Cables curiosos

Noncondition escribió:Estas de Stradivari Audio Designs siempre me han llamado la atención, pero no sé si sus prestaciones están acorde a sus más que elevados precios. Me temo que no.

http://www.stradivariaudiodesigns.com/POWER_PLANTS.htm

Saludos.

blueskay escribió:Hola, sin querer entrar en discusiones sobre el tema de los cables, si quiero aportar mi experiencia de escucha de más de 40 años de audiófilo y melómano. Alguno de vosotros ya me conocéis de reuniones y quedadas. En estos momentos de mi vida he recuperado por fin desde hace un par de años a través de la firma Harbeth el sonido con el que crecí. Para ello, recurrí a las cajas tradicionales como son las Harbeth SHL5 y posteriormente y actualmente a las Harbeth M40.1. Es lo que más se parece a las Rogers, ADC, y Altec que tenía mi padre en los años 60 y 70/80 y el que me introdujo inevitablemente en este mundo tan apasionante. En esos años 60 y 70 ya existían verdaderas obras maestras de la electrónica valvular, Maranzt, Radford, Fisher, AR, Mcintosch, etc. y en cuanto a cajas, pues más de lo mismo, las mencionadas anteriormente. En aquellos tiempos, los años 60 y 70, los cables, como los conocemos hoy, con toda su parafernalia y marketing ni existían, te limitabas a vulgares/sencillos cables eléctricos pelados en sus extremos (tampoco existían toda la parafernalia de conectores que nos invaden hoy en día) de toda la vida que se compraban en cualquier tienda de electricidad. Es más, en Barcelona la única tienda donde se podía comprar Hifi o donde la compraba mi padre era en el prestigioso establecimiento de la calle Balmes llamado VIDOSA. En VIDOSA tenían lo más sagrado de la época en electrónicas a válvulas. A finales del 60 principios de los 70 se empezó a vender unos esplendidos integrados a transistores de Marantz y Zennitt con unos mecanizados espectaculares. En cuanto a los cables de cajas, ni tenían en los comercios, salvo los de intermodulación, negro y rojo que venían con la electrónica. Pero a lo que íbamos, los cables. Debe de ser mi experiencia de como sonaban esos majestuosos equipos de mi padre con un simple cable pelado a las cajas y a la electrónica que nunca he dado la más mínima importancia a los cables de hoy en día. Iban transcurriendo los años, se acercaban los 80 y empezaron a surgir los cables de marcas como Audioquest, Tara labs, Furukava, Van den Hul, etc, envueltos en carcasas de plástico con una serigrafía imponente que solo verlo pensabas que eso sonaría como los ángeles. En los 80 me acerque hasta Audioreferenz en Barcelona, los Sres. Sirat y Lafarga me dejaron para escuchar en casa un modelo de cable para cajas de la firma Audioquest el cual costaba la friolera en pesetas de 80.000 unos 500€ de ahora contra las 2 pesetas que usaba como cables desde toda mi vida, pensé, esto es la leche! me voy rápido a mi casa para probar este Ferrari de cable. En el trayecto a casa iba pensando que la trompeta de Miles Davis la escucharía a un metro de mi cabeza, que la batería la escucharía dentro de mi cuerpo, que el bajo lo podría tocar yo mismo con mis manos, que la atmósfera creada del humo de los cigarrillos estaría presente en mi salón de escucha, lamentablemente nada de eso resulto. Mi decepción fue absoluta, mi padre alucinaba con el precio de los cables y lo único que me susurro fue que resultaban más monos y que quedaban mejor en el equipo pero que los devolviese inmediatamente que la sesión la daba por finalizada. Me negaba a admitir que eso de 80000 pesetas no sonara mejor que los míos de 2 pesetas pero el convencimiento y las pruebas me llego a admitir que era así, de que no sonaban mejor. Este hecho lo he repetido durante los 30 años siguientes con algunos cables más, tanto de cajas como de intermodulación con la misma decepción. Desde hace 25 años tengo unos cables de 100€ no pelados por la comodidad de la conexión y desconexión, quizás más bonitos por la funda al igual que los de la electrónica. Con esta historia, lo único que pretendo dar a entender, bajo mi punto de vista y opinión es qué no he visto evolución alguna en el apartado cableado. Siento decir que me suena todo igual sea un cable de 1€/m a 1.000€/m. Está claro que siendo este mundo de la electrónica uno de mis hobby’s favoritos el buscar la “excelencia del audiófilo” sería incongruente que, si fueran los cables una panacea divina del sonido formarían parte sin dudarlo un instante de mi universo audiófilo y melómano, y no es así. Un saludo amigos.

dinamic32 escribió:

blueskay escribió:Hola, sin querer entrar en discusiones sobre el tema de los cables, si quiero aportar mi experiencia de escucha de más de 40 años de audiófilo y melómano. Alguno de vosotros ya me conocéis de reuniones y quedadas. En estos momentos de mi vida he recuperado por fin desde hace un par de años a través de la firma Harbeth el sonido con el que crecí. Para ello, recurrí a las cajas tradicionales como son las Harbeth SHL5 y posteriormente y actualmente a las Harbeth M40.1. Es lo que más se parece a las Rogers, ADC, y Altec que tenía mi padre en los años 60 y 70/80 y el que me introdujo inevitablemente en este mundo tan apasionante. En esos años 60 y 70 ya existían verdaderas obras maestras de la electrónica valvular, Maranzt, Radford, Fisher, AR, Mcintosch, etc. y en cuanto a cajas, pues más de lo mismo, las mencionadas anteriormente. En aquellos tiempos, los años 60 y 70, los cables, como los conocemos hoy, con toda su parafernalia y marketing ni existían, te limitabas a vulgares/sencillos cables eléctricos pelados en sus extremos (tampoco existían toda la parafernalia de conectores que nos invaden hoy en día) de toda la vida que se compraban en cualquier tienda de electricidad. Es más, en Barcelona la única tienda donde se podía comprar Hifi o donde la compraba mi padre era en el prestigioso establecimiento de la calle Balmes llamado VIDOSA. En VIDOSA tenían lo más sagrado de la época en electrónicas a válvulas. A finales del 60 principios de los 70 se empezó a vender unos esplendidos integrados a transistores de Marantz y Zennitt con unos mecanizados espectaculares. En cuanto a los cables de cajas, ni tenían en los comercios, salvo los de intermodulación, negro y rojo que venían con la electrónica. Pero a lo que íbamos, los cables. Debe de ser mi experiencia de como sonaban esos majestuosos equipos de mi padre con un simple cable pelado a las cajas y a la electrónica que nunca he dado la más mínima importancia a los cables de hoy en día. Iban transcurriendo los años, se acercaban los 80 y empezaron a surgir los cables de marcas como Audioquest, Tara labs, Furukava, Van den Hul, etc, envueltos en carcasas de plástico con una serigrafía imponente que solo verlo pensabas que eso sonaría como los ángeles. En los 80 me acerque hasta Audioreferenz en Barcelona, los Sres. Sirat y Lafarga me dejaron para escuchar en casa un modelo de cable para cajas de la firma Audioquest el cual costaba la friolera en pesetas de 80.000 unos 500€ de ahora contra las 2 pesetas que usaba como cables desde toda mi vida, pensé, esto es la leche! me voy rápido a mi casa para probar este Ferrari de cable. En el trayecto a casa iba pensando que la trompeta de Miles Davis la escucharía a un metro de mi cabeza, que la batería la escucharía dentro de mi cuerpo, que el bajo lo podría tocar yo mismo con mis manos, que la atmósfera creada del humo de los cigarrillos estaría presente en mi salón de escucha, lamentablemente nada de eso resulto. Mi decepción fue absoluta, mi padre alucinaba con el precio de los cables y lo único que me susurro fue que resultaban más monos y que quedaban mejor en el equipo pero que los devolviese inmediatamente que la sesión la daba por finalizada. Me negaba a admitir que eso de 80000 pesetas no sonara mejor que los míos de 2 pesetas pero el convencimiento y las pruebas me llego a admitir que era así, de que no sonaban mejor. Este hecho lo he repetido durante los 30 años siguientes con algunos cables más, tanto de cajas como de intermodulación con la misma decepción. Desde hace 25 años tengo unos cables de 100€ no pelados por la comodidad de la conexión y desconexión, quizás más bonitos por la funda al igual que los de la electrónica. Con esta historia, lo único que pretendo dar a entender, bajo mi punto de vista y opinión es qué no he visto evolución alguna en el apartado cableado. Siento decir que me suena todo igual sea un cable de 1€/m a 1.000€/m. Está claro que siendo este mundo de la electrónica uno de mis hobby’s favoritos el buscar la “excelencia del audiófilo” sería incongruente que, si fueran los cables una panacea divina del sonido formarían parte sin dudarlo un instante de mi universo audiófilo y melómano, y no es así. Un saludo amigos.

Que razón tienes. debemos sr de la misma quinta, también me paso algo parecido. Aún tengo Furukawa por el trastero...