Anja Lechner & François Couturier

Hola . Me ha gustado mucho el disco "Moderato Cantabile" de Anja Lechner & François Couturier (2014, ECM New Series) Precioso de cabo a rabo en todo sentido, y excelente sonido.

En "Moderato cantabile" presentan sus propios arreglos de obras de tres fascinantes outsiders de los márgenes de la historia de la música: G.I. Gurdjieff, Komitas, y Federico Mompou. En diferentes grados, su música revela influencias del este, tanto en términos de relación con las tradiciones populares y la música religiosa, como filosóficamente.







Sumiko nos deleita con su "música de la mañana", creo que este disco cuadraria en un titular complementario, "música de la noche".

Saludos cordiales.

Yo lo tengo en CD y me parece maravilloso. Además, suena especialmente bien. Bello e imprescindible.

Otro disco de emo esta pareja de grandes músicos: "Lontano" (2020-ECM 2682) "Lontano" es tanto jazz intimista, minucioso como la música de cámara, como música clásica lanzada para flotar libremente en el momento...




Hace sesenta años, se suponía que la música de "tercera corriente" sería la próxima gran novedad en el jazz. En ese momento, Gunther Schuller lo definió como "un nuevo género"… ubicado a medio camino entre el jazz y la música clásica”. Los críticos rápidamente lo consideraron un fracaso.

Pero la tercera corriente no murió. Estuvo inactiva durante unos 30 años hasta que aparecieron los músicos adecuados y lo hicieron viable: artistas clásicos formados en conservatorios, casi todos europeos, que descubrieron el jazz cuando aún eran lo suficientemente jóvenes como para interiorizar ambos lenguajes.

Por encima de todo, Lontano es inquietantemente hermoso. Couturier escribe melodías cristalinas y embelesadas como “Flow” y las pone en movimiento para que él y Lechner puedan descubrir las emociones insospechadas que contienen. Es un piano minimalista cuyas notas tienen un significado.

Pero para el público de jazz, la revelación será Lechner. Ella emplea su maestría técnica y las anhelantes sonoridades de su instrumento al servicio de su audaz imaginación.  “Alfonsina y el mar”, de Ariel Ramírez, es pura conmoción. En manos de un artista como Lechner, el violonchelo, como pocos otros instrumentos, puede tocar directamente el corazón humano.  --Thomas Conrad


Saludos cordiales.

.

Hola    Anja Lechner con  otro mago del teclado, Vassilis Tsabropoulos, en otro disco emo sublime "Gurdjieff & Tsabropoulos - Chants, Hymns And Dances"  (ECM New Series, 2004). No lo encuentro en el tubo, así que:

https://fr.7digital.com/artist/anja-lechner-vassilis-tsabropoulos/release/gurdjieff-tsabropoulos-chants-hymns-and-dances-206287



"[...] Armónicamente un mundo simple, elude las trampas de lo social, forjando su propio concepto divino ajeno a las garras de las ataduras ideológicas. Algunos, como el "Chant From A Holy Book" (Canto de un libro sagrado), crece en intensidad como lo haría un raga, hilando desde humildes comienzos un lirismo sostenido que habla con el lenguaje del más allá. Otros mantienen esa humildad en todo momento, como en la "Prayer" (Oración).

El enfoque de Tsabrapolous a estos motivos que flotan libremente es suavemente improvisado y, sin embargo, la estrella de cada nota parece mantener su lugar en el anochecer de la música. En Duduki, por ejemplo, escuchamos en el pianismo una potencia de proporciones tan frágiles que el violonchelo de Lechner parece llorar con la pasión de un último baile.

El corazón del álbum también representa un retrato de Tsabrapolous, ya que nos brinda sus propias melodías puente en las gracias de "Trois Morceaux après des hymnes byzantins". En estos brilla el exquisito tono de Lechner, enhebrando una línea emocional como la que se podría encontrar en una banda sonora de Eleni Karaindrou.

Los trasfondos lúdicos de "Dance" dan paso a "Chant", que es el más cercano a su entorno en cuanto al estado de ánimo. Aunque elegíaco, es brillante con voces sin texto. Más de Gurdjieff completa el programa, de los cuales los aspectos más destacados son las evocadoras "Assyrian Women Mourners" (Mujeres asirias en duelo) y su pieza hermana, "Women's Prayer" (La oración de la mujer). [...]"

Hola

Félix, gracias por esas magníficas recomendaciones.

Saludos.

Gracias a vos Exhausto.

Otro emo excelente trabajo de esta pareja de músicos, esta vez  con la colaboración del percusionista U.T. Gandhi es "Melos" (2008, ECM). No lo encuentro en el tubo, así que:

https://open.spotify.com/album/7nOCYpXw0DKRaOfbX37y4l



Permítanme decir desde el principio que este disco requiere una escucha atenta y, quizás, un volumen adecuado. En el fondo, es demasiado fácil ignorar la intrincada interacción y, de forma predeterminada, escuchar esto como música ambiental. Desde las primeras delicadas notas de piano de la melodía del título, con el rico y anhelante sonido del violonchelo, es obvio que los intérpretes han pasado su etapa formativa en el mundo clásico.

Tsabropoulos escribe melodías fuertes y convincentes y tiene un toque de teclado flexible. La atmósfera del set es en su mayoría reflexiva y espaciosa, Gandhi matiza las cosas con subestimación, sutileza y delicadeza, mientras que Lechner hace que uno se pregunte si hay un sonido más hermoso en el mundo que un violonchelo bien tocado.

Para algunos, el atractivo de este disco serán las tres pistas basadas en composiciones del místico Gurdjieff, pero este trío es fascinante por derecho propio. Esta es la continuación de "Chants, Hymns and Dances", que también usa composiciones de Gurdjieff. Tsabropoulos escribió todas las composiciones, salvo las tres atribuidas a Gurdjieff, con arreglos de Lechner.

Mi primera impresión de la primera y principal canción, "Melos", fue que Chopin se encuentra con el anhelo Yiddish. Por supuesto, estas imágenes auditivas son universales. El motivo repetitivo y tintineante del piano de Tsabropoulos y el dolorido violonchelo de Lechner son mucho más que hermosos.

Esta es la estructura básica para la mayoría de las pistas: motivos de piano que se repiten y evolucionan, a veces hasta el punto del minimalismo de los años 60; melodías de violonchelo con sabor popular que se balancean magistralmente, y el reluciente apoyo del percusionista italiano Gandhi, que quizás está demasiado bajo en la mezcla, pero sirve como tejido conectivo entre el piano y el violonchelo, con muchos platillos y escobillas puntuados con toques bajos de bombo.  --Steve Koenig, https://acousticlevitation.org (muy editado)



Saludos cordiales.