«Macron, en sus desesperados intentos de evitar la guerra, se dio cuenta de cómo había cambiado Putin. Sus monólogos incoherentes, que incomodaban a su propio Consejo de Seguridad, ponen de manifiesto una terrible posibilidad. Un Putin enfurecido es una bestia muy peligrosa que puede extender su guerra contra Ucrania a los Estados bálticos y a otros lugares. Es un dictador inestable con el mayor arsenal de armas nucleares del mundo, pero ¿quién puede embridarlo?»