Separación altavoces (En lo mas simple encontre la solución)

Como ya he indicado varias veces en este foro mi sala quizás es un poco justa para las Arpeggione Signature, y reconozco que me lancé al vacio al deshacerme de mis anteriores JMR Twin Mk3. Aparte no os había contado que sustituí los condensadores de origen RealCap de mi PrimaLuna por unos Auricap después de ver como algunos usuarios lo habían hecho con muy buenos resultados, cosa que me confirmaron también en Amptek. Con ello el amplificador ganó muchos enteros sobre todo en la restitución de las notas graves. En fín, todo con ansias de mejorar mi sistema, pero claro, un poco a ciegas, y como me gustaba tanto la estética sonora de esta marca de altavoces francesa no me pude resistir al cambio de monitores por columnas.

Como apenas tengo espacio físico para elementos de corrección acústica he estado modificando el espacio entre las paredes y los altavoces hasta el límite de lo que me permite mi pequeño salón. También probé a rellenar de arena inerte las cavidades inferiores de las cajas, pero no me gustó el resultado, incluso cambiando las válvulas del ampli creía que podía modificar el sonido. Efectívamente cambiaba el carácter del mismo pero los problemas con los graves persistían. En fín, aburrido y sin escuchar apenas estas grabaciones que he mentado empecé a barajar la idea de volver a hacerme con unos monitores, pero cada vez eran más las voces que me recomendaban no deshacerme de mis columnas JMR, medir la sala a ver si solucionaba algo e incluso acudir como último recurso a la ecualización.
Pero el otro día, mira tu por donde, me dio por retirar mis cables de altavoz, unos Ultimate Silver Series C4 de la pequeña empresa canadiense Ultimate Cables, unos cables muy bien construidos, con una muy buena relación calidad/precio y con muy buenas críticas en algunas páginas audiófilas de aquél país. Este cable, que lo compré en su versión para bicableado, lo utilice durante un par de años con mis anteriores monitores Twin y sustituyó al estupendo pero sencillo DNM Reson, ese cable unifilar de origen austriaco que utiliza Epos en sus altavoces. La manguera de Ultimate Cables era muchísimo más aparente que el endeble DNM Reson, y cuando sustituí mis monitores por las columnas Arpeggione, las cuales ahora no admitían el bicableado, convertí el Ultimate en monocableado y seguí utilizándolo, sin ni siquiera plantearme el cambiarlo.
Pero cuando este fín de semana retiré el Ultimate coloqué el DNM Reson, los cuales no los había probado nunca con estas columnas ¡Dios mío!
¡No me lo podía creer! Me percaté enseguida de que los bajos sonaban igual de profundos pero un poco más secos y mucho más controlados. Los agudos quizás han perdido un poco de brillo y eran más dulces ahora, pero por otro lado la escena parecía también haber cambiado y los instrumentos y voces estaban como mejor colocados.

Empecé por uno de mis discos fetiche: “Pop Pop” de Rickie Lee Jones (Geffen), de verdad imprescindible en cualquier discoteca y uno de los discos más bellos que he escuchado nunca. El contrabajo de Charlie Haden ya no retumbaba en mi cabeza como antes. Seguí con algunos temas igual de problemáticos y nada, todo sonaba mucho más suave que antes.

Volví a poner algún CD de los que siempre suenan bien, en esta ocasión uno de Carol Kidd del exquisito sello Linn Records y algunos otros de Reference Recordings, y de nuevo volví a la carga, a ver si estaba alucinando, si era un efecto placebo o era realmente cierto lo que estaba pasando. Quitando algún tema muy problemático de algunos discos muy concretos, todo volvía a sonar estupendamente y ya no me retumbaban los graves.

El software que empleé para la prueba fue el siguiente:

“Pop Pop” – Rickie Lee Jones – Gefen rec.
“Verse” – Patricia Barber – Premonitión rec.
“Belly of the Sun” – Cassandra Wilson – Blue Note
“Software” – Jan Allan & Eric Nordstrom – Imogena
“Puppet” – Brandon Ross – Intoxicate rec.
“Jazz Anecdotes” – Bill Crow – Venus rec.

Todos ellos, grandes discos, me daban problemas con unos graves retumbones y algo descontrolados. Ahora todo suena muy bien y no echo nada en falta.
Cuando conocí la existencia de los cables unifilares DNM Reson y la filosofía de su creador sobre la importancia de los campos magnéticos en la propagación del sonido, fue algo que llamó poderosamente mi atención, pero al verlos tan sencillitos, tan poca cosa, creí que con un manguerón más aparente iba a redondear el equipo. Hace poco tiempo que cambié mis fabulosos cables de red Mainstream Hybrid de Van den Hull, pero un poco cortos, por otros cables impecablemente construídos por SigurRos, con conectores Furutech y Wattgate. Mis anteriores interconexiones de Transparent y de SonicLink también fueron sustituidas por unos cables RCA/XLR construidos por el compañero Neil y por un cable de alta gama pero de una marca sin tantas pretensiones como es QED. Y es que ahora veo esas “anacondas” de transparent, Kimber, Shunyata, etc. y me horrorizan en el sentido de que no por ser más grandes y pomposas tienen que ser mejores. Tendrán sentido en un determinado sistema pero no en todos. Con el tiempo se da uno cuenta de que la solución a veces está en las cosas más simples.

Gracias a todos por vuestros consejos y perdonad por el tostón.

Hola,
Te felicito por haber encontrado la solución al problema con los graves.
La verdad es que aveces hacemos cambios de fuentes,cajas,electrónicas cuando el problema se soluciona con un cambio de cables.
Saludos.
PD tomo nota de lo del disco de Rickie Lee Jones.

koko61 escribió:
Como ya he indicado varias veces en este foro mi sala quizás es un poco justa para las Arpeggione Signature, y reconozco que me lancé al vacio al deshacerme de mis anteriores JMR Twin Mk3. Aparte no os había contado que sustituí los condensadores de origen RealCap de mi PrimaLuna por unos Auricap después de ver como algunos usuarios lo habían hecho con muy buenos resultados, cosa que me confirmaron también en Amptek. Con ello el amplificador ganó muchos enteros sobre todo en la restitución de las notas graves. En fín, todo con ansias de mejorar mi sistema, pero claro, un poco a ciegas, y como me gustaba tanto la estética sonora de esta marca de altavoces francesa no me pude resistir al cambio de monitores por columnas.

Como apenas tengo espacio físico para elementos de corrección acústica he estado modificando el espacio entre las paredes y los altavoces hasta el límite de lo que me permite mi pequeño salón. También probé a rellenar de arena inerte las cavidades inferiores de las cajas, pero no me gustó el resultado, incluso cambiando las válvulas del ampli creía que podía modificar el sonido. Efectívamente cambiaba el carácter del mismo pero los problemas con los graves persistían. En fín, aburrido y sin escuchar apenas estas grabaciones que he mentado empecé a barajar la idea de volver a hacerme con unos monitores, pero cada vez eran más las voces que me recomendaban no deshacerme de mis columnas JMR, medir la sala a ver si solucionaba algo e incluso acudir como último recurso a la ecualización.
Pero el otro día, mira tu por donde, me dio por retirar mis cables de altavoz, unos Ultimate Silver Series C4 de la pequeña empresa canadiense Ultimate Cables, unos cables muy bien construidos, con una muy buena relación calidad/precio y con muy buenas críticas en algunas páginas audiófilas de aquél país. Este cable, que lo compré en su versión para bicableado, lo utilice durante un par de años con mis anteriores monitores Twin y sustituyó al estupendo pero sencillo DNM Reson, ese cable unifilar de origen austriaco que utiliza Epos en sus altavoces. La manguera de Ultimate Cables era muchísimo más aparente que el endeble DNM Reson, y cuando sustituí mis monitores por las columnas Arpeggione, las cuales ahora no admitían el bicableado, convertí el Ultimate en monocableado y seguí utilizándolo, sin ni siquiera plantearme el cambiarlo.
Pero cuando este fín de semana retiré el Ultimate coloqué el DNM Reson, los cuales no los había probado nunca con estas columnas ¡Dios mío!
¡No me lo podía creer! Me percaté enseguida de que los bajos sonaban igual de profundos pero un poco más secos y mucho más controlados. Los agudos quizás han perdido un poco de brillo y eran más dulces ahora, pero por otro lado la escena parecía también haber cambiado y los instrumentos y voces estaban como mejor colocados.

Empecé por uno de mis discos fetiche: “Pop Pop” de Rickie Lee Jones (Geffen), de verdad imprescindible en cualquier discoteca y uno de los discos más bellos que he escuchado nunca. El contrabajo de Charlie Haden ya no retumbaba en mi cabeza como antes. Seguí con algunos temas igual de problemáticos y nada, todo sonaba mucho más suave que antes.

Volví a poner algún CD de los que siempre suenan bien, en esta ocasión uno de Carol Kidd del exquisito sello Linn Records y algunos otros de Reference Recordings, y de nuevo volví a la carga, a ver si estaba alucinando, si era un efecto placebo o era realmente cierto lo que estaba pasando. Quitando algún tema muy problemático de algunos discos muy concretos, todo volvía a sonar estupendamente y ya no me retumbaban los graves.

El software que empleé para la prueba fue el siguiente:

“Pop Pop” – Rickie Lee Jones – Gefen rec.
“Verse” – Patricia Barber – Premonitión rec.
“Belly of the Sun” – Cassandra Wilson – Blue Note
“Software” – Jan Allan & Eric Nordstrom – Imogena
“Puppet” – Brandon Ross – Intoxicate rec.
“Jazz Anecdotes” – Bill Crow – Venus rec.

Todos ellos, grandes discos, me daban problemas con unos graves retumbones y algo descontrolados. Ahora todo suena muy bien y no echo nada en falta.
Cuando conocí la existencia de los cables unifilares DNM Reson y la filosofía de su creador sobre la importancia de los campos magnéticos en la propagación del sonido, fue algo que llamó poderosamente mi atención, pero al verlos tan sencillitos, tan poca cosa, creí que con un manguerón más aparente iba a redondear el equipo. Hace poco tiempo que cambié mis fabulosos cables de red Mainstream Hybrid de Van den Hull, pero un poco cortos, por otros cables impecablemente construídos por SigurRos, con conectores Furutech y Wattgate. Mis anteriores interconexiones de Transparent y de SonicLink también fueron sustituidas por unos cables RCA/XLR construidos por el compañero Neil y por un cable de alta gama pero de una marca sin tantas pretensiones como es QED. Y es que ahora veo esas “anacondas” de transparent, Kimber, Shunyata, etc. y me horrorizan en el sentido de que no por ser más grandes y pomposas tienen que ser mejores. Tendrán sentido en un determinado sistema pero no en todos. Con el tiempo se da uno cuenta de que la solución a veces está en las cosas más simples.

Gracias a todos por vuestros consejos y perdonad por el tostón.

Me alegro que hayas solucionado el problema, sin gastar un euro, de todos modos por lo que he oído los Ultimate tienen una excelente relación calidad-precio; hace un par de meses estaban en mi lista de compra.

Je, para que luego se diga que entre cables no hay diferencias sónicas

Un saludo.

koko61 escribió:La verdad es que las Harbeth P3ESR y las Stirling Broadcast LS3/5A V2 (también alguna de Spendor) son las maximas candidatas para el cambio de cajas, pero cuando mis JMR suenan bien
Hoy las he adelantado de nuevo unos cm. a ver que tal, pero la sala ya no da más de si. Os pongo una panorámica para que veais como tengo el salón.

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Esa mesa la retiro a la hora de escuchar musica, así como el sofá de la derecha que lo arrimo al hueco del balcón. Como veis no tengo más opciones de colocación y tampoco tengo espacio para absorbentes detrás de las cajas. Pero hasta que no escuche uno de los monitores nombrados antes concienzudamente en una sala al menos parecida, prefiero esperar.
Puede que a medio plazo, cuando agrande mi casa, pueda disponer de una sala para mi. Mientras tanto tendré que aguantar, a no ser que venda bien mis cajas y tenga a tiro un monitor decente.

Gracias a todos por vuestras opiniones.

Vaya, acabo de leer la sección "los expertos responden" de la revista ALTA FIDELIDAD, como siempre los consejos que dan no sirven para nada, mas que para sacar a uno los cuartos. En resumen:

Tanto las Proac Response One como las Sonus Faber Minima Vintage son idóneas para tu amplificador PrimaLuna.
Por su parte, las Harbeth P3ESR y las Stirling LS3/5A V2 son pantallas que se acomodan a la perfección a las electrónicas a válvulas, por lo que también son adecuadas para tu amplificador.

Aunque lo ideal sería, por supuesto, que pudieras probar dichas cajas acusticas con tu equipo, bla bla bla bla

Cuando aqui en el foro ya han dado consejos mas racionales... pero claro interesa para mantener esta engañifa de industria del high-end que la gente compre y que entre en la insatisfacción eterna buscando "the absolute sound"...

Pues ya sabes mas que yo (todavía no la he recibido) pero ya me esperaba algo así. Siempre pasa igual, nunca se mojan .

koko61 escribió:Pues ya sabes mas que yo (todavía no la he recibido) pero ya me esperaba algo así. Siempre pasa igual, nunca se mojan .

Salvador es mucho, yo hace unos años (sobre el número 40...) le pregunte unas cosillas y la contestación fué un autentico si..no...no sé.

Ya me llegó la revista. Aquí se dice "eso y ná eh lo mihmo"

El cambio de los cables fue después, por lo que la respuesta no me importaba mucho, ya que decidí quedarme como estoy y más si a medio plazo a lo mejor cambio de ubicación. Cuando llegue ese momento ya veremos.

Y mira que probé cosas! Hasta con diferentes combinaciones de válvulas, pero yo esperaba un milagro, que no se producía, claro.
No se de que manera un cable de núcleo sólido, como mi DNM, influye para digamos "amortiguar" tan notablemente las notas graves. Las diferencias que había notado hasta ahora en cambios de cables, sobre todo de interconexión, eran muy sutiles, por lo que no iba a gastarme una fortuna en cables, además ya muchos de nosotros tenemos experiencia con algunos autoconstruidos por compañeros del foro que igualan las prestaciones de otros más caros y opulentos.

Todo esto me ha demostrado que lo verdaderamente difícil es encontrar una buena combinación de componentes que se adapten a tu estética sonora. Si se llega a encontrar eso es cuando verdaderamente empiezas a disfrutar de la música. Da igual que el equipo sea de 3.000 o de 300.000 euros (aunque yo prefiero el último, je,je)

Saludos.