LA PESADEZ DE VODAFONE

En cuanto salga el/la menda con la película le dices que pare un momento que llaman a la puerta y le dejas en espera. Dejas el telefóno encima la mesa y sigues a lo tuyo. Al rato te acuerdas y lo apagas... porque ya no está. Siempre son de otra compañia, así que tienen que usar la línea de la competencia. Por poco que les cueste, por los acuerdos que tengan entre ellos,... un minuto tuyo...otro del vecino... otro del de enfrente... al final son muchos minutos... y pasta para la competencia. A la tercera vez que se lo hagas... no llaman...al menos en mi caso has sido así.

Monra escribió:En cuanto salga el/la menda con la película le dices que pare un momento que llaman a la puerta y le dejas en espera. Dejas el telefóno encima la mesa y sigues a lo tuyo. Al rato te acuerdas y lo apagas... porque ya no está. Siempre son de otra compañia, así que tienen que usar la línea de la competencia. Por poco que les cueste, por los acuerdos que tengan entre ellos,... un minuto tuyo...otro del vecino... otro del de enfrente... al final son muchos minutos... y pasta para la competencia. A la tercera vez que se lo hagas... no llaman...al menos en mi caso has sido así.

Hubo una temporada en la que me pasó a mi y me dediqué a hecerles lo que nos hacen ellos:
"Que interesante lo que me propone, de veras..."
"Concédame un instante que enseguida le atiendo," y le ponía música.
Al cabo de 30 segundos retomaba la conversación. "No se retire, enseguida estoy con usted, que me interesa mucho eso que me propone", y le ponía más música...
Y así hasta que me colgaban...
Después de todo... ¡semos audiófilos!

Probadlo, te partes de risa tratándoles como ellos nos tratan.

Una vertiente más sofisticada consiste en decirle repetidas veces "le comprendo, señor", con acento sudamericano. Que es el efecto espejo absoluto.

Tomo nota de los estilos de cada uno...
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