Audioquest cable USB, modelo coffee: impresiones (snake oil?)

Este es mi primer mensaje en el foro. Quisiera transmitiros mis impresiones sobre el cable USB, modelo Coffee, de Audioquest. Las expectativas eran altas, por lo que apuntaban algunas reseñas internacionales (aunque no ignoro que hay que leer entre líneas). Siempre he creído —porque lo he podido escuchar— que los cables suenan diferentes. Mi punto de partida era, por un lado, el Carbon, también de AQ y, por otro, el LogiLink que va con el RME ADI-2 Fs. La primera impresión fue muy positiva, la cual se confirmó tras unas semanas de "rodaje": el coffee proporcionaba, sin duda, más aire a la música. Escucho principalmente clásica, y según mi parecer, el "aire" es fundamental. No me refiero solo a la resolución, las imágenes, el "soundstage" o al timbre, sino a esa sensación de ambiente que muy pocos componentes proporcionan: como si las notas respirasen (no sé cómo describirlo mejor). Aquí el sistema DBS debe cumplir con su función. Pues solo basta con desconectarlo como para que la magia desaparezca (y no porque, de repente, suene horrible). Sin el DBS el coffee se convierte simplemente en un buen cable.

Sin embargo, se me ocurrió compararlo con el LogiLink (antes ya lo había hecho con el Carbon). El LogiLink está muy bien... y, por eso mismo, uno estaría tentado de darle la razón a los Amir and Co. acerca de que los cables USB no suenan. En modo alguno pueden añadir una firma se sonido (ya sabéis, lo de los 1 y 0). O están bien hechos, o no. Ahora bien, lo cierto es que suenan diferentes: al Logilink le falta el aire al que antes me refería... aunque todo esté, ciertamente, en su lugar (capas incluidas). Aun así... se me ocurrió añadirle una ferrita al Logilink. Caramba, caramba... ¿Es posible que, de repente, se hiciese el milagro? Para asegurarme cogí otro cable, el que venía con el JDS Element II, esté ya con la ferrita incorporada. El efecto era equivalente —o casi—, a pesar de que la manera de operar del sistema DBS probablemente sea muy diferente al de la ferrita. Sencillamente, el aire seguía ahí. ¿Vale la pena la diferencia de 300-400€? No me atrevería a decirlo. Ni siquiera teniendo en cuenta aquello de los rendimientos decrecientes. Y es que prefiero el cable de fábrica del RME o el del JDS: la respuesta tímbrica, diría, que es mejor (los AQ tienden a desplazarse hacia las frecuencias medio-altas, aunque suavizadas; o al menos, esta es mi impresión). En fin... por si os sirve. Ya me haréis saber, de tener tiempo y ganas, si creéis que riego fuera de tiesto. Las pruebas las realicé con un Dac Ayre Qb-9 DSD conectado a un Feliks Euforia. Auriculares: Heddphone, Empyrean y LCD-X. Cables de interconexión: Mogami 2534. Fuente: TIDAL a través de Audirvana en un Macbook pro M1.

Coincido contigo en que los cables digitales suenan diferentes. Lo he comprobado en diferentes ocasiones, tanto sólo como acompañado.

Cosa aparte son las preferencias personales, y en mi caso no siempre me han gustado más los más caros.

Reconozco que era reacio a creerlo. La única explicación que se me ocurre es que la transmisión de música se interpreta a tiempo real, y aunque sigan siendo ceros y unos deben afectarles la velocidad de transmisión o las ligeras variaciones en la sincronización.

Esta comparativa es interesante, muchos cables Usb, como sé ve en las mediciones hay diferencias: https://www.nordost.com/assets/images/review-images/review-pdf/HFN_USB%20Cable%20GT%20July.pdf

un saludo

Pedro

Es innegable que los cables suenan diferente. Incluso los USB. Otro asunto, sin embargo, es por qué. Y aquí no deberíamos descartar la posibilidad de que las empresas que nos venden cables al coste de un apartamento —es un decir— estén jugando con nosotros el juego del trilero. Como si, sobre todo con los analógicos, ecualizasen de algún modo la señal. Desconozco cómo pueden hacerlo, pues no soy ingeniero. Pero el factor diferencial, como os decía, está ahí. Por lo que parece no debe ser fácil producir un cable que ofrezca poca resistencia y que, al mismo tiempo, sea capacitativo e inductivo. Así, por ejemplo, si el conductor es lo suficientemente grueso, entonces disminuirán su resistencia e inductancia. Pero al precio de aumentar su capacitancia. De ahí que produzcan diferentes sensaciones, según sea la variable que se acentúe. Y por si esto fuea poco, el aislamiento podría añadir desviaciones a la señal, lo cual puede, perfectamente, provocar una distorsión más o menos agradable. Los cables Mogami, pongamos por caso, al tener por lo común una capacitancia bastante elevada, producen la sensación de una mayor naturalidad, al disminuir los máximos. Por el contrario, los AQ, al ofrecer una capacitancia muy baja, suenan más transparentes, quedando un tanto cojos en graves... dando la impresión —y digo impresión— de que entregan una mayor resolución. Al final, es una cuestión de preferencias. Pero, por eso mismo, no me atrevería a decir que los AQ, en general, sean mejores que los Mogami. O al menos, si son mejores, no lo son cien veces más (que es lo que sugiere la diferencia de precios, y ello al margen de que aceptemos la ley de los rendimientos decrecientes). Paralelamente, llama la atención que el cableado entre las diferentes partes de un amplificador high-end no sea de AQ o Cardas, por citar a marcas sobradamente conocidas. Y no creo que se trate simplemente de una cuestión de costes. Con todo, quizá haya alguna razón que se me escapa...

Sin embargo, con respecto a los cables USB, me atrevería a decir que la diferencia es menor (y, en principio, tendría que serlo). Cuando percibimos diferencias —y las percibimos— la pregunta es a qué se deben. Mejor dicho, a qué efecto inducido. De hecho, al desconectar el sistema DBS del coffee, el cable deja de ser excepcional, aun cuando siga siendo un buen cable. Como os decía en el post inicial, me llamó enormemente la atención lo bien que sonaban el LogiLink y el cable del JDS Element II... en comparáción con el AQ coffee. En relación con el factor aire, y según mi parecer, no hay mucha diferencia entre el de JDS Element II, el cual lleva la ferrita incorporada, y el coffee. Por eso se me ocurrió poner la ferrita al LogiLink... y al resto de los cables (desde los de interconexión hasta el de los auriculares). La mejora es más que notable, suponiendo que el cable de partida esté bien construido. Y los Mogami, ciertamente, lo están. No me parece, por tanto, que tengamos que gastar una locura en cables. De ahí el post. En cualquier caso, gracias por vuestro tiempo.