El rincón de los pesaos

Sumiko escribió:(...) traigo un disco de un pianista clásico dedicado, una vez más, a interpretar la música del genial Thelonious Monk, fallecido diez meses antes de un ataque cardiaco.
Me refiero al ábum "Thelonica" de Tommy Flanagan, grabado a finales de 1.982 en Nueva York para Enja Records, y compuesto, salvo en su último tema obra del propio Flanagan y que da título al disco, en su integridad por Monk.
(...) podría pensarse que Flanagan, dadas las circunstancias, se limitaría a interpretar los temas adoptando el estilo interpretativo de Monk. Sin embargo, como es norma de un auténtico artista, él toca de forma diferente, a su  propio modo pero sin olvidar la llama que alumbra las composiciones del homenajeado.
(...)

Gracias, Sumiko, estaba seguro de que si te pones puedes ser un pesao como Dios manda. Gracias por la sugerencia. Muy bueno Tommy Flanagan tocando a Monk. Es una mala idea intentar tocar como Monk, cualquier pianista que lo haga estará destinado al fracaso más absoluto, de manera que Flanagan hace muy bien en expresarse con su propia personalidad cuando toca composiciones de Monk, como hacen todos los pianistas.

BPED escribió:Os propongo dos discos de jazz microtonal. La música microtonal utiliza notas que caen entre los 12 tonos y semitonos que caracterizan la casi totalidad de la música occidental. Imaginaros tocar un piano con micro-teclas entre las blancas y las negras…
Las melodías resultan bastante extrañas y “desafinadas” para nuestro oído acostumbrado desde siempre a las tónicas.

He escuchado el primer disco, entero, y he acabado agotado. Con una escala de siete tonos y cinco semitonos creo que ya tengo suficiente.

Felix escribió:(...) Me gustan mucho las fusiones exóticas y por asociación con Masaoka y su koto he recordado el "The Rubáiyát Of Dorothy Ashby" de Dorothy Ashby. Este es un álbum de la gran arpista de jazz grabado a fines de 1969 y principios de 1970. (...)

Para mí este es el mejor disco de Dorothy Ashby. De lo que hizo antes me quedo con el par de discos de los años 50 con Frank Weiss, y con ninguno de lo que hizo después.

Actualmente hay una arpista que ha tomado el testigo de Dorothy Ashby y Alice Coltrane, su nombre es Brandee Younger, solamente conozco su último disco “Soul Awakening” —toca Ravi Coltrane en algún tema y el fantástico trompetista Sean Jones en otro— pero creo que ya lleva grabados media docena. Este es uno de los temas del disco:




Edmar Castañeda es otro de los arpistas actuales. En el vídeo Hiromi Uehara con Edmar Castañeda pugnando a ver quién toca más notas por segundo. Odio estos ejercicios de competición atlética, pero es una cuestión personal, sé que eso gusta a muchos, la muestra es como el público se pone de pie y aplaude entusiasmado al final de esa carrera de los cien metros lisos.




El instrumentista más osado que conozco es Rufus Harley. El tío tocaba saxos y flauta, pero su instrumento principal —y con el que consiguió cierta notoriedad— fue la gaita escocesa, incluso tocó con Sonny Rollins o John Coltrane, poca broma. Le gustaba vestirse de auténtico escocés.



Y aquí una muestra de Rufus Harley en acción. Si queréis verle improvisar sobre el espiritual “Swing Low, Sweet Chariot”, con la gaita junto a Sonny Rollins, saltar al minuto 22:22:

Muy bueno el disco de Masaoka!

Siguiendo con las interpretaciones de Monk con instrumentos exóticos, os propongo este disco. Solo hay un tema de Monk, Evidence con marimbas y percusiones.

Bernardo Sassetti, portugués,  era un pianista de talento también interesado en la fotografía y las artes visuales. Desafortunadamente falleció muy joven en 2012.

Unreal: Sidewalk Cartoon  (Clean Feed, 2006) es un album ecléctico, con piano, un sexteto de viento y varios percusionistas. Sonoridad muy interesante..




https://open.spotify.com/album/5PsefmBirW9wnSH7b2oRN8

Hola  Sonny Rollins ha grabado en varios sellos discográficos, Concord Records, Verve, Riverside,  Impulse,  con Prestige tiene bastantes discos publicados, y algunos con remasters de RVG, y también con Blue Note y Sony. Una pregunta: Con qué sellos voy a encontrar buen sonido? Algún álbum en concreto para recomendar, ya no solo por el sonido... He visto  que hay bastante material publicado, en CD, SACD y Flac,s oficiales HD. Como muchos son registros de mediados y finales de los 50 temo errar y que el sonido no este a la altura...  

Aprovecho para dejar el último trabajo de Shabaka Hutchings con los The Ancestors, el "We Are Sent Here By History", disco un tanto 'oscuro' y más sosegado de lo que se podría esperar del linaje africano de sus músicos. Lírica apocalíptica fruto de la colaboración de Shabaka con la poeta Siyabonga Mthembu; dejo el primer tema con percusiones y ritmos tribales que quizá rememoren ceremonias chamánicas en donde los tambores marcan la pauta... Muy interesante y exótico, me ha gustado bastante, aunque la calidad del sonido es susceptible de mejoras...   (Sigo sin teclado... )



Gracias anticipadas por las recomendaciones y un cordial saludo.

Hola, Felix. De Sonny Rollins no controlo demasiado, el tío ha grabado mucho, pero el disco que todo el mundo coincide en destacar como imprescindible es el histórico “Saxophone Colossus” (Prestige, 1956), con el pianista Tommy Flanagan, el bajista Doug Watkins y Max Roach en la batería. En este disco está uno de sus éxitos más icónicos y que marcó su vida profesional, el calipso “St. Thomas” que luego grabó muchas veces. El diseño de la portada es buenísimo. Aquí el famoso “St. Thomas”:




Este disco de Shabaka & The Ancestors que has escuchado está anunciado en el hilo de "Novedades discográficas". Uno de los integrantes del grupo es el pianista sudafricano Nduduzco Makhathini, el cual ha fichado por Blue Note y acaba de publicar un disco que aún no he escuchado, pero tiene buena pinta: “Modes Of Communication: Letters From The Underworlds” (Blue Note, 2020). Aquí un par de audios:

[quote="Tocho"]Hola, Felix. De Sonny Rollins no controlo demasiado, el tío ha grabado mucho, pero el disco que todo el mundo coincide en destacar como imprescindible es el histórico “Saxophone Colossus” (Prestige, 1956), con el pianista Tommy Flanagan, el bajista Doug Watkins y Max Roach en la batería. En este disco está uno de sus éxitos más icónicos y que marcó su vida profesional, el calipso “St. Thomas” que luego grabó muchas veces. El diseño de la portada es buenísimo. Aquí el famoso “St. Thomas”:

Este disco de Shabaka & The Ancestors que has escuchado está anunciado en el hilo de "Novedades discográficas". Uno de los integrantes del grupo es el pianista sudafricano Nduduzco Makhathini, el cual ha fichado por Blue Note y acaba de publicar un disco que aún no he escuchado, pero tiene buena pinta: “Modes Of Communication: Letters From The Underworlds” (Blue Note, 2020). Aquí un par de audios:


Hola Tocho   . Gracias, tomo nota. Un cordial saludo.  

Felix escribió:Hola  Sonny Rollins ha grabado en varios sellos discográficos, Concord Records, Verve, Riverside,  Impulse,  con Prestige tiene bastantes discos publicados, y algunos con remasters de RVG, y también con Blue Note y Sony. Una pregunta: Con qué sellos voy a encontrar buen sonido? Algún álbum en concreto para recomendar, ya no solo por el sonido... He visto  que hay bastante material publicado, en CD, SACD y Flac,s oficiales HD. Como muchos son registros de mediados y finales de los 50 temo errar y que el sonido no este a la altura...  

Hola Félix, de Sonny Rollins si quieres irte al Saxophone Colossus, la edición que más me gusta de todas las que escuché es la RVG Remasters de 2006: https://www.discogs.com/Sonny-Rollins-Saxophone-Colossus/release/13138446
Del Way Out West por ejemplo, que hay un montón de ediciones diferentes me gusta mucho el HDTracks de 2018 (DeLuxe), el más natural en mi opinión. Y uno que suena de miedo y que me encanta es la edición Bluebird USA de 1992 de The Bridge: https://www.discogs.com/Sonny-Rollins-The-Bridge/release/9672386

Saludos!

Hola  Chordeater, gracias por tu respuesta; la verdad es que es lioso esto de que una misma grabación esté editada por varios sellos y suene diferente en cada uno de ellos. Aunque el hecho de que estén grabados y masterizados por RVG me genera cierta confianza... Tengo el  "Thelonious Monk & Sonny Rollins" de Prestige 2014, registró y master de RVG, y parece mentira que una grabación de 1957 suene tan bien...

A veces el tema contradice la lógica; tengo alguna grabación de Yoshihiko Kannari, (Midnight Sugar-Yamamoto Tsuyoshi, por ejem.) también masterizada por él mismo, y editada por TBM en CD, que me gusta bastante más que otras editadas en SACD por otro sello (FIM SACD), en fin...

Dejo el "Midnight Sugar" (1974), que independientemente de que su música nos guste más o menos, solo por el sonido tan bueno que tiene ya merece la pena tenerlo. Discos de esta calidad son los que justifican la pasta que gastamos en tener un equipo más o menos decente.



Gracias y un cordial saludo.  

Brian Groder Trio “Luminous arcs”, Latham Records, 2019



https://open.spotify.com/album/1QLZFSN9h5ljDxjzQP1Gkr

Brian Groder trompeta y fiscorno, Michael Bisio bajo, Jay Rosen batería.
Un disco para apreciar los matices, el timbre de los instrumentos (ese bajo!) y la ingeniosidad de los tres músicos.
Jazz tranquilo y libre. Un gran éxito en mi opinión que me motiva para buscar más discos de los tres.

No tengo muchas cosas de Michael Bisio, pero de Matthew Shipp sí, y Bisio graba mucho con Shipp, uno de los más destacados pianista de estas últimas décadas del jazz de vanguardia. Del trío de Matthew Shipp con Michael Bisio al contrabajo, hay un disco de tono post-free muy accesible que igual te gusta, el “Piano Song” (Thirsty Ear, 2007).




Si te ha gustado Michael Bisio y te gustó Kirk Knufke es probable que te guste el “Row for William O.” (Relative Pitch Records, 2016), grabado a dúo pelado de contrabajo-corneta, aunque al ser sin batería ni piano es un poco crudo.




Hay un disco que seguramente ya has dado con él que tiene muchos números de gustarte, el “Accortet” (Relative Pitch Records, 2015), un disco muy tranquilo que es el único que tengo liderado por Michael Bisio, y está Kirk Knuffke y el acordeonista Art Bailey, el cual le da un color muy original al cuarteto.

Tocho escribió:No tengo muchas cosas de Michael Bisio, pero de Matthew Shipp sí, y Bisio graba mucho con Shipp, uno de los más destacados pianista de estas últimas décadas del jazz de vanguardia. Del trío de Matthew Shipp con Michael Bisio al contrabajo, hay un disco de tono post-free muy accesible que igual te gusta, el “Piano Song” (Thirsty Ear, 2007).

muchísimas gracias! no conocía ninguno y quedan todos apuntados..

Simon Rodia fue un albañil  que en sus ratos libres se dedicó a levantar con sus propias manos, sin ayuda de grúas ni nada, pero con mucha paciencia y tozudez, una construcción que no tenía otro objetivo que satisfacer su necesidad de hacer algo grande, porque no servía para nada. El friki Rodia era un inmigrante del sur de Italia que vivía en las afueras de Los Angeles (California), su monumental construcción le ocupó 33 años, de 1921 a 1954 y se hizo conocida con el nombre de Watts Towers, él le puso el nombre de “Nuestro Pueblo” así en castellano, pero a los norteamericanos ese nombre no les dice nada. Los vecinos no veían con agrado esta construcción y durante la II Guerra intentaron destruirla porque creían que eran antenas para el ejército japonés. Esa extraña construcción incluso aparece en libros de arquitectura muy serios y ha sido declarado Monumento Histórico Nacional. Hoy es una buena atracción turística. Este es Simon Rodia trabajando en una de sus torres:



Y esta es una imagen de las torres más altas, cerca de treinta metros, y el detalle de una de las puertas del recinto.Todo está minuciosamente decorado con pedazos de botellas rotas, platos, cerámicas, y diversos materiales de deshecho que incrustaba en el hormigón fresco. Seguramente Simón Rodia vio alguna postal de la obra de Gaudí:






¿Y qué tiene que ver esto con el jazz? Pues que estas torres aparecen en más de un disco relacionados con el jazz. Yo tengo localizados cuatro, muy diferentes entre sí a pesar de haber elegido para sus portadas el mismo tema. Aquí vienen:



Harold Land “Harold In The Land Of Jazz” (Contemporary Records, 1958). Este fue el primer disco del saxofonista tenor Harold Land como líder. También fue publicado con el título cambiado a “Grooveyard”. Land se movía por la Costa Oeste pero más que responder al estereotipo del sonido West Coast fue un poderoso saxofonista de estilo hard-bop.



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Jeff “Tain” Watts “Watts” (Dark Key Music, 2011). Este baterista empezó con Wynton Marsalis en su primer grupo con el que estuvo varios años y participó en varios de los mejores discos del trompetista, y luego estuvo varios años con Brandford Marsalis, además de liderar sus propios grupos con más de diez discos publicados. Este disco está muy bien, en este cuarteto de lujo le acompañan Brandford Marsalis (saxo), Terence Blanchard (trompeta) y Christian McBride (contrabajo), casi nada.



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Ed Motta “Perpetual Gateways” (MustHaveJazz / Membran, 2016). Ed Motta es un cantante, compositor y pianista brasileño que en este disco se curra un funk suave y comercialote que yo colocaría en el cajón del smooth jazz. A mí no me interesa nada esta onda, pero ahí están las Watts Towers en su portada. Esta canción del YouTube suena sospechosamente igual que Donald Fagen y  Walter Becker con su estupendo grupo Steely Dan a principios de los 70.



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Henry Jacobs “The Wide, Weird, World of Shorty Petterstein” (World Pacific Records, 1958). Henry Jacobs fue un tipo que fue un pionero que en los años 50 experimentaba con los sonidos manipulando cintas de grabaciones de campo realizadas por él mismo. Entre otras actividades creativas hacía un programa de radio muy vanguardista en una emisora de radio en California que rompía con los esquemas tradicionales. Este disco recopila alguno de sus experimentos musicales y entrevistas de la radio un pelo surrealistas, el primer track lleva el título "A History of Jazz”, el segundo “Origin of Jazz Terms”.
El disco es bastante marciano, aquí uno de los tracks:

Tocho escribió:Simon Rodia fue un albañil  que en sus ratos libres se dedicó a levantar con sus propias manos, sin ayuda de grúas ni nada, pero con mucha paciencia y tozudez, una construcción que no tenía otro objetivo que satisfacer su necesidad de hacer algo grande, porque no servía para nada. El friki Rodia era un inmigrante del sur de Italia que vivía en las afueras de Los Angeles (California), su monumental construcción le ocupó 33 años, de 1921 a 1954 y se hizo conocida con el nombre de Watts Towers, él le puso el nombre de “Nuestro Pueblo” así en castellano, pero a los norteamericanos ese nombre no les dice nada. Los vecinos no veían con agrado esta construcción y durante la II Guerra intentaron destruirla porque creían que eran antenas para el ejército japonés. Esa extraña construcción incluso aparece en libros de arquitectura muy serios y ha sido declarado Monumento Histórico Nacional. Hoy es una buena atracción turística. Este es Simon Rodia trabajando en una de sus torres:

Lectura muy entretenida, gracias compañero! Y el disco de Watts merece una escucha.
Leo que existe también un festival jazz de las Watts Towers...

Karl Berger es un educador, pianista y vibrafonista alemán con una larga trayectoria en el jazz de vanguardia, ha tocado con Don Cherry, Lee Konitz, McLaughlin y muchos otros.

Aquí lidera un trio con dos gigantes como Ed Blackwell a la batería y Charlie Haden al bajo. Todas las composiciones son suyas, me parecen interesantes, con bastante swing y nunca banales. En las piezas con vibráfono se puede notar su técnica con dos mazas, utilizada para dibujar una línea melódica de notas singulares (como hacen a menudo los guitarristas jazz).

Gary Burton, uno de los virtuosos del instrumento, perfeccionó la técnica con cuatro mazas que le permite tocar dos líneas melódicas a la vez y acordes. El disco que os propongo es uno de sus mejores, en particular las últimas piezas en solitario (en las precedentes hace overdub con piano y órgano).

Karl Berger “Transit”, Black Saint, 1993



https://open.spotify.com/album/3Dy0C6cRruSLYft0NEIXRh

Gary Burton “Alone at last”, Import, 1998



https://open.spotify.com/album/38LawzqvtVsbKMotidS04b

BPED escribió:Karl Berger es un educador, pianista y vibrafonista alemán con una larga trayectoria en el jazz de vanguardia, ha tocado con Don Cherry, Lee Konitz, McLaughlin y muchos otros.

Aquí lidera un trio con dos gigantes como Ed Blackwell a la batería y Charlie Haden al bajo. Todas las composiciones son suyas, me parecen interesantes, con bastante swing y nunca banales. En las piezas con vibráfono se puede notar su técnica con dos mazas, utilizada para dibujar una línea melódica de notas singulares (como hacen a menudo los guitarristas jazz).

Gary Burton, uno de los virtuosos del instrumento, perfeccionó la técnica con cuatro mazas que le permite tocar dos líneas melódicas a la vez y acordes. El disco que os propongo es uno de sus mejores, en particular las últimas piezas en solitario (en las precedentes hace overdub con piano y órgano).
(...)

No conocía ninguno de estos dos discos. Por cierto, atento con el contrabajista del disco que recomiendas de Karl Berger, es Dave Holland según se ve en la portada que has puesto

No sabía que había un Festival de Jazz con el nombre de Watts Towers. Mirando un poco he visto que hay un Watts Towers Arts Center dedicado a diferentes actividades y que cuida de la memoria de Simon Rodia. Es curioso que ahora tenga este estatus, porque en su tiempo la municipalidad de Los Angeles intentó destruirlo con la excusa de que estaba probando su estabilidad y resistencia, ataron cables a la torre más alta para derrumbarla estirando con una potente excavadora y no lograron mover la estructura ni un milímetro, Simon Rodia hacía las cosas a conciencia, y lo dejaron estar.

Se me había pasado por alto un disco recomendable de Don Cherry, el “Brown Rice”, en el cual posa en la portada junto a las Watts Towers en una reciente reedición que viene sin título. Esta portada no es la psicodélica de su primera edición de 1975.



Coincidencias imprevistas: en este disco no está Karl Berger, pero sí hay un tema compuesto a dúo entre Don Cherry y él.



Don Cherry “Don Cherry” (originalmente titulado “Brown Rice” en la edición de EMI en 1975, y reeditado en 2019 sin título por A&M Records/UMe)
Don Cherry (trompeta de bolsillo y piano eléctrico); Charlie Haden (contrabajo); Billy Higgins (batería); Frank Lowe (saxofón); Ricky Cherry (piano); Moki, mujer de Don Cherry (tambura).

No conocía la historia de las Watts Towers, muy curiosa e interesante. Me ha recordado un par de cosas, que no tienen que ver con el jazz.
La primera es la historia de Man, un alemán afincado en un pueblo costero de la provincia de A Coruña, Camelle, que se construyó su propia casa entre las rocas a pie del mar y dedicó su vida a decorar el entorno de una forma muy particular. Hoy en día existe en el pueblo un museo a su nombre.
La segunda es un personaje de La Saga Fuga de JB, novela de Torrente Ballester y, en mi opinión un hito de la narrativa en lengua hispana que os recomiendo si no la habéis leído. Se trata de Don Torcuato del Río, personaje que construye ad libitum un artefacto llamado "el homenaje tubular", engendro formado por tuberías que se amplía y retuerce sobre sí y tiene la particularidad de emitir sonidos según le dé el viento.

Perdón por el off topic y un saludo.

Para volver un poco al tema del hilo, os dejo este vídeo de Cameron Graves, el pianista que suele colaborar con Kamashi Washington, haciendo un tema de su disco "Planetary Prince" con una formación totalmente distinta a la del disco: Stanley Clarke al contrabajo y Mike Mitchell (pedazo de batería).
Otro saludo

Tocho escribió: Por cierto, atento con el contrabajista del disco que recomiendas de Karl Berger, es Dave Holland según se ve en la portada que has puesto

Por supuesto se trata de Dave Holland! Estaba pensando en Don Cherry y por asociación me ha salido Charlie Haden.. siempre me lio con los dos nombres..

Para remediar, señalo una pequeña joya, esta sí con Charlie Haden. Se trata de uno de los primeros discos de Geri Allen: "Etudes", Soul Note, 1987
Incluye la mejor version de Lonely Woman al piano que yo conozca (tampoco hay muchísimas..)



https://open.spotify.com/album/3K5vMOi2CazUGFqKgBgy0R?highlight=spotify:track:5jEQqedOwDwAfRvppWabxM

Con permiso, también con Charlie Haden

Y una de producto nacional, que no desmerece en nada, al contrario

coltrein escribió:Y una de producto nacional, que no desmerece en nada, al contrario

Gracias por estas buenas versiones coltrein! Conocía la de Kuhn, todo el disco es muy recomendable.
Ayer me puse a buscar y hay unas cuantas más, por ejemplo del MJQ (nada de especial en mi opinión).

Esta destaca: "Modern Music", Brad Mehldau & Kevin Hayas, 2010, Nonesuch. Dos pianos con composiciones y arreglos de Patrick Zimmerli. El resto del disco no es jazz pero interesante.



https://open.spotify.com/album/5v7NC8IVGmbTVFuTZhLvES

“Sifter” Mary Halvorson, Relative Pitch Records, 2013



En concierto: https://www.youtube.com/watch?v=7_jBIUu0ncw

Ya hemos hablado de Halvorson (guitarra) y Kirk Knuffke (trompeta) hace algunos meses. Los acompaña el baterista Matt Wilson. El vanguardismo de Halvorson amansado por Knuffke con su estilo nunca muy lejano del blues. Discreto el trabajo de Wilson. Muy logrado.

“Synovial joints”, Steve Coleman and the Council of balance, Pi Recordings, 2017



https://www.youtube.com/watch?v=8amph7_3XAk

Steve Coleman dijo que mirando el vuelo de una abeja hace años entendió que era lo que quería tocar, atención no quería tocar como una abeja, quería tocar ese vuelo (por lo menos así recuerdo este curioso episodio). Desde entonces ha intentado tocar la vida que nos rodea: así de sencillo (o complicado). En este disco se ha inspirado por los movimientos de las articulaciones del cuerpo humano. Dirige una orquesta muy amplia, ver abajo, aunque en general pocos instrumentos tocan a la vez. La música es abstracta pero cautivante y agradable con piezas que exploran distintas “texturas sonoras” .

Steve Coleman: saxophone, composer; Jonathan Finlayson: trumpet; Anthony Tidd: electric bass; Marcus Gilmore: drums; Miles Okazaki: guitar; Jen Shyu: vocals; David Bryant: piano; Tim Albright: trombone; Maria Grand: tenor saxophone; Barry Crawford: piccolo, flute; Rane Moore: clarinets; Jeff Missal: trumpet; David Nelson: bass trombone; Kristin Lee: violin; Chris Otto: viola; Jay Campbell: cello; Greg Chudzik: contrabass; Alex Lipowski: percussion; Ned Sacramento: percussion; Ramon Garcia Perez: percussion; Mauricio Hererra: percussion.

Me encanta visitar el anticuario del jazz, lo hago con mucha frecuencia, pero también disfruto escuchando música —no solo jazz— que habla del momento en el que vivimos. Por ejemplo, hoy he estado babeando con un disco de James P. Johnson que publicó CBS en 1962 y Sony lo reeditó en 2001 en formato CD, con el título de “Father Of The Stride Piano” recopilando 16 canciones que el legendario pianista grabó entre los años 1921 y 1932. Por supuesto el carraspeo de fondo está omnipresente, pero escuchar esta maravilla no tiene precio. La contribución de James P. Johnson a la historia del jazz —partiendo del ragtime y el blues— es inconmensurable, y su influencia fue enorme en gigantes como Duke Ellington, Art Tatum o Thelonious Monk .



Y luego he estado disfrutando el último y excelente disco de dos de las reconocidas como mayores exponentes del jazz creativo que se está produciendo en estos últimos años en Nueva York: las compositoras e improvisadoras Ingrid Laubrock y Kris Davis, saxofonista alemana una y pianista canadiense la otra. El disco publicado por Intakt Records lleva el título de “Blood Moon”, imperdible si uno está interesado en el jazz actual.

Tocho escribió:Me encanta visitar el anticuario del jazz, lo hago con mucha frecuencia, pero también disfruto escuchando música —no solo jazz— que habla del momento en el que vivimos. Por ejemplo, hoy he estado babeando con un disco de James P. Johnson que publicó CBS en 1962 y Sony lo reeditó en 2001 en formato CD, con el título de “Father Of The Stride Piano” recopilando 16 canciones que el legendario pianista grabó entre los años 1921 y 1932. Por supuesto el carraspeo de fondo está omnipresente, pero escuchar esta maravilla no tiene precio. La contribución de James P. Johnson a la historia del jazz —partiendo del ragtime y el blues— es inconmensurable, y su influencia fue enorme en gigantes como Duke Ellington, Art Tatum o Thelonious Monk .



Y luego he estado disfrutando el último y excelente disco de dos de las reconocidas como mayores exponentes del jazz creativo que se está produciendo en estos últimos años en Nueva York: las compositoras e improvisadoras Ingrid Laubrock y Kris Davis, saxofonista alemana una y pianista canadiense la otra. El disco publicado por Intakt Records lleva el título de “Blood Moon”, imperdible si uno está interesado en el jazz actual.

Hola, Tocho!
Me alegra volver a leerte. Gracias por este nuevo e interesante post.
Al hilo de James P. Johnson, me has hecho recordar la figura de su antecesor Scott Joplin, uno de los grandes compositores del ragtime clásico, fallecido de sífilis a los 48 años, en 1.917, tras haber sido internado en un psiquiátrico el año anterior, y que fue olvidado durante mucho tiempo, hasta que en 1.970 Joshua Rifkin grabara un álbum con sus composiciones que se convirtió en un éxito, con la venta de más de un millón de copias. Su música al igual que la de Johnson fue usada para el cine, en su caso para la famosa película "El Golpe" (1.973), con Paul Newman y Robert Redford. En el caso de James P. Johnson en las clásicas "Casablanca" o "Qué bello es vivir", por ejemplo.
Joplin fue un músico de sólida formación académica que quiso dotar la música afroamericana de un mayor nivel artístico y reconocimiento frente a la música de origen europeo. Pero no era aún el momento para los negros.
Solo nos ha legado sus partituras, ya que no llegó a grabar discos.
Hoy día su figura es reverenciada, sus restos fueron recuperados de una fosa común y sepultados con honores. Se le han hecho homenajes, entre ellos, la concesión del premio Pulitzer a título póstumo.
Tuvo una vida miserable como músico ambulante, obligado a tocar en tugurios y prostíbulos, llena de desgracias personales y calamidades. Y, como a veces ocurre, solo el tiempo le ha hecho justicia, si así puede decirse.







Hasta el genial violinista Itzhak Perlman, acompañado por André Previn, grabaron un disco dedicado a las composiciones de Joplin.


https://www.youtube.com/playlist?list=OLAK5uy_mkt0azBRJnWywLCSekrCIT6uLdCPOXO8U



Y Gunther Schuller se ocupó de dirigir este otro trabajo del The New England Conservatory Ragtime Ensemble sobre su música.

https://www.youtube.com/playlist?list=OLAK5uy_nOFFCAfXBi69UhDqOa7MfXkWrmiHRDNLg



Salutem Plurimam Omnibus!

El ragtime fue la primera música genuinamente norteamericana con impacto internacional, sincopada y bailable, con un tremendo éxito popular en el cambio de siglo. Se puso de moda tanto en Norteamérica como en Europa, y fue un signo de modernidad que chocaba frontalmente con la moral victoriana y sus conservadoras costumbres. Los abuelos no podían estar más escandalizados con esta nueva moda que anunciaba la decadencia de los valores de la sociedad victoriana.

Con el ragtime se bailaba el cakewalk, un baile que tuvo sus orígenes en los salones de las señoriales casas de los hacendados esclavistas de las plantaciones del sur. Este baile tiene una historia divertida sobre la relación de los esclavos negros con sus amos blancos, pero ahora no es el momento de explicarla. Aquí una pareja de baile profesional bailando cakewalk al ritmo de un ragtime:




En la inmensa mayoría de los hogares norteamericanos de cualquier clase social había un piano (en el año 1909 en EEUU se vendieron más de 350.000 pianos), y los todopoderosos editores musicales de Tin Pan Alley, desde donde se dictaban los gustos del gran público, publicaron con un enorme éxito comercial cientos de partituras de ragtime para piano de consumo masivo, un género del que se habían apropiado los compositores blancos, desnaturalizando el carácter negro de sus orígenes para su mejor consumo por el público blanco.

La consolidación del jazz en los años 20 en todo el país—después de un periodo formativo en Nueva Orleans— sustituyó en los salones de baile norteamericanos el éxito que había tenido el ragtime en el par de décadas anteriores, además el jazz se vió favorecido por la incipiente pero explosiva industria del disco. En cambio el ragtime se difundió en forma de partitura, en rollos para pianola o en contados cilindros de cera, porque antes de la Primera Guerra Mundial la tecnología de grabación y reproducción de música en plan industrial aún no había sido desarrollada satisfactoriamente, y este género musical no pudo beneficiarse de una revolucionaria manera de disfrutar la música, que no era en vivo sino grabada en placas redondas de baquelita con un agujerito en medio.

Aquí el audio de uno de los primeros ragtime grabado en un cilindro de cera. Las imágenes muestran unas cuantas portadas de los cuadernos de partituras que vendían con tanto éxito las editoras de Tin Pan Alley:




Otro aspecto fundamental que explica el éxito del jazz versus el envejecido ragtime fue que en los tiempos del ragtime no existía la radio comercial, mientras que el auge del jazz coincidió con la creación de las primeras emisoras de radio en los años 20, y en un tiempo récord se crearon docenas de emisoras con cobertura en todo el país, y de esta manera el jazz disfrutó de una difusión impensable para cualquier tipo de música poco tiempo antes.

Al no haber podido contar con un soporte como el disco que mantuviera el recuerdo, los grandes del ragtime clásico quedaron medio olvidados por el gran público, a excepción del gran Eubie Blake que continuó tocando hasta poco antes de su muerte ¡a los 100 años! en 1983.

El ragtime pasó una época oscura entre las dos Guerras Mundiales, pero en 1950 se publicó un trabajo muy riguroso de Rudi Blesh y Harriet Janis con el título “They All Played Ragtime” que tuvo mucho impacto y ayudó a que algunos pianistas —el veterano Joseph Lamb o Dick Hyman en los 50, Ralph Sutton o Max Morath en los 60— reivindicaran la obra de los compositores de ragtime clásicos, entre ellos Scott Joplin, el más grande de todos. Pero el revival de los años 70 descrito por Sumiko fue cuando concretamente la figura de Scott Joplin volvió a situarse en el mapa de la música popular a partir de las grabaciones del musicólogo Joshua Rifkin y sobre todo la peli de Robert Redford y Paul Newman.

Un ejemplo de que las composiciones de Scott Joplin continuaban siendo interpretadas antes del bombazo de Joshua Rifkin en 1971 es el siguiente video del mencionado Ralph Sutton en 1960 tocando una composición de Scott Joplin:




El jazz y el ragtime son dos cosas diferentes, pero algunos músicos de jazz se han encargado de pulverizar la fina línea que separa estos dos géneros. En estos últimos tiempos el ragtime ha merecido la atención de músicos de jazz vinculados a la modernidad, como Jason Moran, Dave Burrell, Anthony Coleman o incluso el grupo Air de Henry Threadgill. Ragtime populares como el “Tiger Rag” o “Maple Leaf Rag” han sido revisados y grabados por músicos contemporáneos de la categoría de Nicholas Payton, Wycliffe Gordon, Anthony Braxton, Ran Blake o Stefano Bollani, entre otros.

Aquí un audio de Ran Blake en un disco de 1985 versionando el “Maple Leaf Rag”, la composición de Scott Joplin que consiguió más éxito en su tiempo:




Y la versión de Anthony Braxton con Muhal Richard Abrams en 1976, sorprendentemente fiel a la partitura original, dado el vanguardismo radical de ambos:




Otros interesantes jóvenes músicos han publicado discos magníficos de ragtime pero con un ánimo más revivalista que los citados anteriormente, como la pianista Stephanie Trick (gran intérprete de boogie woogie) o Reginald R. Robinson, este último especializado en el ragtime, incluso ha compuesto nuevos ragtime sin sonar a anacrónico, aquí un ejemplo:

Una lección magistral, Tocho.
Da gusto leerte y escuchar las ilustraciones musicales seleccionadas. Me alegra comprobar que estás en plena forma.
Gracias!
Un saludo cordial.