Accuphase DG-68: review tras dos meses en casa

EL Accuphase DG-68 tiene físicamente tres secciones que permiten tres funciones distintas:
DAC (en rojo)
ADC (en amarillo)
Procesador de señal (en azul)






CONVERSOR DIGITAL/ANALÓGICO

La sección de DAC está tratada con máximo esmero y tiene la misma arquitectura que el DC-1000 -tope de gama de Accuphase; ocho chips por canal trabajando en paralelo, que ofrecen un rendimiento realmente espectacular.

La funcionalidad como DAC se ve notablemente impedida por el hecho de que no tiene entrada USB directa y esto significa que sólo permite el procesamiento de DSD a través de la entrada propietaria HS-Link.

Para tener entrada USB haría falta adquirir un reproductor SACD de Accuphase con USB y conectarlo al DG-68 a través de la entrada HS-Link o comprar alguno de los conversores USB/SPDIF o USB/coax (arriesgándose entonces a meter un eslabón débil en la cadena de audio).

En mi caso, la ausencia de USB y DSD no supone inconveniente: sólo escucho audio en streaming codificado en PCM o archivos locales también en PCM y siempre a través de la entrada óptica.


CONVERSOR ANALÓGICO/DIGITAL

La sección de conversión A/D está pensada para integrar cualquier fuente de audio con señal analógica, y es evidente que se desarrolló pensando en el vinilo.

Esta función está todavía sin estrenar: las entradas analógicas no las he usado y no puedo dar opinión.

El conversor A/D, unido a la existencia de salidas digitales óptica y coaxial, convierte al DG-68 en una potencial herramienta para digitalizar vinilos (con el añadido de elegir si incorporar o no a la grabación las correcciones generadas con el AutoVoicing).



PROCESADOR DIGITAL DE SEÑAL

La sección del procesador de señal es la que da personalidad propia a este aparato y cumple varias funciones:


1º - Tratamiento básico de señal. Para empezar, proporciona las funciones básicas de procesamiento de señal, al permitir:

Variar la ganancia desde -90 db hasta +12 db

Y ajustar el balance con diferencias de hasta + 3 db.

Esta función, junto con las tres entradas digitales (óptica, coaxial y hs-link) y dos analógicas (balanceada y no balanceada) permite al DG-68 cumplir misiones de previo -con muy alto nivel- en equipos de pocos componentes como el mío.



2º - Corrector de sala.

La segunda función que ofrece la sección DSP del DG-68 es la corrección de sala, que Accuphase denomina “Voicing”.

Aunque también puede realizarse manualmente, el corrector de sala funciona automáticamente, una vez colocado el micro en el punto de escucha deseado, el usuario tiene que elegir entre dos modos Autovoicing (Flat o Smooth) y seleccionar la ganancia de salida -es decir, el volumen- al que se realizará la ecualización.

Ajustados estos parámetros, el DG68 comienza el proceso de voicing con una medición de la respuesta de los altavoces en toda la gama de frecuencias, que luego corrige en diferentes pasos, en un proceso que tarda entre 6 y 9 minutos en realizarse.

Una vez concluido el proceso, la corrección queda almacenada en el número de memoria asignado. El DG-68 permite almacenar hasta 30 sets en el aparato, aunque también pueden exportarse a una llave usb, liberando entonces la memoria interna.


3º - Ecualización.

Además de la función “Voicing” o corrección de sala, el DG-68 permite que el usuario pueda ajustar la respuesta en frecuencia de los altavoces a su preferencia personal.

La máquina permite elegir entre:

Usar sólo el AutoVoicing
Usar el Autovoicing como base añadiendo una ecualización personal
Usar sólo la ecualización personal

El aparato permite un nivel de detalle ingenieril (1/6 de octava, 67 bandas, +- 12 db) en la ecualización personal, pero también es a prueba de tontos y permite dibujar directamente en pantalla con un simple gesto del lápiz el gráfico de la respuesta en frecuencia.



Al analizar las mediciones técnicas del DG-68 en Stereophile, John Atkinson señala que “las mediciones del DAC demuestran que no ha sido aceptado ningún compromiso para alcanzar su versatilidad” y, tras dos meses de escucha intensiva, puedo confirmar que esa excelencia técnica se traduce punto por punto en excelencia sonora: la operación del DG-68 como DAC a través de la entrada óptica genera el mejor sonido digital que he tenido nunca en mis equipos, muchos niveles por encima de otros DACs que disfruté durante años -como el Esoteric D07, diferentes modelos de Teac y Peachtree y el Topping D90- o del sonido de reproductores de CD como el YBA CD1.

Como no puede ser menos tratándose de una tecnología tan antigua y trillada como la óptica, el funcionamiento es absolutamente impecable, sin ningún tipo de tirón o interrupción. Como curiosidad, es fama acerca de Accuphase que el rendimiento real de sus aparatos está sistemáticamente por encima de las especificaciones declaradas, y esto se aplica también a la entrada óptica del DAC: oficialmente, sólo acepta señales codificadas a un máximo de 96 Khz pero, al usar Audirvana, se conecta siempre a 192 Khz.

Como DAC, el DG-68 es capaz de extraer hasta la última gota de musicalidad de casi todas las pistas que reproduce, siendo especialmente notable lo bien que funciona en las pistas difíciles o mal registradas; la grabación original tiene que ser realmente atroz para sonar mal.

En contrapartida, es inflexible al mostrar sin pudor los artefactos que a veces genera el streaming en formato lossless. No es mi intención entrar en el debate sobre la calidad de los formatos de codificación en las plataformas; baste indicar que alguno de los formatos “sin pérdidas” y, particularmente, el MQA, con demasiada frecuencia se muestran incapaces de ofrecer las ventajas de una mayor resolución conservando al tiempo una escena sonora coherente (sin deformación y con dimensiones realistas) y el DG-68 resulta absolutamente revelador a este respecto.

El resultado del DG-68 trabajando con Spotify es simplemente inmejorable, lo cual lo convierte en un excelente aliado para los que usamos esa plataforma a diario.

Esto no quiere decir que Spotify suene al mismo nivel que las buenas grabaciones en Tidal o en archivos locales de cd´s ripeados en WAW. El sonido es muy diferente en cada caso y claramente más preciso, consistente y dinámico en los formatos sin pérdidas, pero esa mayor solidez, en el caso de Tidal, suele ir acompañada de encogimientos, imprecisiones o roturas en la escena sonora que merman muchísimo el resultado final.







El “AutoVoicing” es sin duda la función estrella del DG-68.

En los dos meses que el aparato lleva conmigo, sólo una tarde tuve la curiosidad de probar esta función con alguno de los aparatos y cajas secundarios que andan por casa y de hacerle algunas perrerías con combinaciones infames y cajas mal posicionadas a propósito. El resto del tiempo ha estado ocupado en el equipo principal (cajas Marten Design Miles V actualizadas con Marten Isolators -que resultaron ser una excelente adición- y alimentadas por sendos Miniwatt n3), con constantes cambios de cables de interconexión, cables de altavoz, válvulas de previo y válvulas de potencia, realizando nuevas correcciones con cada cambio de componentes o reposicionamiento de cajas.


COSAS QUE SÍ PUEDE HACER EL DRC DEL DG-68

Puede eliminar eficaz y rápidamente las ondas estacionarias y elevar varios grados (la mayor parte de las veces, muchísimos grados) el rendimiento del equipo en casi cualquier configuración (siempre que cumpla unos mínimos, claro está), Los cambios son inmediatos y afectan a todos los aspectos del sonido (principalmente, a la escena sonora), sin presentar artefactos secundarios (excepto en una configuración muy determinada -con válvulas RTC EL84 y cableado Audioquest- en que la activación del DRC generaba ocasionalmente artefactos de graves que no desaparecían tras sucesivas ecualizaciones)

Puede hacer posible (que no fácil ni rápida) la optimización del equipo y de la colocación de las cajas. La activación del AutoVoicing actúa al modo de una lupa de aumento sonora que:
revela de forma inmediata, acentuada y medible los efectos de cualquier cambio en cualquiera de los componentes del equipo o en la ubicación y orientación de altavoces
proporciona referencias del sonido que debe buscarse
ayuda a identificar con rapidez los cambios que NO funcionan o que no son del gusto del oyente.

Puede ayudar decisivamente a sobrellevar (que no a evitar) el enojoso período del rodaje de cables.

Permite añadir el toque final al equipo una vez bien configurado.

Permite “almacenar” varios tipos de buen sonido en un mismo equipo cambiando uno o varios componentes (por ejemplo, cables de altavoz y/o válvula de previo) a condición de tener previamente almacenada en la memoria la configuración DRC que se corresponde con ese cable o válvula.


COSAS QUE NO PUEDE HACER EL DRC DEL DG-68

No puede corregir las limitaciones básicas de los cables de interconexión, en particular en la articulación de graves

No puede corregir todos los problemas que derivan del posicionamiento inadecuado de las cajas y corrige menos problemas cuanto peor sea el posicionamiento.

No puede evitar (más bien fomenta) tener que dedicar muchísimo tiempo y esfuerzos a buscar la óptima configuración del equipo y cajas.

No puede hacer que un equipo mal configurado -con cables inadecuados, o asfixiado por cuellos de botella o interferencias electromagnéticas o con unas cajas mal posicionadas- suene ni siquiera parecido a como suena ese mismo equipo bien planteado (pero sí puede hacer sonar ambas configuraciones mejor que antes)

No puede asegurar un grado mínimo de mejora: en la mayoría de configuraciones, la activación del DRC dispara al cielo el rendimiento, pero más de una vez se mostró incapaz de mejorar sustancialmente un sonido mediocre. Además, cuando el equipo está realmente bien configurado, el DRC tiene un efecto más ligero, aunque siempre perceptible.



COSAS QUE HE APRENDIDO CON EL ACCUPHASE DG-68:


1º - El DG68 revela con claridad meridiana las enormes diferencias en la manera en que distintos cables de interconexión hacen funcionar a un mismo equipo, poniendo de manifiesto que la interconexión es un punto crítico de cualquier equipo y, por tanto, uno de sus potenciales puntos débiles y un aspecto que realmente hay que tener bien resuelto para aprovechar al máximo las posibilidades de cajas y electrónicas. Insisto además en que el DRC, aunque siempre dispara la musicalidad, no puede compensar las deficiencias básicas de la interconexión ni puede hacer que un cable de interconexión suene parecido a otro, sino que acentúa las diferencias. Parecidas reflexiones pueden aplicarse a los cables de altavoz, con la matización del punto siguiente.

2º - Los cambios de cables de interconexión pueden alterar dramáticamente la interactuación equipo/sala y pueden llegar a requerir un reposicionamiento obligatorio de las cajas, sin que el DRC pueda evitar esa necesidad. Este efecto, sin embargo, no se ha producido en mi equipo con el cambio de otros elementos, como cables de altavoz o válvulas de potencia o previo del N3, lo cual no quiere decir que no haya cambios, a veces enormes, en el sonido, pero sin obligar a reposicionar las cajas.

3º - Los correctos ajustes manuales de previo - ganancia y balance- son precondición imprescindible para el DRC pueda ofrecer sus máximas prestaciones, lo cual hace que el ultrapreciso control digital de ganancia sea uno de los aspectos más sobresalientes del DG-68.


¿MERECE LA PENA?

La respuesta a esta pregunta es, como casi siempre en el mundo del audio, que depende de lo que busque el usuario.

Evidentemente, los que ya estén bien surtidos de previo y DAC y no tengan intención de sustituirlos no pueden obtener el mismo rendimiento de esta máquina que el que obtengo yo; en mi caso, el DG-68 es el corazón del equipo, cumpliendo la triple función de previo, DAC y DRC, en los tres casos con nivel absolutamente top.

La relación valor/precio, sin embargo, es  sustancialmente diferente para alguien que se plantee la compra de la máquina pensando exclusivamente en la mejora directa que proporciona el DRC automático. En estos casos, yo jamas compraría este aparato sin hacer antes una prueba en el propio equipo.

El ajuste equipo/sala que permite el AutoVoicing del DRC es una mejora real e importante, que en algunos casos pueda dar la sensación de haber alcanzado el Santo Grial, pero en mi caso ha sido mucho más importante su función como herramienta que empuja a optimizar el equipo eliminando cuellos de botella y encontrando la correcta colocación de las cajas y aunque ambas cosas han sido un puñetero quebradero de cabeza durante semanas, el cambio experimentado por el equipo ha sido radical.