No me resisto. Precioso texto... "Empezando".

GSeoane escribió:

Steiner escribió:Se puede visitar un mismo lugar si dejas pasar mucho tiempo entre una y otra visita porque tú has cambiado. Es el bañista el que no es el mismo, el río desgraciadamente sí lo es... Y que me perdone Heráclito por la irreverencia...

Si yo tuviera alguno de mis cuadros preferidos en casa no podría dejar de mirarlos a todas horas. Me es muy difícil no hacerlo con una mujer que conozco. Cuando la veo me sobran las citas, y toda referencia se queda en nada. Y de igual manera con otras muchas cosas. Hay que animarse (se tornan los mensajes en mensajes grises en mi cabeza), caeremos en el desaliento y no están los tiempos para ello.

No... no me resisto...

No, no te resistes a llevarme la contraria... Si yo tuviera en mi casa la " Muchacha leyendo una carta junto a una ventana abierta" de Dresde, uno de los pocos Vermeer que no he visto en la realidad, estaría encantado dos o tres años y luego me cansaría... Con la mujer maravillosa sería aún peor... En cuanto a animarse, te recuerdo que yo siempre "posteo" en estado de éxtasis...

Steiner escribió:

GSeoane escribió:

Steiner escribió:Se puede visitar un mismo lugar si dejas pasar mucho tiempo entre una y otra visita porque tú has cambiado. Es el bañista el que no es el mismo, el río desgraciadamente sí lo es... Y que me perdone Heráclito por la irreverencia...

Si yo tuviera alguno de mis cuadros preferidos en casa no podría dejar de mirarlos a todas horas. Me es muy difícil no hacerlo con una mujer que conozco. Cuando la veo me sobran las citas, y toda referencia se queda en nada. Y de igual manera con otras muchas cosas. Hay que animarse (se tornan los mensajes en mensajes grises en mi cabeza), caeremos en el desaliento y no están los tiempos para ello.

No... no me resisto...

No, no te resistes a llevarme la contraria... Si yo tuviera en mi casa la " Muchacha leyendo una carta junto a una ventana abierta" de Dresde, uno de los pocos Vermeer que no he visto en la realidad, estaría encantado dos o tres años y luego me cansaría... Con la mujer maravillosa sería aún peor... En cuanto a animarse, te recuerdo que yo siempre "posteo" en estado de éxtasis...

Lo tuyo es esplín en estado puro, Alberto Carlos...

Háztelo ver

Un saludo

orejones escribió:

Steiner escribió:

GSeoane escribió:

Steiner escribió:Se puede visitar un mismo lugar si dejas pasar mucho tiempo entre una y otra visita porque tú has cambiado. Es el bañista el que no es el mismo, el río desgraciadamente sí lo es... Y que me perdone Heráclito por la irreverencia...

Si yo tuviera alguno de mis cuadros preferidos en casa no podría dejar de mirarlos a todas horas. Me es muy difícil no hacerlo con una mujer que conozco. Cuando la veo me sobran las citas, y toda referencia se queda en nada. Y de igual manera con otras muchas cosas. Hay que animarse (se tornan los mensajes en mensajes grises en mi cabeza), caeremos en el desaliento y no están los tiempos para ello.

No... no me resisto...

No, no te resistes a llevarme la contraria... Si yo tuviera en mi casa la " Muchacha leyendo una carta junto a una ventana abierta" de Dresde, uno de los pocos Vermeer que no he visto en la realidad, estaría encantado dos o tres años y luego me cansaría... Con la mujer maravillosa sería aún peor... En cuanto a animarse, te recuerdo que yo siempre "posteo" en estado de éxtasis...

Lo tuyo es esplín en estado puro, Alberto Carlos...

Háztelo ver

Un saludo

Puede que tengas razón en que es "spleen" (prefiero escribirlo a la inglesa) pero te aseguro que no me llamo Alberto Carlos. Esto sí que es surrrealismo puro...

Me he acordado de una película de Stanley Donen , "Dos en la carretera" , con una maravillosa Audrey Hepburn... Creo que ilustra muy bien lo que estamos comentando. El impulso juvenil, el encanto de la primera vez,... no puede sustituirse por coches deportivos, éxito profesional, vestidos lujosos. El paso del tiempo es inexorable...

Pensando un poco sobre las características psicológicas del "viejo" por oposición al "joven" (así, sin entrar en edades), se me han ocurrido dos:

(1) El pensamiento como freno para la acción.

(2) El intento de eliminar las sensaciones negativas.

La tendencia a la reflexión del "viejo" le lleva, por ejemplo, a no decir tonterías, a medir sus palabras, a callar si no domina el tema de la conversación... También frena su actividad pues, al analizar cuidadosamente todas las posibilidades, se actúa menos o se tarda más en hacerlo...

El "viejo" tiende a eliminar las incomodidades. Si hace frío, no sale de casa. No soporta las molestias de un viaje largo... Tampoco está dispuesto a arriesgar en lo sentimental. Un rechazo de la otra persona le parecería intolerable...

Las consecuencias de la aplicación de estos principios son una pérdida de espontaneidad, una tendencia a la pasividad y unas sensaciones "positivas" atenuadas (el que quiere el placer también tiene que querer el dolor...). El "viejo" vive de pequeñas emociones, no demasiado alejadas de la filatelia...