Ayon Audio Cd 5s

Acabo de recibir mi flamante lector de Cd con salida a válvulas Ayon Audio Cd 5s
(no sé si ha a ver la fotografía)
En la foto lo veis conectado a un amplificador integrado a válvulas (pentodos en push pull) Audio note OTO (le cambié las válvulas hace tan sólo cuatro meses) y altavoces Audio Note AN-J/B de alta sensibilidad. Los cables de interconexión son también nuevos Stealth Audio PGS-8 (en oro). los cales de las pantallas son van-den hul (las pantallas están conectadas en bicableado). Y cuando la familia no quiere escuchar musica clásica, recurso a los auriculares Sennheiser HD 650 y al ampli de auriculares Black linear de Lehman Audio.
Sólo he podido hacer 20 horas de rodaje al lector y al cable Stealth, pero sus características son palpables: imagen tridimensional, sentido de espacio, rapidez de ataques, respuesta en graves,.... En un par de semanas, con más rodaje, publico un comentario en profundidad.

Nota: la nueva versión ha llegado con un puerto USB asíncrono de 24/192. Aún no lo he probado.

Efectivamente, no salía la imagen. Aquí teneis el link:

https://2img.net/r/ihimg/photo/my-images/546/img1477i.jpg/

No tienes las cajas muy pegadas?

Cierto, 1.5 metros entre ellas (y a unos 80 cm. de la pared trasera). Pero es que la pared no me da para más. el punto de escucha ideal se sitúa entonces a 2 metros, 2.5 metros de la línea de las pantallas; el mismo con auriculares (extensión del cable) que sin ellos. El efecto de separación y por tanto la imagen estéreo era algo mejor cuando vivía en otra casa, hace 10 años, pero la diferencia no es tan grande. La galería donde está situado el equipo es larga, pero proyecta bien el sonido, y no se notan efectos de direccionalidad. Practicamente se escucha igual en distintos puntos: ventajas de las pantallas audio note y de la rapidez de ataque del ampli, probablemente. Másrelevante sería el hecho de que la caja derecha está más cercana a la pared (20 cm) que la izquierda. Pero una vez más, las pantallas Audio Note son excelentes en este sentido, variando muy poco la imagen del sonido según su ubicación y no resintiendose de la proximidad de las paredes.

Ua Felicidades por semejante equipo... la pena de no disponer de un poquito más de espacio... ese problema lo tenemos más de uno...
Saludosss

Un mes desde que llegó el equipo. Después de unas 120 horas de escucha, tanto el lector como el cable Stealth Audio están ya lo suficientemente rodados. Qué duda cabe que el sonido seguirá evolucionando durante los próximos meses, pero ya ha alcanzado ciertas cotas de estabilidad que me permiten hacer algunos comentarios para aquellos interesados en esta combinación. Recordemos que el lector alimenta un amplificador integrado a válvulas (pentodos en push-pull) de sólo 12 watios de potencia musical, Audio Note OTO. Las pantallas son Audio Note AN-J, de alta sensibilidad.
Toda la comparación se hace con referencia a mi antiguo equipo: un lector California Audio Labs Ikon mII, y cable Van den Hul the First. Algunos equipos he podido escuchar, pero no estoy muy familiarizado con ellos.
He utilizado gran cantidad de música “clásica”, desde suites al clavicordio de Bach has música orquestal del siglo XX. Empecemos:
Tonalidad: el sonido es cálido, extraordinariamente rico. No “suena” mejor, en el sentido que el sonido tiene la misma naturaleza que el anterior: un violín suena a un violín, si bien ciertos instrumentos situados en la gama medio-grave (violas, violoncellos, fagotes) suenan sin duda alguna más “bonito” que en el equipo anterior. La voz de bajo y barítono suena increíblemente “mejor”; cantantes a los que tenía por “gangosos”, suenan con voces rejuvenecidas. La clave obviamente está en la legibilidad de graves que permite el cable Stealth Audio. El extremo grave de la octava inferior es perfectamente audible, sin sonar forzado. Ello da una base extraordinaria a todo el entramado musical, construido más desde la armonía y el ritmo que desde la melodía. Esta es clara y evidente, musical, pero lo es con cualquier equipo digital. Lo diferente es cómo el ritmo potencia la expresibilidad (cuando el intérprete sabe hacerlo, claro). La armonía está presente en todos lados, no porque todo sea audible, sino porque todo está en su sitio. Con la cantidad de sonido precisa para que el edificio destaque más por sus proporciones que por sus detalles.
A diferencia de otros equipos que he estudiado, en especial el lector Bel Canto Design o el equipo PS Audio, la combinación Ayon Audio-Audio Note produce un sonido con cuerpo, tangible. No sólo que la imagen sonora tenga anchura y profundidad, sino que el sonido es tangible, palpable. Carnoso dirían algunos, con textura. Sientes la fuerza que hace el intérprete de violín con el arco sobre las cuerdas. Los contrabajos tienen el empaque necesario: suenan los bajos que hay, sin distorsión, sin sobredimensión. Frente al sonido hermoso, pero melifluo de los equipos norteamericanos, frente a los graves exagerados de muchos Naim Audio, en mi equipo el cable Stealth Audio no es un convidado de piedra: graves presentes, con cuerpo, pero muy rápidos. De gran importancia es la naturaleza de los transientes en el equipo que analizo. Un transiente es una señal que empieza en una amplitud cero. Un ejemplo es el sonido de un disparo de un rifle, o la vibración de un golpe de un martillo. En nuestro caso, el sonido de las cuerdas pulsadas de una vihuela, por ejemplo es claro y rápido, resonante cuando es necesario, pero siempre dentro del límite propio al instrumento. La tecnología no inventa nada sino que extrae del instrumento musical aquello que tiene. Qué delicia escuchar en el Ayon Audio cualquier solo de piano –las rapsodias húngaras de Liszt interpretadas por Roberto Szidon-. Recuerdo el sonido delgadito y raquítico que sacaba el tan afamado Linn Klimax. Ayon Audio te mete un piano de cola en tu casa. Cierto, no es un Steinway, al sonido le falta aún presencia y verosimilitud tímbrica, pero la rapidez del ataque, la medida resonancia de las cuerdas martilleadas, la presencia de los graves dando cuerpo al sonido, hacen que la escucha sea ahora una gozada.
Como todo equipo digital de nuevo cuño, los detalles a bajo nivel son excelsos. Y esta es otra de las claves del equipo. La música suena más “musical” porque percibes el esfuerzo del interprete que extrae sonido de un instrumento. En los equipos digitales sencillitos la línea melódica se reproduce sin problemas. Pero falta algo. Le falta vida. Lo que unos llaman sonido analógico no es más que percibir todo lo que acompaña al sonido: el efecto del ambiente, de las paredes de la sala en que se grabó la interpretación, la propia presión del intérprete sobre la parte activa de su instrumento, esas sutiles diferencias en la cantidad de sonido que caracteriza los cambios rítmicos de un mismo mensaje musical. El ritmo es más presente, no sólo por la nitidez y claridad de los graves, por la separación de los instrumentos, por la transparencia de los extremos audibles, sino porque se perciben los pequeños detalles que da la irregularidad en la pulsación de una cuerda, en los sutiles efectos en los armónicos de un acorde producidos por la mano derecha del violoncelista,….
En resumidas cuentas, si quereis “oir” música, casi todo vale. Eso habla de la excelencia de la tecnología actual. Ahora, si lo que quereis es escuchar música, entonces no todo vale. La música es sonido, pero subjetivo. A algunos les gustará el sonido “bonito” y bien ordenado. Yo prefiero notar el trabajo de la persona que extrae sonido al instrumento. Discos que creía contenían grandes interpretaciones me suenan ahora aburridos. Discos que no había apreciado hasta ahora se convierten en mis favoritos. Un cuarteto de cuerda, algo aparentemente aburrido es ahora un prodigio de sonoridades, de personalidades de artistas que dialogan, colaboran y construyen conjuntamente.
Y aún no he probado la entrada USB!!!!

jbar escribió:Un mes desde que llegó el equipo. Después de unas 120 horas de escucha, tanto el lector como el cable Stealth Audio están ya lo suficientemente rodados. Qué duda cabe que el sonido seguirá evolucionando durante los próximos meses, pero ya ha alcanzado ciertas cotas de estabilidad que me permiten hacer algunos comentarios para aquellos interesados en esta combinación. Recordemos que el lector alimenta un amplificador integrado a válvulas (pentodos en push-pull) de sólo 12 watios de potencia musical, Audio Note OTO. Las pantallas son Audio Note AN-J, de alta sensibilidad.
Toda la comparación se hace con referencia a mi antiguo equipo: un lector California Audio Labs Ikon mII, y cable Van den Hul the First. Algunos equipos he podido escuchar, pero no estoy muy familiarizado con ellos.
He utilizado gran cantidad de música “clásica”, desde suites al clavicordio de Bach has música orquestal del siglo XX. Empecemos:
Tonalidad: el sonido es cálido, extraordinariamente rico. No “suena” mejor, en el sentido que el sonido tiene la misma naturaleza que el anterior: un violín suena a un violín, si bien ciertos instrumentos situados en la gama medio-grave (violas, violoncellos, fagotes) suenan sin duda alguna más “bonito” que en el equipo anterior. La voz de bajo y barítono suena increíblemente “mejor”; cantantes a los que tenía por “gangosos”, suenan con voces rejuvenecidas. La clave obviamente está en la legibilidad de graves que permite el cable Stealth Audio. El extremo grave de la octava inferior es perfectamente audible, sin sonar forzado. Ello da una base extraordinaria a todo el entramado musical, construido más desde la armonía y el ritmo que desde la melodía. Esta es clara y evidente, musical, pero lo es con cualquier equipo digital. Lo diferente es cómo el ritmo potencia la expresibilidad (cuando el intérprete sabe hacerlo, claro). La armonía está presente en todos lados, no porque todo sea audible, sino porque todo está en su sitio. Con la cantidad de sonido precisa para que el edificio destaque más por sus proporciones que por sus detalles.
A diferencia de otros equipos que he estudiado, en especial el lector Bel Canto Design o el equipo PS Audio, la combinación Ayon Audio-Audio Note produce un sonido con cuerpo, tangible. No sólo que la imagen sonora tenga anchura y profundidad, sino que el sonido es tangible, palpable. Carnoso dirían algunos, con textura. Sientes la fuerza que hace el intérprete de violín con el arco sobre las cuerdas. Los contrabajos tienen el empaque necesario: suenan los bajos que hay, sin distorsión, sin sobredimensión. Frente al sonido hermoso, pero melifluo de los equipos norteamericanos, frente a los graves exagerados de muchos Naim Audio, en mi equipo el cable Stealth Audio no es un convidado de piedra: graves presentes, con cuerpo, pero muy rápidos. De gran importancia es la naturaleza de los transientes en el equipo que analizo. Un transiente es una señal que empieza en una amplitud cero. Un ejemplo es el sonido de un disparo de un rifle, o la vibración de un golpe de un martillo. En nuestro caso, el sonido de las cuerdas pulsadas de una vihuela, por ejemplo es claro y rápido, resonante cuando es necesario, pero siempre dentro del límite propio al instrumento. La tecnología no inventa nada sino que extrae del instrumento musical aquello que tiene. Qué delicia escuchar en el Ayon Audio cualquier solo de piano –las rapsodias húngaras de Liszt interpretadas por Roberto Szidon-. Recuerdo el sonido delgadito y raquítico que sacaba el tan afamado Linn Klimax. Ayon Audio te mete un piano de cola en tu casa. Cierto, no es un Steinway, al sonido le falta aún presencia y verosimilitud tímbrica, pero la rapidez del ataque, la medida resonancia de las cuerdas martilleadas, la presencia de los graves dando cuerpo al sonido, hacen que la escucha sea ahora una gozada.
Como todo equipo digital de nuevo cuño, los detalles a bajo nivel son excelsos. Y esta es otra de las claves del equipo. La música suena más “musical” porque percibes el esfuerzo del interprete que extrae sonido de un instrumento. En los equipos digitales sencillitos la línea melódica se reproduce sin problemas. Pero falta algo. Le falta vida. Lo que unos llaman sonido analógico no es más que percibir todo lo que acompaña al sonido: el efecto del ambiente, de las paredes de la sala en que se grabó la interpretación, la propia presión del intérprete sobre la parte activa de su instrumento, esas sutiles diferencias en la cantidad de sonido que caracteriza los cambios rítmicos de un mismo mensaje musical. El ritmo es más presente, no sólo por la nitidez y claridad de los graves, por la separación de los instrumentos, por la transparencia de los extremos audibles, sino porque se perciben los pequeños detalles que da la irregularidad en la pulsación de una cuerda, en los sutiles efectos en los armónicos de un acorde producidos por la mano derecha del violoncelista,….
En resumidas cuentas, si quereis “oir” música, casi todo vale. Eso habla de la excelencia de la tecnología actual. Ahora, si lo que quereis es escuchar música, entonces no todo vale. La música es sonido, pero subjetivo. A algunos les gustará el sonido “bonito” y bien ordenado. Yo prefiero notar el trabajo de la persona que extrae sonido al instrumento. Discos que creía contenían grandes interpretaciones me suenan ahora aburridos. Discos que no había apreciado hasta ahora se convierten en mis favoritos. Un cuarteto de cuerda, algo aparentemente aburrido es ahora un prodigio de sonoridades, de personalidades de artistas que dialogan, colaboran y construyen conjuntamente.
Y aún no he probado la entrada USB!!!!

Buena review, y buen lector, mi Opera Consonance también lleva una 6H30, el tuyo creo que lleva alguna más, cuatro sinó me equivoco.
Que lo disfrutes.

Saludos.

Me flipa el Ayon cd-07sdel forero Norbius

Este lector no estaba ayer en la seccion de compraventa?o lo he visto en otro foro?o lo he soñado?
Saludos

Un sistema fantástico. Me quedo, especialmente con las cajas. Una muestra de su inmensa categoría es lo poco sensibles que son a su problemática colocación.

¿ De qué modelo de VdH es el cable de cajas ?.

Enhorabuena y saludos.

thunderpussy escribió:Me flipa el  Ayon cd-07sdel forero Norbius

Hola,

Me lo he pensado y he decidido quedármelo, de momento

Saludos

Una sabia decisión, sin duda.

Saludos.