Philip Catherine/Martin Wind

Aunque la tarde no empezo muy bien con los trenes cancelados mas de media hora, la lluvia y mi tontez por equivocarme de linea al hacer transbordo con el metro, al final consegui llegar a la Altes Pandhaus 20 minutos antes de que empezara el concierto. Pude tomarme una San Miguel en el bar antes de pasar a la sala. La sala muy coqueta, intima y pequeña con capacidad para escasamente 200 personas, que hace que estes sentado casi codo con codo con los musicos, ademas su forma de teatro romano o hemiciclo contribuye aun mas a esa intimidad.
Ahi salen Catherine, que tiene 71 años y que parece 20 años mas joven con el rubio Martin Wind. Empiezan el show con How deep is the Ocean y a su vez comienza la magia. Siguen con el Fried Bananas de Dexter Gordon y composiciones de Wind que dice sentirse honrado de compartir escenario con el musico que junto con Niels Henning Orsted Pedersen le hicieron convertirse en musico de Jazz. Tras 40 minutos acaban el primer set e invitan a la gente a tomarse algo en el bar.
Tras 15 minutos de pausa vuelven con Blues in the closet, but beautiful y otros standares y composiciones de Wind. La gente con sus aplausos los obliga a hacer dos bises y yo me quedo alli 10 minutos todavia embelesado por la musica.
Bueno desde el primer minuto me llamo la atencion la calidad interpretativa de Wind, es un maestro!!! La imaginacion te podia evocar a que tenias delante a Orsted Pedersen. Un maestro el Wind con una tecnica increiblemente limpia, con una sensualidad brutal y un muy buen uso del arco.
Con Catherine todo el rato haciendo bromas con Wind flotaba en el ambiente el Manouche, se me pasaban por la mente Django, Rene Thomas, fantastico. Un guitarrista muy alejado de fuegos artificiales con un swing bestial.
Se podria decir que Catherine le pasaba la antorcha a Wind,a la nueva generacion, intentado dejar al contrabajista lucirse al maximo y el ocupar un segundo plano.
El sonido de la sesion fue sublime, alli los dos con sus amplis a valvulas de no mas de 25w y un par de bafles en la cornisa de arriba. Verdaderamente conmovedor.
Me preocupo un poco que yo con mis 33 años era el asistente mas joven y que en una ciudad con mas de 1 millon de personas y un entornos de mas de 2 millones, solo nos reunimos alli unas 200 personas. Que pasara con el jazz en 20 años?
En fin para mi, posiblemente uno de los mejores conciertos de mi vida.
Un saludo

Que suerte, poder asistir a ese concierto, he tenido las mismas sensaciones, al estar en salas que no había mas de 15 ó 20 personas de público.
Y de Catherine que decir, me parecen históricas sus actuaciones con Bireli Lagrene, o con Larry Coryell; yo nunca he tenido la ocasión de escucharle en directo.

¿71 años tiene P. Catherine?, pués el tio tiene un pacto con el diablo. Un amigo español que reside en Bruselas tuvo el placer de conocerlo en casa de un amigo común, cenando ó tomando una cerveza, y cuenta que era una persona muy afable ( les tocó algún tema con la guitarra).

Por lo que cuentas, de momento 1 de 1, ¿el próximo L.Konitz ? Precioso supongo el How deep is the Ocean.

saludos,
Ramon

P. Catherine fue el primer guitarrista serio que vi en directo, allá por los ochenta y luego he tenido la suerte de verlo en varias ocasiones, ya que vino mucho por Andalucia. Un guitarrista exquisito, sin duda.
De su discografía os recomendaria los dos volumenes del disco "Moods" del sello Criss Cross, una pequeña joya.
Saludos.

,Ramon escribió:¿71 años tiene P. Catherine?, pués el tio tiene un pacto con el diablo. Un amigo español que reside en Bruselas tuvo el placer de conocerlo en casa de un amigo común, cenando ó tomando una cerveza, y cuenta que era una persona muy afable ( les tocó algún tema con la guitarra).

Por lo que cuentas, de momento 1 de 1, ¿el próximo L.Konitz ? Precioso supongo el How deep is the Ocean.

saludos,
Ramon

No solo How deep is the Ocean, fue todo una maravilla. Ahora bien si me tuviera que quedar con un tema, me quedaria con el but beautiful, que casi se me saltan las lagrimas   
El lunes toca Al Foster y ya el viernes Lee Konitz.
Un saludo