Surrealista… pero bonito. Lloyd Cole Small Ensemble. Ayer 19-07-2011 en Madrid.

Lloyd Cole Small Ensemble. Auditorio del Cuartel del Conde Duque de Madrid. 19 de junio de 2011. 21:15h. Lloyd Cole (voz y guitarra acústica), Matt Cullen (guitarra acústica y banjo) y Mark Schwaber (guitarra acústica y mandolina).



A las 20:15 de la noche estaba de segundo en una fila de tres personas que nos agolpábamos delante de la puerta del nuevo auditorio del Cuartel de Conde Duque de Madrid. Que desastre, le decía a mi acompañante mientras pensaba la vergüenza que podía pasar cuando Cole saliera al escenario y viera la media docena de personas en el patio de butacas. Pero no fue así, el pequeño auditorio casi se llenó con unas 250 personas que tuvimos la fortuna de presenciar el concierto del cantante del condado de Derbyshire. Una fortuna extraña en un extraño lugar.

El lugar:

El nuevo auditorio del Cuartel del Conde Duque es el lugar perfecto para hacer cualquier concierto que no se parezca a este, ni a un concierto de pop al uso, ni de rock, ni de jazz, ni de nada donde uno quiera sentir la música a lo largo de su cuerpo. Este no es el lugar propicio para zarandear suavemente a tu acompañante como si fuera la última vez que vas a poder abrazarla. Las sutiles versiones de Cole invitan a ello, y la preciosa mujer que estaba a mi lado no se merecía menos (se libró para su fortuna). Pero las butacas de diseño del veterano cuartel impiden cualquier cosa que invite al sentimiento, que propicie la comunicación mínima entre los asistentes, que ayude a sumergirse en la cálida y triste sensación que Cole nos trasmite. Ya no tengo edad de arrancar patios de butacas, pero ayer recordaba el memorable concierto de un conocido grupo de Algete, aún conservo el disco coloreado que me regalaron, donde apenas dejamos una viva cerca. Pena que ayer no me pusiera a ello. Cole lo resumió en uno de sus comentarios “es la primera vez que toco en un sitio donde no puedo tomarme una cerveza”. Surrealista… pero bonito.

Lloyd Cole:

Lloyd Cole es hace tiempo un autor maduro, un cantante que controla los tiempos, que maneja con garantías su aterciopelada voz y que seca y afina continuamente cada guitarra acústica que coge. Los austeros arreglos y los austeros acompañantes son una necesidad para seguir tocando, un ejercicio de supervivencia en un universo sonoro tan poco propicio a un compositor de esta altura.

Cole cumplió de sobra, o quizás no, cantó, tocó y nos hizo sonreír sutilmente entre canción y canción. Sufrió un aire acondicionado tozudo que solo le bajaron tras el intermedio, y se fue sin hacer ruido, a buen seguro extrañado de un público que apenas conocía un par de canciones de sus dos primeros discos. Cole es un buen profesional, siempre lo ha sido, el apenas había dormido tras su accidentada experiencia en Cartagena, anteayer radiada, y yo apenas dormí tras asistir al concierto. Ambos nos merecíamos más, a estas alturas es casi imposible.

El concierto, los demás y yo:

Las magnificas canciones de Cole apenas fueron coreadas. En primera fila, justo delante de él, apenas escuchaba mi voz y la de la señora de la esquina, la única que se atrevió a levantarse en un momento dado. Estas melodías y estas letras son una joya. Cole tocó canciones de casi todos sus discos, o de todos, y topó con una distribución que apenas ha posibilitado la compra física, hace ya muchos años, de los dos primeros. Su maravilloso último disco “Broken Record” es difícilmente localizable en todo Madrid, y ya no digamos el muy aconsejable “Lloyd Cole Small Ensemble Slaughterhouse Studios 01/22/2010” que por fin compramos ayer en un pequeño puesto que pusieron en la puerta del auditorio. Tras terminar su tercera interpretación Cole presintió lo que podía pasar “pero que fríos estáis”. Ni él ni yo nos merecíamos nada parecido.

La única voz de Cole fue desgranando autenticas versiones que poco se parecen a sus originales. My Alibi, Trigger happy, No More Love Songs, Broken Record, Are you ready to be heartbroken?, Why in the world?, Rattlesnakes, o Impossible girl se sucedieron en este u otro orden durante dos partes de 52 minutos. Apenas dos canciones de esa joya llamada Antidepressant. Woman in a Bar, magníficos arreglos, fue una de ellas. Forest Fire se llenó de complicidades entre las cuerdas, elevando el listón a niveles que difícilmente podemos encontrar de otro modo. Un solo bis para un público que se levantó instantáneamente para salir del recinto y que, así son las cosas, no se merecía (nos merecíamos) mayor esfuerzo del que apenas habíamos solicitado. Sí, un concierto extraño, pop sin ropajes en estado puro. Frágil, distinto, surrealista… pero bonito.

Una sensación agridulce, siempre espero mucho, así son las cosas.

Quizás sea el fin del mundo y yo sigo sin saber qué hacer.



Saludos,

PD: Habrá que replantearse estos textos tan adornados, apenas somos dos, o poco más, leyéndonos.

Hola GSeoane.

Estupenda crónica, lástima el agridulce regusto que te queda al leerla. En muchas ocasiones ocurre lo que comentas, la gente va a los conciertos porque le suena el nombre del músico o vete a saber, pero ni existe conocimiento ni menos implicación. Siempre le quedará al músico saber que ante la indiferencia general hay personas como tú que valoran lo que hace.

Un saludo.

César

Un saludo César, así lo viví yo, es lo que quería trasmitir.

La verdad es que la distribución de los discos de Cole, no es culpa del público, y a buen seguro es algo no deseado por él, ha sido minoritaria y su música poco publicitada (ya Don't Get Weird On Me, Babe casi no se distribuyó, y así el resto, que son el 70% de su obra). De ese modo es complicada empatía alguna.

Con todo es un concierto que vale la pena, en Portugal tiene un público muy fiel, quzás sea mejor lugar.

Hola.

Es lo paradójico de desvincularte de las discográficas "majors", te da más libertad creativa pero a la vez llegas a menos gente, un gran dilema. Su discográfica actual, la alemana Tapete es demasiado pequeña para un hombre con su trayectoria.

Un saludo.

César

Hola,

Gracias por la crítica del concierto. Me ha gustado mucho tu manera de estructurarla; muy literaria.

Espero algún día porder verlo.

Saludos.

PD: Uf, Forest Fire... (Cuando llegue a casa me la pongo)

Teriyaki escribió:Gracias por la crítica del concierto. Me ha gustado mucho tu manera de estructurarla; muy literaria.Espero algún día porder verlo.

PD: Uf, Forest Fire... (Cuando llegue a casa me la pongo)

De nada, quería trasmitir lo que había sentido. Cuando estaba en la sala, si cerraba los ojos recordaba los conciertos que vi con los Commotions, salas oscuras, cervezas y una añoranza que ayer se me escapo de las manos, últimamente las tengo resbaladizas.

Pero Teriyaki... puedes verlo, pincha aquí:

http://www.rtve.es/radio/20110719/radio-3-ofrece-concierto-lloyd-cole-mar-musicas/448483.shtml

Pon a funcionar la barra que hay debajo de "Con los comentarios de Lara López y Javier de Cambra" y cierra los ojos. Creo que el orden es prácticamente el mismo, y el sonido, ¿que te parece?, idéntico, bueno en vivo mejor, no hay duda.

Forest Fire suena exactamente el el minutaje 01:16:30 y Woman In A Bar en el 52:20.

Saludos