Conceptos básicos para elegir amplificador y cajas para dummies

Me gustaría simplemente compartir unas normas básicas para que sirvan de ayuda para aquellos que empiezan en el hifi y no saben como elegir amplificador y cajas.

Como quiero que sea algo fácil de entender para los novatos, voy a intentar evitar terminología técnica y centrarme en conceptos básicos y claros, y si es posible, con comparaciones fácilmente comprensibles para todos, tengan o no experiencia en este mundillo.

Para empezar quiero que se entiendan 3 conceptos que considero importantes a la hora de elegir amplificador y cajas.

Esto conceptos son la potencia, la relación entre amplificador y cajas, y la sala.

Potencia del amplificador. Se mide en vatios (W) y se suele dar en valores por canal a 8 Ohm. o a 4 Ohm. Por norma general, la potencia que un amplificador entrega a 4 Ohm es mas o menos el doble de la que entregaría a 8 Ohm.

Como simil comprensible por todos, la potencia del amplificador es como la potencia de un coche. Por tanto, como con los amplificadores, existen coches mas o menos potentes. ¿Qué es mejor, mayor o menor potencia? Pues para decidirlo, es necesario pasar al siguiente punto.

Relación entre amplificador y cajas. Aunque es algo fácil de entender, suele llevar a confusión.

La potencia del amplificador se dosifica con el mando del volumen. Por tanto, aunque el amplificador sea mucho mas potente que la potencia máxima de las cajas, no te vas a cargar las cajas, salvo que seas tan bruto de darle al volumen sin medida. En un coche pasa lo mismo, el volumen es el acelerador, por lo que un coche muy potente también puede circular despacio.

Sin embargo, un amplificador de menos potencia de la requerida por las cajas, si que se puede cargar las cajas (o quemar el amplificador) si le requerimos un volumen alto de escucha y subimos el mando de volumen demasiado. Cuando le exigimos un volumen demasiado alto al amplificador lo que conseguimos es que el amplificador emita DISTORSIÓN, que es el verdadero enemigo a evitar si no queremos cargarnos nada.

¿Y como sabemos cuando un amplificador emite distorsión en su señal?, pues hay una norma que podemos dar por válida sin que haya nada que la respalde, y es que un amplificador empieza a enviar una señal distorsionada cuando subimos el volumen por encima del 60-70% del volumen. ¿Necesitas darle al pote a mas de la mitad del volumen?, entonces necesitas un amplificador mas potente si o si. Por supuesto también sería necesario comprobar la potencia máxima de las cajas para ello si no queremos reventarlas.

Bueno, vale, entiendo entonces que es mas interesante que el amplificador tenga mas potencia que menos para que trabaje siempre con una señal pura y sin distorsión, pero.... ¿cual sería la potencia que debe tener un amplificador para que vaya bien asociado con la potencia de las cajas? Esta es una de las preguntas del millón de dólares.

Mi experiencia me dice que primero debemos mirar los valores máximos de ambos aparatos (amplificador y cajas). Si una caja dicen sus especificaciones que tienen una potencia de entre 50w y 250w RMS a 8 Ohm, debemos asociarla a un amplificador que de su potencia máxima, es decir esas cajas yo las asociaría a un amplificador de 250w por canal a 8 Ohms RMS ya que es la potencia máxima que aceptan las cajas.

Pero entonces, ¿porqué el fabricante de las cajas pone que las cajas funcionan desde 50w? ¿No funcionaría bien entonces con un amplificador de 50w? Funcionarían, si, pero no a su máximo potencial.

Para establecer una comparativa que se entienda, imagina un coche deportivo que tiene 500cv y un botón que te permite seleccionar la potencia del coche en función de varios tipos de conducción. Pulsando ese botón el coche sólo da 100cv de los 500 que tiene disponible el motor, ¿funcionaría con 100cv ese coche?, Pues si, y es posible que si sólo te mueves en ciudad no necesites mas caballos, pero... funciona igual con 100cv que con los 500cv, ¡¡ NI DE COÑA!!, la respuesta del coche no es ni parecida, ni en empuje, ni en aceleración, ni en velocidad máxima, ni en sensaciones, pero la realidad es que funcionar, también funcionaría bien con 100cv.

Ahora llegamos a la parte del individuo. Pues yo tengo ese coche de 500cv y siempre lo he usado con botón pulsado para que me de sólo 100cv y ha funcionado perfectamente, sin problemas y he viajado comodamente a velocidades de 150 kms/h que ya es una velocidad muy alta y bla bla bla. y tienen razón, funcionaría bien, pero entonces ¿para que coño te compras un coche de 500cv si sólo vas a usar 100cv?, bueno...pues porque me gusta su línea deportiva y el cuadro de instrumentos. Ah, entonces bueno, si tienes pasta y estás satisfecho, pues nada que objetar a que uses el coche con una potencia 5 veces menos de la que puede generar.

Ese ejemplo es el del que se compra unos altavoces que dan una potencia máxima de 200w y lo mueve con un amplificador de tan sólo 50w y está contento. Le gusta el conjunto y el sonido le parece bien, pues todos felices y no hay nada que objetar. Porque además existe algo que se llama sinergia y que es complicado medirla, y que es la unión que se produce entre un amplificador y unas cajas.

Pero está claro que en tal caso podríamos decir que tanto el coche como el amplificador no están entregando su máxima potencia mas que en contadas ocasiones en las que les exigimos esa potencia extra, pero incluso sin exigirle mas potencia, el hecho de que la tengan o no disponible, también podría notarse. Esto tampoco es una regla universal en donde un amplificador mas potente siempre nos de un mejor sonido, pero hablamos de unificar parámetros y especificaciones de cajas y amplificadores a nivel genérico, y a ese nivel y sin comparar otros valores como la calidad del sonido, la distorsión, el factor de amortiguación, la calidad de los componentes o la reserva de corriente, si sólo valoramos la potencia de cajas y amplificadores, la conexión ideal sería la de usar un amplificador que nos diera la potencia máxima que aceptan las cajas.

Es verdad que en una escucha normal o en una conducción normal es mas complicado de valorar la potencia, ya que la música se puede escuchar perfectamente bien usando tan sólo 1w , pero si se le damos caña al pote, la reserva de potencia hace que tanto el coche, como el equipo de música, funcionen mucho mejor, cuando tenemos de sobra. Yo lo noto principalmente en los graves, la bajada y el control de graves está presente cuando la potencia sobra, no cuando falta. Es como si la música estuviera mas ordenada y completa, realmente es que estás aprovechando mejor las características del altavoz.

También hay que tener en cuenta en este capítulo la dificultad del altavoz.

Hay altavoces fáciles y altavoces difíciles de manejar. Esto es debido a varios factores y sin adentrarnos demasiado en complicaciones, uno sería la sensibilidad del altavoz y otro sus picos de consumo de amperaje por abajo.

Si un altavoz es muy sensible (se considera sensible si sus valores están por encima de 90 dB y muy sensible a mas de 95 dB) y se mantiene estable por ejemplo entre 6-8 Ohm, lo consideraremos un altavoz fácil de manejar porque es un altavoz que no exige mucho del amplificador, ya que con poca potencia y sin bajar mucho en Ohmios funcionará bien.

Por otro lado existen altavoces poco sensibles (valores por debajo de los 89dB) y con altas exigencias de amperaje (son poco estables y bajan hasta los 2-3 Ohmios recurrentemente), por lo que moverlos será mas dificil para el amplificador, que necesitará tener una reserva de potencia importante para poder gestionar esas bajadas puntuales.

Podríamos relacionar la dificultad del altavoz con el peso del coche. Creo que todos tenemos claro que un coche de 300cv no responde igual si pesa 1.000 Kgs o si pesa 5.000 Kgs. Un coche muy pesado es un altavoz poco eficiente y un coche ligero es un altavoz eficiente. Es por eso que un coche con sólo 150 cv puede correr y acelerar mucho si sólo pesa 900kgs y uno con un motor de 200cv pero con un peso de 3.000 kgs será mucho mas lento aún teniendo un motor mas potente (entendiendo este concepto con pinzas, no literalmente, claro).

El tercer concepto y no por ello menos importante es la sala de escucha. La sala es el lugar por donde vamos a conducir el coche. No es lo mismo movernos por ciudad (tener una sala pequeña), que salir a carretera (sala media) o usar el coche en un circuito (sala grande y diáfana).

Por tanto es muy importante elegir cajas y amplificador teniendo en cuenta donde vamos a usarlos, ya que comprarse un deportivo de 500cv para usarlo en ciudad no tiene sentido, igual que tampoco lo tiene el comprar un utilitario de 80cv para usarlo en circuito. Es cierto que incluso lo primero podría tener algo de sentido ya que un deportivo te saca la sonrisa en cada semáforo, incluso en ciudad, y ese podría ser el caso del que se compra un equipo sobredimensionado en potencia y prestaciones para usarlo en una sala pequeña, pero si vas a darle caña al equipo y tu sala es grande, si o si, vas a necesitar muchos vatios si quieres que suene bien.

Aliando bien cajas y amplificador, con 50w podremos disfrutar de la música en despachos y salas pequeñas. Con salas medias tendremos suficiente con entre 80w y 150w y para salas grandes de ahí para arriba. Como he dicho al principio, usando un amplificador que nos de los vatios máximos que acepta el altavoz en sus especificaciones.

Deberíamos preguntarnos entonces que porqué los fabricantes entonces ponen en los altavoces desde 30w hasta 150w, si por lo que estoy contando con 50w no van a funcionar igual de bien que con los 150w, y el motivo es evidente, el fabricante lo que quiere es vender su producto y cuanto mas amplio sea el margen de uso que le de, mas posibilidades tiene de venderlos. En realidad si que funcionan, y se escuchan bien con 50w, por lo que no pasaría nada malo, salvo que estamos infrautilizando el producto por debajo de sus verdaderas posibilidades. Y si encima no vamos a darle demasiado al pote, pues no encontraríamos demasiados problemas con ello.

Ejemplo. Ya han sido varias veces que he comprado algún altavoz con capacidad de manejar potencias mas o menos elevadas (mas de 300w) y que el vendedor cuando me los vendió, me los probó asociados a amplificadores poco potentes (digamos amplificadores de 50w x2). Yo, al escucharlos, notaba claramente una falta de contundencia en el grave, así como una compresión en la forma de entregar el sonido, como si todos los instrumentos estuvieran demasiado juntos. Al vendedor le sonaban correctos, sobre todo porque siempre los había escuchado así, asociados a un amplificador poco potente.

Luego, en mi casa y probándolos con amplificadores mas adecuados (+200w x2), el altavoz cobraba vida, los instrumentos se esparcían por la habitación y el sonido estaba controlado por el amplificador, no por el altavoz.

Entiendo que estos conceptos no son sencillos ni de entender ni de explicar, para mi es como el vino, que hay gente que cuando entiende sabe sacar hasta el mas leve matiz respecto del sabor, tipo de uva y maduración, pero que para el que no entiende apenas es algo mas apreciable a que el vino le sepa bueno o regular. Yo opino que aquí pasa algo parecido y que no todos los oídos son igual de sensibles, ni todo el mundo está capacitado para reconocer y diferenciar estos matices en una escucha. Aparte, claro, de que cada uno aprecia la música de manera subjetiva y no hay ninguna verdad absoluta respecto del sonido y su percepción individual.

A mi me puede gustar mucho que un altavoz baje mucho y me llena el impacto de un grave controlado y abierto y a otra persona darle dolor de cabeza y preferir un grave seco y menos profundo, por eso también es muy complicado aconsejar bien dentro del audio.

Lo interesante para mi es probar muchas cosas y evaluar el resultado. Por suerte tengo muchos equipos y muchas cajas para ello, pero si puedo deciros una cosa que para mi va siendo clave. Siempre es mejor que sobre potencia en el amplificador a que falte. No tengáis miedo de usar amplificadores potentes con altavoces de menor potencia ya que el control siempre estará en el mando del volumen que es lo que verdaderamente tenemos que controlar y no pasarnos.

Ejemplo 2. Tengo unos altavoces Polk Audio SDA-2. Sus especificaciones de potencia son desde 10 hasta 500w. Coño, vaya amplitud de opciones, del mínimo al máximo hay 490w de diferencia. Bien, por un lado son sensibles (92 dB) aunque también bajan bastante, ya que su impedancia media nominal es de 4 Ohm, pero puntualmente caen a 3 Ohm.

Como teoricamente podrían moverse con un amplificador de tan solo 10w, empiezo a probarlos con un Sansui AU217 de 30w x2. ¿Suenan bien? si, no suenan nada mal, se nota que le falta potencia al ampli, pero a bajo volumen se escucha razonablemente bien. Si nos quedásemos ahí y no tuviera mas opciones, pues tendría un equipito muy apañado y que suena bien.

Pero tengo muchos mas amplificadores, asique sigamos probando e incrementando la potencia a ver que pasa.

Ahora pruebo uno con 80w x2. El sonido es mas completo, se nota mejor el grave, sobre todo si subimos un poco mas el volumen. Está claro que hay que tener en cuenta muchas otras cosas en los amplificadores, tal y como he dicho antes, (valores de distorsión, damping factor, calidad de sonido, etc), pero comparando equipos vintage de sobrado prestigio y buenas calidades, obviaremos todo eso porque mas o menos voy a usar amplificadores con unos valores parecidos para la prueba.

Ahora vamos a por 200w x2 (etapa Yamaha M70 + previo Yamaha C70) y ahora ya se nota un importante salto cualitativo en el sonido. Es como si los graves se activaran, y como si los instrumentos se fueran colocando en sus sitio (todas las pruebas sin mover los altavoces de sitio, y sin modificar el punto de escucha, logicamente). Si se nota diferencia con los amplificadores anteriores y bastante.

Y finalmente pruebo con una etapa profesional Yamaha (P2700 con 350w x2) asociada a un previo Luxman C300. Ahora el sonido es totalmente distinto, da igual que el volumen esté casi al mínimo, el grave ya suena mas pleno y controlado. Si con el volumen bajo la diferencia es notable, según vamos dando caña al pote las diferencias se vuelven cada vez mas grandes. Plenitud, potencia, control, expansión y orden instrumental. Todo está donde debe estar y los altavoces desaparecen.

¿Puedo usar estos altavoces con el Sansui 217?, si, perfectamente, pero me estaré perdiendo parte de sus bondades y características.

¿Puedo usar un Porche 911 turbo S de 650cv limitado electrónicamente a 100cv? Si, y podrías moverte sin problemas con el y viajar a donde quisieras, pero no vas a tener la mismas sensaciones ni respuestas de motor que si lo conduces con los 650cv. Limitado sería un coche más y deslimitado un coche que impresiona y quita el aliento.

¿Qué habría gente que incluso preferiría las sensaciones mas agradables de usarlo limitado a 100cv donde se evitarían brusquedades y necesitaríamos mucha menos precisión y control sobre el coche para conducirlo?, pues seguro que si y por tanto no sería justo decir que ese coche con 100cv es mejor que con los 650cv ya que incluso con 100cv seguiría teniendo una gran estabilidad, buenos frenos y una línea preciosa, aparte claro, de un consumo mucho mas razonable. Pero si te gusta la velocidad, hacerlo seguro que te parecería una herejía y un despilfarro, ¿verdad?, pues aplicando el concepto a un equipo de música es lo mismo.


Todo esto que os he contado no está avalado por ninguna Universidad, ni por ninguna marca especializada en Hifi, ni siquiera por algún ingeniero de sonido y simplemente es fruto de años de pruebas y de impresiones subjetivas.

Por tanto, cualquier parecido de lo dicho en este hilo con la realidad es por pura coincidencia.

Y cómo apunte complementario, aunque mucho más personal, es que a la hora de tener que elegir primero, yo prefiero elegir primero los altavoces en función de la ubicación y la sala y luego elegiría el amplificador en función de los altavoces elegidos.

En mi opinión, los altavoces marcan más el resultado que la amplificación, aunque al final el resultado sea la combinación de ambos.

Y por último, y sobre todo si te gusta lo vintage, elige mejor altavoces grandes si tienes espacio para colocarlos que pequeños. Aunque hay algunas opciones realmente impresionantes de altavoces pequeños con una sonoridad y fidelidad impresionantes, el resultado final usando altavoces más grandes suele ser mejor.

Otra norma aprendida tras muchos años de afición, es que no siempre lo más caro es lo mejor, y que hay mucho marquismo dentro del vintage. Es verdad que hay algunos modelos y marcas que están más que contrastados por miles de aficionados y que es poco probable que decepcionen, pero también hay muchas otras por descubrir porque no se promocionarán o no han sido redescubiertas en esta época digital que vivimos.

Para los que empiezan en el hifi vintage y tienen una sala pequeña, una gran apuesta barata son unos philips miniwatt asociados a algún amplificador vintage de 50w. Esa combinación para mi es la ganadora en relación precio/calidad.