Tiempo de formación, de Máster. Pero ¿Cómo?.

En estos días he tenido la oportunidad de acudir a algún congreso relacionado con la música y el patrimonio, ya viene el buen tiempo y se dará en breve alguno más muy interesante.

En ellos se van adelantando algunos cursos de postgrado, algunos con el nombre de “Máster” que han llamado mucho mi atención. Pero tras oír alguna presentación me surgen también algunas dudas. Me explico…

Cada vez que contacto con la universidad española recupero automáticamente una sensación de exfumador y me viene en algunos casos la frase “nada ha cambiado” a la cabeza. Fácil verlo desde fuera, seguro que no es así.

Es verdad que la universidad está para dar una formación superior (muy superior sí), y que el debate de que la misma sea una formación de aplicación directa al mundo laboral es antiguo y complejo. Pero cuando llegamos a los Máster que ofertan las universidades españolas, a un tipo de ellos más todavía, esta aplicación me parece muy necesaria.

Un Máster tiene una clara relación con la maestría (el magister) como título de formación continua, de postgrado tras la licenciatura. Entre los dos tipos de Máster de nuestra universidades, y especialmente ante la situación actual (o sin ella), esta relación yo la veo en aquellos que son los que conocemos como “oficiales”, destinados a dar una formación académica que los títulos de grado (antes licenciatura) no cubren de ninguna manera, o no suficientemente bien. Estos máster oficiales, más los cursos de especialización, estarían dedicados a esta labor. Los primeros como puerta a la realización de trabajos académicos más elevados, como las tesis, y los cursos de especialización como adquisición de conocimientos específicos. Pero cuando me encuentro con los títulos “propios”, los máster que no son oficiales que las universidades lanzan al mercado, yo pido algo más (o algo diferente). Ese algo no se puede quedar, o no debe ser, lo que yo no le pido a este tipo de formación, y menos desde universidades públicas. No pueden a mi parece… quedarse simplemente ahí (o ser lo mismo). Cuando me surge esa duda, espero que quien los diseña y aprueba me lo pueda explicar, y lo resuelva antes de ofertarlos. En esas estoy.

En algún momento yo he tenido la oportunidad de diseñar programas de formación, y algún máster que otro, es verdad que más desde la formación privada, pero también desde la pública, desde la universitaria. Lo primero que me he preguntado siempre es “que va ha obtener el alumno con esto”, “en que le capacita”. Siempre he creído que en los máster privados, y en los llamados “propios” públicos, parte de esta capacidad tiene que ir orientada al mercado, tiene que estar destinada a que la persona que paga por ellos saque algo distinto a los cursos de formación continua de postgrado, o a los máster oficiales (su coste creo no justificaría otra cosa). Por lo menos en buena parte de lo enseñado y de lo practicado en ellos (el tema de lo enseñado, practicado, y ahora lo practicado en casa, daría para unos cuantos hilos más).

Y que no pueden ser…

...o como uno no se puede responder ante esas preguntas. Pues no pueden ser una manera más de que los alumnos de un grado (o licenciatura) sigan estudiando algo de esa materia porque no saben, o no pueden, hacer otra cosa mejor (para eso estarían otros cursos). Si fuera así la totalidad de la oferta formativa de esa materia estaría mal diseñada (mal diseño entre cursos y máster propios y oficiales, y mal diseño en la formación de grado que no oferta aquello mínimamente necesario en un nivel ya universitario). Tampoco pueden tener como respuesta que su función es preparar para las oposiciones de tal cosa, y no lo pueden ser ni si quiera en las materias más humanísticas. Para esos están otras iniciativas de formación, amén de demostrar que apenas se ha intentado ampliar el ámbito no funcionarial de las enseñanzas del sector más cultural (en otros países esto no pasa). Y tampoco puede ser, a veces pasa, un medio para cubrir horas e ingresos de departamentos o profesores y especialistas de un mismo grupo de conocimientos.

Hay máster que pueden estar destinados a unir una necesidad, algunos de los que se van a lanzar dentro de un par de meses sin duda. Somos el segundo país en patrimonio artístico del mundo (muchas ciudades, pueblos y zonas no podrían subsistir económicamente sin él), uno de los más importantes en proyección cultural de las materias más variadas. Tenemos un patrimonio inmenso que tenemos que cuidar y explotar debidamente, por ejemplo el primero con mucha diferencia en el terreno del patrimonio documental, (música incluida). Es necesario unir la necesidad de cuidar y rentabilizar este activo, con la demanda que exista o que activemos sobre el mismo (desde lo privado también). Tenemos que unirlo con la falta de profesionales que puedan dar respuesta a ello, y con la falta de enseñanzas especificas que permitan a estos profesionales ejercer una labor de tan alto nivel (algo muy distinto a fomentar trabajos especializados realizados por becarios o investigadores, y apenas pagados o no pagados directamente. Piedras en la rueda de nuestro carruaje, sector, y alumnos). Hoy en día los pocos profesionales existentes van durante años de un curso a otro, y se pasean por materias complejas y diferenciadas (y es sorprendente que con el patrimonio cultural de nuestro país apenas existan aquí cursos de posgrado de buen nivel, o de ningún nivel, de muchas materias relacionadas con la gestión de lo cultural y el patrimonio).

Si todo esto se casa, se abre algo el mercado, y se prepara en la práctica a estos profesionales… estos máster son más necesarios que el comer. Esperemos que sea así...

...¿Por qué hacerlo de otro modo?.