Conectores

Apunto aquí algunas reflexiones que he ido reuniendo en los últimos meses, por si sirve a alguien aunque sea como guía de compra.

Un conector cumple varias funciones: asegura un buen contacto eléctrico entre las partes, permite extraerlo con seguridad, mantiene los valores eléctricos de los conductores y resiste bien al paso del tiempo. En el mercado actual, existen conectores para todos los gustos, al menos en las conexiones más frecuentes (RCA y altavoz), ya que en otras (XLR, jack, mini XLR, conectores de auricular...) la gama es mucho más limitada.

A mi modo de ver, un buen conector debe reunir dos propiedades: debe ser una prolongación del propio cable, y por ello tiene que mantener las propiedades eléctricas del cable en sí. Esto tiene varias implicaciones:

1) La masa metálica del conector debería aproximarse a la del conductor (alrededor de 0.1 mm2 o 0.2 mm2 para RCA o XLR y unos 2 mm2 para altavoz).

2) La calidad del aislante debería garantizar una impedancia similar a la del cable y la hembra donde irá conectado (entre 40 y 75 ohmios para RCA y unos 8 ohmios para altavoz).

3) El contacto entre el hilo y el conector debe ser sólido y estable (mediante soldadura, gas tight, crimpado o combinación de técnicas).

4) Los materiales de contacto deberían ser lo más similares posible a los de los conductores (aleación de cobre con baños de plata, oro, níquel o rodio).

Por desgracia, no es posible controlar todos estos parámetros. Respecto al punto 1, la masa metálica de la señal (los pines del vivo o vivos) viene determinada por el tipo de conexión (jack, RCA, XLR, altavoz...), aunque puede modificarse usando conectores macizos, huecos, estriados, etc. Por otra parte, la masa metálica total (incluyendo carcasa) puede ser negativa si empleamos un cable abierto (sin blindaje) y una carcasa conductiva (que funciona como blindaje y crea su propio campo magnético), y también si empleamos un cable blindado con conector con carcasa plástica (no blindada). Respecto al punto 2, en muchos casos la impedancia de salida de la fuente o previo no suele coincidir con la de entrada del previo o amplificador, de modo que hay que adoptar soluciones de compromiso. Respecto al punto 3, puede resultar secundario, ya que en cableado doméstico las diferencias entre soldadura y crimpado afectan a la resistencia, que a mi entender es secundaria en este tipo de cables, siempre que haya una buena conexión eléctrica. Respecto al punto 4, es imposible eludir las aleaciones de cobre y usar cobre o plata puros, ya que son demasiado dúctiles y no resistirían bien al paso del tiempo.

RCA

El mercado es muy amplio, y existen todo tipo de variantes más o menos caras. La más sencilla es esta, que tiene la ventaja de una muy baja masa metálica, ya que el capuchón es de plástico, pero el material de aislamiento es muy pobre, y en cables blindados la zona de contactos queda a la intemperie:


Es el conector preferido por fabricantes como DNM (en su versión económica), ya que basan su filosofía en la baja masa metálica del cable y en el reemplazo del blindaje por circuitos dentro del conector que funcionan como filtro paso bajo. El baño de níquel, rechazado por el mundo de la audiofilia pero muy común en el ámbito profesional, puede ser más resistente a roces que el dorado.

Una variante del anterior, también muy económica y con buenos resultados, es el siguiente, que emplea carcasa metálica de muy poca masa (muy fina) y suele estar bañada en oro sobre imprimación de níquel. La carcasa funciona a modo de blindaje, pero como en el caso anterior el aislante suele ser de baja calidad (termoplástico). Es el conector que emplean fabricantes como NVA.


Los conectores Neutrik Rean son un clásico, por su excelente relación calidad precio. Aunque la carcasa está fabricada con aleación metálica, no es conductiva, de modo que la masa, en realidad, se transfiere por una superficie bastante pequeña, lo cual siempre es una ventaja. Además, posee un sistema de retención muy efectivo, ya que al enroscar la carcasa la pinza de plástico se cierra sobre el cable y lo sujeta con mucha fuerza para resistir bien a tirones, aunque solo es efectivo en cables bastante finos. En los más gruesos, conviene retirarlo. Algunos usuarios se quejan de que ajusta con demasiada fuerza en las hembras de los aparatos, sobre todo los primeras veces que se instala, lo cual puede ser una ventaja ya que garantiza un contacto de tierra muy fuerte y estable. Sus materiales no son de primera calidad (latón, baño de oro sobre níquel, aislante de termoplástico), pero tiene una construcción muy superior a la de los anteriores.


Los conectores tipo WBT, con carcasa enroscable, han sido clonados una y otra vez. Girando el cuerpo externo, se puede regular la presión de la tierra. Esto permite anclar con fuerza los conectores a los sockets sin dañarlos, y deja en manos del usuario el grado de presión del contacto de masa. Según algunos fabricantes, el sonido puede alterarse en función de la fuerza con la que se enrosque. Aunque existen varios modelos (algunos de ellos muy caros), la versión de la imagen es una de las más comunes. El diseño está bien pensado. El pin de señal tiene una ranura para adaptarse a la hembra con bastante presión, mientras que la masa no es anular, sino que se concentra en una patilla sujeta a termoplástico. WBT presume de emplear contactos de cobre OFC, aunque el cobre puro es demasiado maleable y frágil, por lo que seguramente emplee algún tipo de aleación para endurecerlo. El aislante principal es de teflón. Sinceramente, opino que existen conectores que ofrecen resultados similares por un precio bastante más bajo que el de estos, aunque no tengan una construcción más cuidada.


Teniendo en cuenta que se emplean en ámbitos profesionales, los Neutrik Profi son bastante caros, ya que el juego de 4 suele rondar los 35 o 40 euros. Este tipo de conector, que también ha sido clonado por algún fabricante asiático, es totalmente ordinario en sus materiales de contacto (latón, oro sobre níquel), pero su aislante es de teflón y, sobre todo, destaca porque emplea un sistema de tierra retráctil: al conectar y desconectar, el juego de láminas de masa asoma o se retira para mantener un contacto permanente con la masa de las hembras. El sistema interno de muelles es lo que encarece el producto. Esta función es muy útil en equipos donde hay que conectar y desconectar los cables continuamente con los equipos encendidos, ya que evita ruidos y petardazos producidos por contactos de señal sin contacto de tierra, y esto evita daños en equipo y altavoces. Mi opinión es que es absurdo invertir en ellos en el ámbito doméstico, donde nadie desconecta los cables cada dos por tres con el equipo encendido, como sí sucede en el mundo profesional. No suenan mejor que otros conectores, y uno está pagando por una función que realmente no necesita.


El siguiente conector, no muy frecuente, es baratísimo y es uno de los mejores que pueden comprarse en relación a su precio. De acuerdo: el aislante es termoplástico y el metal es latón bañado en níquel, aunque buena parte de los conectores del mercado (incluyendo algunos bastante caros) son latón con níquel y una capa cosmética de oro. Sin embargo, lo que los hace interesantes es su bajísima masa metálica, no solo en el pin de señal, sino en la toma de tierra, que solo consta de cuatro patillas y una pequeña chapa para la soldadura en el reverso de la chapa para soldar la señal. Por diseño, está a la altura de los Eichmann y los WBT, aunque los materiales no sean exactamente los mismos (no son mucho peores, la verdad).


Otro clásico que ha enriquecido a su diseñador. Apenas ha sido clonado, incomprensiblemente. Los conectores Eichmann (escandalosamente caros para lo que ofrecen) destacan porque reducen la masa metálica al mínimo (menos distorsión por campos magnéticos). El pin de señal es tubular (bien), aunque no está estriado ni partido para ajustarse con flexibilidad al socket (mal). La masa se ha reducido al mínimo: un tubito metálico, con un recipiente de soldadura a un lado y una bolita de contacto al otro. Los metales son de buena calidad: cobre telurio (aleación de gran dureza y conductividad bastante buena) e imprimación de oro sin níquel. Teniendo en cuenta que la resistencia es un valor despreciable en interconexión, no sé si una aleación de cobre telurio es una inversión interesante o una mejora respecto al latón (cobre y zinc). Por otro lado, el aislante, que en realidad es toda la carcasa, es uno de los más pobres que pueden emplearse en relación a su precio. Es el mismo polímero con el que se fabrican las piezas de los Lego (sí, ese juego de ladrillitos de plástico para montar castillos o barcos), con un desempeño muy inferior al del teflón y similar al de los termoplásticos de los conectores más baratos. Su rendimiento es idéntico al del conector anterior, que además es más barato, ya que su única ventaja real es que no contiene níquel.


(Continuará.)

 Muy buena review. Espero impaciente la continuación (en la que espero incluyas Furutech y Cardas, sobre los cuales tengo interés)

Últimamente, por pura casualidad, he descubierto que un fabricante asiático emplea un sistema casi idéntico pero a precios mucho más asequibles. En algunos aspectos (el agarre de tierra), es posible que incluso haya superado al sistema de Eichmann, aunque se separa de su filosofía al incluir una carcasa metálica, que hace que la imitación carezca de sentido (curiosamente, Eichmann también vende carcasas metálicas para sus conectores). La gracia, en efecto, estaba en reducir las zonas metálicas al mínimo, por lo que solo se justificaría en el caso de cables blindados (el conector, conviene recordarlo, es una prolongación del cable, nada más, y debería mantener tanto su geometría como su masa y características eléctricas).


Estos otros son también una imitación asiática de Eichmann: pequeño contacto de tierra, pin tubular (para reducir la masa y la dispersión de electrones), agarre de goma (PBT) y cuerpo metálico (¡!):


Y su variante con soldadura de tierra más grande y cómoda:


Son algo más baratos que los Eichmann, aunque siguen siendo caros (40 euros los 4), y su punto débil sigue siendo la calidad del aislante, igual o peor que el vulgar PVC.

En cambio, los conectores que vienen a continuación son la honestidad en persona, porque ofrecen mucho para lo que cuestan. Emplean, como los Eichmann y similares, un pin de señal tubular, que puede estar dorado, niquelado o plateado, el aislante es bastante bueno (noryl), el sistema de tierra es muy original y está reducido al mínimo, ya que emplea una pequeña pestaña de soldadura y una abrazadera de tierra semiflotante en T, que adapta muy bien a los sockets. Además, es muy fino y económico, aunque solo admite calibres de cable reducidos. El cuerpo no es de cobre-latón, como en la mayoría de conectores, sino de aluminio, lo cual los hace más efectivos como blindaje. Me gusta.


Y este, por solo 1€, no tiene mucho que envidiar a otros más caros, al menos por diseño, ya que los materiales no pueden ser de lujo. Pin tubular, cuerpo metálico reducido a su mínima expresión, abrazadera de tierra semiflotante en T y aislante de noryl. La pena es que sea incómodo de montar, e incluso inestable, y que solo sirva con cables realmente finos (hasta 4 mm).


Los conectores Amphenol están en la línea de los Neutrik Rean: buena construcción, materiales sensatos (latón, termoplástico, oro sobre níquel) y buen precio. Utilizan un sistema de retención convencional, más adecuado para cables de 6 mm o más que el de Neutrik, y la carcasa es de plástico rígido. No tendría ningún sonrojo en emplearlos, tal como hacen algunos fabricantes en determinados cables de precio medio e incluso elevado.


Una de las innovaciones más interesantes en conexiones RCA es el contacto estriado de algunos conectores Furutech. Además de usar el mismo sistema de carcasa enroscable para ajustar la presión de la masa que emplea WBT, el pin de señal es muy original y sensato. En lugar de un tubo rígido, se emplean estrías de metal que maximizan el contacto con los sockets y se adaptan perfectamente a ellos. Además, las zonas de contacto se reducen pero ganan en presión, es decir, sucede algo similar a lo que pretenden los conectores Eichman con el contacto de tierra (un solo punto), pero aplicado al contacto de señal. Ignoro el motivo, pero en conectores de altavoz creo que este sistema funciona mejor que los convencionales, así que no estaría mal probarlo también en interconexión. En el fondo, es un sistema similar al que emplea Neutrik en sus hembras XLR, que también emplean estrías flexibles en lugar de un cilindro único. Por desgracia, el precio de estos Furutech es prohibitivo y difícilmente compensará los beneficios sonoros, si los hay.


Stereolab ha patentado un sistema parecido: el pin de contacto de sus conectores Black Cat también está estriado, aunque las estrías no son filamentos flexibles, sino una variante del típico contacto partido en dos.


Ya que la gracia está en maximizar el contacto, el interior es coherente con este objetivo, ya que se emplea un sistema que se atornilla y se suelda:


El interior, por lo demás, parece complejo, con dos secciones de teflón en lugar de una, pero es lo mismo que un conector convencional con el tubito alargado (innecesariamente, creo). La toma de tierrra es totalmente normal.

Los conectores Planet Waves ofrecen, por su parte, un contacto de señal con estrías móviles como las de algunas bananas de altavoz, y un contacto por presión sin soldadura, para evitar las presuntas degradaciones del estaño.


Se ve aún mejor en este adaptador mini jack-RCA, donde también se aprecian las abrazaderas de tierra, reducidas a 4 pinzas que aumentan la presión del contacto:


Es la aplicación de esta patente de James d'Addario:

http://www.google.com/patents/US6568964


Uno de los problemas de los conectores RCA es que, por definición, tienen un diseño coaxial (señal en el centro, masa anular alrededor), pero cuando se emplea en cables digitales coaxiales rara vez respeta la impedancia de estos. En efecto, los conectores RCA suelen tener una impedancia de entre 30 y 50 ohmios, que viene determinada por el tipo de aislante y la relación entre distancia y masa centro-periferia. Los cables coaxiales digitales que se emplean en audio, en cambio, tienen una impedancia de 75 ohmios. Por suerte, existen conectores que presumen de funcionar exactamente a 75 ohmios, aunque algunos son sospechosos. WBT asegura que sus conectores son de este tipo, incluso los sockets hembra. También Canare comercializa un conector que promete esa impedancia. El único que me convence por diseño es este:


El pin de señal está encajonado en un cilindro sólido de teflón PTFE, la zona de soldadura se encuentra en el extremo externo del pin, no en el interno, el anillo de tierra es finísimo y la tierra no se suelda a un lado, sino que se crimpa alrededor de la carcasa. Por todo ello, se respeta la morfología de un cable coaxial (señal en el centro, blindaje anular) y seguramente se mantiene una buena relación centro-aislante-anillo externo, imprescindible para obtener la impedancia deseada. La lástima es que solo funciona con cables finos, de hasta 6 mm de diámetro.

A menudo, quien compra cables se obsesiona con conectores carísimos o espectaculares (como si lo más grande o lo más bonito fuera a sonar mejor), pero desatiende un punto débil que personalmente me parece escandaloso. La mayoría de aparatos, incluidos muchos de varios miles de euros, presumen de todo tipo de especificaciones, como sistemas antijitter, condensadores con oro y aceite, recorridos simétricos, alimentaciones separadas, etc. etc. etc., pero a la hora de la verdad invierten cuatro duros en el panel de sockets, que acostumbran a ser de los más baratos del mercado:


Aislante de plástico y un latón que casi parece hojalata. Desde luego, fina capa dorada sobre níquel. Se emplean porque son muy fáciles y rápidos de instalar. Una hembra de más calidad y algo más firme no costaría mucho más.


Las baratas de arriba se emplean incluso (o sobre todo) en conexiones RCA digitales, aunque salta a la vista que no alcanzan los 75 ohmios ni por asomo, por mucho que una pegatina sobre el socket exhiba con orgullo 75 OHMS ONLY. Los sockets más caros tampoco suelen tener esta impedancia (solo los BNC), pero al menos están mejor construidos, tienen materiales de calidad similar a los del cable y, sobre todo, no se romperán o soltarán con tanta facilidad como los de juguete.

BANANAS

Por su propia naturaleza, las conexiones de altavoz tienen diseños más sencillos que las RCA, jack o XLR, excepto en el caso de los conectores de altavoz Speakon, de uso profesional. El conector es, en esencia, un único cuerpo que transmite una sola señal, por lo que es difícil que una banana o una espada hagan mal su trabajo. A diferencia de los cables de interconexión, que transmiten voltaje y no corriente y por ello están sometidos a efectos inductivos y capacitativos, los cables de altavoz transmiten corriente, y por ello el conector está afectado sobre todo por la resistencia. Lo que se le exige a una banana o a una espada es, en resumen, que sea sólida, que tenga una conductividad aceptable (lo más cercana posible a la del propio cable), que ejerza presión en los bornes y que la soldadura o el crimpado (auténticos puntos débiles) sean de calidad. Por otra parte, la conductividad siempre descenderá en las conexiones de forma espectacular respecto al cable en sí, y esto es inevitable porque se crea un hiato en la corriente, por muy fuerte que sea la conexión mecánica, y además la señal debe atravesar varias capas de chapados de todo tipo (níquel y oro, principalmente), y en algunos casos de estaño. Sumadas las soldaduras internas de los bornes de ampli y cajas (pérdidas del 20-30%), la conexión mecánica entre hembras y machos con sus varias capas de metales (pérdidas del 30-40%) y las junturas entre conectores y cable de altavoz (pérdidas del 20-30%), la conductividad puede llegar a reducirse hasta en un 70% en los peores casos. Por suerte, en cableado doméstico la resistencia no suele ser un factor importante, salvo que se empleen calibres realmente finos.

La mejor conexión a corto plazo es siempre el cable pelado, sin conector, aunque está expuesto a la circulación del aire, a la luz y a otros agentes y se degrada con rapidez. Por ello, a largo plazo, las bananas o espadas siguen ofreciendo la mejor conexión posible, porque aprovechan toda la superficie de cable y bornes (sin posibilidad de hilillos sueltos o con mal contacto) y frenan la degradación.

Por otra parte, las mejores uniones mecánicas se logran con espadas, siempre que sean algo dúctiles (cobre de gran pureza) y se presione los bornes con mucha fuerza, incluso con la ayuda de tenazas. Las bananas, por su parte, tienen la ventaja de que respetan la morfología del propio cable, siempre que funcionen como una prolongación del mismo (un cilindro recto con masa y conductividad similares).

Lo ideal sería poder emplear, en todos los casos, conectores de cobre puro con algún baño protector, pero el cobre es muy dúctil, por lo que en la práctica suele emplearse en aleaciones y siempre perderá conductividad. Cuando una banana o una espada se deforman o se rompen con facilidad, sobre todo si no son magnéticos (prueba con imán), es un síntoma bastante claro de que están hechos con cobre puro no aleado o pobremente aleado. Suelen tener una conductividad superior a la de otros conectores más resistentes, pero son molestos porque se doblan o rompen.

La clave, pues, está en la aleación empleada para el endurecimiento. Estos son los porcentajes de conductividad respecto al cobre común electrolítico (ETP, 100%):

Cobre con baño de fósforo: 80% - 97%
Cobre con níquel y telurio: 50%
Cobre con cromo: 80% - 90%
Cobre y zinc (latón): 25 % - 50%
Cobre aleado con fósforo: 25%
Cobre berilio: 20% - 50%

Seguramente, de las anteriores, la mejor solución de compromiso sea el cobre berilio, por su buena conductividad, su extrema dureza y sus propiedades no magnéticas. De todas formas, no hay que obsesionarse con las aleaciones, ya que son más importantes la masa y las conexiones mecánicas en cable y borne.

Esta es una banana clásica, de las que pueden comprarse a muy buen precio en ferreterías. Sus materiales son los comunes (latón, níquel y oro), y tiene la ventaja de poseer varias estrías flexibles que se adaptan a los bornes, pero el cuerpo de estrías está suspendido y flota sobre el propio conector, por lo que no es mi preferida.


Esta es una variante de la anterior, pero con la ventaja de que las estrías no flotan sobre el cuerpo, sino que forman parte, físicamente, del conector. Tienen demasiada masa metálica para mi gusto, pero su sistema de enroscado permite atrapar los hilos del cable con mucha fuerza, y además con salida lateral, algo muy útil en las terminales de los altavoces para que el cable caiga recto. Con estos conectores es difícil combinar presión y soldadura, una lástima porque esta es una de las mejoras conexiones eléctricas posibles.


Por su parte, las bananas tipo Z tienen la ventaja de estar huecas y tener poca masa, equivalente a la del propio cable. Al ser huecas, son compatibles con aparatos que solo aceptan conectores BFA. Su zona de contacto es casi completa, y suelen estar preparadas para atornillar y soldar. Son una de mis preferidas.


Variante de la anterior, pero con masa reducida a su mínima expresión. Son, literalmente, una continuación del cable. Alcanzan la temperatura de soldadura con mucha rapidez, y eso garantiza una conexión óptima, aunque no se pueden atornillar. Suelen ser de cobre berilio, por lo que, a pesar de su aspecto frágil y ligero (apenas 2 o 3 gr) tienen una extraordinaria resistencia y solo pueden doblarse con tenazas. Las de la imagen, además, están preparadas para bicableado o calibres gruesos, ya que el segundo cable o el sobrante pueden soldarse a la pestaña que sobresale. Baratísimas, sensatas y de muy buena calidad. Una de mis preferidas.


Las bananas tipo WBT, que han sufrido todo tipo de clonaciones asiáticas, son caras y tienen la ventaja de que la presión del pin de contacto puede regularse: cuando se enrosca, el pin se abre y alcanza un contacto perfecto (o casi) con el borne. Sin embargo, aunque existen bananas de este tipo con materiales mejores y peores (las WBT no tienen competencia), uno tiene la sensación de que está pagando por la carcasa, más que por la zona de contacto en sí. Son pesadas, robustas y quedan muy bien en el cable, pero tienen dos problemas muy graves: su excesiva masa contraviene el principio de la concentración de electrones y, fruto de ello, son difíciles de soldar bien, porque rara vez el cuerpo alcanza la temperatura óptima de soldadura (250º-350º) y casi siempre se obtiene una soldadura fría, es decir, una pésima conexión eléctrica con el cable. Es el típico ejemplo de un diseño complicado que sirve para arreglar problemas creados por el propio diseño y para justificar un precio también complicado: como es casi imposible de soldar en condiciones, y se atornilla con poca presión (espacio muy ancho) y excesiva dispersión de los hilos, el problema creado respecto al cable se compensa con una solución en el contacto con el borne. Solo merecen la pena si se van a emplear calibres exagerados (5 mm2 o más), porque los aceptan, y siempre que vayan atornilladas y solo atornilladas. Siempre que puedo, las evito.

Las siguientes bananas, fabricadas con aleaciones de buena calidad, emplean el mismo sistema que las de tipo Z (cilindro hueco, partido en dos), pero rellenan el espacio vacío con un polímero cuya única función es estética y práctica, ya que incorporan el color del polo sin necesidad de añadir más indicadores en el propio cable. Por lo demás, el contacto no es tan flexible como en las otras, por lo que no se adaptan tan bien a la hembra como aquellas. Existen en versión atornillable y para soldar, pero es difícil combinar ambas técnicas. Las de la imagen tienen un cuerpo robusto, pero las hay en versión más ligera (mejor salvo que el calibre del cable sea grueso).


Las bananas tipo clip tienen varias ventajas: suelen ser muy económicas, su masa se reduce a la zona de contacto con un pequeño recipiente para soldar o atornillar, son de diseño hueco, y solo presentan dos zonas de contacto, que se adaptan al borne con fuerza. El clip, en un lado, y parte del cilindro en el otro. Ignoro el motivo, pero en general las bananas con zonas de contacto puntuales (no todo el perímetro) tienen un desempeño algo mejor que las que transmiten la corriente por todo el cilindro. Están muy bien.


Tal vez este sea el motivo por el que Naim las viene empleando desde hace varias décadas. La caja de protección las hace algo incómodas, y el niquelado echa para atrás a los audiófilos de pro.


Sin embargo, son lo que deben ser: una prolongación del cable conductor, sin más lujos ni elementos innecesarios. Naim también elige níquel en las hembras de sus amplificadores, por lo que la coherencia entre materiales es absoluta.


Eichmann ha desarrollado una banana similar, pero adaptándola a la filosofía de sus conectores RCA. En este caso, el clip no es conductivo, y la zona de contacto se ha reducido a una pequeña sección que concentra la transmisión en un solo punto. La zona metálica, por lo tanto, es mínima, y esto, según el fabricante, favorece la concentración de electrones y ofrece una mejor calidad de sonido. Es, en realidad, una de las pocas bananas realmente innovadoras del mercado, aunque su desempeño no es muy distinto (no puede serlo) del de las bananas clip típicas.


Otra innovación interesante es la que ofrece Viablue. En lugar de un contacto sólido, emplea filamentos flexibles de cobre bañado en oro, que en teoría se adaptan mucho mejor a las hembras.


La idea es buena, pero viendo fotos reales (no los dibujos edulcorados de los catálogos de Viablue), da la sensación de que son poco duraderas y de que la zona de contacto tiene menos presión que las bananas convencionales. No se pueden soldar. Una pena.


Lo mismo sucede con las bananas acodadas tipo WBT, clonadas cientos de veces. Emplean el mismo mecanismo que sus hermanas mayores: el pin de contacto se abre a medida que se enrosca el tapón negro. Tienen menos cuerpo que las frontales, por lo que el diseño empieza a tener algún sentido, pero es imposible soldarlas porque si lo hacemos se derretirá el plástico protector externo.


Si no se puede soldar, una buena solución, aplicable a estas y a cualquier banana atornillable, es crimpar los hilos con casquillos de calidad (conexión gas tight), e insertar y atornillar con mucha presión, de modo que los tornillos de la bananas marquen profundamente el casquillo.


El siguiente sistema no es muy común, pero es uno de mis preferidos. El conector emplea seis pestañas sólidas o clips que encajan perfectamente en el socket y ofrecen contactos puntuales. Como forman parte del propio conector (no son piezas móviles o flotantes), la transmisión es perfecta. Es, en la práctica, una versión muy mejorada de las bananas clip y su variante Eichmann, pero con zonas de contacto mucho más delimitadas y precisas, y menor resistencia. Además, con algo de ingenio se puede combinar tornillo y soldadura. Faltaría mejorar ligeramente la calidad de los materiales, que sin ser malos (cobre y zinc) no son los mejores (cobre berilio o telurio).


Existen en el mercado opciones muy cómodas si uno no sabe qué puede necesitar en el futuro. Se trata de conectores cuyo cuerpo se suelda al cable, pero cuya punta es intercambiable porque consiste en una pieza móvil que se enrosca al cuerpo. Esto permite pasar de espadas a bananas sin necesidad de cortar y volver a soldar. A pesar de su comodidad, tiene la desventaja de que el cuerpo suele ser demasiado robusto, y al constar de dos piezas aumentamos las piezas intermedias y las interrupciones de la señal.


Finalmente, el mercado ofrece adaptadores útiles, como el que permite pasar de dos bananas a una sola o a un speakon, o el que permite adaptar bananas sólidas a bananas BFA de tipo hueco, o adaptar una banana dentro de una espada. Son, en todos los casos, soluciones de compromiso, que sin ser malas solo se recomiendan cuando no queda más remedio.

Excelente artículo  Y el cable pelado estañado para cajas qué opinión te merece?

Estañar va bien para frenar la oxidación, pero queda una zona de contacto muy rígida e irregular, que no se adapta bien por mucho que se atornille, salvo que uses estaño con mucho plomo (más dúctil) y aprietes los bornes con mucha fuerza, obligando al estaño a adaptarse a la forma del borne. En cualquier caso, mejor cable pelado, y revisar al año o dos años, o usar banana de baja masa y material de calidad, que es barato y definitivo.

Saludos

Hamlet, muchas gracias por compartir.
Impresionante lo que eres capaz de profundizar y escudriñar sobre el tema; realmente interesante.
Un saludo.

Gracias Quique. Digamos que forma parte del hobby.

Paco

Stupendo review Hamlet, muchas gracias.

Saludos

LUDOVICO escribió:Stupendo review Hamlet, muchas gracias.

Saludos

Gracias, Ludovico. Un saludo.

Paco

A parte de Mark Levison...¿Alguien usa conectores Lemo swiss?

Excelente artículo.

Ma  jis tral, impresionante despliegue de conocimientos    


Saludos...

Curiosos esos rcas estriados, en extremo incluso como el furutech.
Gracias por la lectura.

Me está gustando mucho éste hilo Paco, no descansas ni en Agosto. Gracias por el aporte.