Mueble tocadiscos, mitad inglés, mitad americano

El viernes fui a buscar un mueble tocadiscos. El mueble en sí no es gran cosa, así que nos centraremos en lo realmente interesante que es lo que hay, o había dentro de él.

Al abrir la tapa nos encontramos con un Garrard 301, de 1956, de los últimos que hicieron con el eje lubricado con grasa y de los primeros con el plato con estroboscopio. El brazo es el TPA10, que es el que se solía montar en el 301. En lugar de la cápsula mc Garrard GMC5, viene con una Fairchild 225A, también MC. Por desgracia, el cantilever está deformado, pero me consta que se puede reparar por no mucho dinero. Para escuchar correctamente la cápsula, hay un transformador para cápsulas mc, que se coloca entre esta y la sección de fono mm del amplificador.







Pero aparte del plato, me he encontrado con un bote de grasa por estrenar, en su caja de cartón original, y un soporte para el adaptador de singles, en su bolsa original; pequeños detalles que le dan un valor añadido al conjunto.





La electrónica está compuesta por un conjunto de previo y etapa monofónico Fisher 80, del que hay muy buenas críticas. Cosméticamente está muy bien conservado, aunque lo llevaré a revisar y a cambiar condensadores para dejarlo como el primer día.

Antes de la restauración del Garrard, queda evaluar su estado.

Desmonto el plato y puedo observar algunas deficiencias. El eje va bastante duro, y los muelles de la polea están totalmente cedidos, y podría ser uno de los causantes del ruido metálico. Realmente esto no me preocupa; hay recambios de todo tipo y tutoriales para aburrir en internet. Lo que si me preocupa es algo que descubrí por casualidad; las piezas internas tienen una capa de cadmio, material altamente tóxico. Con los años, se ha convertido en una especie de polvillo blanco. Indagando, he leido que se puede quitar con ácido oleico (supongo que valdrá aceite de oliva) y en muchos casos se lleva el material a zincar. Ahora el tema está en si zincar las piezas, con la pérdida de tiempo que conlleva (pueden tardar un mes o dos) y desmontar una serie de piezas, que a priori están en buen estado.