Ernesto Sabato ha muerto

El novelista y ensayista argentino Ernesto Sabato falleció hace muy poco, a la edad de 89 años. Los que habéis leído algo de él ya os habréis enterado. Escribió tres magníficas novelas (El túnel, Sobre héroes y tumbas, Abbadón el exterminador) y un puñado de ensayos. Ha sido un modelo ético dentro y fuera de su país, en la lucha por la democracia y en defensa de un humanismo que, según él, está desapareciendo de Occidente.

En sus últimos libros presagiaba el fin de la civilización tal y como la entendemos, pero también apuntaba la esperanza de la salvación si el hombre vuelve a mirar al hombre y deja de ser esclavo de la vida acelerada, la tecnología y los poderes económicos.

Copio algunos fragmentos del final de La resistencia, a modo de sentido homenaje:

La serenidad, una cierta lentitud, es tan inseparable de la vida del hombre como el suceder de las estaciones lo es de las plantas, o del nacimiento de los niños. [...] El ser humano sólo se salvará si pone su vida en riesgo por el otro hombre, por su prójimo, o su vecino, o el chico abandonado en el frío de la calle. Un acto de arrojo como saltar de la casa en llamas no es un hecho racional, pero no es importante que lo sea, nos salvaremos por los afectos. [...] En esta tarea lo primordial es negarse. Defender, como lo han hecho heroicamente los pueblos ocupados, la tradición que nos dice cuánto de sagrado tiene el hombre. No permitir que se nos desperdicie la gracia de los pequeños momentos de libertad que podemos gozar: una mesa compartida con gente que queremos, una caminata entre los árboles, la gratitud de un abrazo. El mundo nada puede contra un hombre que canta en la miseria.

Sólo lei de él su libro El túnel, y me quedo en la cabeza durante dos meses obsesionado con su punto de vista.

guardiola escribió:Sólo lei de él su libro El túnel, y me quedo en la cabeza durante dos meses obsesionado con su punto de vista.

"Me llamo Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne"

Con ese inicio, es para obsesionarse...

Desde luego. Sus novelas y ensayos pueden parecer apocalípticos, pero no se puede negar que sabía de lo que hablaba.

Saludos