audio gozasen de una amplia variedad de música donde elegir. Era un compromiso con la diversidad de estilos, a la par de nuestra intención de editar títulos nuevos y remasterizaciones de material antiguo. Cuando elegíamos un título para su remezcla, buscábamos una pieza históricamente relevante que pudiese beneficiarse del sistema de 5.1 canales. Sin embargo, no tenemos la virtud de la retrospección para saber qué títulos van a perdurar en el tiempo. A menudo, la elección de esos títulos se convierte en una cuestión de gustos personales.
HMR: La tarea de llevar un álbum desde su estado en estéreo original a sonido envolvente, ¿cómo se aborda en el estudio?
J.D. : El método más eficaz para la creación de una mezcla de sonido envolvente, que sea emocionante, es tener los originales de los planes maestros a disposición de nuestros ingenieros de mezcla. El ingeniero, literalmente, vuelve a crear la canción desde el principio, pero en lugar de condensar todo el sonido en dos altavoces y en un ángulo de 180 grados, ahora dispone de seis altavoces y de 360 grados. Cada instrumento y cada voz tiene su propio espacio dentro de la mezcla. Este técnico tiene como referencia la mezcla estéreo original, que la usa como una hoja de ruta para dirigirse al resultado final. A nadie le hace gracia una mezcla de sonido envolvente de su canción favorita si no se asemeja a la forma en que originalmente la escuchó. No estamos interesados en reescribir la historia, más bien estamos tratando de dar al oyente una experiencia que está más cerca de la interpretación original, ya sea en el estudio o en el escenario del concierto. Siempre que sea posible, solicitamos la participación del artista, productor o ingeniero de la grabación original. A menudo se nos dan algunos detalles muy útiles con los que se obtiene una mezcla mejorada. Estamos obligados a obtener la aprobación de la discográfica que nos licencian las grabaciones, pero a menudo vamos más allá y también buscamos el consentimiento del propio artista. Después de todo, tenemos un gran respeto por su proceso creativo, y no queremos abusar de nuestro privilegio por trabajar con sus "amos".
HMR: ¿Qué le digo a la gente para convencerles de que el DVD-Audio es el formato del futuro? El disco compacto es todavía muy popular y va a ser difícil conseguir que la gente cambie de parecer...
J.D. : En primer lugar, no creo que el CD vaya a morir de forma súbita, ni debería hacerlo de esa manera. Los CD siguen siendo más baratos de producir, y la cantidad de tiempo que tomaría volver a mezclar todo el catálogo de una determinada empresa llevaría muchos años. Sin embargo, si nos fijamos en el meteórico ascenso del DVD como un sistema de entretenimiento (películas, juegos, contenido de ROM y música) ciertamente uno puede adivinar que el formato ya ha sido elegido como el medio por excelencia del futuro. Debido a que es posible la reproducción de un CD en cada reproductor de DVD, no hay necesidad de invertir en otro sistema de sonido en casa, porque el precio de un reproductor de DVD ya está en 100 dólares. El DVD ya está comenzando a reemplazar al CD en los salpicaderos de nuestros coches. Estamos en el buen camino, en términos de hardware. Cuando se trata de música, creo que la forma más rápida de conversión al nuevo DVD es escuchar un álbum con sonido envolvente. Una vez que uno ha tenido esa experiencia, está enganchado. Los discos en DVD se están vendiendo ahora por el precio de un CD, así que ¿por qué no comprar el disco que puede proporcionar una mejor experiencia?.
Comienzo el análisis de los álbumes de Silverline Classics con un disco que me encanta, con la London Philharmonic en el desempeño de "El Lago de los Cisnes" (286032-9, DVD-Audio). Su sonido es neutro, trasparente, dejando percibir con claridad la orientación de cada instrumento. Dentro de la dilatada formación orquestal, el carácter individual de sus componentes se conserva con precisión. La tímbrica es perfecta, no puedo encontrar la menor pega, aunque el tratamiento del ingeniero parece haberse centrado en la consecución de una escucha relajada ya que, a pesar de la dinámica contrastada típica de Tchaikovsky, la audición nunca llega a la fatiga.
Otro disco digno de destacar es el que presenta la música de Richard Strauss en un concierto en vivo (288119-9, DVD-Audio). Fantástica toma en concierto, que recoge incluso los aplausos del público y todo el ambiente de una sala repleta de vida. La orquesta suena focalizada en un gran escenario, como un todo orgánico, mientras que la voz de la solista, matizada, luminosa, se aparta a un lado, bien diferenciada. Es un disco que tiene mi máxima puntuación.
La serie que la compañía dedica a Abravanel me entusiasma: es como meterse en la sala de conciertos, la sensación es fantástica, y eso a pesar de que los masters originales son relativamente antiguos, no numéricos, de finales de los 70. Abravanel realizó cerca de un centenar de grabaciones frente a la Sinfónica de Utah, y Silverline Classics da cuenta de sus mejores momentos.
Especialmente emocionante es la grabación de las sinfonías 2ª y 3ª de Brahms (288243-9, DVD-Audio). Medios cálidos, graves definidos y bien articulados, agudos suaves, que transmiten en conjunto un caleidoscopio de sensaciones, formas y colores cambiantes... sin el menor asomo de artefactos electrónicos que puedan distraer en la escucha o la hagan en algún momento artificial. Es la perfecta transmisión de la música tal como es en la realidad, sin más.
Otro disco de esta serie dedicada a Abravanel es "Fiddle Faddle", con 15 estándares en el repertorio de Leroy Anderson (288241-9, DVD-Audio). Si bien detecto una dinámica bastante falseada y una imagen estéreo sintética y sin profundidad, el disco es otra delicia para paladear despacio, sin prisas, especialmente por su agradable tono, especialidad de la marca. La partitura, despreocupada, con momentos muy sonoros por el insólito uso de la percusión, hacen muy digerible todo el álbum. Es una pieza recomendable para todos aquellos que se acercan por primera vez a la música clásica.
¿Es SILVERLINE CLASSICS un sello de carácter audiófilo? Supongo que la lectura de todo lo de arriba puede convencer a cualquiera. No cabe duda de que Silverline fue pionera en aprovechar la alta resolución del DVD-Audio y su sonido envolvente para acercarnos más la música en su estado puro a nuestras casas. Lástima que la marca ya sea sólo un recuerdo de tiempos mejores.
http://www.silverlinerecords.com/
Silverline fue el sello discográfico de 5.1 Entertainment Group, y fue la primera compañía en lanzar la música en el formato DVD, obteniendo varias nominaciones a los Grammy con los primeros títulos publicados bajo su etiqueta. Desde su lanzamiento inicial en el año 2000, Silverline ha publicado casi 200 álbumes. La marca siempre ha sido reconocida por su calidad y por ser líder en la tecnología del DVD de audio.
La compañía, al parecer, ya no existe como tal, posiblemente porque el formato al que se unió, el DVD-Audio, fracasó comercialmente. No obstante, todavía a día de hoy he conseguido encontrar discos a la venta en internet, del tipo DualDisc, un soporte que hace posible la integración en un solo disco de los formatos CD y DVD, lo que los hace legibles en cualquier reproductor digital.
Silverline Classics basó su catálogo en las de viejas compañías como Vanguard y Omega, dos empresas muy respetadas hace medio siglo. Mientras que Omega ya ha desaparecido, Vanguard sigue en su actividad comercial normal a día de hoy. Fundada por los hermanos Maynard y Seymour Solomon en 1950, el por entonces pequeño sello se hizo con un nombre respetado gracias a la publicación de las cantatas de Bach. En aquel entonces esto fue considerado un proyecto de alto riesgo, que al final resultó tener un éxito inesperado. La positiva evolución posterior permitió a la compañía el descubrimiento de artistas prometedores como Alfred Brendel, Friedrich Gulda, Emil Gilels, y David Oistrakh. Silverline Classics aprovechó esta enorme mina para engrosar su discografía, ya basándose en el nuevo formato DVD-Audio. Era inevitable que el rápido fluir de nuevas tecnologías algún día favoreciese al sonido doméstico, y ésta era una buena ocasión para adoptar el DVD-Audio como la mejor forma posible de distribución musical, en alta definición y con varios canales envolventes, que suponían un claro avance sobre el CD clásico.
Aunque la página web de Silverline ya no funciona, y la información sobre la casa es mínima en internet, he conseguido encontrar una antigua entrevista con su fundador, Jeff Dean. Naturalmente, está ya bastante superada, ya que habla de los inicios del formato DVD-Audio y sobre las esperanzas que se habían puesto en él.
Heavy Metal Resource: ¡Hola Jeff! Gracias por dedicarnos tu tiempo. Quería empezar por preguntarte sobre tu experiencia en el negocio.
Jeff Dean: Comencé mi carrera en el negocio de la música como un representante de A&M en Chicago, en 1987. Yo me incorporé a las filas del departamento de ventas de la compañía cuando me mudé a Los Ángeles, y más tarde llegué a ser vicepresidente de ventas y marketing. Salí de la empresa como resultado de la fusión entre Polygram y Universal en 1999. Por aquel entonces empecé a tomar contacto con 5.1 Entertainment Group, y a implicarme en los planes de la empresa para lanzar un nuevo sello especializado en el DVD-Audio. La compañía estaba buscando a alguien con mi experiencia en marketing para establecer el punto de apoyo de la nueva marca Silverline.
HMR: ¿Cuánto tiempo has estado en Silverline Records?
J.D. : El sello discográfico Silverline se presentó al público con el lanzamiento de nuestras primeras 17 compilaciones de música clásica en julio de 2000. La empresa matriz, 5.1 Entertainment Group, procedente de una empresa llamada Highway One Productions, se estableció a principios de los años 90 como especialista en la creación de Compact Disc mejorados en colaboración con los principales sellos discográficos. Así que se puede comprobar que las raíces de la empresa para el lanzamiento de discos con características adicionales son bastante profundas.
HMR: Con respecto al formato DVD-Audio, ¿cuál crees que será la clave de su éxito?
J.D. : Sin pretender parecer demasiado simplista, cada vez que alguien escucha una buena mezcla de sonido envolvente en un disco DVD-Audio se convierte en adepto. Han tenido que pasar dos décadas para que la industria discográfica fuera capaz de incorporar un nuevo formato al mercado y que era realmente mejor que cualquier cosa que estaba disponible anteriormente. Cuando digo "mejor", no me refiero sólo a su alta resolución de audio. La experiencia del sonido envolvente y las características avanzadas de estos discos son un valor añadido para el consumidor. Además, los discos se pueden reproducir en reproductores de DVD-Video, unidades de DVD-ROM o en consolas de juegos.
HMR: Con la aparición de un formato competidor como es el SACD, ¿qué crees que puede aportar cada uno?
J.D. : El problema de compatibilidad que acabo de mencionar no debe subestimarse. La capacidad para escuchar un DVD-Audio, con sonido envolvente, en un sistema de cine en casa, en un ordenador, en una consola de juegos, e incluso en nuestro coche, hace al DVD-Audio mucho más versátil. Me parece irónico que la Play Station 2 de Sony reproduzca un DVD con música, pero no sea capaz de reproducir un SACD, que es un formato desarrollado por Sony y Philips. Además, el formato SACD no ofrece la posibilidad de mostrar videos, fotos, notas, comentarios, etc.
HMR: ¿En qué momento se encuentra esta guerra del DVD-Audio contra el SACD?
J.D. : Sinceramente, no dispongo de cifras sobre las publicaciones en SACD, ya que no me ocupo de ese formato. Sólo sé que hay más fabricantes de hardware que fabrican máquinas para DVD-Audio que los que fabrican reproductores de SACD. Al menos aquí, en los EE.UU., hay más grandes compañías musicales que están apoyando al DVD-Audio que al SACD.
HMR: Con tantos títulos donde elegir, ¿cómo proceder en la elección de los álbumes para su remezcla?
J.D. : Cuando se puso en marcha Silverline creíamos que era necesario conseguir un amplio repertorio para que los interesados en el nuevo formato DVD-Audio gozasen de una amplia variedad de música donde elegir. Era un compromiso con la diversidad de estilos, a la par de nuestra intención de editar títulos nuevos y remasterizaciones de material antiguo. Cuando elegíamos un título para su remezcla, buscábamos una pieza históricamente relevante que pudiese beneficiarse del sistema de 5.1 canales. Sin embargo, no tenemos la virtud de la retrospección para saber qué títulos van a perdurar en el tiempo. A menudo, la elección de esos títulos se convierte en una cuestión de gustos personales.
HMR: La tarea de llevar un álbum desde su estado en estéreo original a sonido envolvente, ¿cómo se aborda en el estudio?
J.D. : El método más eficaz para la creación de una mezcla de sonido envolvente, que sea emocionante, es tener los originales de los planes maestros a disposición de nuestros ingenieros de mezcla. El ingeniero, literalmente, vuelve a crear la canción desde el principio, pero en lugar de condensar todo el sonido en dos altavoces y en un ángulo de 180 grados, ahora dispone de seis altavoces y de 360 grados. Cada instrumento y cada voz tiene su propio espacio dentro de la mezcla. Este técnico tiene como referencia la mezcla estéreo original, que la usa como una hoja de ruta para dirigirse al resultado final. A nadie le hace gracia una mezcla de sonido envolvente de su canción favorita si no se asemeja a la forma en que originalmente la escuchó. No estamos interesados en reescribir la historia, más bien estamos tratando de dar al oyente una experiencia que está más cerca de la interpretación original, ya sea en el estudio o en el escenario del concierto. Siempre que sea posible, solicitamos la participación del artista, productor o ingeniero de la grabación original. A menudo se nos dan algunos detalles muy útiles con los que se obtiene una mezcla mejorada. Estamos obligados a obtener la aprobación de la discográfica que nos licencian las grabaciones, pero a menudo vamos más allá y también buscamos el consentimiento del propio artista. Después de todo, tenemos un gran respeto por su proceso creativo, y no queremos abusar de nuestro privilegio por trabajar con sus "amos".
HMR: ¿Qué le digo a la gente para convencerles de que el DVD-Audio es el formato del futuro? El disco compacto es todavía muy popular y va a ser difícil conseguir que la gente cambie de parecer...
J.D. : En primer lugar, no creo que el CD vaya a morir de forma súbita, ni debería hacerlo de esa manera. Los CD siguen siendo más baratos de producir, y la cantidad de tiempo que tomaría volver a mezclar todo el catálogo de una determinada empresa llevaría muchos años. Sin embargo, si nos fijamos en el meteórico ascenso del DVD como un sistema de entretenimiento (películas, juegos, contenido de ROM y música) ciertamente uno puede adivinar que el formato ya ha sido elegido como el medio por excelencia del futuro. Debido a que es posible la reproducción de un CD en cada reproductor de DVD, no hay necesidad de invertir en otro sistema de sonido en casa, porque el precio de un reproductor de DVD ya está en 100 dólares. El DVD ya está comenzando a reemplazar al CD en los salpicaderos de nuestros coches. Estamos en el buen camino, en términos de hardware. Cuando se trata de música, creo que la forma más rápida de conversión al nuevo DVD es escuchar un álbum con sonido envolvente. Una vez que uno ha tenido esa experiencia, está enganchado. Los discos en DVD se están vendiendo ahora por el precio de un CD, así que ¿por qué no comprar el disco que puede proporcionar una mejor experiencia?.
Comienzo el análisis de los álbumes de Silverline Classics con un disco que me encanta, con la London Philharmonic en el desempeño de "El Lago de los Cisnes" (286032-9, DVD-Audio). Su sonido es neutro, trasparente, dejando percibir con claridad la orientación de cada instrumento. Dentro de la dilatada formación orquestal, el carácter individual de sus componentes se conserva con precisión. La tímbrica es perfecta, no puedo encontrar la menor pega, aunque el tratamiento del ingeniero parece haberse centrado en la consecución de una escucha relajada ya que, a pesar de la dinámica contrastada típica de Tchaikovsky, la audición nunca llega a la fatiga.
Otro disco digno de destacar es el que presenta la música de Richard Strauss en un concierto en vivo (288119-9, DVD-Audio). Fantástica toma en concierto, que recoge incluso los aplausos del público y todo el ambiente de una sala repleta de vida. La orquesta suena focalizada en un gran escenario, como un todo orgánico, mientras que la voz de la solista, matizada, luminosa, se aparta a un lado, bien diferenciada. Es un disco que tiene mi máxima puntuación.
La serie que la compañía dedica a Abravanel me entusiasma: es como meterse en la sala de conciertos, la sensación es fantástica, y eso a pesar de que los masters originales son relativamente antiguos, no numéricos, de finales de los 70. Abravanel realizó cerca de un centenar de grabaciones frente a la Sinfónica de Utah, y Silverline Classics da cuenta de sus mejores momentos.
Especialmente emocionante es la grabación de las sinfonías 2ª y 3ª de Brahms (288243-9, DVD-Audio). Medios cálidos, graves definidos y bien articulados, agudos suaves, que transmiten en conjunto un caleidoscopio de sensaciones, formas y colores cambiantes... sin el menor asomo de artefactos electrónicos que puedan distraer en la escucha o la hagan en algún momento artificial. Es la perfecta transmisión de la música tal como es en la realidad, sin más.
Otro disco de esta serie dedicada a Abravanel es "Fiddle Faddle", con 15 estándares en el repertorio de Leroy Anderson (288241-9, DVD-Audio). Si bien detecto una dinámica bastante falseada y una imagen estéreo sintética y sin profundidad, el disco es otra delicia para paladear despacio, sin prisas, especialmente por su agradable tono, especialidad de la marca. La partitura, despreocupada, con momentos muy sonoros por el insólito uso de la percusión, hacen muy digerible todo el álbum. Es una pieza recomendable para todos aquellos que se acercan por primera vez a la música clásica.
¿Es SILVERLINE CLASSICS un sello de carácter audiófilo? Supongo que la lectura de todo lo de arriba puede convencer a cualquiera. No cabe duda de que Silverline fue pionera en aprovechar la alta resolución del DVD-Audio y su sonido envolvente para acercarnos más la música en su estado puro a nuestras casas. Lástima que la marca ya sea sólo un recuerdo de tiempos mejores.
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Localización : Badajoz
Fecha de inscripción : 24/06/2010
Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
CLASSIC RECORDS
Al igual que Silverline Classics, Classic Records ha basado sus productos en la recuperación de viejos masters de gran valor, publicados en formatos de alta calidad, como vinilos a 45 RPM y LP de 200 gramos, y también discos digitales de alta resolución conocidos como Digital Audio Disc (DAD y HDAD). Pero a diferencia del anterior sello, actualmente Classic Records sigue ofertando al público su amplio catálogo, gracias a la diversificación de su producción, e incluso sus discos pueden ser adquiridos a través de su propia página web.
http://www.classicrecords.com/search.cfm?code=ALL&search_by=&search_in=all&order_by=&returnall=1
La compañía ha sido pionera en introducir el disco DAD, un formato de alta resolución compatible con cualquier reproductor de DVD. En realidad se trata de un DVD de video al que se le hubiese eliminado la imagen, quedando tan sólo el sonido codificado en PCM estéreo de alta calidad, con un sample de 24 bits a 96 kHz. Este Digital Audio Disc fue diseñado para convertirse en un referente musical para audiófilos, que fuera compatible nuestros lectores de video, que cualquiera tiene en casa. La tasa de muestreo de 96 kHz es más del doble de la tasa de 44,1 utilizado en el estándar de CD, y una mayor profundidad de bits ayuda sin duda a mejorar la exactitud de la señal.
Como el sample de 24/96 es el máximo bitrate permitido para el sonido de una película, se desarrolló una versión superior, el disco HDAD, con dos caras impresas: por un lado el DAD, y por el otro una pista de DVD-Audio, con el doble de velocidad de muestreo, 192 kHz. Por lo tanto, uno de estos discos híbridos puede ser leído por cualquier lector de DVD del mercado, con el plus de su compatibilidad con máquinas capaces de resolver el formato DVD-Audio, bastante superior en términos de sonido.
Para todos los interesados en saber más sobre Jack Pfeiffer, alma mater de la compañía, tenemos una extensa entrevista aquí:
http://www.classicrecords.com/jack/jackint1.cfm
Sigo realizando mis análisis con un lector digital, es decir, hablaré como siempre de las ediciones en formato numérico, y en este caso concreto en HDAD, eligiendo su cara de más alta resolución, en DVD-Audio.
Mi primera referencia es la suite del ballet "Gayaneh", a cargo de la LSO bajo la dirección de Fistoulari (HDAD 2016). Se trata de una vieja grabación editada por primera vez bajo el sello Everest que pasó al catálogo de Mercury para su serie Living Presence. Para la grabación original se utilizó la máquina Westrex 1551, procedente de la industria del cine, que ofrecía una calidad de sonido excepcional para su época ¡y en multicanal!. Para la remezcla posterior, no sólo se hizo uso de una máquina Westrex restaurada, sino también de electrónicas vintage dotadas de tubos. El nivel de detalle y la dinámica de estos discos pone a prueba los límites de todos los sistemas donde se ejecutan: la impresión general es de una frescura y de una viveza sin igual. El ruido de fondo es casi imperceptible, gracias al generoso ancho de banda de la cinta (35mm). La imagen espacial es algo rudimentaria, sin profundidad, el típico panorama balanceado de la edad de oro del estéreo. Destaco el gran despliegue de timbres, y en especial el carácter aterciopelado de la cuerdas.
Otro producto salido de la máquina Westrex es "Cuadros de una exposición", a cargo de la LSO pero ahora con la batuta de Sir Malcolm Sargent (HDAD 2017). Se trata de otra cinta original de la vieja compañia Everest, pero en esta ocasión noto desde el primer segundo algunos problemas: el lloro de la cinta ("wow") es evidente, aunque no tengo medio de saber si este fenómeno es debido al master original o bien a algún defecto en la tracción de la máquina empleada en esta reedición. En cuanto al sonido en sí, es remarcable la gran relación señal/ruido, con un soplido de fondo casi imperceptible. Gracias a ello, la dinámica se presenta impactante, especialmente en platillos y bombo, que aparecen y desaparecen como rayos (como en "Gnomus"). El buen tono de la cinta hace agradable la escucha. No obstante, aquí de nuevo tengo que denunciar que la imagen espacial se presenta muy lineal y sin profundidad.
También aparece en el catálogo de la marca el legendario "Blue Train" de John Coltrane (HDAD 2010), un álbum por el que sentía especial predilección el propio músico. El master, de origen Blue Note, es otra joya salida de las manos de Rudy Van Gelder, y que Classic Records somete a un minucioso proceso de restauración. A la vieja grabación se le extraen unos armónicos especialmente energéticos, que hacen vibrar con un poder desbordado los instrumentos de viento, y trombón, saxo y trompeta parecen salirse de los altavoces. También se delinean con ritmo y precisión el piano y la línea de bajo. El disco suena realmente bien, y da una clara idea del nivel de ingeniería alcanzado a finales de los 50.
Terminaré con un disco del ingeniero-músico Alan Parsons, "The Turn Of A Friendly Card" (HDAD 2006). No suelo hablar sobre discos de rock de ningún tipo, porque su calidad casi nunca alcanza un mínimo nivel de excelencia en lo sonoro, y el panorama es aún peor si hablamos de formatos digitales. Sin embargo, me atrevo con este álbum porque lo conozco suficientemente, ya que lo he tenido en varios soportes desde su lanzamiento y puedo opinar con suficiente conocimiento y con una perspectiva de varias décadas. En primer lugar, tengo que decir que una reedición en alta definición lo único que consigue es incrementar el relieve de un sonido en general seco y duro, que es lo que hay recogido en las pistas originales. La zona alta del espectro llega a molestar por su alta distorsión, que casi alcanza el puro ruido aleatorio, y los tonos bajos son poco naturales y sin fuerza. Ni siquiera los violines que se presentan en la suite principal se salvan de este carácter, y es una lástima, porque la música es excelente. No tengo dudas: su baja calidad acústica es consecuencia de un trabajo demasiado pulido en la mesa de mezclas, demasiado tratado con filtros, y repasado a través de innumerables circuitos. Tras afirmar esto, poco más tengo que añadir.
¿Es CLASSIC RECORDS un sello de carácter audiófilo? La empresa tiene como principal objetivo rescatar trabajos inolvidables para traerlos a nuestras casas con una precisión y una calidad extremas. ¿No es eso el trabajo de un sello audiófilo?
Al igual que Silverline Classics, Classic Records ha basado sus productos en la recuperación de viejos masters de gran valor, publicados en formatos de alta calidad, como vinilos a 45 RPM y LP de 200 gramos, y también discos digitales de alta resolución conocidos como Digital Audio Disc (DAD y HDAD). Pero a diferencia del anterior sello, actualmente Classic Records sigue ofertando al público su amplio catálogo, gracias a la diversificación de su producción, e incluso sus discos pueden ser adquiridos a través de su propia página web.
http://www.classicrecords.com/search.cfm?code=ALL&search_by=&search_in=all&order_by=&returnall=1
La compañía ha sido pionera en introducir el disco DAD, un formato de alta resolución compatible con cualquier reproductor de DVD. En realidad se trata de un DVD de video al que se le hubiese eliminado la imagen, quedando tan sólo el sonido codificado en PCM estéreo de alta calidad, con un sample de 24 bits a 96 kHz. Este Digital Audio Disc fue diseñado para convertirse en un referente musical para audiófilos, que fuera compatible nuestros lectores de video, que cualquiera tiene en casa. La tasa de muestreo de 96 kHz es más del doble de la tasa de 44,1 utilizado en el estándar de CD, y una mayor profundidad de bits ayuda sin duda a mejorar la exactitud de la señal.
Como el sample de 24/96 es el máximo bitrate permitido para el sonido de una película, se desarrolló una versión superior, el disco HDAD, con dos caras impresas: por un lado el DAD, y por el otro una pista de DVD-Audio, con el doble de velocidad de muestreo, 192 kHz. Por lo tanto, uno de estos discos híbridos puede ser leído por cualquier lector de DVD del mercado, con el plus de su compatibilidad con máquinas capaces de resolver el formato DVD-Audio, bastante superior en términos de sonido.
Para todos los interesados en saber más sobre Jack Pfeiffer, alma mater de la compañía, tenemos una extensa entrevista aquí:
http://www.classicrecords.com/jack/jackint1.cfm
Sigo realizando mis análisis con un lector digital, es decir, hablaré como siempre de las ediciones en formato numérico, y en este caso concreto en HDAD, eligiendo su cara de más alta resolución, en DVD-Audio.
Mi primera referencia es la suite del ballet "Gayaneh", a cargo de la LSO bajo la dirección de Fistoulari (HDAD 2016). Se trata de una vieja grabación editada por primera vez bajo el sello Everest que pasó al catálogo de Mercury para su serie Living Presence. Para la grabación original se utilizó la máquina Westrex 1551, procedente de la industria del cine, que ofrecía una calidad de sonido excepcional para su época ¡y en multicanal!. Para la remezcla posterior, no sólo se hizo uso de una máquina Westrex restaurada, sino también de electrónicas vintage dotadas de tubos. El nivel de detalle y la dinámica de estos discos pone a prueba los límites de todos los sistemas donde se ejecutan: la impresión general es de una frescura y de una viveza sin igual. El ruido de fondo es casi imperceptible, gracias al generoso ancho de banda de la cinta (35mm). La imagen espacial es algo rudimentaria, sin profundidad, el típico panorama balanceado de la edad de oro del estéreo. Destaco el gran despliegue de timbres, y en especial el carácter aterciopelado de la cuerdas.
Otro producto salido de la máquina Westrex es "Cuadros de una exposición", a cargo de la LSO pero ahora con la batuta de Sir Malcolm Sargent (HDAD 2017). Se trata de otra cinta original de la vieja compañia Everest, pero en esta ocasión noto desde el primer segundo algunos problemas: el lloro de la cinta ("wow") es evidente, aunque no tengo medio de saber si este fenómeno es debido al master original o bien a algún defecto en la tracción de la máquina empleada en esta reedición. En cuanto al sonido en sí, es remarcable la gran relación señal/ruido, con un soplido de fondo casi imperceptible. Gracias a ello, la dinámica se presenta impactante, especialmente en platillos y bombo, que aparecen y desaparecen como rayos (como en "Gnomus"). El buen tono de la cinta hace agradable la escucha. No obstante, aquí de nuevo tengo que denunciar que la imagen espacial se presenta muy lineal y sin profundidad.
También aparece en el catálogo de la marca el legendario "Blue Train" de John Coltrane (HDAD 2010), un álbum por el que sentía especial predilección el propio músico. El master, de origen Blue Note, es otra joya salida de las manos de Rudy Van Gelder, y que Classic Records somete a un minucioso proceso de restauración. A la vieja grabación se le extraen unos armónicos especialmente energéticos, que hacen vibrar con un poder desbordado los instrumentos de viento, y trombón, saxo y trompeta parecen salirse de los altavoces. También se delinean con ritmo y precisión el piano y la línea de bajo. El disco suena realmente bien, y da una clara idea del nivel de ingeniería alcanzado a finales de los 50.
Terminaré con un disco del ingeniero-músico Alan Parsons, "The Turn Of A Friendly Card" (HDAD 2006). No suelo hablar sobre discos de rock de ningún tipo, porque su calidad casi nunca alcanza un mínimo nivel de excelencia en lo sonoro, y el panorama es aún peor si hablamos de formatos digitales. Sin embargo, me atrevo con este álbum porque lo conozco suficientemente, ya que lo he tenido en varios soportes desde su lanzamiento y puedo opinar con suficiente conocimiento y con una perspectiva de varias décadas. En primer lugar, tengo que decir que una reedición en alta definición lo único que consigue es incrementar el relieve de un sonido en general seco y duro, que es lo que hay recogido en las pistas originales. La zona alta del espectro llega a molestar por su alta distorsión, que casi alcanza el puro ruido aleatorio, y los tonos bajos son poco naturales y sin fuerza. Ni siquiera los violines que se presentan en la suite principal se salvan de este carácter, y es una lástima, porque la música es excelente. No tengo dudas: su baja calidad acústica es consecuencia de un trabajo demasiado pulido en la mesa de mezclas, demasiado tratado con filtros, y repasado a través de innumerables circuitos. Tras afirmar esto, poco más tengo que añadir.
¿Es CLASSIC RECORDS un sello de carácter audiófilo? La empresa tiene como principal objetivo rescatar trabajos inolvidables para traerlos a nuestras casas con una precisión y una calidad extremas. ¿No es eso el trabajo de un sello audiófilo?
Última edición por El Hombre del SACD el Vie 2 Ago 2013 - 20:11, editado 1 vez
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Re: SELLOS AUDIÓFILOS, ¿REALIDAD O QUIMERA?
MERCURY LIVING PRESENCE
http://www.islanddefjam.com/default.aspx?labelID=77
La larga historia de Mercury es una lucha constante por el mejor sonido en alta fidelidad. Ya en 1951, bajo la dirección del ingeniero de grabación Robert C. Fine y del director de grabación David Hall, Mercury Records introdujo una técnica de grabación en la que se usaba un único micrófono. La primera grabación usando esta técnica fue "Cuadros de una exposición", con la Orquesta Sinfónica de Chicago bajo la dirección de Rafael Kubelik, y sobre este trabajo un crítico del New York Times describió el sonido como "si se estuviese en presencia de la orquesta en vivo". Desde aquel momento, Mercury comenzó a distribuir su famosa serie de música clásica con el nombre de "Living Presence", serie que se mantuvo hasta el año 1967.
En 1955, Mercury comienza a usar tres micrófonos para realizar tomas sobre cintas de tres pistas y de media pulgada de ancho, con un magnetófono Ampex 300-3, a una velocidad de 15 IPS. Unos años más tarde, se mejora la técnica cuando se introducen máquinas Westrex con cintas magnéticas de 35mm. El mayor grosor de la cinta magnética prevenía los efectos de sobreimposición magnética y de pre-eco, mientras por otro lado aumentaba el ancho de banda y la respuesta a los transientes. Para la edición de vinilos, Los discos fueron masterizados directamente desde las cintas de tres pistas. Idéntico procedimiento fue usado durante la edición de los CD a principios de los 90. En este último caso, no se usaron técnicas de filtrado digitales ni reducción de ruido.
Para todos los interesados en la serie Living Presence, y en otras discográficas de la época que usaron técnicas especialmente cuidadas, este link les será de un enorme interés, con una gran cantidad de información:
http://www.soundfountain.com/amb/mercury.html
Tengo varios CD y SACD de la serie "Living Presence", y he encontrado gran variedad de resultados, supongo que dependiendo de la época en que se realizó la grabación y de la técnica utilizada.
Comenzaré con una referencia que conozco bien, ya que la tuve hace años en vinilo, y ahora en SACD. Se trata de un registro de Antal Dorati frente a la London Symphony Orchestra, interpretando conocidas piezas de Borodin y Rimsky-Korsakov (475 6194, SACD). Antes de nada, resalto que la edición en vinilo es muy superior a la digital, e ignoro la verdadera razón de esto. En el SACD, codificado con los tres canales originales, la gama de agudos está excesivamente potenciada, e incluso se presenta una saturación que es poco agradable: el comienzo del "Capricho Español" es de una tonalidad agresiva, la percusión suena desnaturalizada. Sin embargo, en pasajes más suaves todo mejora, y sin llegar a lo excepcional el timbre de las cuerdas es de gran riqueza tímbrica. El resto de la orquesta presenta una sonoridad correcta, aunque siempre inmersa bajo esa pátina típica que puede ser reconocida casi en todas las grabaciones de la época. Hablar sobre una imagen espacial está de más: no existe.
Mucho mejor se presenta a Paul Paray dirigiendo a la Orquesta Sinfónica de Detroit, con la Sinfonía Fantástica de Berlioz (475 6622, SACD). Todo resulta mucho más audible, con mayor calidez y humanidad. El caso es que, según me adentro en la obra, y a medida que el oído de aclimata, el disco me gusta más y más. El hecho de que el soporte tenga la virtud de entregar mayor microinformación, permite disfrutar de una superior sensación de profundidad y de dimensiones realistas, y aquí ya podemos hablar tranquilamente de "living presence". La dinámica es suficientemente buena, y en la pista número 4 brillan con fuerza los fuegos artificiales de la "Marcha al cadalso".
De nuevo Antal Dorati es el protagonista principal en el CD de la serie "Living Presence" que presenta la espectacular Cuarta de Tchaikovsky (434 373-2). La grabación nos llega de la era dorada del estéreo, concretamente de 1960, pero debido a su silencio, a su excelente tímbrica, a su ambiancia, pareciera que data de una década más tarde. Dorati tiene la oportunidad aquí, una vez más, de desplegar su más ruidosa artillería, y el viejo soporte magnético parece resistir bastante bien esta tormenta de dinámica desatada y extrema. La transferencia a Compact Disc me parece muy digna, y el producto se puede degustar en plan audiófilo.
Por último, una muy buena grabación salida de la Westrex 1551, por entonces el "state of art" en sonorización de películas. Escuchamos el violonchelo de Janos Starker en obras de Dvorak, Tachikovsky y Bruch (475 6608, SACD). Sonido armonioso, bien cuidado, y sin duda una soberbia remasterización a DSD que hace que el instrumento de Starker suene pleno, con transientes que "saben" y que por instantes hace que olvidemos que nos encontramos ante un simple medio de reproducción electrónico. No obstante, en algún momento he percibido que, mezclado con las cuerdas del violonchelo, sobrevuela un parásito modulado que nada tiene que ver con un sonido real.
¿Es MERCURY LIVING PRESENCE un sello de carácter audiófilo? En sus tiempos, los discos de la empresa fueron simplemente "alta fidelidad" de la mejor especie. Traslademos este concepto a nuestras exigencias de hoy en día, y daremos con la respuesta.
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La larga historia de Mercury es una lucha constante por el mejor sonido en alta fidelidad. Ya en 1951, bajo la dirección del ingeniero de grabación Robert C. Fine y del director de grabación David Hall, Mercury Records introdujo una técnica de grabación en la que se usaba un único micrófono. La primera grabación usando esta técnica fue "Cuadros de una exposición", con la Orquesta Sinfónica de Chicago bajo la dirección de Rafael Kubelik, y sobre este trabajo un crítico del New York Times describió el sonido como "si se estuviese en presencia de la orquesta en vivo". Desde aquel momento, Mercury comenzó a distribuir su famosa serie de música clásica con el nombre de "Living Presence", serie que se mantuvo hasta el año 1967.
En 1955, Mercury comienza a usar tres micrófonos para realizar tomas sobre cintas de tres pistas y de media pulgada de ancho, con un magnetófono Ampex 300-3, a una velocidad de 15 IPS. Unos años más tarde, se mejora la técnica cuando se introducen máquinas Westrex con cintas magnéticas de 35mm. El mayor grosor de la cinta magnética prevenía los efectos de sobreimposición magnética y de pre-eco, mientras por otro lado aumentaba el ancho de banda y la respuesta a los transientes. Para la edición de vinilos, Los discos fueron masterizados directamente desde las cintas de tres pistas. Idéntico procedimiento fue usado durante la edición de los CD a principios de los 90. En este último caso, no se usaron técnicas de filtrado digitales ni reducción de ruido.
Para todos los interesados en la serie Living Presence, y en otras discográficas de la época que usaron técnicas especialmente cuidadas, este link les será de un enorme interés, con una gran cantidad de información:
http://www.soundfountain.com/amb/mercury.html
Tengo varios CD y SACD de la serie "Living Presence", y he encontrado gran variedad de resultados, supongo que dependiendo de la época en que se realizó la grabación y de la técnica utilizada.
Comenzaré con una referencia que conozco bien, ya que la tuve hace años en vinilo, y ahora en SACD. Se trata de un registro de Antal Dorati frente a la London Symphony Orchestra, interpretando conocidas piezas de Borodin y Rimsky-Korsakov (475 6194, SACD). Antes de nada, resalto que la edición en vinilo es muy superior a la digital, e ignoro la verdadera razón de esto. En el SACD, codificado con los tres canales originales, la gama de agudos está excesivamente potenciada, e incluso se presenta una saturación que es poco agradable: el comienzo del "Capricho Español" es de una tonalidad agresiva, la percusión suena desnaturalizada. Sin embargo, en pasajes más suaves todo mejora, y sin llegar a lo excepcional el timbre de las cuerdas es de gran riqueza tímbrica. El resto de la orquesta presenta una sonoridad correcta, aunque siempre inmersa bajo esa pátina típica que puede ser reconocida casi en todas las grabaciones de la época. Hablar sobre una imagen espacial está de más: no existe.
Mucho mejor se presenta a Paul Paray dirigiendo a la Orquesta Sinfónica de Detroit, con la Sinfonía Fantástica de Berlioz (475 6622, SACD). Todo resulta mucho más audible, con mayor calidez y humanidad. El caso es que, según me adentro en la obra, y a medida que el oído de aclimata, el disco me gusta más y más. El hecho de que el soporte tenga la virtud de entregar mayor microinformación, permite disfrutar de una superior sensación de profundidad y de dimensiones realistas, y aquí ya podemos hablar tranquilamente de "living presence". La dinámica es suficientemente buena, y en la pista número 4 brillan con fuerza los fuegos artificiales de la "Marcha al cadalso".
De nuevo Antal Dorati es el protagonista principal en el CD de la serie "Living Presence" que presenta la espectacular Cuarta de Tchaikovsky (434 373-2). La grabación nos llega de la era dorada del estéreo, concretamente de 1960, pero debido a su silencio, a su excelente tímbrica, a su ambiancia, pareciera que data de una década más tarde. Dorati tiene la oportunidad aquí, una vez más, de desplegar su más ruidosa artillería, y el viejo soporte magnético parece resistir bastante bien esta tormenta de dinámica desatada y extrema. La transferencia a Compact Disc me parece muy digna, y el producto se puede degustar en plan audiófilo.
Por último, una muy buena grabación salida de la Westrex 1551, por entonces el "state of art" en sonorización de películas. Escuchamos el violonchelo de Janos Starker en obras de Dvorak, Tachikovsky y Bruch (475 6608, SACD). Sonido armonioso, bien cuidado, y sin duda una soberbia remasterización a DSD que hace que el instrumento de Starker suene pleno, con transientes que "saben" y que por instantes hace que olvidemos que nos encontramos ante un simple medio de reproducción electrónico. No obstante, en algún momento he percibido que, mezclado con las cuerdas del violonchelo, sobrevuela un parásito modulado que nada tiene que ver con un sonido real.
¿Es MERCURY LIVING PRESENCE un sello de carácter audiófilo? En sus tiempos, los discos de la empresa fueron simplemente "alta fidelidad" de la mejor especie. Traslademos este concepto a nuestras exigencias de hoy en día, y daremos con la respuesta.
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