RCF MYTHO 4 presentacion

Sigo sacando cosas de casa y aprovecho para presentarlas en el foro, y lo seguiré haciendo con aquellos equipos que por su escasez sean poco conocidos, o con aquellos aparatos que sean algo especial dentro del mundo hifi. He buscado info sobre algunos cacharros que tengo y, la verdad, me sorprende que en algunos casos no haya apenas nada disponible y pienso que es una pena que no haya al menos una referencia sobre como suenan, o las características que tienen.

Hoy le toca el turno a unas cajas muy especiales por dos motivos, uno su alta calidad (constructiva y de sonido) y otro por su total falta de información en la web. Las he usado muy poco porque se estropeó un tweeter en su momento y como tenía muchas mas cajas, las aparté hasta encontrar el sustituto. Como estaba muy liado en aquellos momentos, lo fui dejando hasta que ahora he podido sustituirlo por uno original nuevo.

Hace algunos años me tocó viajar por trabajo por diferentes países de Europa, y esos viajes los aproveché para hacerme con equipos Hifi que en esos momentos no era posible conseguir en España, o al menos, no era sencillo. Estos viajes me permitieron comprar equipos digamos, poco comunes en nuestro país. Esa circunstancia también me permitió conocer a muchos aficionados al hifi, muchas historias y muchos buenos ratos de audiciones con ellos. Recuerdo esos años con mucho cariño.

Estos altavoces los compré en un viaje por Italia y pertenecían a un italiano enamorado de la música barroca y clásica y del audio vintage. Los movía con soltura con un McIntosh MC 2002 precioso y elegante, con su carcasa de madera. Sonaban fenomenal en una amplia sala dedicada.

Cuando me hice con ellos no conocía nada acerca de la empresa RCF. Ahora y con un poco mas de tiempo, he descubierto que se dedica más a los equipos de alta gama profesional que al mundo del hifi particular. Para los que sientan curiosidad por esta marca, que yo desconocía, os cuento que la historia de la empresa RCF empieza en el año 1949, cuando sus tres socios fundadores tuvieron una visión innovadora basada en la tecnología del audio, que estaba empezando a despuntar en Europa en esos momentos.

Pero la verdadera revolución para RCF llegó en los años 60, cuando el sonido de los conciertos pasó de las instalaciones acústicas pequeñas (de pubs y clubs) a los grandes espacios abiertos, que necesitaban de una potente amplificación y de unos buenos altavoces para poder escucharlo con calidad. El gran conocimiento de RCF en los transductores y la electrónica hizo posible desarrollar sistemas de audio completos, lo que elevó a la compañía a una posición de liderazgo en el mercado del audio durante años gracias a la fabricación de transductores OEM, altavoces de alta fidelidad, megafonía, altavoces portátiles, estudios de grabación y sistemas para grandes conciertos.

Sólo construyeron altavoces Hifi durante una breve época, para a partir de ese momento, centrarse exclusivamente en el audio profesional con una amplia gama de productos de un alto nivel. Desde el año 2012 son superventas, gracias a su línea HDL para conciertos en directo. En 2022 crearon el RCF Arena, el mayor espacio de Europa para música al aire libre con mas de 400 altavoces y una capacidad de 103.000 personas para música en vivo.

Las características técnicas de estos RCF Mytho 4 son las siguientes:




POTENCIA ADMITIDA: 50w a 300w por canal a 8 Ohmios.
IMPEDANCIA NOMINAL: 8 Ohmios
RESPUESTA DE FRECUENCIA: 25Hz a 20KHz
SENSIBILIDAD: 89 dB
FRECUENCIA DE CORTE: 1700 Hz
PENDIENTE DE FILTRO: 12/18 dB por octava
TAMAÑO: 270 x 905 x 355 mm
PESO: 26 kg cada altavoz.
PRECIO NUEVOS: 2.800,00 € la pareja.

Respecto a su construcción, los RCF cuentan con un gabinete de madera maciza de Nogal Italiano precioso y pesado. Es poco frecuente un acabado similar en productos de gama media. Interiormente tanto el cableado interno, como las soldaduras y filtros son de una muy buena calidad. En general es un trabajo muy bien hecho, pero parecen altavoces mucho mas caros de lo que realmente son.

La caja está fabricada de manera asimétrica, con un resalte inferior que hace que la rejilla de protección quede al ras, lo que los hace muy bonitos visualmente.



Cada caja cuenta con dos woofers elípticos de 240x170mm, fabricados en fibra de carbono, uno activo y otro pasivo. El pasivo está colocado en la segunda cámara independiente de resonancia y en vertical. Cuenta también cada caja con doble bass reflex trasero en la parte superior trasera. Los altavoces de medios también están fabricados en fibra de carbono, con una calidad excelente. El tweeter es de 31mm y cuentan con cúpula de titanio.



Estas cajas Mytho4 cuentan con un sistema de protección térmica de los tweeters denominado PTC. También permiten la biamplificación.








AMPLIFICACIÓN PARA LAS PRUEBAS:

Son altavoces que demandan una alta cantidad de corriente y vatios. Las especificaciones hablan de una potencia mínima de 50w y máxima de 300w. Para ver como se comportaban respecto de los vatios, empecé las pruebas con un amplificador con potencia razonable, pero rozando los mínimos. El elegido fue un Luxman L505v, que cuenta con 55w por canal, pero de los de verdad.  




El comportamiento de los altavoces con este amplificador fue bueno, sobre todo porque ese Luxman es un amplificador muy muy dulce y musical. Las voces y la distribución musical en la zona media y alta era realmente precisa y elegante, pero es cierto que los bajos no llegaban a donde deberían llegar, y se notaba que si subías un poco el volumen, el Luxman no era capaz de controlar el tiempo de los woofers de las RCF.

Tras varias horas de escucha y disfrute a medio y bajo volumen de música jazz y vocal, pasé a asociar los RCF Mytho4 a un amplificador Kyocera R-861, que ya cuenta con unos generosos 100w por canal y con una gran reserva de corriente. También es un amplificador dulce, diría que casi valvular en el sonido que emite por su curiosa construcción y diseño interno. Los RCF se volvieron mas controlables, sobre todo en los graves. Teniendo en cuenta que mi espacio de escucha para las pruebas es un pequeño despacho de 16m2, y que por la distribución del mismo siempre hago escuchas en campo cercano (apenas a 1 m de cada altavoz y una separación de 2m entre ellos), cuando hay descontrol de graves se nota muy rápidamente.




El Kyocera me permitió subir mas el volumen sin que se descontrolaran las cosas y también me permitió comprobar lo bien que le venían esos vatios extra a las cajas. También la audición a medio volumen había ganado enteros respecto de la ordenación instrumental. Las cuerdas estaban mas claras y separadas de las voces. Incluso en algunos pasajes de sobra conocidos por mi por ser habituales en mis audiciones, descubría matices nuevos.

Usando la posibilidad que ofrece el Kyocera de la ecualización paramétrica, fui adaptando los controles de tono hasta conseguir una muy buena musicalidad de las cajas. Un sonido muy rico y completo, tanto arriba, como abajo.

Pero estaba convencido que a los altavoces aún les faltaban vatios para poder descubrir lo que de verdad podían dar de si, musicalmente hablando. Decidí entonces usar la etapa Carver M500t, que ya ofrece unos interesantes 250w por canal a 8 Ohmios, también con mucha reserva de corriente por su especial configuración de amplificación por campo magnético. Como previo utilicé el mágnifico Luxman C-300 que aporta a la rudeza del Carver, la musicalidad y dulzura de Luxman de los 70, alternandolo con el previo Carver M4000 que es la pareja natural de la etapa Carver.



Inicié esta prueba con una pieza difícil de música de cámara, en este caso con la Sonata para violín y piano de Poulenc. Esta pieza comienza con un contundente acorde de piano y unos tremendos golpes de violín, e inmediatamente me di cuenta de que sonaba muy preciso. Se podían percibir claramente los acordes del violín en su sitio, justo detrás del piano y con suficiente espacio para que los dos instrumentos se mezclaran con la acústica del despacho y crearan una ilusión convincente de que ambos instrumentos estaban presentes.

El piano tenía un grado apropiado de resonancia e impacto en los graves, con buena claridad y un agradable ping en las notas altas. El equilibrio tonal desde abajo hasta arriba del rango del instrumento fue casi perfecto. La reproducción del sonido del violín también fue excelente, con una agradable resonancia corporal, un buen sentido del arco sobre las cuerdas y una dulzura sedosa y nada estridente. Esto es algo complicado de conseguir y me gustó mucho porque hacía bastante tiempo que no lo percibía con tanta precisión, ya que es una obra muy complicada de resolver acústicamente con perfección.

Mas tarde pase a escuchar temas de voces solistas. Normalmente en estos temas el cantante ocupa una posición central, pero muchas veces la voz puede estar mal definida o sonar abultada. Se podría señalar razonablemente como motivo la ubicación del micrófono o un regular proceso de masterización como causa, pero muchas veces se trata de un problema causado por un par de altavoces mal situados. Lo se muy bien porque cambiando de ubicación las cajas, muchas veces se soluciona ese problema. En este caso, los RCF MYTHO4 reprodujeron muy correctamente y con mucha definición tanto las voces como los instrumentos solistas. Cada uno estaba definido y era coherente como una sola entidad. Un resultado fantástico con esta asociación.

La voz de algún solista masculino, como Michael McDonald en "I Heard It Through the Grapevine", (CD, Motown), también tenía buenos detalles y espacialidad unidos a una gran calidez.

Luego puse algún tema en donde la presencia de coros suele dificultar la audición respecto del solista, sobre todo respecto a la colocación espacial del sonido, mas o menos adelantado, pero las voces de los coristas estaban muy bien posicionadas. Se podía escuchar claramente las voces individuales en diferentes posiciones del escenario sonoro, y todo el coro parecía estar ligeramente por encima y por detrás y más separado que el resto.

Como me estaba gustando mucho el resultado, quise complicarlo un poco y probé con una obra de orquesta y coro. La Sinfonía 2 de Mahler, "Resurrección" es perfecta para ello. A lo largo de esta obra, pero especialmente en el largo movimiento final en donde entra el coro, el sonido fue glorioso y la experiencia abrumadora. El bajo era pleno y firme, y la orquesta se equilibraba en el escenario sonoro. Los cantantes solistas estaban un poco más cerca, casi en el plano de los altavoces, pero el coro estaba muy extendido y se extendía hasta el fondo de la sala, y pude escuchar todas las voces.

Para mi el resultado ya estaba completo, pero me quedaba la espina de saber como se comportarían los RCF con rock y música dance. Ya había visto que para clásica y Jazz el resultado era muy bueno, pero normalmente los altavoces que se comportan bien en esos géneros, suelen adolecer de las características necesarias para los otros, por ser completamente contrapuestos respecto del sonido.

Elegí para estos menesteres algo de Queen, Dire Straits y varios temas modernos muy cañeros y movidos, con una alta dosis de graves descontrolados y masivos.    

Para mi sorpresa, los RCF asociados al combo CARVER/LUXMAN, no sólo no se defendieron mal, sino que lo hicieron realmente bien. Sobre todo si subíamos el volumen a niveles imposibles para una buena convivencia vecinal. Con el volumen cercano a la mitad, una presión sonora similar a la de una discoteca, los graves volaban, precisos, rotundos, sin distorsión, y recordad que estamos en una sala pequeña y sin acondicionar. En estos momentos me alegro de estar en mi oficina, en un edificio comercial, un sábado y ya son más de las 19:00h, por lo que me encuentro sólo y puedo darle al volumen sin molestar a nadie.

Tras esta extensa prueba mi resumen es que son unos muy buenos altavoces para todo tipo de género musical, muy bien terminados y muy bonitos, pero que necesitan de muchos vatios para sacar lo que de verdad llevan dentro. Comparativamente con otros modelos vintage que tengo, reconozco que son menos musicales pero mas precisos que los varios Kef y Celestion que tengo.






Digamos que no aportan la calidez, pero son mucho mas audiófilos.

Pues resulta que llevo varios días usando de manera continua y extensa los RCF y me estoy dando cuenta de que se están abriendo respecto del sonido. Por tanto, se me ocurre pensar que cuando los compré en su momento estaban sin uso y dado que yo no los había usado tampoco mas que un par de veces y hace años, necesitaban rodaje como si fueran nuevos.

Y me cuadra, ya que recuerdo que el italiano que me los vendió me dijo que no los había llegado a usar, pero no le presté demasiada atención ya que es algo que suelen decir mucho los vendedores y que no suele ser siempre verdad.

Que van estando mas rodados se nota, sobre todo, en la bajada de los graves, que llegan un poco mas abajo.

Que también podría ser de la falta de uso, pero no me había ocurrido de manera tan evidente con ningún otro par de altavoces de los que tengo guardados.

Ahora mismo disfrutando muchísimo de Christy Baron y "Ain´t no sunshine" con los RCF y el combo Yamaha M70 + C70.

Actualizo esta presentación para hacer entender que las asociaciones altavoces + equipo son definitivas a la hora de conseguir (o no) un resultado óptimo.

Resulta que debido a la gran cantidad de material que tengo no siempre puedo asociar cada caja con cada etapa o amplificador. En el caso de estas RCF Mytho4 resulta que siempre sonaron mas o menos bien con casi todos los amplificadores a los que las conectaba, pero con la tendencia de sonar algo "debiles" con amplificadores de menos de 100w por canal, o con reservas de potencia justas.

Aprovechando estos días de agosto, las he probado asociadas a la mítica etapa Yamaha MX-1000 y a su previo el CX-1000 y la verdad es que el resultado ha sido brutal. Y eso que tengo el oído acostumbrado a las Ditton 88 y a las Spendor BCIII, que son cajas soberbias, pero realmente me han sorprendido. Que control, que espacialidad y que disfrute.

A veces, dar con la mejor combinación es cuestión de suerte, pero os animo a probar cajas con equipos hasta que salga el duende.

Y felices vacaciones para todos.

Muchas gracias por el "reportaje". Entretenimiento del bueno en audio vintage.