Una del espacio.
+37
ender
Josep TB
mario_man
Music56
Mugaland
naviayork
pricol
Madrededios!!
garantamaulas
sergio.fs
izozaya
walkie
Plantem un pí
JOSE ANTONIO MARTINEZ
Francisco Sanchez
Lord-ka
jibanezm
carapau
JBP
Gregorio J
Celsius
Enrike
DrFunk
rutho
MONOLITO
orejones
karma7
Felix
galena
rubius
daimonides
DINKI
trocri
Noncondition
Vicgarza
MERIDIAN
villegas63
41 participantes
Página 15 de 39.
Página 15 de 39. • 1 ... 9 ... 14, 15, 16 ... 27 ... 39
Una del espacio.
Hola.
La Agencia Espacial italiana ha anunciado hoy miércoles (y también se ha publicado en la revista Science) que bajo la superficie helada del polo sur de Marte, en la zona llamada Planum Australe, han encontrado por primera vez evidencias de la existencia de un lago de agua líquida salobre a 1,5 km. de profundidad, de unos 20 km. de diámetro.
Hasta dónde llega la profundidad del agua almacenada es realmente imposible conocerla, pues los datos del radar solo ofrecen "imágenes" de la superficie de la masa de agua.
En los polos norte y sur de Marte ya se habían visto importantes casquetes de hielo de agua y dióxido de carbono (hielo seco).
La sonda europea Mars Express ha realizado 29 sobrevuelos con el instrumento Marsis (Mars Advanced Radar for Subsurface and Ionosphere Sounding): envía pulsos de radar que penetran en el terreno y los bloques de hielo, para despuès medir el tiempo de retorno en que tardan en reflejarse en la nave los ecos y con qué fuerza.
Estos ecos con reflexiones más fuertes son emitidas por masas de agua y tienen una constante dieléctrica alta, características propias de los materiales acuosos, como se ha demostrado en la Tierra.
Los científicos creen que este lago marciano es semejante a los lagos subglaciales que se encuentran (se conocen unos 400) debajo de las capas de hielo de la Antàrtida, como el famoso lago Vostok a 4.000 m. de profundidad.
Al principio, se pensaba que el lago Vostok (muy por debajo del nivel del mar, en una depresión formada hace 60 millones de años) era estéril de vida, pero investigadores de EE.UU. identificaron hasta 3.500 especies simples, como bacterias, hongos y arqueas (organismos unicelulares que viven y se reproducen en ambientes muy extremos) en muestras tomadas de las capas más profundas de hielo claro como el diamante, en el extremo sudoeste del lago subterràneo.
El lago salino encontrado en el subsuelo de Marte tiene una temperatura de - 68 grados C. y el agua líquida solamente puede ser salobre, ya que las sales reducen el punto de congelación.
Las sales disueltas de magnesio, calcio y sodio presentes en las rocas marcianas podrían disolverse en el agua para formar una salmuera, que, junto con la gran presiòn del hielo superpuesto, lograrían reducir el punto de fusión y el lago permanecería líquido como en los Valles Secos de la Antártida, donde existe un lago de salmuera.
Este lago salobre de Marte, frío y con alta presión podría albergar vida microbiana tal como la conocemos: son condiciones hostiles, pero no imposibles.
Lo que admite pocas dudas es que esta posible vida estaría allí a salvo de la radiación y de los compuestos muy oxidantes de la superficie marciana.
Por otra parte, recientes investigaciones nos han demostrado que existen grandes cantidades de hielo cerca del subsuelo en zonas tropicales del planeta, que bien podrían esconder lagos o barros de agua líquida mucho más cerca de la superficie, y, por tanto, màs accesibles para su exploración "inmediata" en busca de formas de vida.
No disponemos actualmente de la tecnología para transportar todos los materiales necesarios e intentar descender hasta 1.500 m. en el subsuelo de Marte.
Un saludo.
La Agencia Espacial italiana ha anunciado hoy miércoles (y también se ha publicado en la revista Science) que bajo la superficie helada del polo sur de Marte, en la zona llamada Planum Australe, han encontrado por primera vez evidencias de la existencia de un lago de agua líquida salobre a 1,5 km. de profundidad, de unos 20 km. de diámetro.
Hasta dónde llega la profundidad del agua almacenada es realmente imposible conocerla, pues los datos del radar solo ofrecen "imágenes" de la superficie de la masa de agua.
En los polos norte y sur de Marte ya se habían visto importantes casquetes de hielo de agua y dióxido de carbono (hielo seco).
La sonda europea Mars Express ha realizado 29 sobrevuelos con el instrumento Marsis (Mars Advanced Radar for Subsurface and Ionosphere Sounding): envía pulsos de radar que penetran en el terreno y los bloques de hielo, para despuès medir el tiempo de retorno en que tardan en reflejarse en la nave los ecos y con qué fuerza.
Estos ecos con reflexiones más fuertes son emitidas por masas de agua y tienen una constante dieléctrica alta, características propias de los materiales acuosos, como se ha demostrado en la Tierra.
Los científicos creen que este lago marciano es semejante a los lagos subglaciales que se encuentran (se conocen unos 400) debajo de las capas de hielo de la Antàrtida, como el famoso lago Vostok a 4.000 m. de profundidad.
Al principio, se pensaba que el lago Vostok (muy por debajo del nivel del mar, en una depresión formada hace 60 millones de años) era estéril de vida, pero investigadores de EE.UU. identificaron hasta 3.500 especies simples, como bacterias, hongos y arqueas (organismos unicelulares que viven y se reproducen en ambientes muy extremos) en muestras tomadas de las capas más profundas de hielo claro como el diamante, en el extremo sudoeste del lago subterràneo.
El lago salino encontrado en el subsuelo de Marte tiene una temperatura de - 68 grados C. y el agua líquida solamente puede ser salobre, ya que las sales reducen el punto de congelación.
Las sales disueltas de magnesio, calcio y sodio presentes en las rocas marcianas podrían disolverse en el agua para formar una salmuera, que, junto con la gran presiòn del hielo superpuesto, lograrían reducir el punto de fusión y el lago permanecería líquido como en los Valles Secos de la Antártida, donde existe un lago de salmuera.
Este lago salobre de Marte, frío y con alta presión podría albergar vida microbiana tal como la conocemos: son condiciones hostiles, pero no imposibles.
Lo que admite pocas dudas es que esta posible vida estaría allí a salvo de la radiación y de los compuestos muy oxidantes de la superficie marciana.
Por otra parte, recientes investigaciones nos han demostrado que existen grandes cantidades de hielo cerca del subsuelo en zonas tropicales del planeta, que bien podrían esconder lagos o barros de agua líquida mucho más cerca de la superficie, y, por tanto, màs accesibles para su exploración "inmediata" en busca de formas de vida.
No disponemos actualmente de la tecnología para transportar todos los materiales necesarios e intentar descender hasta 1.500 m. en el subsuelo de Marte.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
Una tormenta global lleva instalada en Marte desde sus comienzos del 10 de junio, y los científicos piensan (según evolucionaron otras anteriores) que llegue al menos hasta septiembre.
El fino polvo marciano ha causado que el rover Opportunity esté inoperativo desde mediados de junio, al estar cubiertos sus paneles solares.
Ahora, un equipo de científicos de la Universidad Johns Hopkins creen haber descubierto, en parte, por qué Marte es tan polvoriento.
Su estudio, publicado en Nature Communications, señala que el polvo que cubre normalmente gran parte de la superficie de Marte proviene sobretodo de un enorme depòsito o formación geológica situada cerca del ecuador, que se erosiona gradualmente con el tiempo y contamina el planeta.
Han observado la composición química del polvo, y se dieron cuenta que en todas partes del planeta está enriquecido en azufre y cloro, con una relación (%) muy distinta entre el azufre y el cloro.
Con los datos recopilados por la nave Mars Odyssey, que orbita Marte desde el año 2001, pudieron determinar que la región llamada Formación Medusae Fossae (FMF) tiene una gran abundancia de azufre y cloro, y con el mismo % que se da en el polvo marciano.
Los primeros hallazgos sugieren que esta región tiene un origen volcánico, y si antes tenía un tamaño de la mitad de los EE.UU., la erosión provocada por el viento ha reducido el depósito de polvo hasta el 20% actual.
Este depósito de polvo es el más grande conocido de todo el Sistema Solar, y los cálculos dicen que ahora existe el suficiente polvo en Marte para, si se extendiera uniformemente...cubrir todo el planeta con una capa de varios metros de espesor.
Y es que Marte, aún siendo un planeta pequeño en comparación con la Tierra (6.794 km. de diámetro y 12.756 la Tierra), esa proporción no se cumple ni por asomo en su geología visible.
Algunos ejemplos, aparte de sus periódicas tormentas de polvo globales, son:
- El Monte Olimpo: el mayor volcán conocido del Sistema Solar, con 22 km. de altura, diámetro en la base de 610 km. y una superficie de nada menos que 283.000 km2.
- Los Valles Marineris: un gran cañón o "cicatriz" que recorre el ecuador, de 4.500 km. de longitud, 200 km. de anchura y 11 km. de profundidad máxima.
- Una gran planicie en la mitad norte que ocupa casi el 40% de su superficie, y que se piensa que es el resultado de un gran choque ocurrido hace millones de años con un objeto de 2.000 km. de diámetro.
Hay que pensar un poco en cómo sería la Tierra si estos 3 ejemplos los trasladáramos hasta aquí, siendo que Marte solamente tiene el 28% de su superficie...
Las partículas de polvo afectan al clima marciano mediante la absorción de la radiación solar, lo que resulta en temperaturas más bajas a nivel del suelo, y mayores en la atmósfera. Este contraste de temperaturas puede crear vientos más fuertes, lo que lleva a que se levante aún más polvo de la superficie, y formar una especie de "bucle".
Las tormentas de polvo estacionales suceden cada año marciano (2 terrestres), y a nivel global cada unos 10 años aproximadamente.
Lujendra Ojha dice: "en la Tierra, el polvo está separado de las formaciones rocosas blandas por diversas fuerzas de la naturaleza, como el viento, agua, glaciares y volcanes activos. Nos preguntamos cómo es posible que Marte tenga tal cantidad de polvo si ninguno de esos 4 procesos están activos sobre el planeta. Aunque estos factores pueden haber desempeñado un papel en el pasado, tiene que haber algo más que se nos escapa, y que debe ser el culpable de las grandes extensiones de polvo existentes en la actualidad".
Un saludo.
Una tormenta global lleva instalada en Marte desde sus comienzos del 10 de junio, y los científicos piensan (según evolucionaron otras anteriores) que llegue al menos hasta septiembre.
El fino polvo marciano ha causado que el rover Opportunity esté inoperativo desde mediados de junio, al estar cubiertos sus paneles solares.
Ahora, un equipo de científicos de la Universidad Johns Hopkins creen haber descubierto, en parte, por qué Marte es tan polvoriento.
Su estudio, publicado en Nature Communications, señala que el polvo que cubre normalmente gran parte de la superficie de Marte proviene sobretodo de un enorme depòsito o formación geológica situada cerca del ecuador, que se erosiona gradualmente con el tiempo y contamina el planeta.
Han observado la composición química del polvo, y se dieron cuenta que en todas partes del planeta está enriquecido en azufre y cloro, con una relación (%) muy distinta entre el azufre y el cloro.
Con los datos recopilados por la nave Mars Odyssey, que orbita Marte desde el año 2001, pudieron determinar que la región llamada Formación Medusae Fossae (FMF) tiene una gran abundancia de azufre y cloro, y con el mismo % que se da en el polvo marciano.
Los primeros hallazgos sugieren que esta región tiene un origen volcánico, y si antes tenía un tamaño de la mitad de los EE.UU., la erosión provocada por el viento ha reducido el depósito de polvo hasta el 20% actual.
Este depósito de polvo es el más grande conocido de todo el Sistema Solar, y los cálculos dicen que ahora existe el suficiente polvo en Marte para, si se extendiera uniformemente...cubrir todo el planeta con una capa de varios metros de espesor.
Y es que Marte, aún siendo un planeta pequeño en comparación con la Tierra (6.794 km. de diámetro y 12.756 la Tierra), esa proporción no se cumple ni por asomo en su geología visible.
Algunos ejemplos, aparte de sus periódicas tormentas de polvo globales, son:
- El Monte Olimpo: el mayor volcán conocido del Sistema Solar, con 22 km. de altura, diámetro en la base de 610 km. y una superficie de nada menos que 283.000 km2.
- Los Valles Marineris: un gran cañón o "cicatriz" que recorre el ecuador, de 4.500 km. de longitud, 200 km. de anchura y 11 km. de profundidad máxima.
- Una gran planicie en la mitad norte que ocupa casi el 40% de su superficie, y que se piensa que es el resultado de un gran choque ocurrido hace millones de años con un objeto de 2.000 km. de diámetro.
Hay que pensar un poco en cómo sería la Tierra si estos 3 ejemplos los trasladáramos hasta aquí, siendo que Marte solamente tiene el 28% de su superficie...
Las partículas de polvo afectan al clima marciano mediante la absorción de la radiación solar, lo que resulta en temperaturas más bajas a nivel del suelo, y mayores en la atmósfera. Este contraste de temperaturas puede crear vientos más fuertes, lo que lleva a que se levante aún más polvo de la superficie, y formar una especie de "bucle".
Las tormentas de polvo estacionales suceden cada año marciano (2 terrestres), y a nivel global cada unos 10 años aproximadamente.
Lujendra Ojha dice: "en la Tierra, el polvo está separado de las formaciones rocosas blandas por diversas fuerzas de la naturaleza, como el viento, agua, glaciares y volcanes activos. Nos preguntamos cómo es posible que Marte tenga tal cantidad de polvo si ninguno de esos 4 procesos están activos sobre el planeta. Aunque estos factores pueden haber desempeñado un papel en el pasado, tiene que haber algo más que se nos escapa, y que debe ser el culpable de las grandes extensiones de polvo existentes en la actualidad".
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
Un equipo de investigadores del Instituto Carnegie, dirigido por Scott S. Sheppard, estaba en la primavera de 2017 rastreando objetos lejanos, como parte de su búsqueda del hipotético Planeta X (también llamado Planeta 9).
En la trayectoria de esa búsqueda pasaba cerca Júpiter, así que aprovecharon para intentar buscar tambièn nuevas lunas que sumar a las 67 ya conocidas.
De esta improvisada forma encontraron hasta 12 lunas más de entre 1 y 3 km. de diámetro que orbitan Júpiter, y después de 1 año de estudios laboriosos y repetitivos para calcular exactamente sus órbitas, ahora nos han dado a conocer los resultados:
- 9 lunas se agrupan en al menos 3 conjuntos orbitales distintos. Se piensa que son restos de 3 cuerpos anteriores más grandes. Orbitan a Júpiter de forma retrógrada u opuesta a la rotación del gigante gaseoso. Tardan 2 años en completar 1 òrbita.
- 2 lunas forman un grupo interno más cercano a Júpiter y orbitan en su misma dirección. Pueden ser fragmentos de una anterior luna mayor, y tardan algo más de 1 año en terminar una órbita al planeta.
- La luna número 12 es la más pequeña (solo 1 km. de diàmetro) y no se parece en nada a los restantes 78 satélites: orbita de forma prógrada (igual dirección), pero está más distante y màs inclinada que el grupo de lunas que orbitan en la misma dirección, por lo que su órbita se cruza con la de las lunas retrógradas exteriores cada 1,5 años.
Scott S. Sheppard explica: "Existe una situación inestable, y es mucho más probable que se produzcan colisiones frontales, que romperán rápidamente los objetos y los reducirán a polvo. El descubrimiento de que las lunas más pequeñas en los diversos grupos orbitales de Júpiter aún son abundantes sugiere que las colisiones que las crearon ocurrieron después de la era de formación planetaria, cuando el Sol todavía estaba rodeado por un disco giratorio de gas y polvo del que nacieron los planetas. Debido a sus tamaños comprendidos entre 1 y 3 km. de diámetro, estas últimas 12 lunas descubiertas estàn influenciadas por el gas y polvo circundantes. Si estas materias primas aún estuvieron presentes cuando la primera generación de lunas de Júpiter colisionó para formar las actuales agrupaciones de lunas, el arrastre ejercido por cualquier gas y polvo restante en las lunas más pequeñas habría sido suficiente para hacer que se movieran en espiral hacia Júpiter. Su existencia muestra que, probablemente, se formaron después de que este gas y polvo se disipara".
Las 4 lunas más grandes son Io, Europa, Calixto y Ganímedes, y las descubrió Galileo Galilei en 1610.
Un saludo.
Un equipo de investigadores del Instituto Carnegie, dirigido por Scott S. Sheppard, estaba en la primavera de 2017 rastreando objetos lejanos, como parte de su búsqueda del hipotético Planeta X (también llamado Planeta 9).
En la trayectoria de esa búsqueda pasaba cerca Júpiter, así que aprovecharon para intentar buscar tambièn nuevas lunas que sumar a las 67 ya conocidas.
De esta improvisada forma encontraron hasta 12 lunas más de entre 1 y 3 km. de diámetro que orbitan Júpiter, y después de 1 año de estudios laboriosos y repetitivos para calcular exactamente sus órbitas, ahora nos han dado a conocer los resultados:
- 9 lunas se agrupan en al menos 3 conjuntos orbitales distintos. Se piensa que son restos de 3 cuerpos anteriores más grandes. Orbitan a Júpiter de forma retrógrada u opuesta a la rotación del gigante gaseoso. Tardan 2 años en completar 1 òrbita.
- 2 lunas forman un grupo interno más cercano a Júpiter y orbitan en su misma dirección. Pueden ser fragmentos de una anterior luna mayor, y tardan algo más de 1 año en terminar una órbita al planeta.
- La luna número 12 es la más pequeña (solo 1 km. de diàmetro) y no se parece en nada a los restantes 78 satélites: orbita de forma prógrada (igual dirección), pero está más distante y màs inclinada que el grupo de lunas que orbitan en la misma dirección, por lo que su órbita se cruza con la de las lunas retrógradas exteriores cada 1,5 años.
Scott S. Sheppard explica: "Existe una situación inestable, y es mucho más probable que se produzcan colisiones frontales, que romperán rápidamente los objetos y los reducirán a polvo. El descubrimiento de que las lunas más pequeñas en los diversos grupos orbitales de Júpiter aún son abundantes sugiere que las colisiones que las crearon ocurrieron después de la era de formación planetaria, cuando el Sol todavía estaba rodeado por un disco giratorio de gas y polvo del que nacieron los planetas. Debido a sus tamaños comprendidos entre 1 y 3 km. de diámetro, estas últimas 12 lunas descubiertas estàn influenciadas por el gas y polvo circundantes. Si estas materias primas aún estuvieron presentes cuando la primera generación de lunas de Júpiter colisionó para formar las actuales agrupaciones de lunas, el arrastre ejercido por cualquier gas y polvo restante en las lunas más pequeñas habría sido suficiente para hacer que se movieran en espiral hacia Júpiter. Su existencia muestra que, probablemente, se formaron después de que este gas y polvo se disipara".
Las 4 lunas más grandes son Io, Europa, Calixto y Ganímedes, y las descubrió Galileo Galilei en 1610.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
La madrugada de mañana sábado día 11 está previsto (aunque si hubiera algún problema, la ventana de lanzamiento llega hasta el día 23) que despegue de Cabo Cañaveral un cohete Delta IV-Heavy, que llevará ubicado en lo alto la sonda Parker Solar Probe de 3 m. de longitud y 685 kg.
El proyecto ha sido llevado a cargo del laboratorio APL (Appled Physics Laboratory) de la Johns Hopkins University.
Esta misión de 1.100 millones de € tiene como único objetivo "tocar" el Sol, pues se acercará hasta 6.160.000 km. para estudiarlo como nunca antes ha podido el hombre: la nave que más se aproximó al Sol fue la alemana Helios 2 en 1976, que llegó hasta los 43.000.000 km. (65 radios solares).
El físico estadounidense Eugene Parker (1927) pasará a la historia porque es la primera vez que una sonda lleva el nombre de una persona todavía viva.
Tenía 31 años cuando en 1958 bautizó como viento solar el flujo continuo de partículas cargadas elèctricamente (paquetes de electrones y protones con elevada energía y a millones de km/h) que emite el Sol, y describió el complejo mecanismo que quizás lo podría generar.
Nicola Fox dice: "Lo que queremos saber con esta sonda es por qué la temperatura de la corona (la parte más externa y recorrida por potentes campos magnéticos) llega hasta los 2 millones de grados, siendo que la superficie del Sol tiene solo 5500. Cómo se acelera y se calienta el viento solar, y cómo se transportan las partículas energèticas. Todo esto nos permitirá entender el viaje del viento solar hasta la Tierra y cómo responde a ello el campo magnético terrestre".
La sonda tendrá que sobrevolar Venus hasta 7 veces para aumentar, mediante su asistencia gravitatoria, la velocidad hasta unos impactantes y finales 687.000 km/h., que son 190,8 km/seg. Cruzaría todo el norte de España en 6" y llegaría a la Luna en 33 minutos.
Cuando llegue al Sol, tendrá que viajar a través de materiales que estarán a 500.000 grados C., pero no se derretirá, pues hay que entender el concepto de calor en función de la temperatura.
Lo que realmente mide la temperatura es lo rápido que se mueven las partículas, mientras que el calor mide la cantidad total de energía que esas partículas transfieren.
Las partículas pueden moverse rápidamente (a alta temperatura), pero si hay muy pocas, no transferirán demasiada energía (poco calor). Y como el espacio está casi vacío, hay poquísimas partículas que puedan transferir energía a la Parker Solar Probe. La corona solar, a través de la que la nave deberá volar, tiene una temperatura extrema alta, pero una densidad bajísima de partículas.
La sonda lleva un escudo frontal de 2,4 m. de diámetro, 70 kg. y 12 cm. de grosor formado por 2 placas de carbono separadas por espuma tambièn de carbono, que ha sido testado hasta 1.650 grados, con lo que los instrumentos científicos estarán en unos cómodos 30 grados C.
Los 4 instrumentos para tomar datos son:
- FIELDS: estudiará los campos electromagnèticos, flujo y densidad del plasma solar.
- SWEAP: medirá la abundancia de partículas y sus velocidades en el viento solar.
- WISPR: tomará imágenes de la corona solar y de la heliosfera interna.
- ISIS: para medir las partículas cargadas más energéticas, de 10 keV a 100 MeV.
Una antena de 60 cm. de diámetro transmitirá los datos hasta la Tierra.
Un sensor para medir los flujos de iones, electrones y los àngulos del flujo del viento solar estará fuera de la protección del escudo TPS de carbono, por lo que ha sido creado con láminas de una aleación única de titanio-zirconio-molibdeno con el punto de fusión más alto conseguido hasta la fecha: 3.422 grados C.
El cableado está realizado de niobio y ha sido "suspendido" en el interior de una serie de tubos de cristal de zafiro.
Los paneles solares para obtener energía del Sol se retraerán detrás del escudo térmico cuando la sonda se aproxime a nuestra estrella, dejando un pequeño segmento expuesto directamente a los intensos rayos solares, 500 veces más potentes que en la Tierra.
Además, los paneles solares llevan un sistema exclusivo de refrigeración interna, mediante bombeo, para hacer circular los 3,7 litros de refrigerante compuesto por agua desionizada y presurizada.
La sonda ha sido probada en el Horno Solar Odeillo, que concentra la luz de 10.000 espejos ajustables.
Unos cuantos sensores unidos a la nave y ubicados al borde de la sombra dada por el escudo térmico de carbono, harán de testigos para verificar que ninguna parte de la sonda recibe luz solar que no debiera, y mandará al instante la orden de corregir levemente la trayectoria.
Tras el lanzamiento, la Parker Solar Probe es completamente autónoma para detectar la posición del Sol y alinear el escudo térmico en el ángulo adecuado.
Tendrá que enfrentarse sola tanto al frío del espacio como, más tarde, al calor del Sol según se vaya acercando: si algo saliera mal, 8 minutos o alguno menos son demasiados para enviar desde la Tierra una corrección válida.
La misión durará 6 años y 11 meses y la sonda dará 24 órbitas de aproximación al Sol, siendo la órbita final de un periodo de 88 días, un afelio de 110 millones de km. (0,73 UA) y un perihelio de 6,16 millones de km. sobre la fotosfera del Sol.
El primer perihelio será el próximo mes de noviembre, a 25 millones de km. El último de los 14 perihelios cercanos será en 2025.
Actualmente, las sondas espaciales SOHO y SDO exploran (desde 1995 y 2010, respectivamente) la superficie del Sol como observatorios fijos desde el punto Lagrange L1: donde la gravedad de la Tierra y el Sol está equilibrada.
En algún momento futuro el combustible de hidrazina se terminará, los 12 propulsores de 4,4 newton de empuje quedarán inoperativos, el escudo térmico dejará de estar orientado correctamente hacia el Sol, el calor hará pedazos la nave, y estas partes se irán haciendo más pequeñas hasta quedar convertidas finalmente en una mínima fracción del viento solar.
En 2019 en Hawài se inaugurará el DKIST: el mayor telescopio solar del mundo, para obtener imágenes en alta resolución del disco solar.
La ESA y la NASA lanzarán en 2020 la Solar Orbiter para analizar el entorno de los campos electromagnéticos y partículas, tomando fotos y videos en muy alta resolución para estudiar cómo el Sol genera la heliosfera, y estudiará ademàs las regiones desconocidas de los polos del Sol.
Con el DKIST, la Parker Solar Probe y la Solar Orbiter obteniendo multitud de datos nuevos, los científicos esperan que cambiará sustancialmente lo que sabemos del Sol en los próximos años.
Javier Rodríguez Pacheco, investigador principal del EPD (Detector de Partículas Energéticas) que llevará la Solar Orbiter, dice: "Vivimos al lado de una estrella y, como especie, tenemos el deber de entender sus misterios. Es fundamental poder medir y predecir su comportamiento".
El 31.05.2017 en el auditorio de la Universidad de Chicago, donde Eugene Parker fue profesor en el Departamento de Astronomía y Astrofísica, dijo a sus 90 años: "La sonda irá hacia una región del espacio que jamás ha sido explorada. Es muy emocionante que por fin podremos echar un vistazo. Uno quisiera tener algunas medidas màs detalladas de lo que sucede con el viento solar. Estoy seguro que habrá algunas sorpresas. Siempre las hay".
Nicola Fox, científica del proyecto, anotó: "Estamos muy orgullosos de poder llevar el nombre de Eugene Parker con nosotros en este asombroso viaje de descubrimientos".
De vez en cuando, el Sol lanza disparadas al espacio miles de millones de toneladas de partículas cargadas eléctricamente, que pueden tardar menos de 24 horas en llegar a la Tierra, pudiendo provocar, además de auroras boreales, serios problemas en los sistemas de comunicaciones y de suministro eléctrico, dependiendo de su intensidad.
Se espera que la información captada por la Parker Solar Probe en sus casi 7 años de misión ayude en lo posible a predecir este tipo de fenómenos, que, si no se toman las debidas precauciones, pueden inutilizar satélites, dejarnos sin GPS, radares, radio y suministro eléctrico.
El Sol es la estrella a la que debemos la vida, pero también es una amenaza para nuestra actual civilización tecnològica.
Un saludo.
La madrugada de mañana sábado día 11 está previsto (aunque si hubiera algún problema, la ventana de lanzamiento llega hasta el día 23) que despegue de Cabo Cañaveral un cohete Delta IV-Heavy, que llevará ubicado en lo alto la sonda Parker Solar Probe de 3 m. de longitud y 685 kg.
El proyecto ha sido llevado a cargo del laboratorio APL (Appled Physics Laboratory) de la Johns Hopkins University.
Esta misión de 1.100 millones de € tiene como único objetivo "tocar" el Sol, pues se acercará hasta 6.160.000 km. para estudiarlo como nunca antes ha podido el hombre: la nave que más se aproximó al Sol fue la alemana Helios 2 en 1976, que llegó hasta los 43.000.000 km. (65 radios solares).
El físico estadounidense Eugene Parker (1927) pasará a la historia porque es la primera vez que una sonda lleva el nombre de una persona todavía viva.
Tenía 31 años cuando en 1958 bautizó como viento solar el flujo continuo de partículas cargadas elèctricamente (paquetes de electrones y protones con elevada energía y a millones de km/h) que emite el Sol, y describió el complejo mecanismo que quizás lo podría generar.
Nicola Fox dice: "Lo que queremos saber con esta sonda es por qué la temperatura de la corona (la parte más externa y recorrida por potentes campos magnéticos) llega hasta los 2 millones de grados, siendo que la superficie del Sol tiene solo 5500. Cómo se acelera y se calienta el viento solar, y cómo se transportan las partículas energèticas. Todo esto nos permitirá entender el viaje del viento solar hasta la Tierra y cómo responde a ello el campo magnético terrestre".
La sonda tendrá que sobrevolar Venus hasta 7 veces para aumentar, mediante su asistencia gravitatoria, la velocidad hasta unos impactantes y finales 687.000 km/h., que son 190,8 km/seg. Cruzaría todo el norte de España en 6" y llegaría a la Luna en 33 minutos.
Cuando llegue al Sol, tendrá que viajar a través de materiales que estarán a 500.000 grados C., pero no se derretirá, pues hay que entender el concepto de calor en función de la temperatura.
Lo que realmente mide la temperatura es lo rápido que se mueven las partículas, mientras que el calor mide la cantidad total de energía que esas partículas transfieren.
Las partículas pueden moverse rápidamente (a alta temperatura), pero si hay muy pocas, no transferirán demasiada energía (poco calor). Y como el espacio está casi vacío, hay poquísimas partículas que puedan transferir energía a la Parker Solar Probe. La corona solar, a través de la que la nave deberá volar, tiene una temperatura extrema alta, pero una densidad bajísima de partículas.
La sonda lleva un escudo frontal de 2,4 m. de diámetro, 70 kg. y 12 cm. de grosor formado por 2 placas de carbono separadas por espuma tambièn de carbono, que ha sido testado hasta 1.650 grados, con lo que los instrumentos científicos estarán en unos cómodos 30 grados C.
Los 4 instrumentos para tomar datos son:
- FIELDS: estudiará los campos electromagnèticos, flujo y densidad del plasma solar.
- SWEAP: medirá la abundancia de partículas y sus velocidades en el viento solar.
- WISPR: tomará imágenes de la corona solar y de la heliosfera interna.
- ISIS: para medir las partículas cargadas más energéticas, de 10 keV a 100 MeV.
Una antena de 60 cm. de diámetro transmitirá los datos hasta la Tierra.
Un sensor para medir los flujos de iones, electrones y los àngulos del flujo del viento solar estará fuera de la protección del escudo TPS de carbono, por lo que ha sido creado con láminas de una aleación única de titanio-zirconio-molibdeno con el punto de fusión más alto conseguido hasta la fecha: 3.422 grados C.
El cableado está realizado de niobio y ha sido "suspendido" en el interior de una serie de tubos de cristal de zafiro.
Los paneles solares para obtener energía del Sol se retraerán detrás del escudo térmico cuando la sonda se aproxime a nuestra estrella, dejando un pequeño segmento expuesto directamente a los intensos rayos solares, 500 veces más potentes que en la Tierra.
Además, los paneles solares llevan un sistema exclusivo de refrigeración interna, mediante bombeo, para hacer circular los 3,7 litros de refrigerante compuesto por agua desionizada y presurizada.
La sonda ha sido probada en el Horno Solar Odeillo, que concentra la luz de 10.000 espejos ajustables.
Unos cuantos sensores unidos a la nave y ubicados al borde de la sombra dada por el escudo térmico de carbono, harán de testigos para verificar que ninguna parte de la sonda recibe luz solar que no debiera, y mandará al instante la orden de corregir levemente la trayectoria.
Tras el lanzamiento, la Parker Solar Probe es completamente autónoma para detectar la posición del Sol y alinear el escudo térmico en el ángulo adecuado.
Tendrá que enfrentarse sola tanto al frío del espacio como, más tarde, al calor del Sol según se vaya acercando: si algo saliera mal, 8 minutos o alguno menos son demasiados para enviar desde la Tierra una corrección válida.
La misión durará 6 años y 11 meses y la sonda dará 24 órbitas de aproximación al Sol, siendo la órbita final de un periodo de 88 días, un afelio de 110 millones de km. (0,73 UA) y un perihelio de 6,16 millones de km. sobre la fotosfera del Sol.
El primer perihelio será el próximo mes de noviembre, a 25 millones de km. El último de los 14 perihelios cercanos será en 2025.
Actualmente, las sondas espaciales SOHO y SDO exploran (desde 1995 y 2010, respectivamente) la superficie del Sol como observatorios fijos desde el punto Lagrange L1: donde la gravedad de la Tierra y el Sol está equilibrada.
En algún momento futuro el combustible de hidrazina se terminará, los 12 propulsores de 4,4 newton de empuje quedarán inoperativos, el escudo térmico dejará de estar orientado correctamente hacia el Sol, el calor hará pedazos la nave, y estas partes se irán haciendo más pequeñas hasta quedar convertidas finalmente en una mínima fracción del viento solar.
En 2019 en Hawài se inaugurará el DKIST: el mayor telescopio solar del mundo, para obtener imágenes en alta resolución del disco solar.
La ESA y la NASA lanzarán en 2020 la Solar Orbiter para analizar el entorno de los campos electromagnéticos y partículas, tomando fotos y videos en muy alta resolución para estudiar cómo el Sol genera la heliosfera, y estudiará ademàs las regiones desconocidas de los polos del Sol.
Con el DKIST, la Parker Solar Probe y la Solar Orbiter obteniendo multitud de datos nuevos, los científicos esperan que cambiará sustancialmente lo que sabemos del Sol en los próximos años.
Javier Rodríguez Pacheco, investigador principal del EPD (Detector de Partículas Energéticas) que llevará la Solar Orbiter, dice: "Vivimos al lado de una estrella y, como especie, tenemos el deber de entender sus misterios. Es fundamental poder medir y predecir su comportamiento".
El 31.05.2017 en el auditorio de la Universidad de Chicago, donde Eugene Parker fue profesor en el Departamento de Astronomía y Astrofísica, dijo a sus 90 años: "La sonda irá hacia una región del espacio que jamás ha sido explorada. Es muy emocionante que por fin podremos echar un vistazo. Uno quisiera tener algunas medidas màs detalladas de lo que sucede con el viento solar. Estoy seguro que habrá algunas sorpresas. Siempre las hay".
Nicola Fox, científica del proyecto, anotó: "Estamos muy orgullosos de poder llevar el nombre de Eugene Parker con nosotros en este asombroso viaje de descubrimientos".
De vez en cuando, el Sol lanza disparadas al espacio miles de millones de toneladas de partículas cargadas eléctricamente, que pueden tardar menos de 24 horas en llegar a la Tierra, pudiendo provocar, además de auroras boreales, serios problemas en los sistemas de comunicaciones y de suministro eléctrico, dependiendo de su intensidad.
Se espera que la información captada por la Parker Solar Probe en sus casi 7 años de misión ayude en lo posible a predecir este tipo de fenómenos, que, si no se toman las debidas precauciones, pueden inutilizar satélites, dejarnos sin GPS, radares, radio y suministro eléctrico.
El Sol es la estrella a la que debemos la vida, pero también es una amenaza para nuestra actual civilización tecnològica.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
Un día de principios de 2007, David Narkevic, alumno de física en la Universidad de Virginia Occidental, fue a dar una noticia a su profesor (de física y astronomía) Duncan Lorimer, que le había encomendado examinar datos de archivo sobre las Nubes de Magallanes: "He descubierto algo que parece bastante interesante", dijo con pasmosa tranquilidad este pupilo de carácter comedido, mientras le mostraba una gráfica.
Las Nubes de Magallanes son 2 galaxias satélite de la Vía Láctea, situadas a unos 200.000 años luz de la Tierra.
Era una señal màs de 100 veces más intensa que el ruido debido a la electrónica del telescopio.
En un principio, a Duncan Lorimer y Maura McLaughlin les pareció que había encontrado justo lo que ambos estaban buscando: un púlsar, tipo de estrella muy pequeña, brillante y compacta.
Por entonces se conocían unos 2.000 púlsares, y los 2 astrónomos estaban intentando encontrar algunos lejanos y muy brillantes.
Cuando hizo Narkevic su descubrimiento, estaba analizando observaciones hechas 5 años atràs por el radiotelescopio Parkes, en Australia, que es capaz de explorar con gran rapidez grandes áreas del cielo gracias a que puede observar simultáneamente 13 posiciones, llamadas "haces".
La señal en la que había reparado el alumno era muy desconcertante: no solo por su gran brillo, sino porque provenía de una región del cielo ubicada unos pocos grados al sur de la Pequeña Nube de Magallanes, por lo que no parecía corresponder a un púlsar de esta galaxia enana.
Pero lo más sorprendente era que la señal mostraba una medida de dispersión muy elevada: mucho mayor de lo que cabía esperar para un objeto de la Vía Láctea, e incluso un 50% más grande de la que mostraría un astro en la Pequeña Nube de Magallanes.
La fuente parecía estar a unos 3.000 millones de años luz, mucho más allà de nuestro Grupo Local de galaxias.
La velocidad finita de la luz y la corta duración de la señal indicaban que no podía proceder de un objeto de más de 10 milisegundos de luz de ancho: es decir, unos 3.000 km., mucho menos que los casi 1,4 millones de km. que mide el Sol de diámetro.
Aunque un púlsar sí resultaba compatible con esas dimensiones, la ingente cantidad de energía radiada era más elevada que la que libera el Sol en todo 1 mes y más de 1.000 millones de veces mayor que la de los pulsos de los púlsares más brillantes.
¿Qué tipo de objeto les brindaba semejante espectáculo?...
Parecía que su pupilo Narkevic había dado con algo totalmente nuevo: un tipo de señal cósmica que ocuparía en adelante un lugar cada vez más destacado es sus investigaciones, y que acabaría desconcertando a toda la comunidad astronómica.
Se le terminó denominando explosión rápida de radio: FRB en inglés.
A partir de la duración y el campo de visiòn de las observaciones del telescopio Parkes, calcularon que cada día podrían estar estallando en el cielo varios centenares de ráfagas de radio similares sin que hubieran sido detectadas.
Muy pronto, gracias a las búsquedas llevadas a cabo con diferentes telescopios, comenzaron a aflorar más explosiones de radio FRB.
Todo se complicó en 2016, cuando un equipo dirigido por Laura Spitler del Instituto Max Planck de Radioastronomía de Bonn, anunció que había detectado destellos repetidos asociados a una de las explosiones, observada originalmente en datos tomados en 2012 desde el Observatorio de Arecibo, en Puerto Rico.
Hasta entonces, los astrónomos habían llegado a la conclusión de que las FRB correspondían a eventos puntuales: es decir, que ocurrían solamente una vez.
Sin embargo, unos 3 años después del estallido inicial (FRB 121102), Spitler y sus colaboradores identificaron otras 10 explosiones en la misma zona del cielo. Sus tiempos de llegada no parecían ser regulares, y tanto la duración de los pulsos como otras características exhibìan variaciones.
A raíz de este descubrimiento, se organizaron varias campañas con radiotelescopios de todo el mundo. Una de ellas usó el conjunto VLA de Nuevo México, de 27 antenas, para buscar sistemáticamente en la región del cielo de FRB 121102. Era una posibilidad única para determinar la posición celeste de las FRB con una precisión superior en varios òrdenes de magnitud a la dada por una sola antena.
Al cabo de 6 meses el equipo de B. Marcote del Instituto JIVE (Países Bajos), localizó repetidas explosiones asociadas a FRB 121102 con una precisión inferior a 1 segundo de arco.
Gracias a ello, fue posible identificar la galaxia en la que se produjo: una galaxia enana con una masa 20.000 veces menor que la Vía Láctea y mucho más distante que el púlsar más lejano que conocemos.
Estos hallazgos dejaron claro que las enigmáticas FRB constituyen eventos de enorme potencia y extremadamente remotos.
Hoy ya sabemos que las FRB son fenómenos cósmicos reales, pero, sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer hasta descubrir su causa.
Una pregunta importante es si las FRB se originan a partir de eventos aislados, como las supernovas, o si proceden de objetos duraderos, como los púlsares, que emiten destellos de forma periódica.
El caso recurrente de FRB 121102 parece apuntar a la segunda posibilidad, aunque hasta ahora se trata de la única FRB para la que se han detectado múltiples estallidos. Es posible que todas ellas se repitan, y que cada una de las ráfagas aisladas que se han observado no sea sino la màs brillante en cierta distribución de energías.
Si nos ceñimos a fuentes cósmicas persistentes, muchos astrónomos se decantan por explicaciones relacionadas con objetos compactos, como los púlsares, que se forman cuando una gran estrella muere explotando en forma de supernova, y una gran parte de su masa colapsa sobre sí misma: el producto final es una estrella del tamaño de una ciudad y compuesta casi al 100% por neutrones, la cual rota a gran velocidad y emite haces de radiación.
Las ráfagas recurrentes vistas en FRB 121102 presentan propiedades que, en general, se muestran compatibles con las de pulsos muy energéticos emitidos por una estrella de neutrones joven. Así que, las FRB podrían estar causadas por púlsares, aunque estos serían de un tipo muy poco común y extremadamente potente.
Otra idea es que las FRB procedan de magnetares: estrellas de neutrones muy magnetizadas que giran, en cambio, despacio y en las que la emisión no guarda relación con la rotación, sino con la energía magnética.
Un aspecto enigmático de FRB 121102 (realizada con los telescopios VLA) es la presencia de una emisión de radio brillante y persistente, distinta de la que caracteriza a las FRB, en la galaxia anfitriona.
Se ha especulado que esa radiación podría corresponder a 1 Agujero Negro Supermasivo en proceso de devorar estrellas y gas, y que las FRB se generarían debido a la interacción de este ANS con el magnetar.
Una variante de esta idea propone que las FRB recurrentes provienen de un magnetar sumergido en el remanente de una supernova superluminosa (10 veces más energética que una supernova típica), que explotó hace algunos decenios.
Se ha observado que la galaxia anfitriona de FRB 121102 se asemeja a aquellas en las que se producen estallidos de rayos gamma, un fenómeno que se cree vinculado a magnetares muy jóvenes formados en supernovas superluminosas.
Hace muy poco, el mismo equipo que realizó esta observación midió el campo magnético a lo largo de la línea de visión en la dirección de FRB 121102. Sus datos muestran que, con independencia de su naturaleza, la fuente de FRB 121102 debe encontrarse en una región con una magnetización relativamente elevada, como sucede en un remanente denso de supernova o alrededor de 1 ANS en el centro de una galaxia.
Por el momento, sin embargo, tampoco se puede descartar que las FRB correspondan a eventos puntuales. Tal vez algunas FRB se repitan y otras no, lo que implicaría varios tipos distintos de fuentes. Quizá quepa considerar que algunas FRB se originan en sucesos catastróficos aislados, y esa posibilidad nos deja con varios candidatos:
- El primer lugar de la lista lo ocupan las colisiones de estrellas de neutrones, que probablemente provoque una potente explosión al producirse el contacto entre los astros, en el momento en que se unen para formar 1 Agujero Negro.
- Otra posibilidad sería la explosión de una supernova especialmente energética.
- Algunos teóricos han sugerido opciones más exóticas, como que las FRB podrían estar causadas por cuerdas cósmicas: hipotéticos defectos topológicos del espacio-tiempo formados en el Universo primitivo. Tales deformaciones habrían viajado a la velocidad de la luz a través del Cosmos, y habrían generado destellos al interaccionar con el plasma. Aunque las observaciones actuales no descartan la posibilidad de que tales destellos sean las FRB, la idea no deja de resultar muy especulativa.
- Otros científicos han propuesto como causa de las FRB a los Agujeros Negros Primordiales: pequeños AN creados durante el nacimiento del Universo y que nadie habría detectado hasta la fecha. Si uno de ellos se "evaporase" (un fenómeno predicho en los años 70 por Stephen Hawking), la radiación liberada podría corresponder a la señal observada en una FRB.
Tras un decenio de trabajo, la ciencia de las FRB está a punto de transformarse gracias a una nueva generación de telescopios.
El ASKAP (Explorador para la Red Australiana del Kilómetro Cuadrado), con un gran campo de visión, entró en funcionamiento en 2012 y enseguida comenzó a descubrir FRB. Hoy conocemos 50 explosiones.
El VLA y el radiotelescopio Molonglo (de la Universidad de Sidney) se están renovando para mejorar su sensibilidad y su cobertura del cielo.
Y los radiotelescopios que han comenzado reciéntemente a operar, como el Experimento Canadiense de Cartografiado de Hidrógeno o el Telescopio Esférico de Quinientos Metros de Apertura (FAST), en China, deberían hallar muchas más FRB y proporcionarnos una mejor comprensión de sus fuentes.
Algunos de estos telescopios pueden localizar FRB en tiempo real con una precisión del orden de 1 segundo de arco, una enorme mejora para ubicarlas en el cielo.
Además, esta información nos permite comenzar a realizar observaciones en otras longitudes de onda y encontrar así la galaxia donde se produjo la explosión.
Algunos modelos de FRB, como el basado en la fusión de estrellas de neutrones, predicen que los estallidos de radio tendrían que verse acompañados de Ondas Gravitacionales. Hoy estas perturbaciones del espacio-tiempo pueden detectarse con los laboratorios LIGO (en EE.UU.), y Virgo en Italia.
Una observación de este tipo permitiría medir algunas propiedades de las FRB que, como la masa de la fuente, resultan imposibles de medir actualmente por otros medios.
Por último, si lográramos descifrar la naturaleza de las FRB, podríamos usar este nuevo fenómeno para llevar a cabo un ambicioso proyecto: trazar un mapa del Universo.
Y es que las investigaciones que buscan visualizar las grandes estructuras del Cosmos están todavìa en sus primeras etapas.
Las FRB podrían ser de gran ayuda en este sentido: son las únicas fuentes extragalàcticas con escalas de tiempo lo suficientemente cortas para medir la dispersión extragaláctica y, por tanto, determinar la densidad de materia a lo largo de nuestra línea de visión.
La densidad del medio intergaláctico constituye una predicción clave en distintos modelos de la estructura a gran escala del Universo, por lo que las FRB podrían ayudarnos a comprobar cuáles son viables y cuáles no.
Ahora que hemos detectado numerosas FRB a lo largo de todo el cielo, y hemos medido de manera independiente su distancia, esta línea de investigación pondrá a prueba nuestros conocimientos bàsicos sobre la formación y evolución del Universo.
No cabe ninguna duda de que el descubrimiento original del alumno David Narkevic ha resultado ser, como dijo..."bastante interesante".
Un saludo.
Un día de principios de 2007, David Narkevic, alumno de física en la Universidad de Virginia Occidental, fue a dar una noticia a su profesor (de física y astronomía) Duncan Lorimer, que le había encomendado examinar datos de archivo sobre las Nubes de Magallanes: "He descubierto algo que parece bastante interesante", dijo con pasmosa tranquilidad este pupilo de carácter comedido, mientras le mostraba una gráfica.
Las Nubes de Magallanes son 2 galaxias satélite de la Vía Láctea, situadas a unos 200.000 años luz de la Tierra.
Era una señal màs de 100 veces más intensa que el ruido debido a la electrónica del telescopio.
En un principio, a Duncan Lorimer y Maura McLaughlin les pareció que había encontrado justo lo que ambos estaban buscando: un púlsar, tipo de estrella muy pequeña, brillante y compacta.
Por entonces se conocían unos 2.000 púlsares, y los 2 astrónomos estaban intentando encontrar algunos lejanos y muy brillantes.
Cuando hizo Narkevic su descubrimiento, estaba analizando observaciones hechas 5 años atràs por el radiotelescopio Parkes, en Australia, que es capaz de explorar con gran rapidez grandes áreas del cielo gracias a que puede observar simultáneamente 13 posiciones, llamadas "haces".
La señal en la que había reparado el alumno era muy desconcertante: no solo por su gran brillo, sino porque provenía de una región del cielo ubicada unos pocos grados al sur de la Pequeña Nube de Magallanes, por lo que no parecía corresponder a un púlsar de esta galaxia enana.
Pero lo más sorprendente era que la señal mostraba una medida de dispersión muy elevada: mucho mayor de lo que cabía esperar para un objeto de la Vía Láctea, e incluso un 50% más grande de la que mostraría un astro en la Pequeña Nube de Magallanes.
La fuente parecía estar a unos 3.000 millones de años luz, mucho más allà de nuestro Grupo Local de galaxias.
La velocidad finita de la luz y la corta duración de la señal indicaban que no podía proceder de un objeto de más de 10 milisegundos de luz de ancho: es decir, unos 3.000 km., mucho menos que los casi 1,4 millones de km. que mide el Sol de diámetro.
Aunque un púlsar sí resultaba compatible con esas dimensiones, la ingente cantidad de energía radiada era más elevada que la que libera el Sol en todo 1 mes y más de 1.000 millones de veces mayor que la de los pulsos de los púlsares más brillantes.
¿Qué tipo de objeto les brindaba semejante espectáculo?...
Parecía que su pupilo Narkevic había dado con algo totalmente nuevo: un tipo de señal cósmica que ocuparía en adelante un lugar cada vez más destacado es sus investigaciones, y que acabaría desconcertando a toda la comunidad astronómica.
Se le terminó denominando explosión rápida de radio: FRB en inglés.
A partir de la duración y el campo de visiòn de las observaciones del telescopio Parkes, calcularon que cada día podrían estar estallando en el cielo varios centenares de ráfagas de radio similares sin que hubieran sido detectadas.
Muy pronto, gracias a las búsquedas llevadas a cabo con diferentes telescopios, comenzaron a aflorar más explosiones de radio FRB.
Todo se complicó en 2016, cuando un equipo dirigido por Laura Spitler del Instituto Max Planck de Radioastronomía de Bonn, anunció que había detectado destellos repetidos asociados a una de las explosiones, observada originalmente en datos tomados en 2012 desde el Observatorio de Arecibo, en Puerto Rico.
Hasta entonces, los astrónomos habían llegado a la conclusión de que las FRB correspondían a eventos puntuales: es decir, que ocurrían solamente una vez.
Sin embargo, unos 3 años después del estallido inicial (FRB 121102), Spitler y sus colaboradores identificaron otras 10 explosiones en la misma zona del cielo. Sus tiempos de llegada no parecían ser regulares, y tanto la duración de los pulsos como otras características exhibìan variaciones.
A raíz de este descubrimiento, se organizaron varias campañas con radiotelescopios de todo el mundo. Una de ellas usó el conjunto VLA de Nuevo México, de 27 antenas, para buscar sistemáticamente en la región del cielo de FRB 121102. Era una posibilidad única para determinar la posición celeste de las FRB con una precisión superior en varios òrdenes de magnitud a la dada por una sola antena.
Al cabo de 6 meses el equipo de B. Marcote del Instituto JIVE (Países Bajos), localizó repetidas explosiones asociadas a FRB 121102 con una precisión inferior a 1 segundo de arco.
Gracias a ello, fue posible identificar la galaxia en la que se produjo: una galaxia enana con una masa 20.000 veces menor que la Vía Láctea y mucho más distante que el púlsar más lejano que conocemos.
Estos hallazgos dejaron claro que las enigmáticas FRB constituyen eventos de enorme potencia y extremadamente remotos.
Hoy ya sabemos que las FRB son fenómenos cósmicos reales, pero, sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer hasta descubrir su causa.
Una pregunta importante es si las FRB se originan a partir de eventos aislados, como las supernovas, o si proceden de objetos duraderos, como los púlsares, que emiten destellos de forma periódica.
El caso recurrente de FRB 121102 parece apuntar a la segunda posibilidad, aunque hasta ahora se trata de la única FRB para la que se han detectado múltiples estallidos. Es posible que todas ellas se repitan, y que cada una de las ráfagas aisladas que se han observado no sea sino la màs brillante en cierta distribución de energías.
Si nos ceñimos a fuentes cósmicas persistentes, muchos astrónomos se decantan por explicaciones relacionadas con objetos compactos, como los púlsares, que se forman cuando una gran estrella muere explotando en forma de supernova, y una gran parte de su masa colapsa sobre sí misma: el producto final es una estrella del tamaño de una ciudad y compuesta casi al 100% por neutrones, la cual rota a gran velocidad y emite haces de radiación.
Las ráfagas recurrentes vistas en FRB 121102 presentan propiedades que, en general, se muestran compatibles con las de pulsos muy energéticos emitidos por una estrella de neutrones joven. Así que, las FRB podrían estar causadas por púlsares, aunque estos serían de un tipo muy poco común y extremadamente potente.
Otra idea es que las FRB procedan de magnetares: estrellas de neutrones muy magnetizadas que giran, en cambio, despacio y en las que la emisión no guarda relación con la rotación, sino con la energía magnética.
Un aspecto enigmático de FRB 121102 (realizada con los telescopios VLA) es la presencia de una emisión de radio brillante y persistente, distinta de la que caracteriza a las FRB, en la galaxia anfitriona.
Se ha especulado que esa radiación podría corresponder a 1 Agujero Negro Supermasivo en proceso de devorar estrellas y gas, y que las FRB se generarían debido a la interacción de este ANS con el magnetar.
Una variante de esta idea propone que las FRB recurrentes provienen de un magnetar sumergido en el remanente de una supernova superluminosa (10 veces más energética que una supernova típica), que explotó hace algunos decenios.
Se ha observado que la galaxia anfitriona de FRB 121102 se asemeja a aquellas en las que se producen estallidos de rayos gamma, un fenómeno que se cree vinculado a magnetares muy jóvenes formados en supernovas superluminosas.
Hace muy poco, el mismo equipo que realizó esta observación midió el campo magnético a lo largo de la línea de visión en la dirección de FRB 121102. Sus datos muestran que, con independencia de su naturaleza, la fuente de FRB 121102 debe encontrarse en una región con una magnetización relativamente elevada, como sucede en un remanente denso de supernova o alrededor de 1 ANS en el centro de una galaxia.
Por el momento, sin embargo, tampoco se puede descartar que las FRB correspondan a eventos puntuales. Tal vez algunas FRB se repitan y otras no, lo que implicaría varios tipos distintos de fuentes. Quizá quepa considerar que algunas FRB se originan en sucesos catastróficos aislados, y esa posibilidad nos deja con varios candidatos:
- El primer lugar de la lista lo ocupan las colisiones de estrellas de neutrones, que probablemente provoque una potente explosión al producirse el contacto entre los astros, en el momento en que se unen para formar 1 Agujero Negro.
- Otra posibilidad sería la explosión de una supernova especialmente energética.
- Algunos teóricos han sugerido opciones más exóticas, como que las FRB podrían estar causadas por cuerdas cósmicas: hipotéticos defectos topológicos del espacio-tiempo formados en el Universo primitivo. Tales deformaciones habrían viajado a la velocidad de la luz a través del Cosmos, y habrían generado destellos al interaccionar con el plasma. Aunque las observaciones actuales no descartan la posibilidad de que tales destellos sean las FRB, la idea no deja de resultar muy especulativa.
- Otros científicos han propuesto como causa de las FRB a los Agujeros Negros Primordiales: pequeños AN creados durante el nacimiento del Universo y que nadie habría detectado hasta la fecha. Si uno de ellos se "evaporase" (un fenómeno predicho en los años 70 por Stephen Hawking), la radiación liberada podría corresponder a la señal observada en una FRB.
Tras un decenio de trabajo, la ciencia de las FRB está a punto de transformarse gracias a una nueva generación de telescopios.
El ASKAP (Explorador para la Red Australiana del Kilómetro Cuadrado), con un gran campo de visión, entró en funcionamiento en 2012 y enseguida comenzó a descubrir FRB. Hoy conocemos 50 explosiones.
El VLA y el radiotelescopio Molonglo (de la Universidad de Sidney) se están renovando para mejorar su sensibilidad y su cobertura del cielo.
Y los radiotelescopios que han comenzado reciéntemente a operar, como el Experimento Canadiense de Cartografiado de Hidrógeno o el Telescopio Esférico de Quinientos Metros de Apertura (FAST), en China, deberían hallar muchas más FRB y proporcionarnos una mejor comprensión de sus fuentes.
Algunos de estos telescopios pueden localizar FRB en tiempo real con una precisión del orden de 1 segundo de arco, una enorme mejora para ubicarlas en el cielo.
Además, esta información nos permite comenzar a realizar observaciones en otras longitudes de onda y encontrar así la galaxia donde se produjo la explosión.
Algunos modelos de FRB, como el basado en la fusión de estrellas de neutrones, predicen que los estallidos de radio tendrían que verse acompañados de Ondas Gravitacionales. Hoy estas perturbaciones del espacio-tiempo pueden detectarse con los laboratorios LIGO (en EE.UU.), y Virgo en Italia.
Una observación de este tipo permitiría medir algunas propiedades de las FRB que, como la masa de la fuente, resultan imposibles de medir actualmente por otros medios.
Por último, si lográramos descifrar la naturaleza de las FRB, podríamos usar este nuevo fenómeno para llevar a cabo un ambicioso proyecto: trazar un mapa del Universo.
Y es que las investigaciones que buscan visualizar las grandes estructuras del Cosmos están todavìa en sus primeras etapas.
Las FRB podrían ser de gran ayuda en este sentido: son las únicas fuentes extragalàcticas con escalas de tiempo lo suficientemente cortas para medir la dispersión extragaláctica y, por tanto, determinar la densidad de materia a lo largo de nuestra línea de visión.
La densidad del medio intergaláctico constituye una predicción clave en distintos modelos de la estructura a gran escala del Universo, por lo que las FRB podrían ayudarnos a comprobar cuáles son viables y cuáles no.
Ahora que hemos detectado numerosas FRB a lo largo de todo el cielo, y hemos medido de manera independiente su distancia, esta línea de investigación pondrá a prueba nuestros conocimientos bàsicos sobre la formación y evolución del Universo.
No cabe ninguna duda de que el descubrimiento original del alumno David Narkevic ha resultado ser, como dijo..."bastante interesante".
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
El asteroide 2015BZ509 está situado a 770 millones de km. del Sol, con una órbita inclinada 163 grados con respecto a la eclíptica y una excentricidad de 0,38.
Fue descubierto en noviembre de 2014 desde un observatorio de Hawài.
Es un asteroide que orbita de forma retrógrada alrededor del Sol, es decir, gira en sentido contrario al resto de la mayoría de cuerpos del Sistema Solar.
Hasta la fecha se han descubierto 95 asteroides retrógrados, pero lo peculiar de 2015BZ509 es que es un asteroide retrógrado que està en una órbita sincronizada con la de Júpiter en una resonancia 1:1.
Por cada vuelta de Júpiter alrededor del Sol, este asteroide también describe casi una órbita completa en dirección contraria: el periodo de Júpiter es de 11,86 años y 11,65 años el del asteroide.
Y esto sí que es algo muy llamativo, tanto que 2015BZ509 es el único asteroide retrógrado conocido cuya órbita está ligada a un planeta del Sistema Solar.
Hay que aclarar que los asteroides con órbitas retrógradas no tienen nada que ver con los satélites o lunas retrógradas que se encuentran alrededor de los planetas gigantes, incluido Júpiter.
Estas lunas son asteroides capturados que originalmente daban vueltas alrededor del Sol en sentido "normal".
2015BZ509 tiene una òrbita retrógrada alrededor del Sol en resonancia 1:1 con Júpiter, pero no gira alrededor del gigante gaseoso.
Los astrónomos Fathi Namouni y Helena Morais han publicado un artículo en el que demuestran, mediante análisis numèricos, que la órbita del asteroide retrógrado es muy estable, pese a que la mayor parte de las órbitas del resto de asteroides "normales" en resonancia con otros planetas son inestables.
Y cuando dicen "muy estable", es que resulta altamente probable que este asteroide lleve en ella desde la formación del Sistema Solar.
La mecánica orbital es implacable: la órbita retrógrada de 2015BZ509 delata que vino de muy lejos, y fue capturado por la gravedad de Júpiter en la órbita resonante que actualmente tiene alrededor del Sol.
Pero "muy lejos" puede ser de la Nube de Oort o del espacio interestelar.
El razonamiento de Fathi Namouni y Helena Morais es que si proviene de la Nube de Oort, lo más probable es que hubiera sido capturado recièntemente (en términos geológicos, se entiende), y por lo tanto, su órbita debería ser muy inestable.
Como sucede todo lo contrario y su órbita se puede remontar al origen del Sistema Solar, entonces no puede provenir de aquella época, porque todavía no se había formado la Nube de Oort.
Así que si vino de muy lejos (cuando se formó el S. Solar) solamente pudo proceder del espacio interestelar: ¿sería el primer asteroide infiltrado conocido de otro sistema solar?...
Los exhaustivos cálculos numéricos de Morais y Namouni, aunque muy sugerentes, no terminan de ser concluyentes del todo.
Además, habría que demostrar la probabilidad de que un asteroide interestelar quede ubicado en una órbita como la de 2014BZ509 a través de interacciones gravitatorias con Júpiter, y esto es algo que, de momento, todavía no han realizado los 2 astrónomos.
Una opción para despejar dudas definitivamente consistiría en enviar una sonda, si puede ser con retorno de muestras, y así estaría resuelto el misterio.
Aunque, de hecho, según los cálculos y las simulaciones de los dos astrónomos, el Sistema Solar debe estar repleto de otros asteroides interestelares capturados por Júpiter similares a 2015BZ509, con lo que buscarlos es otra buena idea también a considerar que ayudaría a resolver el enigma.
Lo único que parece totalmente cierto es que el singular asteroide retrógrado 2015BZ509 llegó para quedarse en el Sistema Solar por tiempo indefinido.
Un saludo.
El asteroide 2015BZ509 está situado a 770 millones de km. del Sol, con una órbita inclinada 163 grados con respecto a la eclíptica y una excentricidad de 0,38.
Fue descubierto en noviembre de 2014 desde un observatorio de Hawài.
Es un asteroide que orbita de forma retrógrada alrededor del Sol, es decir, gira en sentido contrario al resto de la mayoría de cuerpos del Sistema Solar.
Hasta la fecha se han descubierto 95 asteroides retrógrados, pero lo peculiar de 2015BZ509 es que es un asteroide retrógrado que està en una órbita sincronizada con la de Júpiter en una resonancia 1:1.
Por cada vuelta de Júpiter alrededor del Sol, este asteroide también describe casi una órbita completa en dirección contraria: el periodo de Júpiter es de 11,86 años y 11,65 años el del asteroide.
Y esto sí que es algo muy llamativo, tanto que 2015BZ509 es el único asteroide retrógrado conocido cuya órbita está ligada a un planeta del Sistema Solar.
Hay que aclarar que los asteroides con órbitas retrógradas no tienen nada que ver con los satélites o lunas retrógradas que se encuentran alrededor de los planetas gigantes, incluido Júpiter.
Estas lunas son asteroides capturados que originalmente daban vueltas alrededor del Sol en sentido "normal".
2015BZ509 tiene una òrbita retrógrada alrededor del Sol en resonancia 1:1 con Júpiter, pero no gira alrededor del gigante gaseoso.
Los astrónomos Fathi Namouni y Helena Morais han publicado un artículo en el que demuestran, mediante análisis numèricos, que la órbita del asteroide retrógrado es muy estable, pese a que la mayor parte de las órbitas del resto de asteroides "normales" en resonancia con otros planetas son inestables.
Y cuando dicen "muy estable", es que resulta altamente probable que este asteroide lleve en ella desde la formación del Sistema Solar.
La mecánica orbital es implacable: la órbita retrógrada de 2015BZ509 delata que vino de muy lejos, y fue capturado por la gravedad de Júpiter en la órbita resonante que actualmente tiene alrededor del Sol.
Pero "muy lejos" puede ser de la Nube de Oort o del espacio interestelar.
El razonamiento de Fathi Namouni y Helena Morais es que si proviene de la Nube de Oort, lo más probable es que hubiera sido capturado recièntemente (en términos geológicos, se entiende), y por lo tanto, su órbita debería ser muy inestable.
Como sucede todo lo contrario y su órbita se puede remontar al origen del Sistema Solar, entonces no puede provenir de aquella época, porque todavía no se había formado la Nube de Oort.
Así que si vino de muy lejos (cuando se formó el S. Solar) solamente pudo proceder del espacio interestelar: ¿sería el primer asteroide infiltrado conocido de otro sistema solar?...
Los exhaustivos cálculos numéricos de Morais y Namouni, aunque muy sugerentes, no terminan de ser concluyentes del todo.
Además, habría que demostrar la probabilidad de que un asteroide interestelar quede ubicado en una órbita como la de 2014BZ509 a través de interacciones gravitatorias con Júpiter, y esto es algo que, de momento, todavía no han realizado los 2 astrónomos.
Una opción para despejar dudas definitivamente consistiría en enviar una sonda, si puede ser con retorno de muestras, y así estaría resuelto el misterio.
Aunque, de hecho, según los cálculos y las simulaciones de los dos astrónomos, el Sistema Solar debe estar repleto de otros asteroides interestelares capturados por Júpiter similares a 2015BZ509, con lo que buscarlos es otra buena idea también a considerar que ayudaría a resolver el enigma.
Lo único que parece totalmente cierto es que el singular asteroide retrógrado 2015BZ509 llegó para quedarse en el Sistema Solar por tiempo indefinido.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Re: Una del espacio.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Hola, se ha descubierto agua en forma de hielo en las zonas que no da nunca el sol, de los polos de la Luna.
Hola, se ha descubierto agua en forma de hielo en las zonas que no da nunca el sol, de los polos de la Luna.
Francisco Sanchez- Cantidad de envíos : 1767
Edad : 72
Localización : Agüero
Fecha de inscripción : 07/04/2012
Una del espacio.
Hola.
En la búsqueda de exoplanetas habitables, científicos de la Universidad de California Riverside han enfocado el telescopio espacial Hubble hacia Omega Centauri: el cúmulo globular más grande de la Vía Láctea, con un diàmetro de 150 años luz, que contiene 10.000.000 de estrellas y que está a 16.000 años luz de la Tierra.
Los cúmulos globulares son "esferas" de estrellas, se conocen unos 200 en la Vía Láctea (la mayoría en el halo), y acumulan una ingente cantidad de estrellas en una región del espacio relativamente pequeña.
Están compuestos por estrellas muy antiguas y de baja metalicidad, es decir, poseen pocos elementos màs pesados que el hidrógeno y el helio.
La mayor parte son más antiguas y pequeñas que el Sol: son enanas rojas.
Es tal la densidad de las estrellas, que si la Tierra estuviera en el interior de un cúmulo globular, en las ciudades el cielo nocturno no sería negro con unos cuantos puntos luminosos, sino que estaría permanentemente iluminado por un tapiz de brillante luz continua.
Los astrónomos han averiguado que en los extremos de Omega Centauri las estrellas están separadas unas de otras solamente por 1 año luz, y en el resto por unas pocas decenas de Unidades Astronómicas (UA): más o menos como el tamaño del Sistema Solar.
Son distancias medias, pero las estrellas situadas dentro del cúmulo globular no están quietas, sino que se mueven continuamente alrededor del centro de masas, y, en ocasiones, se acercan mucho entre ellas: hasta 0,5 UA cada 1 millón de años, según este estudio.
0,5 UA son 75 millones de km., y solo hay que trasladar esta distancia a nuestro Sistema Solar para comprender la increíble cercanía entre 2 estrellas: la Tierra está a 1 UA del Sol.
En el Sistema Solar, no hay una influencia gravitatoria por parte de la estrella más cercana, Alpha Centauri a 4,22 años luz, y los planetas presentan una arquitectura estable en el tiempo, pero el gran acercamiento de una estrella a otra en Omega Centauri supone una "patada" gravitatoria cada millón de años a los posibles planetas habitables, enviándolos fuera de sus órbitas y cambiando sus condiciones de luz y temperatura a situaciones muy extremas.
El resultado del estudio realizado por Stephen Kane y Sarah Deveny sobre 350.000 estrellas muestra que es prácticamente imposible que la vida, de haber surgido, haya tenido suficiente tiempo para adquirir complejidad, evolucionar y prosperar.
Si los resultados de este estudio son correctos, los cúmulos globulares serían "tierras baldías" a escala cósmica: estructuras muy hermosas, pero repletas de cadáveres planetarios a la deriva.
El estudio solamente serviría para eliminar la búsqueda de exoplanetas en los cúmulos globulares, y centrar a los astrónomos y telescopios en otras zonas del Universo con mucha menor concentraciòn de estrellas.
Conviene recordar, además, que en el año 2.000 el Hubble estudió el cúmulo globular 47 Tucanza, el segundo mayor de la Vía Láctea visto desde la Tierra. Se centró en una muestra de 34.000 estrellas y no descubrió ni un solo exoplaneta.
Un saludo.
En la búsqueda de exoplanetas habitables, científicos de la Universidad de California Riverside han enfocado el telescopio espacial Hubble hacia Omega Centauri: el cúmulo globular más grande de la Vía Láctea, con un diàmetro de 150 años luz, que contiene 10.000.000 de estrellas y que está a 16.000 años luz de la Tierra.
Los cúmulos globulares son "esferas" de estrellas, se conocen unos 200 en la Vía Láctea (la mayoría en el halo), y acumulan una ingente cantidad de estrellas en una región del espacio relativamente pequeña.
Están compuestos por estrellas muy antiguas y de baja metalicidad, es decir, poseen pocos elementos màs pesados que el hidrógeno y el helio.
La mayor parte son más antiguas y pequeñas que el Sol: son enanas rojas.
Es tal la densidad de las estrellas, que si la Tierra estuviera en el interior de un cúmulo globular, en las ciudades el cielo nocturno no sería negro con unos cuantos puntos luminosos, sino que estaría permanentemente iluminado por un tapiz de brillante luz continua.
Los astrónomos han averiguado que en los extremos de Omega Centauri las estrellas están separadas unas de otras solamente por 1 año luz, y en el resto por unas pocas decenas de Unidades Astronómicas (UA): más o menos como el tamaño del Sistema Solar.
Son distancias medias, pero las estrellas situadas dentro del cúmulo globular no están quietas, sino que se mueven continuamente alrededor del centro de masas, y, en ocasiones, se acercan mucho entre ellas: hasta 0,5 UA cada 1 millón de años, según este estudio.
0,5 UA son 75 millones de km., y solo hay que trasladar esta distancia a nuestro Sistema Solar para comprender la increíble cercanía entre 2 estrellas: la Tierra está a 1 UA del Sol.
En el Sistema Solar, no hay una influencia gravitatoria por parte de la estrella más cercana, Alpha Centauri a 4,22 años luz, y los planetas presentan una arquitectura estable en el tiempo, pero el gran acercamiento de una estrella a otra en Omega Centauri supone una "patada" gravitatoria cada millón de años a los posibles planetas habitables, enviándolos fuera de sus órbitas y cambiando sus condiciones de luz y temperatura a situaciones muy extremas.
El resultado del estudio realizado por Stephen Kane y Sarah Deveny sobre 350.000 estrellas muestra que es prácticamente imposible que la vida, de haber surgido, haya tenido suficiente tiempo para adquirir complejidad, evolucionar y prosperar.
Si los resultados de este estudio son correctos, los cúmulos globulares serían "tierras baldías" a escala cósmica: estructuras muy hermosas, pero repletas de cadáveres planetarios a la deriva.
El estudio solamente serviría para eliminar la búsqueda de exoplanetas en los cúmulos globulares, y centrar a los astrónomos y telescopios en otras zonas del Universo con mucha menor concentraciòn de estrellas.
Conviene recordar, además, que en el año 2.000 el Hubble estudió el cúmulo globular 47 Tucanza, el segundo mayor de la Vía Láctea visto desde la Tierra. Se centró en una muestra de 34.000 estrellas y no descubrió ni un solo exoplaneta.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
Un equipo internacional liderado por Reinhard Genzel, del Instituto Max Planck de Física en Garching (Alemania), han podido confirmar por primera vez (gracias al telescopio VLT) los efectos predichos por la Teoría de la Relatividad General de Einstein sobre el movimiento de una estrella que pasa cerca del intenso campo gravitatorio de 1 Agujero Negro Supermasivo.
El ANS es Sagitario A, situado en el centro de la Vía Láctea, que tiene 4.100.000 masas solares y es el mejor y más cercano lugar que tenemos para explorar la física de la gravedad.
Un pequeño grupo de estrellas orbitan alrededor de Sagitario A a elevada velocidad, y los instrumentos GRAVITY, SINFONI y NACO (extremadamente sensibles) instalados en el VLT han permitido seguir a la estrella denominada S2, en su mayor aproximación al ANS en el pasado mes de mayo.
En el punto màs cercano, S2 estuvo a menos de 20.000 millones de km. y se movía a 25.000.000 km/h.
El 2,3% de la velocidad de la luz.
Las nuevas medidas, las más precisas hechas nunca a lo largo de 26 años, han permitido observar a S2 con una resolución sin parangón, y revelan muy claramente un efecto llamado "desplazamiento al rojo gravitacional": la luz de la estrella S2 se desplaza a longitudes de onda màs largas por el potente campo gravitatorio del ANS.
Y el cambio en la longitud de la luz de S2 coincide con lo predicho por la Teoría de la Relatividad General de Einstein.
Los investigadores usaron el espectrógrafo SINFONI para medir la velocidad de S2 acercándose y alejándose de la Tierra, y el GRAVITY para realizar medidas muy precisas de la posición cambiante de S2, con la finalidad de definir la forma de su órbita.
Frank Eisenhawer, científico principal de GRAVITY y SINFONI, cuenta: "GRAVITY crea imágenes tan precisas que incluso puede revelar el movimiento de la estrella S2 de noche a noche, a medida que se acerca a Sagitario A. Tenemos el ANS ideal para usarlo como laboratorio. Durante la aproximación, podíamos incluso detectar el débil resplandor alrededor del ANS en la mayoría de las imágenes, lo que nos permitió seguir a S2 en su órbita con extrema precisión, y, en última instancia, nos llevó a la detección del desplazamiento al rojo gravitacional en el espectro de S2. En Astronomía es muy importante comprobar que las leyes de la física en el Sistema Solar también son válidas donde los campos gravitatorios son muchísimo mas potentes".
Según informa la ESO, se seguirán realizando observaciones y se espera que éstas confirmen otro efecto relativista: una pequeña rotación de la órbita de S2, conocida como "precesión de Schwarzschild", a medida que S2 se aleja de Sagitario A.
Incluyo tambièn aquí, hablando de ANSupermasivos, que los datos de últimas investigaciones indican que los ANS centrales podrìan cumplir una función importante a la hora de determinar cuántas estrellas se forman en una galaxia.
Por un lado, la energía generada cuando la materia cae hacia el ANS puede calentar el gas circundante, lo que evita que éste se enfríe y detiene la formación de estrellas en el centro de la galaxia. Pero los efectos pueden ir màs allá del centro galáctico, ya que los ANS emiten potentes chorros de radiación.
Tales chorros, detectables en longitudes de onda de radio, podrían también calentar el gas de las regiones exteriores e interrumpir allí la formación de estrellas. Sin embargo, se trata de un proceso muy complejo que les gustaría entender mejor a los científicos.
Descubrir las semillas de los primeros ANS ayudaría a comprender mejor cómo evolucionó la relación entre estos colosos y sus galaxias anfitrionas.
Estas ideas se encuadran dentro de un programa más general para entender mejor los ANS.
Cuando LIGO detectó por primera vez Ondas Gravitacionales en 2015, los investigadores pudieron determinar que se habían originado durante la colisión de 2 AN de 36 y 29 masas solares, los "primos ligeros" de los ANS que encontramos en los cuásares.
Desde entonces, LIGO ha continuadon detectando eventos similares y ofreciendo detalles sobre lo que ocurre cuando estos AN chocan y deforman el espacio-tiempo a su alrededor.
Mientras tanto, el proyecto EHT (Telescopio del Horizonte de Sucesos) está usando varios observatorios de radio dispersos por toda la Tierra para obtener imágenes de Sagitario A.
Se espera detectar la "sombra" del ANS rodeada por un brillante anillo que, según la relatividad general, se produciría debido al efecto que la intensa gravedad de Sagitario A ejerce sobre la luz.
La observación de cualquier diferencia con respecto a las predicciones de la relatividad general cuestionaría lo que sabemos sobre estos masivos objetos.
Al mismo tiempo, los experimentos conocidos como "baterías para la medición de la cadencia de púlsares" podrían detectar el temblor del espacio-tiempo causado por la acumulaciòn de colisiones de Agujeros Negros.
Y, por último, el telescopio James Webb abrirá una nueva ventana para estudiar el Universo primitivo.
Es posible que las sorpresas que nos aguardan transformen lo que sabemos en la actualidad sobre estos enigmáticos astros: los ANS.
Para terminar, hoy ha notificado la NASA que pasado mañana mièrcoles 29 el asteroide registrado 2016NF23, de entre 70-160m., se acercará a una distancia algo menor de 5.000.000 km. de la Tierra, a una velocidad de 32.000 km/hora.
Un saludo.
Un equipo internacional liderado por Reinhard Genzel, del Instituto Max Planck de Física en Garching (Alemania), han podido confirmar por primera vez (gracias al telescopio VLT) los efectos predichos por la Teoría de la Relatividad General de Einstein sobre el movimiento de una estrella que pasa cerca del intenso campo gravitatorio de 1 Agujero Negro Supermasivo.
El ANS es Sagitario A, situado en el centro de la Vía Láctea, que tiene 4.100.000 masas solares y es el mejor y más cercano lugar que tenemos para explorar la física de la gravedad.
Un pequeño grupo de estrellas orbitan alrededor de Sagitario A a elevada velocidad, y los instrumentos GRAVITY, SINFONI y NACO (extremadamente sensibles) instalados en el VLT han permitido seguir a la estrella denominada S2, en su mayor aproximación al ANS en el pasado mes de mayo.
En el punto màs cercano, S2 estuvo a menos de 20.000 millones de km. y se movía a 25.000.000 km/h.
El 2,3% de la velocidad de la luz.
Las nuevas medidas, las más precisas hechas nunca a lo largo de 26 años, han permitido observar a S2 con una resolución sin parangón, y revelan muy claramente un efecto llamado "desplazamiento al rojo gravitacional": la luz de la estrella S2 se desplaza a longitudes de onda màs largas por el potente campo gravitatorio del ANS.
Y el cambio en la longitud de la luz de S2 coincide con lo predicho por la Teoría de la Relatividad General de Einstein.
Los investigadores usaron el espectrógrafo SINFONI para medir la velocidad de S2 acercándose y alejándose de la Tierra, y el GRAVITY para realizar medidas muy precisas de la posición cambiante de S2, con la finalidad de definir la forma de su órbita.
Frank Eisenhawer, científico principal de GRAVITY y SINFONI, cuenta: "GRAVITY crea imágenes tan precisas que incluso puede revelar el movimiento de la estrella S2 de noche a noche, a medida que se acerca a Sagitario A. Tenemos el ANS ideal para usarlo como laboratorio. Durante la aproximación, podíamos incluso detectar el débil resplandor alrededor del ANS en la mayoría de las imágenes, lo que nos permitió seguir a S2 en su órbita con extrema precisión, y, en última instancia, nos llevó a la detección del desplazamiento al rojo gravitacional en el espectro de S2. En Astronomía es muy importante comprobar que las leyes de la física en el Sistema Solar también son válidas donde los campos gravitatorios son muchísimo mas potentes".
Según informa la ESO, se seguirán realizando observaciones y se espera que éstas confirmen otro efecto relativista: una pequeña rotación de la órbita de S2, conocida como "precesión de Schwarzschild", a medida que S2 se aleja de Sagitario A.
Incluyo tambièn aquí, hablando de ANSupermasivos, que los datos de últimas investigaciones indican que los ANS centrales podrìan cumplir una función importante a la hora de determinar cuántas estrellas se forman en una galaxia.
Por un lado, la energía generada cuando la materia cae hacia el ANS puede calentar el gas circundante, lo que evita que éste se enfríe y detiene la formación de estrellas en el centro de la galaxia. Pero los efectos pueden ir màs allá del centro galáctico, ya que los ANS emiten potentes chorros de radiación.
Tales chorros, detectables en longitudes de onda de radio, podrían también calentar el gas de las regiones exteriores e interrumpir allí la formación de estrellas. Sin embargo, se trata de un proceso muy complejo que les gustaría entender mejor a los científicos.
Descubrir las semillas de los primeros ANS ayudaría a comprender mejor cómo evolucionó la relación entre estos colosos y sus galaxias anfitrionas.
Estas ideas se encuadran dentro de un programa más general para entender mejor los ANS.
Cuando LIGO detectó por primera vez Ondas Gravitacionales en 2015, los investigadores pudieron determinar que se habían originado durante la colisión de 2 AN de 36 y 29 masas solares, los "primos ligeros" de los ANS que encontramos en los cuásares.
Desde entonces, LIGO ha continuadon detectando eventos similares y ofreciendo detalles sobre lo que ocurre cuando estos AN chocan y deforman el espacio-tiempo a su alrededor.
Mientras tanto, el proyecto EHT (Telescopio del Horizonte de Sucesos) está usando varios observatorios de radio dispersos por toda la Tierra para obtener imágenes de Sagitario A.
Se espera detectar la "sombra" del ANS rodeada por un brillante anillo que, según la relatividad general, se produciría debido al efecto que la intensa gravedad de Sagitario A ejerce sobre la luz.
La observación de cualquier diferencia con respecto a las predicciones de la relatividad general cuestionaría lo que sabemos sobre estos masivos objetos.
Al mismo tiempo, los experimentos conocidos como "baterías para la medición de la cadencia de púlsares" podrían detectar el temblor del espacio-tiempo causado por la acumulaciòn de colisiones de Agujeros Negros.
Y, por último, el telescopio James Webb abrirá una nueva ventana para estudiar el Universo primitivo.
Es posible que las sorpresas que nos aguardan transformen lo que sabemos en la actualidad sobre estos enigmáticos astros: los ANS.
Para terminar, hoy ha notificado la NASA que pasado mañana mièrcoles 29 el asteroide registrado 2016NF23, de entre 70-160m., se acercará a una distancia algo menor de 5.000.000 km. de la Tierra, a una velocidad de 32.000 km/hora.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Re: Una del espacio.
Video de S2 bordeando Sagitario, pensando que cada orbita es de 14 años dice mucho.
Una del espacio.
Hola.
La comunidad científica llevaba más de 10 años intentando buscar una explicación a la enigmàtica radiación difusa que existe en la zona central de la Vía Láctea, sin resultados.
Ahora, un equipo de la Universidad de Amsterdam publica en Nature Astronomy que esta emisión difusa y extendida de rayos gamma, observada con el telescopio espacial Fermi, procede de miles de estrellas de neutrones de giro muy rápido: son "púlsares de milisegundos", situados en el bulbo central galàctico, y que habían esquivado a la observación en otras frecuencias hasta la fecha.
Los investigadores cuentan que han encontrado por primera vez sólidas pruebas de que la relación luz-masa en el centro de nuestra galaxia es mutuamente consistente, de modo que la emisión en GeV (gigaelectrónvoltio) de rayos gamma es un trazador extremadamente preciso de la masa estelar en esa zona interior de la Vía Láctea.
El estudio se basa en una nueva herramienta de análisis, llamada SkyFART (Sky Factorization with Adaptive Restrained Templates), que ha sido desarrollada por los propios científicos y que combina el modelado físico con el análisis de imágenes.
Christoph Weniger explica: "Poder entender en detalle la morfología (ubicación y forma) y el espectro (las frecuencias combinadas) del exceso de emisión gamma es de vital importancia para discriminar entre la Materia Oscura y las interpretaciones astrofísicas del centro galáctico y su gran radiación".
Un saludo.
La comunidad científica llevaba más de 10 años intentando buscar una explicación a la enigmàtica radiación difusa que existe en la zona central de la Vía Láctea, sin resultados.
Ahora, un equipo de la Universidad de Amsterdam publica en Nature Astronomy que esta emisión difusa y extendida de rayos gamma, observada con el telescopio espacial Fermi, procede de miles de estrellas de neutrones de giro muy rápido: son "púlsares de milisegundos", situados en el bulbo central galàctico, y que habían esquivado a la observación en otras frecuencias hasta la fecha.
Los investigadores cuentan que han encontrado por primera vez sólidas pruebas de que la relación luz-masa en el centro de nuestra galaxia es mutuamente consistente, de modo que la emisión en GeV (gigaelectrónvoltio) de rayos gamma es un trazador extremadamente preciso de la masa estelar en esa zona interior de la Vía Láctea.
El estudio se basa en una nueva herramienta de análisis, llamada SkyFART (Sky Factorization with Adaptive Restrained Templates), que ha sido desarrollada por los propios científicos y que combina el modelado físico con el análisis de imágenes.
Christoph Weniger explica: "Poder entender en detalle la morfología (ubicación y forma) y el espectro (las frecuencias combinadas) del exceso de emisión gamma es de vital importancia para discriminar entre la Materia Oscura y las interpretaciones astrofísicas del centro galáctico y su gran radiación".
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
Tenemos nuevas evidencias de que la corteza de hielo del satélite Europa de Júpiter experimenta una dinàmica comparable a la tectónica de placas de la Tierra.
La teoría de la tectónica de placas en la Tierra describe cómo grandes porciones de la corteza de nuestro planeta se mueven e interactúan. Estas porciones o placas tectónicas se deslizan sobre el manto (zona maleable del interior de la Tierra), cambian la geometría de la superficie del planeta y acaba también afectando en mayor o menor medida a los seres vivos.
Recientes estudios realizados por un grupo de estudiantes de la Universidad Brown, dirigido por su profesor Brandon Johnson, presentan modelos dinàmicos que demuestran que la actividad cortical en la luna Europa es posible.
Los resultados están en línea con hipótesis previas que proponían que algunas regiones de la corteza de Europa parecen estar expandiéndose.
Estas zonas tienen una similar apariencia a las líneas de formación de corteza en los océanos de la Tierra, lo que ya sugería la idea de que puede existir tectònica de placas en Europa.
En la Tierra, la subducción (proceso de hundimiento de una placa bajo el borde de otra en un límite convergente) sucede porque la corteza está más fría y es más densa que el manto. Como consecuencia, las placas corticales comienzan a hundirse en el manto, y en ocasiones hasta grandes profundidades.
En nuestro planeta, la corteza y el manto están compuestos por roca, pero en Europa la corteza es de hielo de agua. De hecho, la corteza estaría formada por 2 capas:
- Una superior muy fina, constituida por el hielo más frío y denso.
- Otra inferior más gruesa, menos fría y convectiva.
En Europa, si una placa de hielo de la parte superior comenzara a hundirse en la capa inferior, automáticamente comenzaría a calentarse, lo que implicaría un descenso en su densidad, y, por tanto, se frenaría su hundimiento.
Por esta razón, hasta ahora no estaba claro cuál podría ser el mecanismo capaz de mantener activa la dinámica cortical en Europa.
El modelo de B. Johnson y sus alumnos propone que la subducción podría continuar si la capa de hielo externa incluyera sales, que son más densas que el hielo. Por ello, incluso si el hielo exterior se calentara al hundirse y redujera un poco su densidad, la densidad añadida de las sales permitiría que el hielo exterior continuara hundièndose.
En consecuencia, sería la presencia de sales, y no las diferencias térmicas, lo que proporcionaría un mecanismo para la activación y el mantenimiento de la dinámica cortical.
Las sales de la corteza exterior podrían provenir del mismo interior de Europa, mediante 2 procesos:
- Por un lado, se han observado fenómenos de afloramiento de agua desde el ocèano interno hacia la superficie.
- Y por otro, episodios de criovulcanismo siembran literalmente la superficie con más sales.
Cualquiera que sea la forma en que las sales acuden a la superficie de este satélite, su asistencia a los procesos de subducción aumenta la posibilidad de la presencia de vida en Europa.
De hecho, esta dinámica cortical podría ofrecer una manera de transportar oxidantes y otros materiales desde la superficie hasta el océano de agua líquida del interior de Europa, incluidos nutrientes que podrían ser utilizados por alguna forma de vida.
Un saludo.
Tenemos nuevas evidencias de que la corteza de hielo del satélite Europa de Júpiter experimenta una dinàmica comparable a la tectónica de placas de la Tierra.
La teoría de la tectónica de placas en la Tierra describe cómo grandes porciones de la corteza de nuestro planeta se mueven e interactúan. Estas porciones o placas tectónicas se deslizan sobre el manto (zona maleable del interior de la Tierra), cambian la geometría de la superficie del planeta y acaba también afectando en mayor o menor medida a los seres vivos.
Recientes estudios realizados por un grupo de estudiantes de la Universidad Brown, dirigido por su profesor Brandon Johnson, presentan modelos dinàmicos que demuestran que la actividad cortical en la luna Europa es posible.
Los resultados están en línea con hipótesis previas que proponían que algunas regiones de la corteza de Europa parecen estar expandiéndose.
Estas zonas tienen una similar apariencia a las líneas de formación de corteza en los océanos de la Tierra, lo que ya sugería la idea de que puede existir tectònica de placas en Europa.
En la Tierra, la subducción (proceso de hundimiento de una placa bajo el borde de otra en un límite convergente) sucede porque la corteza está más fría y es más densa que el manto. Como consecuencia, las placas corticales comienzan a hundirse en el manto, y en ocasiones hasta grandes profundidades.
En nuestro planeta, la corteza y el manto están compuestos por roca, pero en Europa la corteza es de hielo de agua. De hecho, la corteza estaría formada por 2 capas:
- Una superior muy fina, constituida por el hielo más frío y denso.
- Otra inferior más gruesa, menos fría y convectiva.
En Europa, si una placa de hielo de la parte superior comenzara a hundirse en la capa inferior, automáticamente comenzaría a calentarse, lo que implicaría un descenso en su densidad, y, por tanto, se frenaría su hundimiento.
Por esta razón, hasta ahora no estaba claro cuál podría ser el mecanismo capaz de mantener activa la dinámica cortical en Europa.
El modelo de B. Johnson y sus alumnos propone que la subducción podría continuar si la capa de hielo externa incluyera sales, que son más densas que el hielo. Por ello, incluso si el hielo exterior se calentara al hundirse y redujera un poco su densidad, la densidad añadida de las sales permitiría que el hielo exterior continuara hundièndose.
En consecuencia, sería la presencia de sales, y no las diferencias térmicas, lo que proporcionaría un mecanismo para la activación y el mantenimiento de la dinámica cortical.
Las sales de la corteza exterior podrían provenir del mismo interior de Europa, mediante 2 procesos:
- Por un lado, se han observado fenómenos de afloramiento de agua desde el ocèano interno hacia la superficie.
- Y por otro, episodios de criovulcanismo siembran literalmente la superficie con más sales.
Cualquiera que sea la forma en que las sales acuden a la superficie de este satélite, su asistencia a los procesos de subducción aumenta la posibilidad de la presencia de vida en Europa.
De hecho, esta dinámica cortical podría ofrecer una manera de transportar oxidantes y otros materiales desde la superficie hasta el océano de agua líquida del interior de Europa, incluidos nutrientes que podrían ser utilizados por alguna forma de vida.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
La nave New Horizons (lanzada el 19.01.2006 y que llegó a Plutón el 14.07.2015 estudiándolo junto a sus 5 lunas) sigue navegando por el Cinturón de Kuiper y ha detectado un misterioso resplandor ultravioleta, que parece surgir (en la lejanía) cerca del borde del Sistema Solar.
Ese resplandor podría venir de una "pared" de hidrógeno largamente buscada, que representa el lugar donde la influencia del Sol disminuye apreciablemente: es el umbral que separa el vecindario solar de la galaxia.
Tras dejar atrás a Plutón y sus 5 satélites, New Horizons prosiguiò su camino en busca del objeto llamado Ultima Thule (con llegada prevista el 01.01.2019), y también estuvo escaneando el cielo con sus telescopios ultravioleta, para intentar buscar señales de la "pared" de hidrógeno.
A medida que el Sol se desplaza por la Vía Láctea, genera una corriente constante de partículas cargadas, viento solar, que infla una "burbuja" alrededor del Sistema Solar llamada heliosfera.
Al otro lado de esa burbuja, a 100 UA del Sol, los átomos de hidrógeno no cargados en el espacio interestelar deberían menguar cuando chocan con las partículas del viento solar.
Esa acumulación de hidrògeno, o "pared", debería dispersar la luz ultravioleta de una manera fácilmente distintiva.
Ya hace 30 años que las dos naves Voyager 1 y 2 vieron señales de tal dispersión ultravioleta.
New Horizons ha verificado que la luz ultravioleta cambia de una manera que admite las observaciones de las Voyager: las 3 naves vieron más luz ultravioleta más lejos del Sol de lo esperado si no hay un "muro" de hidrógeno.
El equipo de seguimiento de New Horizons de la Universidad de Princenton también advierte que la luz ultravioleta podrìa ser de una fuente totalmente desconocida, situada mucho más alejada, en los confines de la Vía Láctea.
Si los nuevos datos de la New Horizons son capaces de distinguir ese "muro" de hidrògeno, podrían ayudar a determinar la forma y la variabilidad de los límites del Sistema Solar.
Después de que la sonda llegue en enero, estudie y deje atrás a Ultima Thule, seguirá con rumbo fijo buscando el "muro" hasta el final de su misión: 10-15 años.
Un saludo.
La nave New Horizons (lanzada el 19.01.2006 y que llegó a Plutón el 14.07.2015 estudiándolo junto a sus 5 lunas) sigue navegando por el Cinturón de Kuiper y ha detectado un misterioso resplandor ultravioleta, que parece surgir (en la lejanía) cerca del borde del Sistema Solar.
Ese resplandor podría venir de una "pared" de hidrógeno largamente buscada, que representa el lugar donde la influencia del Sol disminuye apreciablemente: es el umbral que separa el vecindario solar de la galaxia.
Tras dejar atrás a Plutón y sus 5 satélites, New Horizons prosiguiò su camino en busca del objeto llamado Ultima Thule (con llegada prevista el 01.01.2019), y también estuvo escaneando el cielo con sus telescopios ultravioleta, para intentar buscar señales de la "pared" de hidrógeno.
A medida que el Sol se desplaza por la Vía Láctea, genera una corriente constante de partículas cargadas, viento solar, que infla una "burbuja" alrededor del Sistema Solar llamada heliosfera.
Al otro lado de esa burbuja, a 100 UA del Sol, los átomos de hidrógeno no cargados en el espacio interestelar deberían menguar cuando chocan con las partículas del viento solar.
Esa acumulación de hidrògeno, o "pared", debería dispersar la luz ultravioleta de una manera fácilmente distintiva.
Ya hace 30 años que las dos naves Voyager 1 y 2 vieron señales de tal dispersión ultravioleta.
New Horizons ha verificado que la luz ultravioleta cambia de una manera que admite las observaciones de las Voyager: las 3 naves vieron más luz ultravioleta más lejos del Sol de lo esperado si no hay un "muro" de hidrógeno.
El equipo de seguimiento de New Horizons de la Universidad de Princenton también advierte que la luz ultravioleta podrìa ser de una fuente totalmente desconocida, situada mucho más alejada, en los confines de la Vía Láctea.
Si los nuevos datos de la New Horizons son capaces de distinguir ese "muro" de hidrògeno, podrían ayudar a determinar la forma y la variabilidad de los límites del Sistema Solar.
Después de que la sonda llegue en enero, estudie y deje atrás a Ultima Thule, seguirá con rumbo fijo buscando el "muro" hasta el final de su misión: 10-15 años.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
Sabemos que las 79 lunas (conocidas por ahora) de Júpiter están hechas en su mayor parte de hielo, por lo que se suponía que el interior de la espesa, colorida y turbulenta atmósfera de este colosal planeta tendría que tener también agua.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Clemson, al mando del astrofísico M. Adámkovics, publica en The Astronomical Journal que han encontrado agua en el gran planeta gaseoso.
Aunque el 99% de su atmósfera está compuesta por hidrógeno y helio, al tener un diámetro 11 veces mayor a la Tierra una pequeña fracciòn de esa atmósfera supondría muchas veces más agua que la existente en todo nuestro planeta.
Al comenzar la búsqueda de agua se centraron en la Gran Mancha Roja (GMR), de algo más de 2 diámetros terrestres, y que lleva girando al menos 150 años.
Usaron el instrumento iSHELL en el Telescopio de Infrarrojos de la NASA, y el espectrógrafo de infrarrojo cercano del Telescopio Keck2: ambos ubicados en la cumbre de Maunakea, en Hawái.
Encontraron 3 capas bien diferenciadas de nubes en la GMR, y en la más profunda (a 160 km.) hallaron evidentes firmas químicas de agua congelada.
M. Adamkovics explica: "El agua puede jugar un papel crítico en los patrones climáticos de Júpiter, así que este descubrimiento ayudará en nuestra comprensión de por qué la atmósfera del planeta es tan caótica y turbulenta. Donde existe agua, la posibilidad de vida no puede descartarse por completo, aunque parezca poco probable. En la GMR existe una cantidad de agua bastantes veces superior a la de la Tierra. Esperaremos a futuros proyectos para estimar la cantidad de agua total que hay en Júpiter.
La sonda Juno que orbita Júpiter tambièn busca agua con su propio espectrógrafo de infrarrojos, y si futuras observaciones en la GMR coinciden con las llevadas a cabo desde la Tierra, esta novedosa técnica se podrá aplicar no solamente a la GMR, sino también a todo Júpiter.
Y seguir a continuaciòn con la búsqueda de agua en Saturno, Urano y Neptuno: los otros 3 planetas gaseosos del Sistema Solar.
Un saludo.
Sabemos que las 79 lunas (conocidas por ahora) de Júpiter están hechas en su mayor parte de hielo, por lo que se suponía que el interior de la espesa, colorida y turbulenta atmósfera de este colosal planeta tendría que tener también agua.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Clemson, al mando del astrofísico M. Adámkovics, publica en The Astronomical Journal que han encontrado agua en el gran planeta gaseoso.
Aunque el 99% de su atmósfera está compuesta por hidrógeno y helio, al tener un diámetro 11 veces mayor a la Tierra una pequeña fracciòn de esa atmósfera supondría muchas veces más agua que la existente en todo nuestro planeta.
Al comenzar la búsqueda de agua se centraron en la Gran Mancha Roja (GMR), de algo más de 2 diámetros terrestres, y que lleva girando al menos 150 años.
Usaron el instrumento iSHELL en el Telescopio de Infrarrojos de la NASA, y el espectrógrafo de infrarrojo cercano del Telescopio Keck2: ambos ubicados en la cumbre de Maunakea, en Hawái.
Encontraron 3 capas bien diferenciadas de nubes en la GMR, y en la más profunda (a 160 km.) hallaron evidentes firmas químicas de agua congelada.
M. Adamkovics explica: "El agua puede jugar un papel crítico en los patrones climáticos de Júpiter, así que este descubrimiento ayudará en nuestra comprensión de por qué la atmósfera del planeta es tan caótica y turbulenta. Donde existe agua, la posibilidad de vida no puede descartarse por completo, aunque parezca poco probable. En la GMR existe una cantidad de agua bastantes veces superior a la de la Tierra. Esperaremos a futuros proyectos para estimar la cantidad de agua total que hay en Júpiter.
La sonda Juno que orbita Júpiter tambièn busca agua con su propio espectrógrafo de infrarrojos, y si futuras observaciones en la GMR coinciden con las llevadas a cabo desde la Tierra, esta novedosa técnica se podrá aplicar no solamente a la GMR, sino también a todo Júpiter.
Y seguir a continuaciòn con la búsqueda de agua en Saturno, Urano y Neptuno: los otros 3 planetas gaseosos del Sistema Solar.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
A fecha de hoy se sigue analizando la vastísima información recolectada y enviada a la Tierra por la sonda Cassini, que se autodestruyó el 15.09.17 cuando se internó a gran velocidad en la atmósfera de Saturno, tras llegar en el año 2004 para estudiar al planeta de los anillos y sus 62 satélites.
La última publicación revela que Saturno posee un vórtice cálido a gran altura y de forma hexagonal en el polo norte, muy semejante al otro famoso hexágono que puede verse muchos kilómetros más abajo, descubierto por las Voyager en la década de los años 80, y que sus propiedades fueron analizadas de cerca por Cassini (en longitudes de onda del ultravioleta al infrarrojo) por primera vez.
Los astrónomos no dejan de preguntarse ahora: ¿Estos 2 hexágonos son dos fenòmenos independientes, o se trata de una única imponente estructura hexagonal de varios cientos de km. de altura que alcanza hasta la estratosfera de Saturno?...
Según cuentan los científicos, una estructura hexagonal tan gigantesca que se alce a travès de toda la atmósfera es poco probable, porque las condiciones del viento cambian mucho con la altitud, y las "ondas hexagonales" no deberìan poder propagarse tantos km. hacia arriba, sino que tendrían que quedarse atrapadas en las nubes inferiores: pero esto no sucede así.
Un año en Saturno equivale a 30 años en la Tierra, y en 2009 el hemisferio norte dejó atrás el invierno, ha seguido calentándose hasta ahora a medida que ha ido entrando el verano, y una extraña hipótesis de la creación del segundo hexágono sería el paulatino y lento aumento de la temperatura en el polo norte.
Pero es necesario recordar que la Cassini llegó en el 2004, visionó el polo sur de Saturno en el verano...y no encontró rastro de ningún hexágono.
No hay explicación plausible por el momento al segundo hexágono estratosférico (suponiendo que fueran 2 superpuestos) visto ahora, ni tampoco a la tremenda asimetría entre el polo norte y el sur.
Y lo más frustante es que este descubrimiento sucede justo cuando la sonda Cassini ya no puede volver a estudiarlos in situ.
Un saludo.
A fecha de hoy se sigue analizando la vastísima información recolectada y enviada a la Tierra por la sonda Cassini, que se autodestruyó el 15.09.17 cuando se internó a gran velocidad en la atmósfera de Saturno, tras llegar en el año 2004 para estudiar al planeta de los anillos y sus 62 satélites.
La última publicación revela que Saturno posee un vórtice cálido a gran altura y de forma hexagonal en el polo norte, muy semejante al otro famoso hexágono que puede verse muchos kilómetros más abajo, descubierto por las Voyager en la década de los años 80, y que sus propiedades fueron analizadas de cerca por Cassini (en longitudes de onda del ultravioleta al infrarrojo) por primera vez.
Los astrónomos no dejan de preguntarse ahora: ¿Estos 2 hexágonos son dos fenòmenos independientes, o se trata de una única imponente estructura hexagonal de varios cientos de km. de altura que alcanza hasta la estratosfera de Saturno?...
Según cuentan los científicos, una estructura hexagonal tan gigantesca que se alce a travès de toda la atmósfera es poco probable, porque las condiciones del viento cambian mucho con la altitud, y las "ondas hexagonales" no deberìan poder propagarse tantos km. hacia arriba, sino que tendrían que quedarse atrapadas en las nubes inferiores: pero esto no sucede así.
Un año en Saturno equivale a 30 años en la Tierra, y en 2009 el hemisferio norte dejó atrás el invierno, ha seguido calentándose hasta ahora a medida que ha ido entrando el verano, y una extraña hipótesis de la creación del segundo hexágono sería el paulatino y lento aumento de la temperatura en el polo norte.
Pero es necesario recordar que la Cassini llegó en el 2004, visionó el polo sur de Saturno en el verano...y no encontró rastro de ningún hexágono.
No hay explicación plausible por el momento al segundo hexágono estratosférico (suponiendo que fueran 2 superpuestos) visto ahora, ni tampoco a la tremenda asimetría entre el polo norte y el sur.
Y lo más frustante es que este descubrimiento sucede justo cuando la sonda Cassini ya no puede volver a estudiarlos in situ.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
Dos días después de mencionar a Júpiter, nos llega otra novedad sobre él: la nave Juno ha recabado datos de que el campo magnético de este planeta es muy distinto al de la Tierra, pues tiene 2 puntos de retorno, en lugar de uno solo, como sucede en el nuestro.
En la Tierra representamos el campo magnètico como líneas que salen hacia afuera desde el Polo Norte, y después vuelven al Polo Sur: el resultado es parecido a un imán de barra gigantesco.
En Júpiter, si bien tiene líneas de flujo que emanan de su polo norte, también posee 2 puntos de retorno, en lugar de uno solo: uno se encuentra cerca del polo sur y otro cerca del ecuador.
En la Tierra se piensa que el campo magnético es generado por su dinamo interna: el batido de fluidos eléctricamente conductores en el núcleo.
Pero Júpiter está hecho en un 99% de helio e hidrògeno, que no son muy conductores. Esto ha llevado a teorías que sugieren que la inmensa presión existente en el interior del planeta dio fruto a la formación de hidrógeno metálico líquido, que se comporta de manera muy similar a un metal.
Hasta el momento, los científicos no tienen más información que pueda explicar el extraño campo magnético de Júpiter con 2 puntos de retorno, pero postulan que seguramente tiene algo que ver con la singular estructura interna del planeta.
Un saludo.
Dos días después de mencionar a Júpiter, nos llega otra novedad sobre él: la nave Juno ha recabado datos de que el campo magnético de este planeta es muy distinto al de la Tierra, pues tiene 2 puntos de retorno, en lugar de uno solo, como sucede en el nuestro.
En la Tierra representamos el campo magnètico como líneas que salen hacia afuera desde el Polo Norte, y después vuelven al Polo Sur: el resultado es parecido a un imán de barra gigantesco.
En Júpiter, si bien tiene líneas de flujo que emanan de su polo norte, también posee 2 puntos de retorno, en lugar de uno solo: uno se encuentra cerca del polo sur y otro cerca del ecuador.
En la Tierra se piensa que el campo magnético es generado por su dinamo interna: el batido de fluidos eléctricamente conductores en el núcleo.
Pero Júpiter está hecho en un 99% de helio e hidrògeno, que no son muy conductores. Esto ha llevado a teorías que sugieren que la inmensa presión existente en el interior del planeta dio fruto a la formación de hidrógeno metálico líquido, que se comporta de manera muy similar a un metal.
Hasta el momento, los científicos no tienen más información que pueda explicar el extraño campo magnético de Júpiter con 2 puntos de retorno, pero postulan que seguramente tiene algo que ver con la singular estructura interna del planeta.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
El célebre físico Roger Penrose de la Universidad de Oxford, que a mediados de los años 70 explicò junto a Stephen Hawking cómo se forma una singularidad, cree haber localizado remanentes de Agujeros Negros que datan de antes del Big Bang, es decir, serían restos de un Universo anterior.
Esas extrañas espirales de luz serían restos de ANs que lograron sobrevivir a la destrucción de un Universo que existió antes del Big Bang.
Penrose es el padre de la teoría llamada Cosmología Cíclica Conforme (CCC), según la cual el Universo pasa por una serie infinita de ciclos (eones), durante los cuales primero se expande y después se comprime hasta llegar de nuevo en un punto. Esto podría permitir que, bajo ciertas condiciones, la radiación electromagnética sobreviviera a la destrucción de un Universo, para pasar a formar parte del siguiente.
Y esos restos "sobrevivientes" son los que Roger Penrose y su equipo creen haber identificado en el Fondo Cósmico de Microondas (CMB): la débil radiación residual del Big Bang que impregna por completo el Universo en el que vivimos.
A los círculos, o remolinos de luz polarizada, que aparecen con claridad en un mapa creado por el radiotelescopio del Polo Sur BICEP2 los han llamado "puntos de Hawking", en honor al fallecido físico británico que predijo que los ANs emitían pequeñas cantidades de radiaciòn electromagnética, algo que con el paso del tiempo implicaba su completa evaporación.
El equipo a cargo del BICEP2 dice que esos remolinos (o "modos B") fueron causados por las Ondas Gravitacionales de la inflación: el crecimiento del Universo después del Big Bang.
Pero Penrose y sus colaboradores tienen una explicación muy distinta: se fijaron en un punto concreto del mapa de BICEP2, que aparece rodeado por un anillo de luz polarizada, lo que indica una enorme diferencia de temperatura entre sus partes interna y externa, y sostienen que se trata de campos magnèticos de ANs de un Universo anterior, evaporados a través de la "radiación Hawking".
Según la Cosmología Cíclica Conforme de Penrose, toda la energía de 1 AN que se evapora se comprimiría en un diminuto punto a medida que el Universo se encogiese, antes de expandirse otra vez en un nuevo eón.
Dice Penrose: "No podemos ver los 'puntos de Hawking' en los datos, porque las mediciones del Fondo Cósmico de Microondas (CMB) solamente se remontan a 380.000 años después del Big Bang, pero sí que podemos ver los anillos luminosos".
En su último trabajo publicado, Penrose y su equipo localizaron hasta 20 de estas áreas de aumento de la temperatura en los mapas de BICEP2, y piensan que al menos uno de ellos es un "punto de Hawking", aunque señalan que otros 4-5 merecerían ser investigados más a fondo.
Otros científicos postulan que las "señales" visionadas por Penrose admiten otras explicaciones, como que esos círculos luminosos se deben a una simple curvatura de la luz al pasar cerca de algún objeto masivo.
Penrose y su equipo se defienden diciendo que usaron tambièn mapas del CMB hechos con el telescopio espacial Planck (anterior al BICEP2), para comprobar si los puntos anòmalos estaban tambièn allí, y descubrieron, después de más de 4.000 simulaciones informáticas, que sí que estaban presentes.
Daniel An (miembro del equipo de Penrose), explica: "Esto significa que esos puntos no surgieron por casualidad, sino como consecuencia de algún fenómeno físico, lo cual apunta a que la teoría y las observaciones de restos de un Universo anterior son correctas".
Y Penrose apostilla: "Creo que Stephen Hawking habría estado encantado de ver en una observación real los efectos que él predijo".
Un saludo.
El célebre físico Roger Penrose de la Universidad de Oxford, que a mediados de los años 70 explicò junto a Stephen Hawking cómo se forma una singularidad, cree haber localizado remanentes de Agujeros Negros que datan de antes del Big Bang, es decir, serían restos de un Universo anterior.
Esas extrañas espirales de luz serían restos de ANs que lograron sobrevivir a la destrucción de un Universo que existió antes del Big Bang.
Penrose es el padre de la teoría llamada Cosmología Cíclica Conforme (CCC), según la cual el Universo pasa por una serie infinita de ciclos (eones), durante los cuales primero se expande y después se comprime hasta llegar de nuevo en un punto. Esto podría permitir que, bajo ciertas condiciones, la radiación electromagnética sobreviviera a la destrucción de un Universo, para pasar a formar parte del siguiente.
Y esos restos "sobrevivientes" son los que Roger Penrose y su equipo creen haber identificado en el Fondo Cósmico de Microondas (CMB): la débil radiación residual del Big Bang que impregna por completo el Universo en el que vivimos.
A los círculos, o remolinos de luz polarizada, que aparecen con claridad en un mapa creado por el radiotelescopio del Polo Sur BICEP2 los han llamado "puntos de Hawking", en honor al fallecido físico británico que predijo que los ANs emitían pequeñas cantidades de radiaciòn electromagnética, algo que con el paso del tiempo implicaba su completa evaporación.
El equipo a cargo del BICEP2 dice que esos remolinos (o "modos B") fueron causados por las Ondas Gravitacionales de la inflación: el crecimiento del Universo después del Big Bang.
Pero Penrose y sus colaboradores tienen una explicación muy distinta: se fijaron en un punto concreto del mapa de BICEP2, que aparece rodeado por un anillo de luz polarizada, lo que indica una enorme diferencia de temperatura entre sus partes interna y externa, y sostienen que se trata de campos magnèticos de ANs de un Universo anterior, evaporados a través de la "radiación Hawking".
Según la Cosmología Cíclica Conforme de Penrose, toda la energía de 1 AN que se evapora se comprimiría en un diminuto punto a medida que el Universo se encogiese, antes de expandirse otra vez en un nuevo eón.
Dice Penrose: "No podemos ver los 'puntos de Hawking' en los datos, porque las mediciones del Fondo Cósmico de Microondas (CMB) solamente se remontan a 380.000 años después del Big Bang, pero sí que podemos ver los anillos luminosos".
En su último trabajo publicado, Penrose y su equipo localizaron hasta 20 de estas áreas de aumento de la temperatura en los mapas de BICEP2, y piensan que al menos uno de ellos es un "punto de Hawking", aunque señalan que otros 4-5 merecerían ser investigados más a fondo.
Otros científicos postulan que las "señales" visionadas por Penrose admiten otras explicaciones, como que esos círculos luminosos se deben a una simple curvatura de la luz al pasar cerca de algún objeto masivo.
Penrose y su equipo se defienden diciendo que usaron tambièn mapas del CMB hechos con el telescopio espacial Planck (anterior al BICEP2), para comprobar si los puntos anòmalos estaban tambièn allí, y descubrieron, después de más de 4.000 simulaciones informáticas, que sí que estaban presentes.
Daniel An (miembro del equipo de Penrose), explica: "Esto significa que esos puntos no surgieron por casualidad, sino como consecuencia de algún fenómeno físico, lo cual apunta a que la teoría y las observaciones de restos de un Universo anterior son correctas".
Y Penrose apostilla: "Creo que Stephen Hawking habría estado encantado de ver en una observación real los efectos que él predijo".
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
La sonda Gaia de la Agencia Espacial Europea fue lanzada el 19.12.2013 y ubicada en el punto L2 de Lagrange, con la misión de recabar densa información de 1.000 millones de estrellas de la Vía Láctea.
Monitorizará cada una de esas estrellas 70 veces en 5 años.
Son datos de astrometrìa (posiciones con una precisión de 20 microsegundos de arco hasta magnitud 15 y de 200 microsegundos hasta magnitud 20), fotometría y de velocidad radial con el fin de crear el primer mapa estelar en 3D de la Vía Láctea, para intentar conocer su origen, estructura y evolución futura.
Gaia ha realizado una gráfica de la coordenada Z (altura de las estrellas por encima o por debajo del disco de la galaxia), frente a la velocidad Vz (velocidad en que se mueven las estrellas en la dirección vertical del disco), y los investigadores han comprobado que las estrellas no se están moviendo en simples círculos alrededor del centro galàctico, sino que aparece una perturbación o patrón en forma de onda similar a la creada cuando tiramos una piedra a un estanque.
Nunca antes se había visto algo parecido, porque Gaia es un instrumento único.
Y es que a diferencia de las moléculas de agua golpeadas en un estanque por una piedra, que acaban asentándose y recuperando su forma original, las estrellas son capaces de retener en una "memoria" aquello que las perturbó en el pasado: esa "memoria" la encontramos en sus movimientos.
Pasado el tiempo, y aunque las ondas no son fáciles de ver en la distribución de las estrellas, aún es posible localizarlas analizando sus velocidades.
Han calculado que hace entre los últimos 300 y 900 millones de años hubo un momento en el que la Vía Láctea tuvo un encuentro o roce con otra galaxia, resultando una alteración en las estrellas afectadas.
Sabemos por otros estudios anteriores que la Vía Láctea es una galaxia "canibalizadora" de otras pequeñas galaxias, que ha ido creciendo de esa manera, y la galaxia Sagitario fue una de ellas en un periodo de tiempo que prácticamente coincide con esos entre 300 y 900 millones de años: entre 200 y 1.000 millones de años.
Este último descubrimiento del patrón de ondas (publicado en Nature) sabemos que está allí, y la plena comprensión de su significado podría llevar años a los científicos, pues apenas estamos comenzando a poder leer la historia de la Vía Láctea.
Un saludo.
La sonda Gaia de la Agencia Espacial Europea fue lanzada el 19.12.2013 y ubicada en el punto L2 de Lagrange, con la misión de recabar densa información de 1.000 millones de estrellas de la Vía Láctea.
Monitorizará cada una de esas estrellas 70 veces en 5 años.
Son datos de astrometrìa (posiciones con una precisión de 20 microsegundos de arco hasta magnitud 15 y de 200 microsegundos hasta magnitud 20), fotometría y de velocidad radial con el fin de crear el primer mapa estelar en 3D de la Vía Láctea, para intentar conocer su origen, estructura y evolución futura.
Gaia ha realizado una gráfica de la coordenada Z (altura de las estrellas por encima o por debajo del disco de la galaxia), frente a la velocidad Vz (velocidad en que se mueven las estrellas en la dirección vertical del disco), y los investigadores han comprobado que las estrellas no se están moviendo en simples círculos alrededor del centro galàctico, sino que aparece una perturbación o patrón en forma de onda similar a la creada cuando tiramos una piedra a un estanque.
Nunca antes se había visto algo parecido, porque Gaia es un instrumento único.
Y es que a diferencia de las moléculas de agua golpeadas en un estanque por una piedra, que acaban asentándose y recuperando su forma original, las estrellas son capaces de retener en una "memoria" aquello que las perturbó en el pasado: esa "memoria" la encontramos en sus movimientos.
Pasado el tiempo, y aunque las ondas no son fáciles de ver en la distribución de las estrellas, aún es posible localizarlas analizando sus velocidades.
Han calculado que hace entre los últimos 300 y 900 millones de años hubo un momento en el que la Vía Láctea tuvo un encuentro o roce con otra galaxia, resultando una alteración en las estrellas afectadas.
Sabemos por otros estudios anteriores que la Vía Láctea es una galaxia "canibalizadora" de otras pequeñas galaxias, que ha ido creciendo de esa manera, y la galaxia Sagitario fue una de ellas en un periodo de tiempo que prácticamente coincide con esos entre 300 y 900 millones de años: entre 200 y 1.000 millones de años.
Este último descubrimiento del patrón de ondas (publicado en Nature) sabemos que está allí, y la plena comprensión de su significado podría llevar años a los científicos, pues apenas estamos comenzando a poder leer la historia de la Vía Láctea.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
La sonda Hayabusa-2 de la agencia japonesa JAXA despegó en diciembre de 2014 y llegó al asteroide Ryugu el 27.06.2018.
Ryugu está a 3.200.000.000 de km. y tarda 473 días en completar una órbita alrededor del Sol.
Hayabusa-2 durante los últimos casi 3 meses ha estado realizando estudios sobre Ryugu y repetidas pruebas de aproximación y alejamiento.
El pasado viernes día 21 bajó desde su órbita de 20 km. y soltó 2 pequeños "rovers" (Minerva ll-1A y Minerva ll-1B) a 53 m. de altura, que descendieron suavemente a una lenta velocidad de 5 cm./segundo, para no rebotar, hasta posarse con èxito en la superficie: es la primera vez que 2 artefactos aterrizan a la vez en un asteroide y pueden desplazarse autónomamente a saltos mediante un motor interno, que nada más volver a tocar suelo deja de funcionar, para que el rover no rote.
La gravedad del asteroide es de solamente 50 microgés (0,000050 g): eso impide el uso de ruedas motrices, y el aterrizaje es más parecido a un lento y preciso acoplamiento entre 2 naves en el espacio que a otra cosa.
Hayabusa-2 ha recabado que Ryugu no es un cuerpo muy sólido, sino que está hecho de "pilas de escombros" (rocas, piedras, gravas y polvo) por acreciòn, poco cohesionados y con una densidad de solo 1,2 toneladas/m3. Tiene una forma razonablemente esférica, mide unos 900 m. de diámetro, pesa 450 millones de toneladas, y es un objeto extremadamente oscuro con un albedo de 0,02 (la Luna tiene 0,12 para hacernos una idea). Gira sobre su eje cada 7,6 horas de forma retrógrada: distinta a la mayoría de los cuerpos del Sistema Solar, quizás debido al choque contra otro objeto en el pasado.
Hayabusa-2 porta en su interior hasta 4 rovers:
- Minerva ll-1A y Minerva ll-1B: tienen ambos 15 cm. de diámetro por 7 cm. de altura, disponen de un pequeño motor interno para efectuar saltos que duran 15 minutos cada uno por la dèbil gravedad, y se desplaza cada vez alrededor de unos 15 m. en horizontal. La vida útil de estos 2 robots se desconoce, pues tras cada salto es posible que sus diminutos paneles solares se dañen ligeramente, aunque el principal problema es la enorme diferencia de temperatura entre el día y la noche en Ryugu: el estrès térmico. Incorporan cámaras, fotodiodos, acelerómetros y potenciómetros (para medir el voltaje de la superficie). Pesan 1,1 kg. cada uno.
- Minerva-ll2: algo mayor, de 15 cm. de diámetro y 16 cm. de altura, forma octogonal con 1,6 kg. y también capaz de saltar sobre la superficie durante su misión programada para el año 2019.
- MASCOT (Mobile Asteroid Surface Scout): creado por científicos alemanes y franceses, mide 30x30x20 cm. y pesa 10 kg. Estará operativo el próximo 3 de octubre para tomar datos con sus espectrómetro, magnetómetro, radiómetro y cámaras para analizar la superficie de Ryugu. Las baterías solo durarán 16 horas, hasta que se agoten.
También en octubre Hayabusa-2 se acercará a Ryugu y disparará un proyectil de cobre de 2,5 kg. mediante un impactador cinético SCI (Small Carry-on Impactor). Abrirá un cráter de 2 m. de diámetro en el suelo, se levantará polvo que lentamente volverá a caer, y que 2 semanas más tarde será recogido: es una muestra que se traerá a la Tierra con Hayabusa-2 para ser debidamente analizada, y bastará con 0,1 gramos.
En 2019 Hayabusa-2 volverá a aproximarse otra vez a la superficie, desplegará un cilindro hueco con un peso en su interior, que dejará caer, y recogerá más muestras del polvo de regolito levantado en esta acción, para traerlas de viaje de vuelta hasta nuestro planeta mediante sus motores iónicos.
Con Hayabusa-2 (Halcón-2 en japonès) la humanidad ha logrado ya aterrizar en 8 cuerpos del Sistema Solar, siendo los 7 restantes: Titán, Marte, la Luna, Venus, Itokama, Churyumov-Gerasimenko y Eros (el primer asteroide, en fecha 12.02.2001 con la sonda NEAR de la NASA limitada a reposar en el suelo, nada más).
Un saludo.
La sonda Hayabusa-2 de la agencia japonesa JAXA despegó en diciembre de 2014 y llegó al asteroide Ryugu el 27.06.2018.
Ryugu está a 3.200.000.000 de km. y tarda 473 días en completar una órbita alrededor del Sol.
Hayabusa-2 durante los últimos casi 3 meses ha estado realizando estudios sobre Ryugu y repetidas pruebas de aproximación y alejamiento.
El pasado viernes día 21 bajó desde su órbita de 20 km. y soltó 2 pequeños "rovers" (Minerva ll-1A y Minerva ll-1B) a 53 m. de altura, que descendieron suavemente a una lenta velocidad de 5 cm./segundo, para no rebotar, hasta posarse con èxito en la superficie: es la primera vez que 2 artefactos aterrizan a la vez en un asteroide y pueden desplazarse autónomamente a saltos mediante un motor interno, que nada más volver a tocar suelo deja de funcionar, para que el rover no rote.
La gravedad del asteroide es de solamente 50 microgés (0,000050 g): eso impide el uso de ruedas motrices, y el aterrizaje es más parecido a un lento y preciso acoplamiento entre 2 naves en el espacio que a otra cosa.
Hayabusa-2 ha recabado que Ryugu no es un cuerpo muy sólido, sino que está hecho de "pilas de escombros" (rocas, piedras, gravas y polvo) por acreciòn, poco cohesionados y con una densidad de solo 1,2 toneladas/m3. Tiene una forma razonablemente esférica, mide unos 900 m. de diámetro, pesa 450 millones de toneladas, y es un objeto extremadamente oscuro con un albedo de 0,02 (la Luna tiene 0,12 para hacernos una idea). Gira sobre su eje cada 7,6 horas de forma retrógrada: distinta a la mayoría de los cuerpos del Sistema Solar, quizás debido al choque contra otro objeto en el pasado.
Hayabusa-2 porta en su interior hasta 4 rovers:
- Minerva ll-1A y Minerva ll-1B: tienen ambos 15 cm. de diámetro por 7 cm. de altura, disponen de un pequeño motor interno para efectuar saltos que duran 15 minutos cada uno por la dèbil gravedad, y se desplaza cada vez alrededor de unos 15 m. en horizontal. La vida útil de estos 2 robots se desconoce, pues tras cada salto es posible que sus diminutos paneles solares se dañen ligeramente, aunque el principal problema es la enorme diferencia de temperatura entre el día y la noche en Ryugu: el estrès térmico. Incorporan cámaras, fotodiodos, acelerómetros y potenciómetros (para medir el voltaje de la superficie). Pesan 1,1 kg. cada uno.
- Minerva-ll2: algo mayor, de 15 cm. de diámetro y 16 cm. de altura, forma octogonal con 1,6 kg. y también capaz de saltar sobre la superficie durante su misión programada para el año 2019.
- MASCOT (Mobile Asteroid Surface Scout): creado por científicos alemanes y franceses, mide 30x30x20 cm. y pesa 10 kg. Estará operativo el próximo 3 de octubre para tomar datos con sus espectrómetro, magnetómetro, radiómetro y cámaras para analizar la superficie de Ryugu. Las baterías solo durarán 16 horas, hasta que se agoten.
También en octubre Hayabusa-2 se acercará a Ryugu y disparará un proyectil de cobre de 2,5 kg. mediante un impactador cinético SCI (Small Carry-on Impactor). Abrirá un cráter de 2 m. de diámetro en el suelo, se levantará polvo que lentamente volverá a caer, y que 2 semanas más tarde será recogido: es una muestra que se traerá a la Tierra con Hayabusa-2 para ser debidamente analizada, y bastará con 0,1 gramos.
En 2019 Hayabusa-2 volverá a aproximarse otra vez a la superficie, desplegará un cilindro hueco con un peso en su interior, que dejará caer, y recogerá más muestras del polvo de regolito levantado en esta acción, para traerlas de viaje de vuelta hasta nuestro planeta mediante sus motores iónicos.
Con Hayabusa-2 (Halcón-2 en japonès) la humanidad ha logrado ya aterrizar en 8 cuerpos del Sistema Solar, siendo los 7 restantes: Titán, Marte, la Luna, Venus, Itokama, Churyumov-Gerasimenko y Eros (el primer asteroide, en fecha 12.02.2001 con la sonda NEAR de la NASA limitada a reposar en el suelo, nada más).
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
He olvidado anotar que Hayabusa-2 está previsto que llegue a la Tierra, tras 1 año de viaje, en diciembre de 2020, dejando caer una cápsula con las 3 muestras de regolito guardadas en pequeños recintos independientes.
Un saludo.
He olvidado anotar que Hayabusa-2 está previsto que llegue a la Tierra, tras 1 año de viaje, en diciembre de 2020, dejando caer una cápsula con las 3 muestras de regolito guardadas en pequeños recintos independientes.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
¿Qué es la Materia Oscura?...
Una escurridiza sustancia presente en todo el Universo que ejerce múltiples efectos gravitatorios observables, pero elude la detecciòn directa.
Los físicos y los astrónomos han determinado que la mayor parte de la materia presente en el Universo es Materia Oscura (MO): una sustancia cuya existencia puede deducirse a partir de sus efectos gravitatorios, pero no a través de interacciones electromagnéticas, como las que encontramos en la materia ordinaria.
A pesar de ser uno de los conceptos màs simples de la física, la MO resulta desconcertante desde una perspectiva humana: tenemos 5 sentidos, y todos ellos tienen su origen último en las interacciones electromagnéticas.
La vista, por ejemplo, se basa en nuestra sensibilidad a la luz: ondas electromagnéticas de cierta frecuencia. Podemos ver la materia usual porque los átomos emiten o absorben luz: la carga eléctrica de electrones y protones es la razón de que podamos ver.
Sin embargo, nada obliga a que toda la materia se componga de átomos, y la mayor parte de ella podría estar hecha de algo totalmente distinto.
Llamamos materia a cualquier sustancia que interaccione con la gravedad del mismo modo que la materia normal. Por ejemplo, agrupándose en galaxias y cúmulos de galaxias. Sin embargo, un tipo de materia que no presente interacciones electromagnéticas será invisible a nuestros ojos.
La MO carece de carga eléctrica, o quizás tiene tan poca que aún no la hemos podido detectar.
Nadie ha conseguido verla con sus ojos, ni con ningún instrumento.
No obstante, creemos que existe debido a sus múltiples efectos gravitatorios:
- Los movimientos de las estrellas en una galaxia, cuyas elevadas velocidades no pueden explicarse a partir de la escasa atracción gravitatoria ejercida por la materia visible.
- Los de las galaxias en los cúmulos de galaxias, una vez más, demasiado rápidos para ser causados por la materia ordinaria.
- Las propiedades del Fondo Còsmico de Microondas.
- La trayectoria de la materia visible expulsada en las explosiones de supernova.
- La desviación de la luz causada por el efecto de lente gravitacional.
- La observación de que la materia visible se separa de la invisible en los choques entre cúmulos de galaxias.
Sin embargo, puede que el signo más elocuente de la MO sea nuestra propia existencia.
A pesar de ser invisible, la MO ha desempeñado un papel clave en la evolución del Universo y en la creación de estrellas, planetas y vida. Ello se debe a que la masa total de MO es 5 veces mayor que la de materia ordinaria, así como al hecho de que la MO no interacciona directamente con la luz.
Ambas propiedades fueron cruciales para que las galaxias se formasen en el tiempo en el que lo hicieron y, en particular, para que se creasen las galaxias del tamaño de la Vía Láctea.
Sin MO, la radiación habría impedido durante demasiado tiempo que las estructuras galàcticas se agrupasen, lo que habría resultado en un Universo excesivamente homogéneo.
Si la Vía Láctea pudo formarse en el tiempo transcurrido desde la gran explosión, fue gracias a la MO.
Algunas personas se sienten consternadas al oír hablar de la MO por primera vez, y se preguntan: "¿Cómo puede existir algo que no vemos?"...
Al menos desde la revolución copernicana, deberíamos estar preparados para admitir que no ocupamos un lugar central en el Universo. No obstante, cada vez que esta idea aparece en un contexto nuevo, mucha gente se muestra sorprendida o desconcertada.
No hay ninguna razón para que la materia que vemos sea el único tipo de materia que existe. La presencia de MO es algo que cabía esperar y que resulta compatible con todo lo que sabemos.
Tal vez parte de la confusión se deba precisamente al nombre.
En realidad, la MO debería llamarse "Materia Transparente", ya que la luz simplemente pasa a su través.
Sin embargo, su naturaleza es todo menos diáfana, y admite varias preguntas:
- ¿Está formada por un nuevo tipo de partícula elemental?...
- ¿Se compone de objetos compactos pero invisibles, como los Agujeros Negros?...
Y si se trata de una partícula:
- ¿Presenta alguna interacciòn, por débil que sea, con la materia que conocemos (aparte de la gravitatoria)?...
- ¿Interacciona consigo misma?...
- ¿Hay más de un tipo de partícula de esta clase?...
- ¿Presenta alguna de ellas interacciones de cualquier índole?...
A lo largo de los años, los físicos teóricos hemos propuesto varias posibilidades. Pero, en última instancia, solamente descubriremos la naturaleza de la MO con ayuda de más observaciones. Estas quizá consistan en mediciones más detalladas de sus efectos gravitatorios.
O, si hay suerte y la MO interacciona con la materia ordinaria, tal vez sus constituyentes dejen su impronta en los detectores subterráneos, en los satélites espaciales o en los colisionadores de partículas.
Pero incluso si eso no sucede, las interacciones de la MO consigo misma podrían tener consecuencias observables. Por ejemplo, si reorganizan la materia en los centros galácticos, la estructura interna de las galaxias serà diferente a pequeña escala.
Y las brillantes nubes de gas y estrellas podrían tambièn indicar la existencia de una o más especies de partículas de MO que interaccionen entre sí.
Por último, esta misteriosa sustancia tal vez se componga de axiones: hipotéticas partículas que interaccionarían con campos magnéticos y que podrían detectarse en el laboratorio terrestre o en el espacio.
Para un físico (teórico, observacional o experimental) la MO constituye un prometedor objetivo de investigación, ya que sabemos que existe pero ignoramos lo que es.
La razón está clara: simplemente, no interacciona lo suficiente para decìrnoslo, al menos por el momento.
Como seres humanos, no hay mucho más que podamos hacer si la materia ordinaria permanece totalmente indiferente a cualquier cosa que no sea la mera existencia de la MO. Pero, si presenta otras propiedades interesantes, los investigadores las encontrarán. Y, en el proceso, nos ayudarán a abordar de una manera más completa este maravilloso misterio.
Y hasta aquí llega la transcripción del artículo reciéntemente publicado por Lisa Randall: física teórica y titular de la cátedra Frank B. Baird Jr. de Harvard.
Un saludo.
¿Qué es la Materia Oscura?...
Una escurridiza sustancia presente en todo el Universo que ejerce múltiples efectos gravitatorios observables, pero elude la detecciòn directa.
Los físicos y los astrónomos han determinado que la mayor parte de la materia presente en el Universo es Materia Oscura (MO): una sustancia cuya existencia puede deducirse a partir de sus efectos gravitatorios, pero no a través de interacciones electromagnéticas, como las que encontramos en la materia ordinaria.
A pesar de ser uno de los conceptos màs simples de la física, la MO resulta desconcertante desde una perspectiva humana: tenemos 5 sentidos, y todos ellos tienen su origen último en las interacciones electromagnéticas.
La vista, por ejemplo, se basa en nuestra sensibilidad a la luz: ondas electromagnéticas de cierta frecuencia. Podemos ver la materia usual porque los átomos emiten o absorben luz: la carga eléctrica de electrones y protones es la razón de que podamos ver.
Sin embargo, nada obliga a que toda la materia se componga de átomos, y la mayor parte de ella podría estar hecha de algo totalmente distinto.
Llamamos materia a cualquier sustancia que interaccione con la gravedad del mismo modo que la materia normal. Por ejemplo, agrupándose en galaxias y cúmulos de galaxias. Sin embargo, un tipo de materia que no presente interacciones electromagnéticas será invisible a nuestros ojos.
La MO carece de carga eléctrica, o quizás tiene tan poca que aún no la hemos podido detectar.
Nadie ha conseguido verla con sus ojos, ni con ningún instrumento.
No obstante, creemos que existe debido a sus múltiples efectos gravitatorios:
- Los movimientos de las estrellas en una galaxia, cuyas elevadas velocidades no pueden explicarse a partir de la escasa atracción gravitatoria ejercida por la materia visible.
- Los de las galaxias en los cúmulos de galaxias, una vez más, demasiado rápidos para ser causados por la materia ordinaria.
- Las propiedades del Fondo Còsmico de Microondas.
- La trayectoria de la materia visible expulsada en las explosiones de supernova.
- La desviación de la luz causada por el efecto de lente gravitacional.
- La observación de que la materia visible se separa de la invisible en los choques entre cúmulos de galaxias.
Sin embargo, puede que el signo más elocuente de la MO sea nuestra propia existencia.
A pesar de ser invisible, la MO ha desempeñado un papel clave en la evolución del Universo y en la creación de estrellas, planetas y vida. Ello se debe a que la masa total de MO es 5 veces mayor que la de materia ordinaria, así como al hecho de que la MO no interacciona directamente con la luz.
Ambas propiedades fueron cruciales para que las galaxias se formasen en el tiempo en el que lo hicieron y, en particular, para que se creasen las galaxias del tamaño de la Vía Láctea.
Sin MO, la radiación habría impedido durante demasiado tiempo que las estructuras galàcticas se agrupasen, lo que habría resultado en un Universo excesivamente homogéneo.
Si la Vía Láctea pudo formarse en el tiempo transcurrido desde la gran explosión, fue gracias a la MO.
Algunas personas se sienten consternadas al oír hablar de la MO por primera vez, y se preguntan: "¿Cómo puede existir algo que no vemos?"...
Al menos desde la revolución copernicana, deberíamos estar preparados para admitir que no ocupamos un lugar central en el Universo. No obstante, cada vez que esta idea aparece en un contexto nuevo, mucha gente se muestra sorprendida o desconcertada.
No hay ninguna razón para que la materia que vemos sea el único tipo de materia que existe. La presencia de MO es algo que cabía esperar y que resulta compatible con todo lo que sabemos.
Tal vez parte de la confusión se deba precisamente al nombre.
En realidad, la MO debería llamarse "Materia Transparente", ya que la luz simplemente pasa a su través.
Sin embargo, su naturaleza es todo menos diáfana, y admite varias preguntas:
- ¿Está formada por un nuevo tipo de partícula elemental?...
- ¿Se compone de objetos compactos pero invisibles, como los Agujeros Negros?...
Y si se trata de una partícula:
- ¿Presenta alguna interacciòn, por débil que sea, con la materia que conocemos (aparte de la gravitatoria)?...
- ¿Interacciona consigo misma?...
- ¿Hay más de un tipo de partícula de esta clase?...
- ¿Presenta alguna de ellas interacciones de cualquier índole?...
A lo largo de los años, los físicos teóricos hemos propuesto varias posibilidades. Pero, en última instancia, solamente descubriremos la naturaleza de la MO con ayuda de más observaciones. Estas quizá consistan en mediciones más detalladas de sus efectos gravitatorios.
O, si hay suerte y la MO interacciona con la materia ordinaria, tal vez sus constituyentes dejen su impronta en los detectores subterráneos, en los satélites espaciales o en los colisionadores de partículas.
Pero incluso si eso no sucede, las interacciones de la MO consigo misma podrían tener consecuencias observables. Por ejemplo, si reorganizan la materia en los centros galácticos, la estructura interna de las galaxias serà diferente a pequeña escala.
Y las brillantes nubes de gas y estrellas podrían tambièn indicar la existencia de una o más especies de partículas de MO que interaccionen entre sí.
Por último, esta misteriosa sustancia tal vez se componga de axiones: hipotéticas partículas que interaccionarían con campos magnéticos y que podrían detectarse en el laboratorio terrestre o en el espacio.
Para un físico (teórico, observacional o experimental) la MO constituye un prometedor objetivo de investigación, ya que sabemos que existe pero ignoramos lo que es.
La razón está clara: simplemente, no interacciona lo suficiente para decìrnoslo, al menos por el momento.
Como seres humanos, no hay mucho más que podamos hacer si la materia ordinaria permanece totalmente indiferente a cualquier cosa que no sea la mera existencia de la MO. Pero, si presenta otras propiedades interesantes, los investigadores las encontrarán. Y, en el proceso, nos ayudarán a abordar de una manera más completa este maravilloso misterio.
Y hasta aquí llega la transcripción del artículo reciéntemente publicado por Lisa Randall: física teórica y titular de la cátedra Frank B. Baird Jr. de Harvard.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
Hace unos días se difundió la noticia de que un equipo de científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong (China), encabezado por Shan-Qing Yang, había medido con una precisión rècord la constante de la gravitación universal (los resultados se publicaron en Nature).
Merece la pena decir algo sobre esto porque involucra la fuerza de la que más conscientes somos, y ello a pesar de su extrema debilidad: es 10 elevado a 36 (un 1 seguido de 36 ceros) veces más débil que la otra fuerza más "visible", la electromagnética.
La razón por la que somos tan conscientes de su existencia es porque no existen masas negativas que se cancelen entre sí (lo que sí ocurre con las cargas eléctricas), y la masa total de la Tierra, la que hace que los cuerpos (incluidos nosotros, por supuesto) caigan, es de 5 x 10 elevado a 21 toneladas, suficiente para que la percibamos constantemente.
Aprovecho para decir que la existencia de la fuerza gravitacional, al igual que la de las otras 3 fuerzas que se han identificado en la naturaleza, es, en el fondo, sorprendente: la física descubre cuáles son sus características principales, pero no sabemos por qué existen.
Soy de la opiniòn de que, en general, los niños pequeños no tiran las cosas por maldad, sino que las dejan caer porque se maravillan de que caigan.
Como con tantas otras cosas, al crecer y acostumbrarnos a lo que nos rodea y experimentamos, los adultos perdemos esa capacidad de sorprendernos, en la que se halla la fuente de la ciencia.
Pero volvamos a la constante de la gravitacional universal, denotada por G (mi letra, por cierto, en la Real Academia Española).
Su origen se remonta a 1687, cuando en la tercera parte de su inmortal libro Philosophiae Naturalis Principia Mathematica Isaac Newton introdujo la ley que describe el movimiento de los cuerpos celestes y la caída de los objetos en planetas como el nuestro, una ley que dice que existe una fuerza, un "poder gravitacional", que hace que cualquier pareja de cuerpos se atraigan entre sí con un valor proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadradi de la distancia que los separa.
Esa constante de proporcionalidad es G.
Y medir su valor exacto es muy importante, ya que afecta a numerosos cálculos, desde, como bien saben los geòlogos, la determinación de la estructura y composición de la Tierra, hasta el cálculo de las masas de cuerpos celestes, datos imprescindibles para múltiples problemas astrofísicos y cosmológicos.
A la vista de semejante importancia, cabría suponer que hace mucho que la medición de G debiò ser objeto de atención por parte de los físicos.
Y así es: en 1798, un excéntrico inglés, a quien se deben bastantes notables resultados en electricidad y química, Henry Cavendish, utilizó un instrumento que había sido inventado previamente por otro inglés, John Michell (1724-1793): la balanza de torsión.
Michell (la primera persona que consideró la posibilidad de la existencia de "agujeros negros" gravitacionales, idea que publicó en 1784) tenía la intención de medir G, pero muriò antes de poder hacerlo y su aparato pasó a manos de su amigo Cavendish.
Sin embargo, el resultado obtenido por éste, valioso como sin duda es, sufría de uno de los mayores enemigos de la investigación científica: de incertidumbre, o si se prefiere, de que no era muy exacto.
No es sorprendente de que fuera así: medir la atracción gravitacional entre 2 cuerpos, del tipo de los que se pueden disponer en un laboratorio, es una tarea muy difícil debido a lo minúsculo de la atracción entre ellos.
Y no es ese el único problema: hay que distinguir esa atracción mutua de la que ejerce la Tierra.
Es necesario evitar corrientes de convección que puedan surgir de cambios de temperatura (por eso se realizan los experimentos en cámaras de vacío).
Y los objetos utilizados deben estar compuestos de materiales perfectamente uniformes para que sus centros de masa estèn perfectamente localizados.
Dificultades como estas ayudan a comprender que aunque la interacción gravitacional dispuso de una teoría (la de Newton) mucho antes que las 3 restantes (la electromagnética, que completó Maxwell en la segunda mitad del siglo XIX, la fuerte y la débil, que no hallaron sus "Newton" hasta bien entrado el siglo XX), la incertidumbre en el valor de G es de una parte en 10.000: muy grande comparada con, por ejemplo, la relación entre las masas del protón y electrón, que es de una parte en 10.000.000.000.
A lo largo de los últimos 40 años, se realizaron bastantes experimentos para medir G, pero los resultados difieren entre sí apreciablemente, y el error más pequeño obtenido es del 0,00137 por 100.
Los resultados conseguidos ahora por el grupo de Shan-Qing Yang (que también usó una balanza de torsión) han mejorado la precisión anterior, que ahora queda en el 0,00116 por 100.
Seguramente algunos de ustedes, apreciados lectores, pensarán que a este episodio se le puede aplicar aquello que escribiò Shakespeare: "Much ado about nothing", esto es, "Mucho ruido para nada", o mejor, "Mucho ruido y pocas nueces".
Se equivocarán si piensan así, o expresado de otra forma, no habrán captado la verdadera naturaleza de la ciencia, que en general avanza con lentitud, paso a paso.
Nos fascina el Einstein que de un plumazo, en un único artículo, creó la teoría especial de la Relatividad. O la página y media de Nature en la que Watson y Crick presentaron el modelo de la doble hélice del ADN, pero esto sólo es como la superficie de un iceberg: la mayor parte de cuya masa permanece oculta bajo el agua.
Determinar con mayor precisión el valor de G es un problema tal vez no fundamental, pero sí importante.
¿Quién sabe, además, si los diferentes resultados obtenidos en el pasado (realizados por científicos competentes) no ocultan algo màs primordial?, porque realmente no sabemos el por qué de tales diferencias.
Y no olvidemos que G es una de las joyas más preciadas de la física: junto a la velocidad de la luz en el vacío y la constante de Planck (pieza esencial de la física cuántica), pertenece a un grupo muy reducido y exclusivo, el de las constantes universales de la naturaleza.
Un saludo.
P. D.: texto íntegro publicado la semana pasada por José Manuel Sánchez Ron.
Nacido en Madrid en 1949, es físico, profesor de la UAM, ocupa sillón G de la RAE, historiador y divulgador de la ciencia que ha publicado más de 40 libros, dirigido colecciones y ha dado infinidad de cursos y conferencias en universidades españolas y extranjeras.
Hace unos días se difundió la noticia de que un equipo de científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong (China), encabezado por Shan-Qing Yang, había medido con una precisión rècord la constante de la gravitación universal (los resultados se publicaron en Nature).
Merece la pena decir algo sobre esto porque involucra la fuerza de la que más conscientes somos, y ello a pesar de su extrema debilidad: es 10 elevado a 36 (un 1 seguido de 36 ceros) veces más débil que la otra fuerza más "visible", la electromagnética.
La razón por la que somos tan conscientes de su existencia es porque no existen masas negativas que se cancelen entre sí (lo que sí ocurre con las cargas eléctricas), y la masa total de la Tierra, la que hace que los cuerpos (incluidos nosotros, por supuesto) caigan, es de 5 x 10 elevado a 21 toneladas, suficiente para que la percibamos constantemente.
Aprovecho para decir que la existencia de la fuerza gravitacional, al igual que la de las otras 3 fuerzas que se han identificado en la naturaleza, es, en el fondo, sorprendente: la física descubre cuáles son sus características principales, pero no sabemos por qué existen.
Soy de la opiniòn de que, en general, los niños pequeños no tiran las cosas por maldad, sino que las dejan caer porque se maravillan de que caigan.
Como con tantas otras cosas, al crecer y acostumbrarnos a lo que nos rodea y experimentamos, los adultos perdemos esa capacidad de sorprendernos, en la que se halla la fuente de la ciencia.
Pero volvamos a la constante de la gravitacional universal, denotada por G (mi letra, por cierto, en la Real Academia Española).
Su origen se remonta a 1687, cuando en la tercera parte de su inmortal libro Philosophiae Naturalis Principia Mathematica Isaac Newton introdujo la ley que describe el movimiento de los cuerpos celestes y la caída de los objetos en planetas como el nuestro, una ley que dice que existe una fuerza, un "poder gravitacional", que hace que cualquier pareja de cuerpos se atraigan entre sí con un valor proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadradi de la distancia que los separa.
Esa constante de proporcionalidad es G.
Y medir su valor exacto es muy importante, ya que afecta a numerosos cálculos, desde, como bien saben los geòlogos, la determinación de la estructura y composición de la Tierra, hasta el cálculo de las masas de cuerpos celestes, datos imprescindibles para múltiples problemas astrofísicos y cosmológicos.
A la vista de semejante importancia, cabría suponer que hace mucho que la medición de G debiò ser objeto de atención por parte de los físicos.
Y así es: en 1798, un excéntrico inglés, a quien se deben bastantes notables resultados en electricidad y química, Henry Cavendish, utilizó un instrumento que había sido inventado previamente por otro inglés, John Michell (1724-1793): la balanza de torsión.
Michell (la primera persona que consideró la posibilidad de la existencia de "agujeros negros" gravitacionales, idea que publicó en 1784) tenía la intención de medir G, pero muriò antes de poder hacerlo y su aparato pasó a manos de su amigo Cavendish.
Sin embargo, el resultado obtenido por éste, valioso como sin duda es, sufría de uno de los mayores enemigos de la investigación científica: de incertidumbre, o si se prefiere, de que no era muy exacto.
No es sorprendente de que fuera así: medir la atracción gravitacional entre 2 cuerpos, del tipo de los que se pueden disponer en un laboratorio, es una tarea muy difícil debido a lo minúsculo de la atracción entre ellos.
Y no es ese el único problema: hay que distinguir esa atracción mutua de la que ejerce la Tierra.
Es necesario evitar corrientes de convección que puedan surgir de cambios de temperatura (por eso se realizan los experimentos en cámaras de vacío).
Y los objetos utilizados deben estar compuestos de materiales perfectamente uniformes para que sus centros de masa estèn perfectamente localizados.
Dificultades como estas ayudan a comprender que aunque la interacción gravitacional dispuso de una teoría (la de Newton) mucho antes que las 3 restantes (la electromagnética, que completó Maxwell en la segunda mitad del siglo XIX, la fuerte y la débil, que no hallaron sus "Newton" hasta bien entrado el siglo XX), la incertidumbre en el valor de G es de una parte en 10.000: muy grande comparada con, por ejemplo, la relación entre las masas del protón y electrón, que es de una parte en 10.000.000.000.
A lo largo de los últimos 40 años, se realizaron bastantes experimentos para medir G, pero los resultados difieren entre sí apreciablemente, y el error más pequeño obtenido es del 0,00137 por 100.
Los resultados conseguidos ahora por el grupo de Shan-Qing Yang (que también usó una balanza de torsión) han mejorado la precisión anterior, que ahora queda en el 0,00116 por 100.
Seguramente algunos de ustedes, apreciados lectores, pensarán que a este episodio se le puede aplicar aquello que escribiò Shakespeare: "Much ado about nothing", esto es, "Mucho ruido para nada", o mejor, "Mucho ruido y pocas nueces".
Se equivocarán si piensan así, o expresado de otra forma, no habrán captado la verdadera naturaleza de la ciencia, que en general avanza con lentitud, paso a paso.
Nos fascina el Einstein que de un plumazo, en un único artículo, creó la teoría especial de la Relatividad. O la página y media de Nature en la que Watson y Crick presentaron el modelo de la doble hélice del ADN, pero esto sólo es como la superficie de un iceberg: la mayor parte de cuya masa permanece oculta bajo el agua.
Determinar con mayor precisión el valor de G es un problema tal vez no fundamental, pero sí importante.
¿Quién sabe, además, si los diferentes resultados obtenidos en el pasado (realizados por científicos competentes) no ocultan algo màs primordial?, porque realmente no sabemos el por qué de tales diferencias.
Y no olvidemos que G es una de las joyas más preciadas de la física: junto a la velocidad de la luz en el vacío y la constante de Planck (pieza esencial de la física cuántica), pertenece a un grupo muy reducido y exclusivo, el de las constantes universales de la naturaleza.
Un saludo.
P. D.: texto íntegro publicado la semana pasada por José Manuel Sánchez Ron.
Nacido en Madrid en 1949, es físico, profesor de la UAM, ocupa sillón G de la RAE, historiador y divulgador de la ciencia que ha publicado más de 40 libros, dirigido colecciones y ha dado infinidad de cursos y conferencias en universidades españolas y extranjeras.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
Los astrónomos Scott Sheppard, David Tholen y Chad Trujillo han publicado ayer martes en Astronomical Journal un estudio en el que dan a conocer el descubrimiento de un nuevo planeta enano en el Sistema Solar.
Lo han llamado 2015TG387, tiene unos 300 km. de diámetro y tarda 40.000 años en completar una órbita alrededor del Sol.
Su órbita es extremadamente excéntrica: perihelio de 65 UA y afelio de 2.300 UA (Plutón está de media a casi 40 UA).
2015TG387 fue visto por primera vez hace 4 años y han tardado todo este tiempo en poder definir su órbita, con la enorme ayuda del azar, pues en estos años el planeta enano está situado en la mayor aproximaciòn al Sol, y el 99% de su recorrido orbital está tan lejano que apenas reflejaría luz, y hubiera sido prácticamente imposible observarlo por ningún medio actual.
Esa extrañísima y estable órbita es compatible con anteriores indicios que avalan la presencia de un planeta desconocido, una Súpertierra de 10 masas terrestres llamada Planeta X, ubicada en los lejanos confines del Sistema Solar.
Scott Sheppard, dice: "Los llamados objetos interiores de la Nube de Oort (regiòn esférica que envuelve al Sistema Solar y que se extiende hasta los 1,87 años luz de distancia), como 2015TG387, 2012VP113 y Sedna, están aislados del resto del S. Solar. Por este motivo, podemos usarlos como sondas para intentar comprender qué està sucediendo en los límites del S. Solar. Una de las cosas es que quizás pueda existir el Planeta X, Súpertierra de 10 masas terrestres que 'tira' gravitacionalmente de todos ellos en sus estables órbitas. Nuestras simulaciones son compatibles con el largo estiramiento orbital de 2015TG387 hasta alcanzar las 2.300 UA. No prueban que exista otro planeta gigante por descubrir en el Sistema Solar, pero son una evidencia adicional de que algo grande podría estar ahí fuera".
En la actualidad, hay que recordar que la mayor parte de los astrónomos consideran que el Planeta X no existe, al no haberse puesto encima de la mesa un número de evidencias suficientes como para poder afirmarlo.
Los partidarios del Planeta X, esgrimen que existe como una explicación aceptable para la anomalía estadística en la distribución de pequeños cuerpos y sus órbitas estables en el Cinturón de Kuiper. Y para poder entender la incógnita de la inclinación del eje de rotación solar.
Esta posible Súpertierra pudo haber sido expulsada de su inicial órbita por el gigante Júpiter durante el nacimiento del Sistema Solar.
Otra opción es que quizás fue capturada gravicionalmente por el Sol, cuando en un remoto pasado otro sistema solar se acercó lo suficiente.
Solamente queda esperar que los astrónomos no tarden mucho tiempo en resolver la incógnita.
Un saludo.
Los astrónomos Scott Sheppard, David Tholen y Chad Trujillo han publicado ayer martes en Astronomical Journal un estudio en el que dan a conocer el descubrimiento de un nuevo planeta enano en el Sistema Solar.
Lo han llamado 2015TG387, tiene unos 300 km. de diámetro y tarda 40.000 años en completar una órbita alrededor del Sol.
Su órbita es extremadamente excéntrica: perihelio de 65 UA y afelio de 2.300 UA (Plutón está de media a casi 40 UA).
2015TG387 fue visto por primera vez hace 4 años y han tardado todo este tiempo en poder definir su órbita, con la enorme ayuda del azar, pues en estos años el planeta enano está situado en la mayor aproximaciòn al Sol, y el 99% de su recorrido orbital está tan lejano que apenas reflejaría luz, y hubiera sido prácticamente imposible observarlo por ningún medio actual.
Esa extrañísima y estable órbita es compatible con anteriores indicios que avalan la presencia de un planeta desconocido, una Súpertierra de 10 masas terrestres llamada Planeta X, ubicada en los lejanos confines del Sistema Solar.
Scott Sheppard, dice: "Los llamados objetos interiores de la Nube de Oort (regiòn esférica que envuelve al Sistema Solar y que se extiende hasta los 1,87 años luz de distancia), como 2015TG387, 2012VP113 y Sedna, están aislados del resto del S. Solar. Por este motivo, podemos usarlos como sondas para intentar comprender qué està sucediendo en los límites del S. Solar. Una de las cosas es que quizás pueda existir el Planeta X, Súpertierra de 10 masas terrestres que 'tira' gravitacionalmente de todos ellos en sus estables órbitas. Nuestras simulaciones son compatibles con el largo estiramiento orbital de 2015TG387 hasta alcanzar las 2.300 UA. No prueban que exista otro planeta gigante por descubrir en el Sistema Solar, pero son una evidencia adicional de que algo grande podría estar ahí fuera".
En la actualidad, hay que recordar que la mayor parte de los astrónomos consideran que el Planeta X no existe, al no haberse puesto encima de la mesa un número de evidencias suficientes como para poder afirmarlo.
Los partidarios del Planeta X, esgrimen que existe como una explicación aceptable para la anomalía estadística en la distribución de pequeños cuerpos y sus órbitas estables en el Cinturón de Kuiper. Y para poder entender la incógnita de la inclinación del eje de rotación solar.
Esta posible Súpertierra pudo haber sido expulsada de su inicial órbita por el gigante Júpiter durante el nacimiento del Sistema Solar.
Otra opción es que quizás fue capturada gravicionalmente por el Sol, cuando en un remoto pasado otro sistema solar se acercó lo suficiente.
Solamente queda esperar que los astrónomos no tarden mucho tiempo en resolver la incógnita.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
Un equipo de astrónomos de la Universidad de Leiden (Holanda) han estado analizando primeros datos publicados de la misión Gaia sobre estrellas que circulan a alta velocidad: "expulsadas" de la Vía Láctea por la interacción gravitatoria de Sagitario A (Agujero Negro Supermasivo de 4.100.000 masas solares que habita el centro galàctico).
Y se han encontrado, ante su total sorpresa, que 7 estrellas están abandonando la Vía Láctea...y 13 estrellas se están acercando a Sagitario A a hipervelocidad, que, con casi total seguridad, tienen su origen en otras galaxias.
Elena M. Rosso dice: "De las 7.000.000 de estrellas con mediciones completas de velocidad en 3D, encontramos 7 que viajan tan rápidamente a hipervelocidad como para poder fugarse de la Vía Láctea, y otras 13 que corren hacia el ANS Sagitario A. Esas 13 estrellas han podido acelerarse tras un evento cercano con otro ANS, tambièn podrían haber formado parte de un sistema binario, y su huída hacia la Vía Láctea proviene de cuando sus compañeras explotaron en forma de supernova. O quizàs proceden del halo de la Vía Láctea, y haber sido empujadas hacia su interior debido a la interacción gravitatoria con alguna de las galaxias enanas engullidas por la Vía Láctea a lo largo de su existencia".
La única forma de saberlo es utilizar a partir de ahora varios telescopios terrestres y enfocarlos hacia esas 13 estrellas hiperveloces, e intentar determinar mejor su edad y composición, y, a partir de esos datos, su primitiva procedencia.
Los astrónomos esperan impacientes a que durante la década de 2.020 se publicaràn 2 paquetes mucho más extensos de datos nuevos por parte de Gaia, que abarcarán mediciones completas de velocidades en 3D de 150.000.000 de estrellas, con los que se esperan descubrir cientos o miles de estrellas de hipervelocidad, para proceder a analizarlas con sumo detalle e intentar conocer la historia de la Vía Láctea.
Tanto si provienen de la Gran Nube de Magallanes o de otra galaxia más lejana, serían formidables testigos estas estrellas errantes, pues llevarían marcada la "huella" de su lugar de nacimiento, y nos proporcionarían una información sin precedentes de la naturaleza química y temperatura de soles de otras galaxias: sería algo muy parecido a estudiar Marte con los restos de meteoritos marcianos que han caìdo sobre la Tierra.
Un saludo.
Un equipo de astrónomos de la Universidad de Leiden (Holanda) han estado analizando primeros datos publicados de la misión Gaia sobre estrellas que circulan a alta velocidad: "expulsadas" de la Vía Láctea por la interacción gravitatoria de Sagitario A (Agujero Negro Supermasivo de 4.100.000 masas solares que habita el centro galàctico).
Y se han encontrado, ante su total sorpresa, que 7 estrellas están abandonando la Vía Láctea...y 13 estrellas se están acercando a Sagitario A a hipervelocidad, que, con casi total seguridad, tienen su origen en otras galaxias.
Elena M. Rosso dice: "De las 7.000.000 de estrellas con mediciones completas de velocidad en 3D, encontramos 7 que viajan tan rápidamente a hipervelocidad como para poder fugarse de la Vía Láctea, y otras 13 que corren hacia el ANS Sagitario A. Esas 13 estrellas han podido acelerarse tras un evento cercano con otro ANS, tambièn podrían haber formado parte de un sistema binario, y su huída hacia la Vía Láctea proviene de cuando sus compañeras explotaron en forma de supernova. O quizàs proceden del halo de la Vía Láctea, y haber sido empujadas hacia su interior debido a la interacción gravitatoria con alguna de las galaxias enanas engullidas por la Vía Láctea a lo largo de su existencia".
La única forma de saberlo es utilizar a partir de ahora varios telescopios terrestres y enfocarlos hacia esas 13 estrellas hiperveloces, e intentar determinar mejor su edad y composición, y, a partir de esos datos, su primitiva procedencia.
Los astrónomos esperan impacientes a que durante la década de 2.020 se publicaràn 2 paquetes mucho más extensos de datos nuevos por parte de Gaia, que abarcarán mediciones completas de velocidades en 3D de 150.000.000 de estrellas, con los que se esperan descubrir cientos o miles de estrellas de hipervelocidad, para proceder a analizarlas con sumo detalle e intentar conocer la historia de la Vía Láctea.
Tanto si provienen de la Gran Nube de Magallanes o de otra galaxia más lejana, serían formidables testigos estas estrellas errantes, pues llevarían marcada la "huella" de su lugar de nacimiento, y nos proporcionarían una información sin precedentes de la naturaleza química y temperatura de soles de otras galaxias: sería algo muy parecido a estudiar Marte con los restos de meteoritos marcianos que han caìdo sobre la Tierra.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Una del espacio.
Hola.
El 20 de junio de 1.670 el monje y astrónomo francès Antheine Voituret (1618-1683) observó un extraño fenómeno astronómico en el cielo, que según dejó escrito no era ni una estrella variable ni un cometa, que es a lo que principalmente se dedicaba en su tiempo nocturno.
La descripción anotada por Voituret fue refrendada solamente 1 mes más tarde por el astrónomo polaco Johannes Hevelius (1611-1687): llamado el "padre" de la topografía lunar.
Este evento ha sido un enigma para la comunidad científica durante 348 años, pues no se parece a nada descrito hasta la fecha, y durante mucho tiempo se le llamó (erróneamente) Nova 1670 Vulpeculae.
Ahora, un equipo internacional de astrónomos han resuelto con la ayuda del conjunto de telescopios ALMA que han analizado los restos, que lo que vio el monje francés durante esa noche fue la primera fusión explosiva documentada entre una enana blanca y una enana marrón: algo que nadie ha vuelto a ver jamás.
Enana blanca: remanente de una estrella similar al Sol en la etapa final de su existencia.
Enana marrón: es una "estrella fallida" con una masa entre 15-75 veces la de Júpiter, demasiado escasa como para iniciar la fusión termonuclear, como sucede en el Sol.
Los 2 cuerpos se estuvieron orbitando uno al otro hasta que se acercaron demasiado, y terminaron fusionándose, arrojando deshechos cuya composición química ha revelado finalmente ALMA.
La enana marrón fue literalmente desmembrada y triturada, y sus restos giraron locos siendo eyectados como un chorro de pegotes, hasta formar una imagen muy semejante a la de un reloj de arena, con una intensa luz en la estrecha zona central compacta.
Esta inusual estrella recibe el nombre desde hace años de CK Vulpeculae, reside en la constelación de Vulpeculae (el pequeño zorro), no es visible a ojos desnudos, y está justo debajo de la estrella Albireo, la cabeza del Cisne: a 2.200 años luz de la Tierra.
La enana blanca y la enana marrón comenzaron su historia girando en un sistema binario (como muchos otros), pero la masa de la enana blanca era 10 veces mayor de la enana marrón.
Cuando se fusionaron, los restos de la enana marrón fueron arrojados sobre la superficie de la enana blanca, causando un evento termonuclear de moléculas y formas raras (isòtopos) de varios elementos químicos, que provocaron el intenso brillo y singular forma que visionó el monje Antheine Voituret el 20.06.1670 y Johannes Hevelius un mes más tarde: fueron 2 testigos de excepción.
Nadie ha podido ver algo igual todavía, y la enana blanca superviviente aún sigue "soplando" material al espacio 348 años después.
Un saludo.
El 20 de junio de 1.670 el monje y astrónomo francès Antheine Voituret (1618-1683) observó un extraño fenómeno astronómico en el cielo, que según dejó escrito no era ni una estrella variable ni un cometa, que es a lo que principalmente se dedicaba en su tiempo nocturno.
La descripción anotada por Voituret fue refrendada solamente 1 mes más tarde por el astrónomo polaco Johannes Hevelius (1611-1687): llamado el "padre" de la topografía lunar.
Este evento ha sido un enigma para la comunidad científica durante 348 años, pues no se parece a nada descrito hasta la fecha, y durante mucho tiempo se le llamó (erróneamente) Nova 1670 Vulpeculae.
Ahora, un equipo internacional de astrónomos han resuelto con la ayuda del conjunto de telescopios ALMA que han analizado los restos, que lo que vio el monje francés durante esa noche fue la primera fusión explosiva documentada entre una enana blanca y una enana marrón: algo que nadie ha vuelto a ver jamás.
Enana blanca: remanente de una estrella similar al Sol en la etapa final de su existencia.
Enana marrón: es una "estrella fallida" con una masa entre 15-75 veces la de Júpiter, demasiado escasa como para iniciar la fusión termonuclear, como sucede en el Sol.
Los 2 cuerpos se estuvieron orbitando uno al otro hasta que se acercaron demasiado, y terminaron fusionándose, arrojando deshechos cuya composición química ha revelado finalmente ALMA.
La enana marrón fue literalmente desmembrada y triturada, y sus restos giraron locos siendo eyectados como un chorro de pegotes, hasta formar una imagen muy semejante a la de un reloj de arena, con una intensa luz en la estrecha zona central compacta.
Esta inusual estrella recibe el nombre desde hace años de CK Vulpeculae, reside en la constelación de Vulpeculae (el pequeño zorro), no es visible a ojos desnudos, y está justo debajo de la estrella Albireo, la cabeza del Cisne: a 2.200 años luz de la Tierra.
La enana blanca y la enana marrón comenzaron su historia girando en un sistema binario (como muchos otros), pero la masa de la enana blanca era 10 veces mayor de la enana marrón.
Cuando se fusionaron, los restos de la enana marrón fueron arrojados sobre la superficie de la enana blanca, causando un evento termonuclear de moléculas y formas raras (isòtopos) de varios elementos químicos, que provocaron el intenso brillo y singular forma que visionó el monje Antheine Voituret el 20.06.1670 y Johannes Hevelius un mes más tarde: fueron 2 testigos de excepción.
Nadie ha podido ver algo igual todavía, y la enana blanca superviviente aún sigue "soplando" material al espacio 348 años después.
Un saludo.
JOSE ANTONIO MARTINEZ- Cantidad de envíos : 5395
Localización : zaragoza
Fecha de inscripción : 08/01/2015
Página 15 de 39. • 1 ... 9 ... 14, 15, 16 ... 27 ... 39
Temas similares
» Una del espacio.
» CDS DE GRAN CALIDAD
» Necesito un poco mas de espacio
» CAJAS PARA UN MCINTOSH
» Un nuevo espacio en la red
» CDS DE GRAN CALIDAD
» Necesito un poco mas de espacio
» CAJAS PARA UN MCINTOSH
» Un nuevo espacio en la red
Página 15 de 39.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.